El fin del mundo, o mejor dicho el término de la Humanidad, siempre se
ha pensado como un evento devastador, una catástrofe producida con rapidez y
capaz de hacer desaparecer a la sociedad humana en muy poco tiempo. Numerosas historias, algunas religiosas y
otras claramente ficcionales y/o literarias, se refieren a grandes inundaciones
(como cuentan varios mitos acerca del diluvio), terremotos, lluvias de
meteoritos, glaciaciones, un gran incendio, radiación nuclear producto de alguna
guerra, contaminaciones varias, plagas y enfermedades apocalípticas y ya más
dentro del terreno de la ciencia ficción, invasiones extraterrestres y la amenaza zombie…De seguro
existen otras formas más de hacer desaparecer la vida en el planeta Tierra,
pero en este momento se me escapan.
Pero fue en el “Año del Señor” de 1992, que la premiada escritora
británica de novelas policiales P. D. James (Phyllis Dorothy James) publicó su
primera incursión dentro del género de la ciencia ficción: Hijos del Hombre, una
impactante y emotiva obra ambientada en un futuro cercano, donde la autora
(apodada cariñosamente como La Dama del
Crimen y a quien la Corona Británica le concedió el título nobiliario de
Baronesa debido a su valioso trabajo literario) imaginó una forma mucho más
sutil e incluso poética (pero no por ello terrible) de cómo acabaría nuestro
mundo.
Para hacerse una idea mejor acerca de este fin de los tiempos según P.
D. James, vasta con leer las primeras líneas de su recomendable novela:
"En la madrugada de hoy, 1º de enero
del año 2021, tres minutos después de las doce, murió en una pelea en un
suburbio de Buenos Aires el último ser humano nacido sobre la faz de la tierra:
tenía veinticinco años, dos meses y doce días."
De este modo a través de dicho libro, los
lectores somos testigos de la desaparición lenta, pero segura de la humanidad,
al ya no nacer más niños en el mundo; es así cómo la población mundial está
envejeciendo y al no haber nuevas generaciones debido a una infertilidad por
parte de los hombres y cuyo origen se desconoce, los que van quedando en el
mundo han ido perdiendo la esperanza paulatinamente. Por lo tanto la muerte del último ser humano
en nacer, se constituye para estos en
una señal más del final que se acerca.
El
libro en cuestión resulta ser una obra de fuertes connotaciones religiosas,
todo partiendo desde su significativo título y el cual corresponde a una breve
cita textual sacada del Salmo 90 del Antiguo Testamento de la Biblia. Este fragmento mencionado en la novela afirma:
“Vuelves
a convertir en polvo al hombre y dices: ¡Convertíos, hijos de los hombres!”
De este modo la trama nos muestra que el ser
humano por muy talentoso (y soberbio) que pueda llegar a ser, no es nada
comparado con las fuerzas superiores a él y que tal como decían los antiguos
romanos Mememto Mori (recuerda que vas a morir), o sea, la
muerte nos llega a todos (y con ello, quizás, el juicio por nuestras acciones).
P. D. James. |
Cabe
considerar que según la traducción y versión de la Biblia que se esté usando, los
textos varían, no obstante lo destacado arriba entre comillas, es el sentido
que posee la cita textual para el desarrollo de los acontecimientos de la
novela. Por ende en el libro, la
humanidad debe hacer frente a su inminente desaparición y ello conlleva a una
especie de crisis emocional y espiritual que llega a cambiar unas cuantas
costumbres sociales, como por ejemplo el apego de la gente a sus mascotas, a
tal punto de bautizarlas y pasearlas en
coches de niños.
Otro
detalle muy importante en el libro, es el hecho de que al bajar
considerablemente la población mundial, su influjo sobre el ecosistema ha ido
perdiendo poder, de modo que poco a poco la naturaleza ha recuperado su
espacio; de este modo el nuevo mundo se ha convertido en una zona llena de
verdor y donde los animales pululan sin problemas (difícil olvidar el momento
en el libro, en el cual un hombre ahuyenta con lágrimas en los ojos a un
cervatillo, o animal parecido, cuando éste irrumpe en su cuidado jardín y le
grita que lo deje en paz, que ya pronto las tierras serán de ellos).
