III- De qué
trata Los Detectives Salvajes y cómo
está escrito.
El libro está dividido en 3 partes: Mexicanos
perdidos en México, Los Detectives Salvajes y Los
Desiertos de Sonora, ocupando la segunda parte la mayor parte de su
extensión. La partes 1 y 3 se encuentran
escritas a manera de diario de vida, correspondiente al joven poeta Juan García
Madero, un chico de 17 años y la del medio, a manera de confesiones/entrevistas
de y a un inmenso número de otros personajes que o bien ya habían salido al
comienzo de la novela o que aparecen por primera vez, en una sola ocasión o más
de una. Todo comienza en 1975 y termina
en 1996, abarcado tanto la madurez de los personajes que conocimos al inicio,
como por igual su periplo a lo largo de la vida y en un montón de países y
continentes.
Mexicanos perdidos en México retrata
la vida de un muchacho que está dando paso a su independencia intelectual y
quien gracias a su amor hacia la lírica, va encontrándose con una serie de
personajes curiosos, la mayoría de su edad y con los que comparte sus
inquietudes. El despertar sexual forma
parte del inicio de la obra, que en todo caso el instinto erótico estará
presente a lo largo de toda esta historia, casi como un eje central en la
existencia de sus protagonistas (a veces como proceso de autodescubrimiento,
otras como evasión, dominación del otro, simple gozo carnal y, en el menor de
los casos, manifestación del verdadero amor).
García Madero encuentra en sus semejantes a la verdadera familia que en
sus consanguíneos nunca reconoció y se hace parte de un grupo literario llamado
Realismo
Visceral, quienes pretenden ser una verdadera revolución para la poesía
mexicana e incluso en la lengua española, rompiendo con el supuesto monopolio
lírico de Octavio Paz, el famoso vate de su país ganador del Premio Nobel.
La narración en primera persona por parte
del verdadero protagonista de este gran primer capítulo, posee el humor que
luego se echará bastante de menos en el que le sigue; quizás porque al
mostrarnos el mundo bajo alguien de su edad, aún queda algo de inocencia y
optimismo, que al final lo convierte en uno de los personajes más carismáticos
de la novela.
Los sujetos con los que se cruza el chico,
al menos desde su punto de vista resultan ser bastante singulares y/o
extravagantes; solo en la parte central del libro. nos vamos dando cuenta del
verdadero drama detrás de sus compañeros, cuando la vida comienza a
desarrollarse de manera más cruda e inexorable.
Los Detectives Salvajes se extiendo
por cientos y cientos de páginas, cubriendo la existencia de quienes ya
conocimos a lo largo de su periplo, algunos adolescentes o en los primeros años
de su adultez. Somos testigos de cómo
sus caminos continúan entrelazados entre sí para bien o para mal y como en
algunos casos llegan a distanciarse, tal cual pasa con aquellos cuyos caminos
tomaron rumbos diferentes.
Al
inicio de obra aparece la misteriosa y mítica figura de la poetisa (aquí
llamada poeta) Cesárea Tinajero, en
la práctica una casi desconocida artista de la primera mitad del siglo,
inspiradora del grupo de los realistas viscerales, que se
consideran sus herederos. De ella apenas
tenemos información, pues casi nada saben los amigos de García Madero y en
quienes ahora se centrará la narración, siguiéndolos por un montón de lugares a
lo largo de más de 2 décadas y que deciden ir detrás de las huellas de su
patrona. Es así que varios de los
episodios intercalados en esta parte, tratan acerca de la entrevista que tienen
algunos de estos, liderados por los poetas (o aspirantes a poetas) Arturo Belano y Ulises Lima, con el ya anciano
escritor Amadeo Salvatierra en la casa de este mismo, el único que conoció a la
susodicha y que les puede revelar los misterios en torno a ella.
En muchas ocasiones los protagonistas de
esta segunda parte son aquellos sujetos que conocimos en su juventud, cuando el
mundo estaba lleno de ilusiones y esperanzas, de que sus aspiraciones
personales y como grupo se iban a volver realidad; ahora enfrentados a la
dureza de insertase en el mundo de los adultos.
