A mis queridos amigos Galpincheros (unos más que otros),
con los que compartí esta genial película y gracias a quienes supe que existía.
El cine argentino lleva décadas destacando en
la producción latinoamericana con sus obras, año a año, entregando títulos que
destacan tanto en lo artístico, como en lo técnico. La calidad de sus películas y la cantidad de
ellas producidas de manera anual, solo tiene en la zona la “competencia” de
México y Brasil, los otros dos países que brillan en esta zona del continente
al respecto.
De entre
la vasta cantidad de filmes provenientes de la tierra de los gauchos, el dulce
de leche y la patria adoptiva de Carlitos Gardel, se encuentra uno más que
interesante y en especial por su particular factura, no habitual en estas
latitudes. Esto es porque Relatos
Salvajes, estrenada tan solo el año pasado, está armada en base a 6
historias reunidas y autoconclusivas; cada una de estas, si bien no poseen una
conexión argumental entre sí, comparten
una temática y un estilo en común: con mucho humor negro, tratan acerca de lo
que sucede cuando ante una situación límite, perdemos la armadura de nuestra
racionalidad y nos comportamos como meros animales instintivos (bueno, los chilenos, con orgullo contamos con
unas cuantas cintas armadas en base a episodios, entre las que vale la pena ver
Historias
de Fútbol y El Chacotero Sentimental).
Escrita y dirigida en todos sus segmentos por Damián Szifrón, de
inmediato acaparó la atención no solo de su país, convirtiéndose en todo un
éxito comercial y de crítica, a tal punto de ser nominada como Mejor Película
Extranjera en los populares Premios Oscar, además de estar considerada en otros
certámenes cinematográficos de mayor peso artístico (ganando varios galardones,
por cierto). La película considerando
sus características, contó con una serie de actores trasandinos
correspondientes a varias generaciones de entre sus histriones, quienes
supieron insuflarle tal vitalidad a sus relatos a cargo, que tras terminar un
episodio, el siguiente hacía imposible
que el espectador echara de menos el cortometraje anterior. Entre sus intérpretes no podía faltar Ricardo
Darín, habitual en la mayoría de las películas más importantes de su nación,
quien en esta ocasión demostró su talento para personificar a un sujeto lejano
a las trágicas circunstancias de sus personajes de otros filmes pampinos, como El
Aura y El Secreto de sus Ojos.
Esta obra maestra a su vez contó con el apoyo musical de un artista de
la talla de Gustavo Santaolalla, quien ante la belleza de sus partituras, desde
hace rato ha sido llamado por Hollywood para trabajar en el país del Norte; a
su vez el artista ya cuenta con una inmensa discografía, entre las que se
incluyen sus trabajos independientes al séptimo arte, como sus bandas sonoras.
Tal
como se afirmó arriba, los distintos apartados que componen este título,
abordan el tema de la violencia humana, cuando sale a flote nuestra naturaleza
animal. Es así como de manera muy
inteligente, tras su primer episodio a manera de prólogo de todo lo que vendrá,
en los créditos iniciales se muestran a varias criaturas propias de la selva;
todos ellos en poses que dejan claro la lucha por la supervivencia, entre
cazadores y presas respectivamente. Como
se trata de una cinta que no pretende hacer crítica social (por lo menos para
nada de una forma evidente, ya que no cae en los temas recurrentes del cine latinoamericano,
como la pobreza, las luchas sociales y la política, entre otros) lo que aquí
importa es entretener burlándose de nosotros mismos. El humor ácido que se evidencia en sus
argumentos, aborda la idea de que basta cualquier elemento que nos saque de
nuestras casillas, como para que actuemos tal cual bestias; de este modo sus
protagonistas ante las circunstancias que sacan a flote su animalidad, no
tienen vergüenza en actuar haciendo uso de cualquier herramienta para
defenderse (o vengarse) de sus enemigos.
Es entonces que el espectador se ve frente a una obra que llega a tomar
ribetes de caricatura, casi al estilo de los cartoons del Correcaminos y el Coyote, pues muchas veces sus personajes
se las dan de golpes de una manera muy física y brutal, aunque siempre cayendo
en el ridículo, lo que provoca la carcajada y el asombro ante lo grotesco de la
situación. Por otro lado la apariencia de sus personajes,
juega a la hora de mostrar el rápido cambio de sujetos civilizados a verdaderos
trogloditas, ya que en su mayoría se trata de sujetos de posición acomodada,
sofisticados culturalmente, que de un momento a otro dejan de lado su moralidad,
para hacer las cosas más extraordinariamente deplorables (y aun así graciosas). Por lo tanto no importan las convenciones
sociales, ni diferencias culturales, ni de sexo, ni de edad…Todos somos a la
larga esclavos de nuestro lado animal (o más bien escogemos sin vacilaciones
pasar de la cordura a la irracionalidad).