Frente a
un texto tan poderoso en su propuesta argumental, era factible que la empresa
del cine se atreviera a realizar una versión cinematográfica de esta novela, de
modo que en el año 2006 se estrenó su adaptación dirigida por el talentoso
director mexicano Alfonso Cuarón (realizador de Grandes Esperanzas, Harry
Potter y el Prisionero de Azkabán, Y tu Mamá También) y con un casting
de grandes actores hollywoodenses, entre los que se encontraban Clive Owen,
Julianne Moore y Michael Caine. No está
más decir que esta producción fue alabada por la crítica y el público, siendo
nominada a un montón de premios internacionales y logrando en la historia del
cine ingresar como una de las mejores películas del séptimo arte; a su vez el
filme en sí mismo posee escenas de gran belleza, tanto por su cuidada dirección
y fotografía, como además por una labor magnífica del departamento de arte y
las mismas actuaciones de sus protagonistas, quienes en este último caso lograron
darle una humanidad enternecedora a sus personajes. En otras palabras, resulta imposible no
quedar impresionados con el resultado de esta cinta, basada en un libro al cual
como pocas veces se le llegó a hacer justicia en su adaptación.
Por muy
increíble que parezca, aún cuando la película de Cuarón sea una gran versión
cinematográfica de un texto literario, el largometraje llega a ser lo
suficientemente inteligente como para no limitarse a ser una mera copia de la
obra original y presentar así sus propias innovaciones (léase cambios
argumentales) respecto a cómo abordar la historia misma de Hijos del Hombre. Esto es así, porque en la película, a
diferencia de la fuente original, quienes han quedado infértiles, son las
mujeres y ello hace más difícil la idea de mantener viva la especie. Si en la novela aparece como todo un milagro
la existencia de hombre que no corría con la emasculación de su género,
entonces bien podía embarazar a numerosas mujeres en poco tiempo (un verdadero
semental como luego él mismo se considera en el libro); no obstante ante el
principio de una sola mujer fértil, esto por razones obvias retarda la
situación. Por otro lado, y mucho más
dramático aún tal y como se presenta en la película, está el hecho de que el
mundo reflejado en el largometraje, no es tan pulcro y pacífico como bien
sucede con el texto. Al contrario,
Alfonso Cuarón, quien participó en el guión junto a al menos 4 personas más, se
sirvió de las premisas del relato para abordar temáticas sociales como la contaminación,
el racismo y la intolerancia, la represión política, el terrorismo y otros
temas relacionados, de modo que el filme se encuentra ambientado en una
Inglaterra que pasa por una especie de estado opresivo totalitario (antiutopía)
y que ha cerrado sus puertas a los miles de emigrantes que desean traspasar sus
fronteras; por ende en la cinta se puede ver cómo esta Inglaterra apocalíptica
mantiene a sus extranjeros en verdaderos guetos, propios de un país tercermundista o de una
nación en guerra. Por lo tanto el mundo
de Hijos
del Hombre es en la película un lugar lleno de violencia, basura,
polución, tonos opacos, pobreza y miseria y donde solo unos pocos privilegiados
pueden contar con la tranquilidad, la paz y un lugar digno para vivir.