Cabe mencionar que algunos logran acercarse a la idea que tenían de más
muchachos acerca de la plenitud, incluso se podría decir que consiguen ser
felices; no obstante, otros poco a poco van adentrándose en los vericuetos más
complicados que a uno se le pueda ocurrir, sumergiéndose en un deambular de un
lado a otro intranquilos, sin tener un lugar al que llamar hogar e
inquietos. Dentro de estos últimos
encontramos a dos de los personajes principales de este tremendo capítulo, los
ya mencionados Belano y Lima, dos hombres que como muchos tipos inteligentes,
carecen de la capacidad de muchos genios (o supuestos genios) de conseguir
estabilidad en sus vidas. Por otro lado,
asistimos a los vaivenes de estos dos a través de los ojos y el testimonio de
un montón de personas, entre ellos sus mismos viejos compañeros del Realismo
Visceral y de otros que se les cruzan, a lo largo del largo de todo
este periodo.
Cabe mencionar que García Madero no
aparece en todo Los Detectives Salvajes y como la única expresión de humor que
faltaba en esta segunda parte, solo se le menciona de manera muy curiosa al
finalizar este capítulo.
Los Desiertos de Sonora, un nombre
tan evocador como poético, retrocede en el tiempo a 1976, para devolvernos a
García Madero y a sus 3 compañeros de viaje como vía de escape, aunque también
a manera de búsqueda de las huellas de Cesaria Tinajero en el auto que les
prestaron. Es así que luego del final
hollywoodense y sorpresivo en el que quedó todo, en las últimas páginas de la
primera parte y que en la práctica nada hubiésemos sabido de cómo terminó la aventura
de estos tras dejar Distrito Federal, por fin se nos descubren los pormenores
de esta pieza fundamental de la historia. Y así es posible que el círculo se
cierra.
El primer motivo del viaje es escapar de
un violento hombre, proxeneta de una prostituta amiga del grupo, la cual
también forma parte de los que han dejado la capital. Mientras creen alejarse
de su enemigo, los 3 poetas aprovechan de ir en busca de los rastros de la
mentada Cesárea Tinajero; la investigación que en parte justifica el nombre del
libro, los lleva por nuevas aventuras y terminando todo de la forma más
impactante, cuando se produce un encuentro inesperado. A opinión de quien escribe, este hecho viene
a estar dentro de lo mejor de la novela.
IV- Impresiones
personales.
Al comenzar a
leer el libro con Mexicanos perdidos en México, la mirada del protagonista a tan “tierna”
edad, no puede parecer más propia de muchos jóvenes como él: idealistas y
sedientos de experiencias. Que este
incluso se desligue por completo de la carrera universitaria, elegida por sus
tíos solo como una herramienta para conseguir dinero y prestigio (derecho),
para dedicarse de lleno a su pasión por la poesía (una disciplina artística que
más encima no le daría plata, salvo como una afortunada excepción), resulta más
que verosímil en gente como este. Caber
recordar, en todo caso, que García Madero comparte con el resto de sus amigos
el amor hacia la lírica, que todos ellos escriben versos…No obstante nunca
llegamos a leer siquiera un fragmento de sus creaciones, lo que considerando
que el mismo Bolaño era poeta, podría considerarse como una imperdonable
omisión y que nos quita la oportunidad de calibrar el supuesto valor de estos
vates; ahora bien, teniendo en cuenta que el misterio de la vida es uno de los
temas presentes en esta obra, podría considerarse como un “error” a propósito,
ya que si los mismo personajes nunca llegan a conocerse entre sí lo suficiente
(con tanto secreto entre ellos), los lectores tampoco tendríamos el derecho a
saber todo sobre los protagonistas (y no olvidemos que TODOS los narradores de
cada una de las historias que aquí se cuentan, o bien son protagonistas o bien
son testigos, así que solo poseen un conocimiento parcial de los
acontecimientos).
