En 1987 el famoso dibujante y guionista de cómics estadounidense Frank
Miller escribió el cómic de Batman definitivo a la hora de contar sus orígenes,
pese a que el personaje ya llevaba cerca de medio siglo de vida. Fue así como en una miniserie de 4 números
titulada Año Uno, bellamente dibujada por su colaborador David
Muzzuccelli (con quien ya había realizado una importante etapa en Daredevil
para Marvel), el caricaturista de cómics gringo más adaptado audiovisualmente
hoy en día, tomó para sí la mitología del llamado Caballero de la Noche y a una
gama de sus personajes más populares, dándole un génesis que hasta hoy en día
es considerada la piedra angular de los primeros años del popular vigilante de
Ciudad Gótica (de hecho esta obra fue la que se usó como fuente de inspiración
para la ya archicomentada película Batman Inicia de Cristopher Nolan) ; es así como la influencia de Año Uno llega a tal punto que incluso hoy en día, cuando ya
hace casi dos años se reinició el universo DC, se respetó la continuidad del
encapuchado acerca de su historia, teniendo siempre como referente esta clásica
novela gráfica, mientras que con otros personajes emblemáticos de la compañía,
tales como Superman y la Mujer Maravilla se partió desde cero.
Famosa portada del ya mítico primer número de "Año Uno" |
Cuando apareció el cómic mencionado, DC estaba empezando lo que se llamó
universo DC postcrisis, en referencia a la célebre macrosaga Crisis
en las Tierras Infinitas y donde la empresa pretendía reorganizar sus
revistas para crear un solo universo coherente donde alinear a sus cientos de
personajes. Esta continuidad duró hasta
julio de 2011, cuando otro evento de características “cósmicas” dijo adiós al
universo postcrisis y permitió el inicio de lo que llamaron Los
Nuevos 52, de modo de revitalizar sus ficciones para los nuevos
tiempos.
Si volvemos atrás en el tiempo, mientras el universo postcrisis estaba
en su apogeo, aparecieron una serie de revistas, one-shot (cómics de un solo número), novelas gráficas y miniseries
que contaban historias alternativas de los personajes DC, a veces muy alejadas
de la continuidad, muchas de ellas hoy en día consideradas verdaderas obras de
arte. Estos cómics que reinterpretaban a
los superhéroes DC se encontraban bajo el sello Elseworlds (Otros
Mundos) y entre ellos desfilaron títulos tan memorables como Ka-L (un
Superman que calló a la Tierra en plena Edad Media, de modo que la legendaria
espada Excalibur fue hecha con el metal de su nave), Bala Rasante (a Superman
le toca vivir la vida de Batman, puesto que el pequeño Kal-El fue adoptado por
los Wayne y luego es él quien se transforma en el Caballero Oscuro, por lo
tanto éste posee superpoderes a diferencia del Batman original), Kingdom
Come (en un futuro cercano los hijos y seguidores de los superhéroes
clásicos dominan la Tierra y se ha instaurado una especie de antiutopia), Lluvia
Roja (para un mundo dominado por Drácula y sus vampiros, solo Batman es
la única esperanza)…La lista es demasiado extensa y la tentación de seguir
nombrando títulos es grande, pero éste no es el tema que hoy me mueve a
escribir. Lamentablemente por mucho que
el sello Elseworlds haya otorgado tantas divisas, cuando comenzaron Los
Nuevos 52 DC pareció olvidarse de ellos y tan solo en junio del año
pasado salió una nueva historia alternativa (bueno, aparte de las dedicadas a La
Sociedad de la Justicia y donde el primer Linterna Verde, Alan Scott de
la llamada “Edad de Oro” de los cómics, acá es gay), si bien para nada fue bajo
el sello mencionado. Por otro lado, aún
cuando se estaba en el universo postcrisis, habían aparecido historias
alternativas que bien no llevaban el característico símbolo de Elseworlds;
esto fue lo que pasó con Superman all Star, Batman
all Stars, Superman: Derecho de Nacimiento y Superman: Orígenes Secretos. A su vez en el año 2010 surgió la que hoy es
considerada una de las obras en torno a Superman más bellas escritas e
ilustradas: Superman: Tierra 1, escrita por uno de los grandes guionistas
de cómics, televisión y cine, Joseph Michael Straczynski (creador de la serie
de televisión de ciencia ficción de culto Babilonia 5 y responsable de una de
las mejores etapas de Spiderman) y dibujada por Shane Davis. Como ya había pasado con las mencionadas Derecho
de Nacimiento y Orígenes Secretos, Tierra
1 contaba otra vez el origen del primer superhéroe de la historia y de
una forma bastante novedosa por cierto.