Alfonso Cuarón. |
En la cinta,
el guapo actor Clive Owen interpreta al protagonista, un hombre quien lleva el
simbólico nombre de Theo (en antiguo griego corresponde a Presencia de Dios), el cual debe cumplir la loable labor de ser el
guardián de una mujer embarazada; ésta resulta ser una emigrante de raza negra,
algo irónico considerando que sea una de estas personas oprimidas y
despreciadas por el gobierno, la única alternativa para la esperanza de la
humanidad. En su juventud Theo había
sido un sujeto de fuertes convicciones políticas de izquierda, todo un
activista, pero la dureza de la vida lo hizo perder las fuerzas de sus
convicciones, hasta que el azar, el destino o la misma Providencia lo llevan a
honrar su nombre y a convertirse en el héroe que por años había relegado de su
persona. Luego a lo largo de su periplo
junto a la futura madre, Theo llega a un punto en el cual descubre que es solo
gracias a la recuperación de su espíritu de sacrificio, que la empresa que se
la ha encomendado puede salir a flote. A
su vez durante su odisea, que llega a ser tanto física como espiritual, Theo y
su compañera, llegan a aprender el verdadero significado de la bondad de la
gente, muchos de ellos verdaderos desconocidos, como también a apreciar la
confianza; es así que durante la travesía dicha travesía, irán apareciendo
personajes que aún en sus propias flaquezas, llegan a ser una bendición para
los dos fugitivos. Llama la atención que
a lo largo de toda la cinta el rostro del actor principal, está marcado por una
honda pena, con una mirada triste que incluso en el afiche es destacada, lo
cual contrasta con la imagen habitual de galán de Clive Owen (el personaje es
presentado al principio de la cinta como un funcionario público derrotado, un
burócrata gris más, hasta que nos vamos dando cuenta de quién se oculta bajo
tal pusilánime facha).
Alfonso
Cuarón dirige su película con una maestría soberbia, logrando crear momentos
que bien llegan a sacar lágrimas a sus espectadores. Todo esto se puede apreciar en el trabajo con
los exteriores, estableciendo una fuerte contraposición entre el mundo natural
y el devastado mundo de los hombres; lo anterior en todo caso gracias a que el
director resultó estar bien acompañado por la fotografía y con ello pudo
presentarnos un mundo verosímil tan cercano a las realidades sociales de muchos
pueblos que en la actualidad sufren la guerra y la pobreza. Para completar la idea de lo maravilloso que
resulta ser ver esta verdadera joya del cine actual, una de las escenas más
sobrecogedoras de la cinta resulta ser cuando Theo y Kee (la futura madre)
deben escapar de una zona de guerra y toda esta parte Cuarón la filma usando
una sola cámara, en mano tal y como un documental, usando en parte la cámara
lenta, todo cuando los que rodean a los protagonistas descubren que hay un
recién nacido entre ellos; el efecto que provoca en las masas este bebé, llega
a ser inolvidable y ello el director lo muestra como algo casi sobrenatural.
La
cinta termina con Theo y Kee en el mar encima de bote y en dirección hacia un
lugar mejor, lugar que como en muchas historias, no solo resulta ser la fuente
de la vida, si no que simboliza la esperanza.
Por último, ya en los créditos, las risas y las voces de los niños
ausentes, nos dejan con la imagen mental de que quizás la raza humana pueda
llegar a tener una nueva oportunidad (las voces infantiles quiebran la desolación
dejada por la escuela abandonada vista durante el transcurso del filme).
Por
último, para quien quiera leer tanto un buen libro de ciencia ficción, como
para quien desee ver una película estremecedora del mismo género, Hijos
del Hombre en sus dos formas resulta ser una obra de arte de esas que
uno luego llega a agradecer haber leído y visto; a su vez tanto el libro como
la película son títulos valiosos en sí mismos, destacando eso sí el hecho de
que el filme logra tal autonomía de la novela que fue su inspiración, que lo
hace sobresalir de entre muchas adaptaciones francamente poco originales de
obras de la literatura. Tampoco se puede
dejar de lado que tanto para el lector, como para el espectador, Hijos
del Hombre no solo consigue entretener, si no que además llevarnos a la
reflexión sobre nuestro papel en el mundo y qué es lo que queremos para quienes
vengan después de nosotros.
Uno de los momentos más impresionantes del bello filme de Alfonso Cuarón. |
Hola!
ResponderEliminarMuy interesante artículo, P. D. James es uno de mis pendientes, me has dado ganas de leerla. Con respecto a la peli, a mi Clive no me estira tanto jaja, ni con la mirada penetrante. Por cierto, el final me deja con la interrogante(y espero no ser una pesada) de que la criatura nacida con quien procreara en un futura? Tenemos la paradoja de Caín aquí?