Tanta experiencia sexual del hedonista
García Madero, con diferentes mujeres e incluso con algunas mayores que él y
lejos más experimentadas, pareciera ser fruto de las fantasías de un chico con
las hormonas a flor de piel (no olvidemos de que se trata de su diario de vida,
así que lo que cuenta podría ser falseado). En todo caso a esa edad, cualquier
muchacho se encuentra con la líbido en carne viva, así que es más que
entendible que apenas se le presenta la ocasión al protagonista, este no dude
en acostarse con alguien…El problema es que tal como describe a las mujeres,
que nunca se preocupa de conocerlas más allá del plano sexual en general y
tampoco aparecen caracterizadas como sujetos con más de una dimensión en su
personalidad, pareciera estar frente a un personaje machista y hasta
misántropo. No obstante luego se va
descubriendo a un joven más entregado a los demás y con ciertos rasgos heroicos,
pero sin dudas que en un principio puede resultar desagradable García Madero. Igual puede causar gracia que hasta un hombre
mayor (bastante la verdad) le ofrece sexo… ¿Acaso tan enorme es el atractivo de
este chico? La verdad es que en todo el libro apenas hay descripciones físicas
de los personajes, razón por la cual el supuesto sex-appeal del protagonista
parece una caricatura y fruto de una mente calenturienta.
Pasando a otro aspecto, con todo lo que le
pasa a García Madero en esta primera parte, está claro de que la novela parte
como una narración de autoaprendizaje y/o crecimiento personal. Es así que la decisión suya de abandonar sus
estudios, en pro de lo que más le gusta, rodeándose de gente que lo entienda y
con quienes se sienta identificado, aborda este clásico tema del camino hacia
la madurez. Por otro lado, la búsqueda
de la felicidad está a la vuelta de la esquina, cuando hayamos en sus páginas a
sujetos dedicados en cuerpo y alma a lo que les hace vibrar, en este caso la
poesía, entregándose a la par a cualquier experiencia que les haga sentirse
dichosos, incluyendo sexo y drogadicción sin vacilar al respecto. La mezcla entre los placeres de tipo
intelectual y los carnales es propio de las personas reales, que si bien en un
principio quienes rodean al protagonista de esta primera parte parecen
unidimensionales, en la medida que va desarrollándose la novela aparecen como
individuos más complejos.
La segunda y más extensa parte del libro, Los
Detectives Salvajes, es una telaraña tan bien armada,
que no deja de sorprender la manera de cómo su autor la ha tejido e interconectado
todo, para retomar a quienes ya conocemos y dirigirlos por los más inesperados
destinos. En cierto sentido que es la
crónica del auge y la caída de los realistas viscerales, utópicos que
se enfrentan a la cruel realidad del mundo, ahora que se van adentrando en el
mundo adulto; por esta misma razón le corresponde también el tema del
crecimiento personal, si bien teniendo en cuenta el destino de muchos de ellos,
sus futuros no resultan muy halagüeños que digamos. En todo caso, desde un punto de vista
moralista, se podría decir que lo que sucede con estos personajes es solo el
fruto de su propia responsabilidad y/o irresponsabilidad; de este modo los
mentados Arturo Belano y Ulises Lima, se convierten en los símbolos de estas
vidas a la deriva, llevadas incluso al máximo extremo, como personas que nunca
están quietas y que apenas logran saborear en su existencia el dulce néctar de
la plenitud o de una vida tranquila y sin contratiempos.
Muchas, muchas páginas van cubriendo lo que
ha sido del grupo de las supuestas promesas de la poesía mexicana, ya sea desde
sus mismas palabras, como a través de la mirada de un montón de gente de lo más
variopinta, que se cruza con ellos y que en ocasiones toma tal protagonismo,
que sus historias parecieran ser narraciones independientes solo conectadas en
pequeños detalles a los otros. Resulta
fácil perderse e incluso aburrirse con tantos testimonios y sujetos diversos,
al punto que para un servidor pareciera que hay páginas demás en el texto
(¿Alguien más, que haya leído este título, que piense como yo?). Y sin embargo la genialidad de Bolaño como
artífice de ficciones tan grandes como la vida (que entiendo ahora,
perfectamente, por qué razón esta se encuentra entre sus dos grandes obras,
junto a la póstuma 2666), para unir todo es evidente. Muestra de lo anterior resulta ser un hecho
bastante curioso y en el que está involucrado Belano: cuando se nos describe
desde el punto de vista, de al menos 3 personajes que ni siquiera se conocen
entre sí, nada menos que un duelo a la antigua.