Pasternak
corresponde al relato que introduce todo en la película, ambientándose
nada menos que dentro de un avión comercial y donde varios sujetos entre sí, a
raíz de una charla entre dos de ellos, se dan cuenta que guardan un desgraciado
nexo en común. Asimismo el diálogo entre
quienes poco a poco van descubriendo por qué razón se encuentran juntos, en su
progresión se vuelve cada vez más irrisoria y surrealista, hasta convertirse en
el punto de partida ideal de todo el resto.
Su escena final, donde ahora es posible ver todo desde el exterior del
vehículo, permite contemplar el efecto del plan de quien había orquestado este encuentro
entre perfectos desconocidos, comprobando que desde hace rato el cine argentino,
se encuentra a la altura de lo mejor del cine internacional.
Las
Ratas comienza como una narración que pareciera estar marcada por el
drama. A un restaurant aislado en medio
de la carretera y en plena noche, llega un solitario empresario, quien quizás
resulta ser el cliente más detestable que les haya tocado atender a las dos
mujeres que allí trabajan. Una de ellas,
la mesera, lo reconoce como al culpable de que su familia se haya desmoronado,
confesándole esto a su compañera y quien le propone envenenar al sujeto. Si bien la fémina se niega a realizar este
acto de venganza, las cosas no le resultan tal como desea y al final todo se va
al infierno. La acción de la cocinera en
la cinta, bien podría querernos decir que no hay como el odio de una dama, para
dañar sin vacilaciones a un hombre y más todavía si este en realidad se merece
su desprecio. El nombre del episodio no
puede resumir mejor el sentido infame, que muchas veces puede tener la vida y
en la cual los seres humanos en muchas ocasiones pierden toda dignidad, siendo
criaturas rastreras y de poco valor.
El
más Fuerte resulta mucho más gracioso que el caso anterior, quizás por
sus aires propios de la comedia del absurdo.
Un exitoso y regio hombre de negocios realiza un viaje en su automóvil,
cuando se encuentra con un carro mucho más sencillo que el suyo, cuyo conductor
le obstaculiza al parecer de adrede el paso en más de una ocasión; de este modo
el molesto conductor termina insultándolo, para luego seguir su camino ya
aliviado de su malestar. Es entonces que
para su mala suerte se le echa a perder el automóvil y una vez más se vuelve a
encontrar con su “adversario”, quien se baja de su carro para escarmentarlo por
los improperios que le dijo. Comienza
así una serie de enfrentamientos físicos en la tradición del cine gringo cómico
más idiota, entre ambos “machos alfa”,
que aparentemente nada tienen entre sí, pero que a la larga resultan ser, como
dice el dicho, “cortados por la misma tijera”.
Este segmento resulta ser lo más bizarro, escatológico y esperpéntico de
todo el resto del filme.
Bombita
es donde uno puede apreciar al ya mencionado Ricardo Darín, en un papel suyo
muy cómico. Un experto en demoliciones
con explosivos se ve enfrentado a la mala suerte, cuando lo que se suponía
debía ser un gran día para él y su familia, lo que se transforma en toda una
pesadilla. Mientras hace un trámite que
no debía ocuparle mayor tiempo, se ve obligado a recurrir a la burocracia para
recuperar su auto, que se lo llevan las autoridades por haberlo estacionado mal
al parecer; cuando se dispone a recuperarlo por la vía legal, una serie de
desafortunados eventos lo llevan a la desesperación, haciéndole perder su
matrimonio que ya estaba en crisis y su trabajo. Es cuando decide tomar cartas en el asunto,
aunque para ello escoge el método que mejor conoce y donde una vez más el tema
de la venganza cobra un nuevo sentido en esta película. A diferencia del resto de las historias que aquí
se cuentan, lo que lleva a este personaje a realizar sus actos de violencia,
radica más bien en un sentimiento de impotencia y desprecio por el orden
preestablecido de las cosas (aquí simbolizados en los organismos sociales de la
Ley humana), que lo convierten en una particular víctima de las circunstancias.