La novela y la película que comentas me recuerda a una vieja película que vi hace tiempo(una película de ciencia ficción no muy elaborada) en donde las mujeres habían modificado los niveles de testosterona de los hombres, para reducir la violencia del mundo y salvar la civilización, instaurandose un matriarcado, con el tiempo, como era de esperar, la fertilidad masculina disminuyó hasta desaparecer, por lo que las cientificas debieron idear nuevas formas de procrear. Cuando todas las posibles soluciones comenzaron a fallar a largo plazo, tuvieron que inventar una maquina del tiempo para traer a hombres del pasado que no hubieran sufrido la modificación genética con el fin de procrear. No es una gran película, pero al final se vuelve a los tiempos bíblicos, el matriarcado es destruído, pero la humanidad puede volver a reproducirse en forma natural. Siempre me ha impresinado la historia por la interrogante que conlleva el hecho de que los esfuerzos de intentar salvarnos a nosotros como humanidad pueden desembocar en nuestra destrucción, y como las distopías desembocan en finales apocalipticos, donde la unica respuesta al final resulta en reducir la "civilización" a su minima expresión.
Querida Damablanca, otra vez te doy las gracias por leerme y comentarme. Respecto a la película que mencionas, me encantaría verla y averiguaré cuál es. A su vez lo que cuentas sobre ese particular matriarcado, me recuerda a una novela reciente de la autora feminista Doris Lessing, quien no hace mucho obtuvo el Premio Nobel de Literatura, siendo una escritora que ha incursionado muchas veces en la ciencia ficción; pues bien, el libro al cual me refiero se llama "La Grieta" (nombre simbólico relacionado con las mujeres, si bien tiene otros significados según lo que pasa en el texto) y en el cual se presenta una sociedad compuesta de solo féminas...hasta que aparece un miembro del género masculino. En cuanto al final de la adaptación de "Hijos del Hombre", éste es abierto, por lo cual queda a la interpretación de cada uno pensar qué pasó después...Yo opto por la idea de que quizás Kee no era la única mujer fértil y por eso los científicos que la van a recoger estaban tan escondidos, para proteger a estas mujeres y a su descendencia; o bien me parece posible que al contar con alguien como Kee, podían encontrar la manera de revertir el mal que afligía a la humanidad. Bueno, me extendí más de la cuenta y termino diciéndote que estoy por acabar "Tormenta de Espadas", que me tiene encandilado y espero esta semana escribir y publicar algo sobre dicha obra (para luego de lleno verme la 3° temp de "Juego de Tronos"), je.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la doble reseña libro - película, que permite además ver las similitudes y diferencias entre uno y otro. Desde luego el enfoque de la obra es interesante y da para reflexionar (es lo que me fascina de la Ciencia-Ficción y de las distopías, cómo anticipan las situaciones en que la Humanidad puede encontrarse en el futuro), que el fin de la raza humana no tiene porque ser repentino sino largo y agonizante. En el mismo proceso que siguen las lenguas, las culturas, las costumbres, los oficios... si no se cuidan y se protegen, si no se mantienen vivos y se transmiten a las nuevas generaciones, a medida que sus miembros fallecen al no haber relevo generacional se pierden, desaparecen y caen en el olvido. La película tuvo una gran acogida de crítica y público aquí en España y, aunque no la he visto, el buen hacer de Alfonso Cuarón y el reparto son un aval más que suficiente para ponerla en la lista de pendientes.
ResponderEliminarPor cierto Elwyn, ante las dificultades que me encontré para conseguir el libro de Clemente Palma -que tuve que comprar en The Book Depository sin conocer ni la portada- dejé un enlace en la reseña de mi blog para descargarlo de forma libre, gratuita y legal (es una obra de dominio público). Saludos desde España!
Hola, Tomás, me alegra saber que te haya sido grato este texto, que la verdad hace años ya que me leí el libro, pocos días antes de ir a ver la película al cine (de hecho lo había comprado en una preciosa edición en tapa dura cuando estaba aún en la universidad y había olvidado que lo tenía, si no fuera cuando me encontré con el afiche de la adaptación en los cines). En cuanto a la peli, la he visto varias veces y apenas la adquirí en una excelente edición en blu-ray aproveché de verla de nuevo (y vieras cómo lloré esta vez con la misma escena de siempre).
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