Dentro de toda la gama de sucesos y
personajes, que encontramos en la parte central del libro, hay verdaderos
momentos de tremenda emotividad y/o sublimidad.
De seguro pasajes como estos, son tanto o más apreciados por el lector
según sus propios intereses.
Particularmente, el episodio de la uruguaya (¿O era paraguaya?) que se
esconde en un baño de su universidad, para escapar a la represión de los
militares durante un triste episodio de la historia actual de México, me
pareció de lo más conmovedor (siendo esta mujer uno de los dos únicos
personajes, por los cuales sentí real admiración a lo largo de todo el libro);
de igual manera, la narración de nada menos que de la secretaria/ayudante
personal de un ya anciano Octavio Paz, en la cual se nos muestra al Premio
Nobel con una humanidad tremenda (cabe recordar que los demasiados inexpertos realistas
viscerales, lo veían como a un enemigo, que había estancado con su
supuesto monopolio de la poesía Mexicana la evolución de esta misma), da pie a
otro de los pasajes que más me cautivó.
No puedo dejar de mencionar a Joaquín Font,
Quim, arquitecto con serios problemas de insanía mental y al que primero
conocimos en la primera parte del libro, como una especie de protector de los realistas
viscerales. Pues este personaje
con todos sus disparates, aparece como un “loco lindo” o “loco sabio”, con
rasgos que lo hacen ser, sin dudas, uno de los personajes más carismáticos de
todo el libro. Considerando que gente
como Arturo Belano o Ulises Lima, se ven tan decadente y acapara toda la
atención de quienes los conocen, con sus locuras de gente cuerda, este otro parece
más digno y, por mi parte, su sino me llega a preocupar más. En Los Detectives Salvajes lo asistimos
en un lugar menos feliz que cuando lo conocimos y cada capítulo dedicado a él
no deja de ser memorable.
La última parte del libro, Los
Desiertos de Sonora, me pareció lejos la mejor toda la novela, pues no
solo es intensa, sino que también resulta ser divertida, impactante…y muy
emotiva. Aquí volvemos al formato de
diario de vida, a través de la mirada de García Madero, quien ahora ya
consiguió agradarme más. La huida en la
profundidad de los parajes más aislados de México, escapando del antiguo
proxeneta de la ex prostituta Lupe, está llena de aventuras e intriga, lo mismo
que del humor que se echaba de menos. A
la par de ello, está la investigación del cuarteto para dilucidar qué fue de la
musa Cesárea Tinajero, misterio al que poco a poco se van acercando hasta su
increíble final. Cuando logran saber qué
fue de la “poeta”, queda en evidencia la triste certeza, para muchos, de que la
felicidad no es algo tan fácil de conseguir; por otro lado, basta con detenerse
en mirar qué ha sido con muchos de estos personajes, para que nos demos cuenta
que si no hay inteligencia emocional o templanza,
se termina siendo un desgraciado.
El carácter propio de la narración de carretera o road movie de este último capítulo, con
sus personajes movilizándose de un lado a otro en su automóvil, ayuda a que
todo sea mucho más activo que la sesuda parte central. Los distintos escenarios y pueblos por los
que pasan los personajes, con algunos tipos bastante llamativos, por cierto,
justifican la idea de que el libro se merece una versión audiovisual como
película o miniserie (que me encantaría ver).
Cuando leía la segunda parte del libro y
me encontraba con las “meteduras de pata” de Belano y Lima, no podían parecerme
más autodestructivos y decadentes.
Belano es un claro alter ego de
Bolaño, mientras que Ulises corresponde, sin dudas, a una reinterpretación
fatalista del famoso héroe grecolatino, condenado a viajar por años tratando de
volver a su hogar. Cabe recordar que
esto ocurre en el pasado de ambos amigos, pero atendiendo a cómo se comportan
posteriormente, pareciera que la culpa de sus actos de juventud han pesado
sobre ellos…No obstante, como el escritor no era un hombre religioso, ni de intereses
místicos, lo más seguro es que una interpretación de este tipo, solo sea el
fruto de mi propia mentalidad cristianizada; porque igual tendría que haber
algún intento de redención por parte de estos sujetos y, en cambio, para nada
se les caracteriza con la capacidad o el deseo de enmendar sus errores, que o
bien no tienen conciencia de ello o bien apenas les importa mejorar su devenir.