Pues bien, tras el éxito de la obra de Straczynski y Davis, era de
esperar que hubiera un Batman para esta llamada Tierra 1 y así fue como ya
iniciados hace rato Los Nuevos 52, el año pasado en julio fue editado por primera
vez la versión dedicada a Batman dentro de este particular universo.
"Luz de Gas": donde un Batman del siglo XIX debe enfrentarse nada menos que a Jack el Destripador. |
Escrita por Geoff Johns (hoy en día uno de los “pesos pesados” de DC y
uno de sus hombres más importantes a la hora de tomar decisiones en la
editorial) y dibujada con maestría por Gary Frank, Batman: Tierra 1 reinventa
de una forma impresionante al encapuchado, contando detalles increíbles acerca
de su niñez y sus primeras aventuras (o más bien desventuras) como justiciero. Tal como esta dupla ya había hecho antes con Superman:
Orígenes Secretos, en Tierra 1 se valen de algunos de los
personajes más recurrentes en la revistas del superhéroe, pero otorgándoles una
dimensión nunca antes vista y en muchos casos con serias diferencias a lo
planteado en los cómics de la continuidad.
En la novela gráfica además de salir obviamente Bruce Wayne/Batman,
aparecen sus padres, Alfred Pennyworth, Harvey Dent (la primera identidad de
Dos Caras y que en esta historia posee una hermana gemela, con lo que en ello
se juega con su dualidad), James Gordon, Bárbara Gordon, Harvey Bullock, Lucius
Fox y el Pingüino. El modo en que todos
estos son utilizados por el guionista resulta ser más que interesante, puesto
que la mayoría de ellos difiere en puntos radicales de lo que los conocedores
de los personajes estamos acostumbrados.
Primeramente el Bruce Wayne proyectado en sus páginas, parte como un
muchachito caprichoso, quien en la novela gráfica en cierta medida es
responsable de la muerte de sus padres, razón por la cual a lo largo de la
miniserie parte con un sentimiento de culpa que lo marca más que al Bruce Wayne
al que conocemos. Es así cómo su ira y
su deseo de venganza para con los criminales, lo obnubila a tal punto que llega
a cometer graves errores en sus andanzas, puesto que más que sabiduría y
habilidad a la hora de enfrentase a sus enemigos, lo que le sobra es pasión y
torpeza. Un detalle fundamental en este
Batman, es que los artistas no lo representan acá con sus característicos ojos
blancos, los que bien le dan su atmósfera ominosa propia de una criatura de la
noche al superhéroe; por lo tanto al permitir ver sus ojos tras la máscara de
murciélago, esta historieta muestra a alguien mucho más humano y cercano al
público general, alguien que pese a esconderse detrás de un disfraz sigue
siendo un ser imperfecto como todos nosotros (y que no obstante lucha contra
sus debilidades en pos de su sueño, de modo que gracias a este alzamiento sobre
sus imperfecciones lo hace más admirable frente al resto de los individuos). A
su vez este Batman no posee la preparación multidisciplinaria de la que hace
gala en la continuidad DC, puesto que en este mundo no se preparó con el mismo
celo desde pequeño, ni viajó por todo el planeta en busca de la iluminación y
el conocimiento adecuado para transformarse en el vengador de sus padres. Un importante detalle de esta
reinterpretación es cómo muestran que le llega la inspiración al joven Bruce
Wayne para asumir el tótem del
murciélago, relacionándolo con los antecedentes históricos de su familia.
El guapo Geoff Johns. |
En cuanto a los padres de Bruce Wayne/Batman, el gran Geoff Johns tuvo
la genial ocurrencia de ligar a la madre de éste a otra familia ficticia de
importancia dentro del universo ficcional de DC: los Arkham, casta que según
los cómics fue otra de las fundadoras de Ciudad Gótica y de la cual uno de sus
miembros creó el famoso manicomio de Arkham (en la actualidad este personaje de
la familia Arkham protagoniza junto al
famoso cazarecompensas de rostro desfigurado, Jonah Hex, un título en plan
viejo oeste ambientado en el siglo XIX, en la misma Ciudad Gótica de Los
Nuevos 52). De este modo Marta
Wayne es en Tierra 1 una mujer abrumada por el fantasma de la locura que ha
pendido en su familia durante décadas; es así como ante tal hecho, se vuelve a
abordar el tema de la supuesta personalidad paranoica de Batman, que tantos
autores han postulado debido a su especial personalidad (como referente de
ello, es recomendable leer la multipremiada novela gráfica Arkham Asylum de Grant
Morrison y Dave Mackean, así como las miniseries JLA: Torre de Babel y Cuenta
Atrás a Crisis Infinita: El Proyecto OMAC); por ende el Batman de Tierra
1 se muestra claramente como un individuo con severa tendencia a los
trastornos mentales.