La
Propuesta al parecer corresponde a la verdadera historia dramática del
conjunto, puesto que comienza como toda una tragedia: el único hijo de un
matrimonio de millonarios, atropella a una mujer embarazada mientras se encontraba
en estado de ebriedad y más encima deja a su suerte a las víctimas, quienes
fallecen a raíz de las heridas. Sus
progenitores al enterarse de todo, deciden ayudarlo a escapar de la justicia,
si bien en un principio el padre se encuentra de lo más reticente a cometer
este nuevo delito, pues ya se encuentra aburrido de las irresponsabilidades de
su unigénito; no obstante termina haciendo uso de sus influencias para cubrir
la verdad, pagando de su pecunia al experto que descubre el engaño y convenciendo
a un humilde empleado suyo para que se haga pasar como el culpable, a cambio de
uno que otro acuerdo. En un principio el
hijo no puede llegar a ser más detestable, retratado como todo un pusilánime,
hasta que luego su actitud cambia. El
segmento muestra con la ironía habitual de la película, que cualquiera tiene su
precio, incluso los que aparentan corrección moral, de modo que resulta ser el
dinero quién manda a la hora de tomar las decisiones. Cada vez que los personajes demuestran que
ante el real dolor es más poderoso “don dinero”, el sentido del ridículo tras
sus reacciones hace notar lo peor de nosotros mismos (aunque sin dejar de lado
la risa para desenmascararnos)
Hasta
que la muerte nos separe es sin dudas la mejor parte de esta esta
joyita que es Relatos Salvajes. Trata
de una joven pareja a las puertas de casarse, en medio de la formidable
ceremonia junto a los suyos, de modo que todo pareciera ir de maravilla…Hasta
que la novia descubre por accidente que su futuro marido tiene una aventura
amorosa con una de las invitadas, lo que la lleva a actuar como toda la bestia
que en realidad es, atacando a la amante y, por supuesto, a su prometido. De este modo lo que debía ser algo formidable
para todos, se transforma en un escándalo que implicará al resto de los
invitados y a quienes trabajan en el centro de eventos donde tendría que
haberse llevado a cabo la boda. Si Las
Ratas mostraba ya la pasión con la que una mujer puede odiar, mientras
que El
más Fuerte representaba en forma caricaturesca la lucha física entre
dos hombres convertidos en cavernícolas, en esta ocasión es posible ver a la
dama en cuestión convertida en toda una arpía y/o “perra” (si bien razones no
le faltan para su actuar); de este modo al novio no le queda otra que atenerse
a las consecuencias de su traición, siendo que uno de los momentos más geniales
de todo esto, viene a ser cuando cae en las manos (garras) de su prometida y
ante su aparente varonil figura queda convertido en un guiñapo humano. Otro momento para no olvidar este corto, es
cuando lo que pareciera ser un instante de verdadera emotividad, pasa a ser
algo tan gracioso, por cuanto demuestra que tras las bellas palabras y la supuesta
buena voluntad, no somos otra cosas que instintos y lujuria. Por último, el desenlace no deja de
sorprender, ya que al parecer el mismo remedio para que todo termine bien,
vendría a ser atender a ese lado salvaje que tantos problemas trajo a sus
protagonistas.
Qué bueno que le haya gustado tanto la película, estimado compañero de Galpincho!!! Sólo me resta escribir un pequeño comentario de mi parte (como siempre, no muy buena para expresarme) y es que, de todos los relatos, el que más me atrapó, fue “hasta que la muerte nos separe”.
ResponderEliminarCreo que es porque lo encontré muy liberador: esa novia que a pesar de la boda producida y reglamentada por la etiqueta, logra destilar toda su rabia y vengarse, pero lo hace de tal manera que se salta lo dramático y cae en el relato de humor.
Besos
Vale
¡Che, Vale! No sabes cuánto me alegra leerte por acá, que de todos los galpincheros has sido la única en pronunciarse. Justamente anoche no más soñé contigo y fue algo bonito, si bien no lo recuerdo. De todo el grupo eres la única con quien no podría molestarme, ni acusar de indolencia (y ello no solo porque me has escrito acá, si no por tu naturaleza tan dulce que te hace entrañable). En cuanto a esta peli, es formidable y me alegra haberla visto con ustedes. Y también mi historia favorita fue la de la novia.
EliminarLa película es muy buena. Últimamente el panorama hispano está cambiando, afortunadamente. Mejor tarde que nunca. :-)
ResponderEliminarA mi la que más me gusto fue la "road movie" de Leonardo Sbaraglia. El final no es feliz, pero tiene moraleja.