V- Dos temas
destacados en Los Detectives Salvajes (la
novela, no el capítulo).
Al ser buena parte de los protagonistas
poetas o amantes de la poesía, queda claro que uno de los grandes temas del
libro, viene a ser el valor de la literatura o, mejor dicho, el poder que tiene
esta en nuestras vidas. Si bien se
mencionan varias ficciones de las que han disfrutado los protagonistas, así
como a un montón de narradores que estos admiran, no hay que olvidar que es la
poesía la dueña exclusiva del corazón de muchos de los personajes. Es así que la necesidad y el deseo de crear a
través de los versos, otorga gran parte del sentido de las vidas de estas
personas; el gozo estético de leer y escribir poesía, se siente bastante en las
cientos de páginas que forman parte de este libro. No obstante para alguien como yo, negado casi
por completo a dicho género literario, cuesta entender tanto amor por esta
opción de vida y deleite…No obstante lo respeto. Pero además está en la manera de cómo se haya
armada la novela, jugando con los saltos en el tiempo, a través de una
narración coral, en la cual se cambia de un estilo para contar las cosas y se
trasladan los acontecimientos de un escenario a otro, que también es posible
reconocer el enorme amor de su autor hacia la literatura en general (recordemos
que Bolaño era tanto prosista, como versificador).
Luego se encuentra la imagen que tiene un
hijo de exiliados chilenos en México, llegado en su adolescencia a este país,
sobre lo que significa vivir en este lugar y ser un mexicano (ya sea como
originario del lugar o un emigrante o un trasplantado). La historia oficial y la secreta de este
orgulloso pueblo, con sus tradiciones, sus maravillas y miserias en las que (al
parecer) no es difícil encontrar policías corruptos (como dicen las malas
lenguas), con sus indígenas aún persistiendo en la modernidad, nos hablan de un
México querido y digno de conocerse en profundidad. Luego de transcurrir la primera parte del
libro en la capital, mostrándonos tanto barrios pobres como otros acomodados y
a luego al ir a los llamados Desiertos de Sonora, no es posible
identificar un México lleno de matices y que tiene tanto para contarnos.
VI- “Ñoño de
closet”.
Cuando mis amigos Marcelo López y Miguel
Acevedo me recomendaron una de las tantas novelas póstumas de Roberto Bolaño, El
Espíritu de la Ciencia Ficción, no pudo dejar de sorprenderme esta
faceta esperada suya ¿A Bolaño le fascinaba también el subgénero, que tanto me
gusta a mí, así como a muchos de mis pares? ¿Y por qué no escribió narrativa de
este tipo? Me pregunté además…
…La confirmación de que este escritor no
solo disfrutaba de este tipo de historias, sino que además sabía harto al
respecto, me fue dada cuando en un determinado momento del libro, uno de los
personajes resume de manera muy interesante un cuento de nada menos que de Theodore
Sturgeon, uno de los grandes del género (sin dejar de mencionar el nombre del
escritor, más encima).
Asimismo, en otro pasaje dos personajes
comentan nada menos que… ¡El Resplandor!, la famosa película
de Stanley Kubrick, basada en la novela de Stephen King. Y resulta que mi autor favorito (King, no
Bolaño), en su cuento Ur menciona a Bolaño y siendo este
último detalle, algo que acerca más que nunca al escritor chileno al mundo de
la extrapolación y la fantasía, del que parece no estaba tan ajeno.
VI- Palabras
finales.
¿Me gustó el libro? Por supuesto que sí
y harto, pero tengo mis reservas. No se
va a convertir en uno de mis favoritos, ni Bolaño ha logrado entusiasmarme (por
ahora) como para querer adentrarme en su narrativa. A los varios momentos de sopor, en especial
en la segunda parte, con tanto personaje que detesté (en especial Belano y
Lima), le superan los en verdad formidables 3 finales que tiene el libro, uno
para cada una de sus partes.