Otro gran cambio que “sufren” nuestros queridos personajes de las
historietas de Batman, corresponde a la representación que se hace en esta obra
del mayordomo y figura paterna de Bruce Wayne/Batman, quien en esta versión es
un ex-marine, amigo y socio del padre del protagonista. De este modo su aspecto físico difiere del
Alfred conocido, usando esta variante una muleta, pero aún así conociendo un
montón de técnicas de defensa personal que lo convierten en un contrincante mortal,
nociones que enseña a su discípulo y protegido.
Además este Alfred no posee el aire intelectual inglés del cual es
famoso el personaje original, ni su habitual ironía, no obstante no deja de ser
en Tierra
1 alguien carismático pese a su carácter más parco.
En cuanto al James Gordon de esta realidad, éste resulta ser alguien con
cierta ambigüedad moral, la cual lo hace ser sospechoso hasta que ya en el
segundo tomo de la miniserie se descubre la razón de su actitud cobarde y de
este modo logra redimirse. Su aspecto
más introvertido y reticente, contrasta acá con el del Harvey Bullock de estas
páginas; a diferencia del obeso y poco agraciado policía de la otra Ciudad
Gótica, el Bullock que aquí aparece es un atlético, apuesto e idealista agente
recién llegado a la ciudad y que con su espíritu emprendedor inspira al más
experimentado y temeroso Gordon.
El otro personaje que destaca en este cómic es el Pingüino, a quien la
pluma de Johns lo convierte en el corrupto alcalde de Ciudad Gótica, idea que
rememora al Pingüino de Batman Returns de Tim Burton. Este villano en la miniserie no puede ser más
cruel, ni más mafioso, careciendo en todo caso de la elegancia del Pingüino al
que estamos acostumbrados (que incluso llega a ser agradable) y preponderando
en esta versión sus aspectos más malignos.
Resumiendo, Batman: Tierra 1 resulta ser una novela gráfica de gran
calidad, con momentos increíbles y dibujada, como coloreada, con una exquisitez
que ojalá todos los cómics fuesen iguales; el trazo de Frank es preciosista y
preocupado por los mínimos detalles, mientras que la historia retomada por
Johns es en verdad ingeniosa, de modo que le insufla nueva vida a este clásico
(y amado) superhéroe. Es de esperar que
en algún momento el Batman de Tierra 1 se cruce con el Superman de dicha
continuidad… ¡Y entonces qué geniales historias se contarán!
Arte de "Batman: Tierra 1" donde se puede apreciar a Alfred. |
Otra preciosa viñeta de esta inolvidable novela gráfica. |
Un texto cortito esta vez pero muy interesante, al fin una explicación sobre qué pasa con el universo DC para simples mortales y bueno que quieres que te diga, me llama bastante la atención este batman de tierra 1, voy a buscar el comic en digital a ver que tal.
ResponderEliminarSaludos
Pues muchas gracias, amigo, por detenerte de nuevo por estos lares. Te cuento que muchas veces los textos se escriben solos (apenas la musa me toca con sus cálidos dedos) y su extensión varía según que tanto tenga por contar (nunca ha sido mi ánimo extenderme más de la cuenta, pues solo me dejo llevar por las ideas locas que se me pueden venir a la cabeza).
ResponderEliminarExcelente artículo Elwin, sobre todo por lo clarificador que me ha resultado, pues hacía tiempo que había perdido el rumbo con las publicaciones de Batman y con todo el universo DC en general, y no sólo me has aclarado el reinicio de dicho universo con los "nuevos 52" sino que has hecho una "guía de lectura" de obras fundamentales de Batman que puede ser de gran utilidad a quien quiera conocer la trayectoria del héroe. Por mi parte, muchas de ellas no las he leído, aunque "Año 1" me la prestó un amigo hace unos meses junto con "Largo Halloween" y ambas me parecieron magníficas e imprescindibles. Saludos desde Galicia.
ResponderEliminarHola, Tomás. Me alegra de que te haya sido de ayuda en parte este texto, que al final fue más allá de lo que tenía considerado en un principio (me pareció que era necesario agregar unos cuantos datos de interés relacionados y por eso lo de "Año Uno" y el resto). Desde marzo más o menos que no escribía sobre un cómic. Gracias otra vez por leerme y comentarme (pensaba que no eran muy de tu gustos los cómics de superhéroes y qué grata sorpresa me has dado).
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