Yo en verdad lamento no haberla visto en el cine, pues siendo vecinos de Argentina, acá apenas se le otorgaron salas para su exhibición.
EliminarMuy buena la peli, recién vine a verla ayer y me encantó, cada historia tiene su propia magia. Estoy de acuerdo con casi todo lo que dices a excepción de como describes la historia protagonizada por Darín que la encuentro bastante crítica, tratando por ejemplo temas como los prejuicios a los que se ve inmersa la gente cuando todos los demás están convencidos que el mecanismo del sistema funciona correctamente o simplemente hacen caso omiso y caen en la sumisión. En esta instancia el personaje se ve obligado a realizar un acto incorrecto socialmente y peligroso a su vez, el cual a diferencia de lo que intentó durante casi todo el transcurso de la historia de hacer valer sus derechos con el uso de la razón, termina llevándolo a ser reconocido prácticamente como un héroe y haciéndolo recuperando lo que había perdido.
ResponderEliminarEn fin las historias son hilarantes y te mantienen atento y entretenido las 2 horas de película.
Buena entrada Elwin,
Saludos !
¡Qué bueno, Luciano, que pudiste disfrutar este gran filme! Muy cierto lo que dices sobre el corto con Darín, que es obvio a mi corto entendimiento se me escapen ideas tan inteligentes como las que tu mencionas; por eso se agradecen este tipo de comentarios que ayudan a completar lo que uno escribe.
EliminarDamián Szifrón escribió para la serie Los Simuladores. No sé si ya la habrás visto, pero siempre la recomiendo. Creo que en YouTube se puede ver.
ResponderEliminarHe escuchado opiniones muy diversas con respecto a esta película. A mí particularmente me gustó bastante. "La Propuesta" fue muy impactante, pero probablemente sea mi relato favorito.
Después de esta película, Darín se creó una cuenta en Twitter, y ahora su nombre de usuario es @BombitaDarin jaja. Justo esta semana fui al teatro a ver la obra en la que actúan él y Erica Rivas. Dos actorazos.
Me gustó mucho tu blog, así que me he convertido en la seguidora N° 50.
Me quedo leyendo! Hasta la próxima!
Hola: Me alegra que mucho que te haya gustado mu blog y más este texto que me alejó de unos cuantos amigos (aquellos a los que se los dedico y salvo una,el resto no se han pronunciado en todo este tiempo). Ponto actualizaré la página, que he estado en otros menesteres. Te cuento que desde "El Secreto de sus ojos" que no veía un filme argentino que me gustara tanto.
EliminarCuando recuerdo esta película, recuerdo más que las historias, el humor, la venganza y las ironías presentes en ella, recuerdo esa tarde, unas de las tantas compartidas con "Los Galpincheros" un grupo de amigos reunidos una vez más para participar una grata conversación, experiencias, comida, bebidas, sueños en común, música, un sinfín de razones por las cuales construimos, durante 10 años, una amistad verdadera, sin condiciones y colmada de alegrías, tristezas, enojos o "diferencias de opinión".Recuerdo esa tarde y lo hago con nostalgia, con la interrogante permanente de si la amistad tiene condiciones... Mi respuesta es NO...y lo digo sin dudas, la amistad no tiene condiciones, tiene dificultades, tiene errores, tiene perdones, tiene amor....
ResponderEliminarCuando vuelva a ver esta película (seguramente pronto) Recordaré esa tarde y la extrañaré, como te extraño a ti: mi amigo y mi compadre.
¡Qué grata sorpresa encontrarme con estas palabras tuyas por acá!...Más en un texto que me trae tantos recuerdos y que para mi ha sido más significativo de lo que esperaba. Por supuesto debo diferir en mi visión sobre la amistad, pero este no es el momento, ni el medio para hacerlo (y la verdad ya me tiene aburrido el tema). Gracias de corazón por permitirte compartir conmigo este escrito, que ya vendrán nuevos momentos para edificar juntos, otras instancias que se transformen en nuevos recuerdos inolvidables. A ver si el resto, aparte de ti y Vale, demuestra la misma nobleza conmigo. Por último, un amigo muy sabio me explicó una vez lo que significa ser MAÑOSO: es saber bien lo que quieres para ser feliz y si ello no atenta contra la felicidad de otros, nadie tiene por qué reprocharte ser así; por otro lado, uno es libre de aceptar las mañas de los demás, que nadie te obliga, así como el otro tiene todo el derecho a no tener que ceder a ser él mismo.
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