Sinceramente creo que si hubiese reducido el capítulo central, por lo menos
unas 200 páginas, me habría gustado la novela por completo, pese a sus
protagonistas tan erráticos.
¿Lo recomiendo? Claro que sí, aunque solo
para autores con criterio formado y gente capaz de apreciar historias densas, dispuestos a paladear una
narración que a veces se toma su tiempo para llegar a una parte.
Saludos Elwin, aquí murinus2009.
ResponderEliminarMuy buena reseña de este Novela como siempre, Elwin.
Llama mi atención que esta dividida en 3 partes, con distinto estilo de escritura.
Por lo que mencionas Bolaño construyo personajes, bien trazados, notable que uno de ellos cuando joven es entusiasta, dicen que eso es dificil de lograr.
Mucho de lo que escribe Bolaño esta bien documentado.
Octavio Paz, es el poeta mas importante en Mexico, otro que se me ocurre es Jaime Sabines, pero aclaro, yo tampoco soy seguidor de la Poesia y como lo dices en algun momento, Elwin, no entiendo como la gente puede hacerse seguidora de este genero literario, en lo personal conozco a un autonombrado "poeta" y lo veo soporifero: es marihuano, aburrido, supersticioso, su poesia es ininteligible para mi.
En alguna parte de la novela se menciona, El D.F.(Distrito Federal)
Ese era el nombre de la capital del país hace algún tiempo, hace 2 o 3 años, los políticos (yo los llamo tepocatas, quiere decir: sabandija o persona intrigosa) le cambiaron el nombre a, Ciudad de México, por razones de puro dinero, tan solo el cambio de nombre costo unos 200 000 dolares unos 4 millones de pesos mexicanos.
Me quedo con esta Reseña de la obra de Bolaño, Elwin, como lo mencione la Entrada anterior dedicare tiempo a buscar la Obra, Witcher, ultimo libro que comente con Cidroq... esperando su respuesta por siempre...
Por cierto hablando de nuestro estimado Cidroq.
Finalmente alguien de su familia cercana, su hermano, Alejandro Romero Quintana nickname:
Bonus
Creador del blog:
Elbonusround.blogspot.mx
Se comunico conmigo tras un mensaje que deje en su blog, (parado desde hace 2 años) con motivo de la partida de su hermano.
Aproveche para comentarle entre otras cosas que un tal:
Elwin alvarez Fuentes
Creador de un tal Cubildelciclope
Fue quizá el mejor amigo en linea de, Cidroq, le hable de lo mucho que compartieron, (muchos mas años que yo) y del homenaje que le hiciste.
Ojala no haya sido una indiscreción mía, Elwin .
Bonus, decidió reabrir su blog, elbonusround.blogspot
Hasta el momento creo que es lo mas cerca que he podido acercarme a la familia de Cidroq y expresarles las grandes alegrías que pase junto a El.
Si deseas visitar elbonusroud.blogspot, creo que le dara mucho gusto a Alejandro, Bonus, ver en su espacio, comentarios tuyos, que pasaste muchos mas años que yo en compañia (aunque sea virtual) de Cidroq.
Gracias y hasta pronto.
Pido disculpas por haberme demorado tanto en contestar al único de mis amigos que leyó y comentó este texto, mientras que 3 de por acá hasta el momento se han quedado en puras palabras y nada de acción.
Eliminar¿Así que tampoco te atrae la poesía? Al parecer muchos de los que amamos las historias literarias, por la misma razón, no nos sentimos a gusto con la lírica (¡Imagínate que yo debo enseñar poesía a mis alumnos y hasta encantarlos con ella, razón por la cual debo hacer un tremendo esfuerzo para hacerlo con sinceridad!).
En cuanto a Cidroq, en especial los domingos lo recuerdo mucho. La semana antepasada me metí a su blog y me encontré con un post muy bueno del 20 de julio de este año, justo cuando yo estaba disfrutando de mis vacas de invierno y lo leí con gusto, que no sabía me había saltado ese. El texto es casi premonitorio, pues trata acerca de las muertes traumáticas de los personajes, en series que veía uno de niño; creo que lo leíste.
Gracias por el dato de Bonus, que le echaré un vistazo.