domingo, 14 de marzo de 2021

Gozar del cómic de The Boys.



      Apenas comencé a ver la primera temporada de The Boys, la serie de Amazon que adapta de manera increíble el cómic homónimo de Garth Ennis y Darick Robertson, quise tener y leerme el material original; luego para cuando ya revisé y disfruté más que nunca la segunda temporada, las ganas se me hicieron mayores y de ese modo me propuse adquirir de una vez por todas los 3 tomos integrales que sacó Norma en ediciones hermosas de tapa dura, con papel de lujo y hasta cintita roja para marcar la lectura… Era solo esperar que estuvieran algo más baratos en Buscalibre, donde los había encontrado con facilidad, si bien el tomo 1 se agotaba de manera rápida. Al final entre enero y febrero de este año pude conseguirlos, si bien los fui adquiriendo por orden inversa, debido al tema de stock con que contaba este servicio de compras por Internet.  Cada volumen me llegaba desde España, pero cuando vi dónde los habían impreso me di cuenta con gracia que había sido nada menos que… ¡En China!
      El volumen 1 me lo devoré feliz en poco más de una semana y eso que tiene más de 700 páginas, incluyendo valiosos bonus, entre portadas y textos varios.  Es así que comienzo a compartirles mis impresiones de lo leído, que en todo caso aún tengo pendiente los tomos siguientes.
    El Integral N° 1 posee los primeros 30 números de la colección y a medida que uno lo va leyendo, no solo se entretiene que da gusto, sino que se da cuenta con mayor medida de dos cosas en especial:
 
Primero: La serie de televisión es estupenda como adaptación, puesto que no pretende ser un calco exacto de las historietas, sino que tiene varios cambios interesantes para hacer más atractiva la historia al público masivo, aunque siempre manteniendo el espíritu adulto del material original.  Entre los excelentes cambios de la versión televisiva, se encuentra el desarrollo más humano de los personajes, de modo que podamos sentir más simpatía por estos, el diseño de los trajes mejorado (Profundo lejos se ve mucho más atractivo en imagen real que en las viñetas, por ejemplo) y varios cambios de interés en el guión, si bien siempre usando como base el  trabajo de los creadores de las novelas gráficas, que le hacen verdadero honor.
 
Segundo: Garth Ennis se da el gusto de ser todo lo irreverente que no puede serlo en las colecciones típicas de DC y Marvel para las que ha trabajado (ignoro qué tanto fue más allá durante su celebrada etapa de Hellblazer, bajo el sello Vertigo deceísta, que solo me leí una de sus historias y me gustó demasiado, por no dejar de mencionar sus tan divertidas historias para Punisher en la continuidad “normal” marvelita y la del sello adulto Max de la Casa de las Ideas), puesto que hay que saber disfrutar de lo poco políticamente correcto para seguir estas obras.  En todo caso, hay mucho de crítica social en sus libretos, además de graciosas parodias al subgénero superheroico y donde respecto a esto último, no faltan las inteligentes alusiones a íconos de este tipo de historietas.  
 
    En relación a lo anterior, resalta lo que pasa con el grupo de Los Chicos, quienes en su versión original para cumplir su labor de controlar a los metahumanos descarriados, se inyectan el mismo compuesto para adquirir superfuerza y resistencia… ¿Sucederá esto en algún momento durante el show televisivo? De igual manera, cabe destacar la personalidad aún mucho más cándida de Hughie, pese a todo lo que le toca pasar y la personalidad tan rara que tiene Kumiko, quien acá solo es llamada como La Hembra, no habla y solo mantiene algo de sociabilización con Frenchie; por otro lado, Carnicero mantiene una “deplorable” relación con una mujer casada y con hijos, además de que hay un montón de personajes más que aun no conocemos o son muy distintos a sus encarnaciones catódicas, tales como la Reina Maeve, que hasta el momento en el primer tomo es una verdadera perra y la Leyenda, especie de homenaje a Stan Lee y que quién sabe si saldrá a futuro en la serie televisiva (si bien a este último, como que le hicieron su propia reinterpretación, incluyendo cambio de personalidad y de género).
     Cabe mencionar que el cómic está elaborado en base a arcos argumentales de unos pocos números, donde se plantea una historia destacada que cubre buena parte de sus páginas y se resuelve por completo en las entregas que la integran; a medida que se va desarrollando, se ve el protagonismo de nuestros héreoes/antihéroes, los nuevos personajes que se han integrado para completar la trama y el resto de los viejos conocidos, entre ellos los llamados Siete y la gente de la compañía Vought International.  Cada arco tiene un título y a partir de ahora les contaré de qué van cada uno, sin caer en spoilers odiosos.  Nota: Ocuparé los nombres traducidos en la Madre Patria para cada saga, de modo que tengan sentido para los lectores que no saben la lengua de Shakespeare y les da paja usar el traductor de Google, je (aunque muchos de ellos incorporan jerga española y al menos como chileno que soy, por mucho que sea Profesor de Lengua Castellana, algunos significados se me escapan).

Portada paródica al estilo de los Teams-Ups de DC y Marvel.


* Las Reglas del Juego (números 1 y 2): El buen Hughie tiene su traumática experiencia que conocimos al ver primero el programa, si bien este es escocés y no gringo; a raíz de esto es reclutado por el inglés Carnicero (¿En la serie este sí que es escocés?) para reunir otra vez a Los Chicos, su viejo equipo trabajando para el gobierno de USA.  De este modo, acá se nos presentan a los personajes y donde llama la atención la vida algo distinta que tiene el igualmente simpático Leche Materna (inmejorable es el momento cuando Carnicero le da una lección a la ingrata hija del morenazo) y la graciosa introducción de la mascota del líder del grupo, que a la primera obedece a su amo.
 
* Cherry (números 3 al 6): Llega a la base aérea de Los Siete la positiva Luz Estelar y apenas arriba se entera de que nada es tan maravilloso como pensaba, siendo que en el papel el abuso por el que pasa es lejos mucho más fuerte de lo que apreciamos en la televisión.  Por otro lado, Hughie tiene su primer enfrentamiento como miembro de Los Chicos con el enemigo, en esta ocasión una versión distorsionada de Los Jóvenes Titanes; el encuentro es traumático para el muchacho, pero gracias al apoyo de sus nuevos amigos comienza a superarlo. En determinado momento, ambos novatos, chica y chico se conocen y se da el primer paso para la relación que sabemos ambos tendrán.
 
* Moja (números 7 al 10): Un caso de carácter policial que deben resolver nuestros “vigilantes”, sobre la muerte de un muchacho y que los lleva a encontrarse con una muy graciosa versión retorcida de Batman, Robin y Gatúbela. Con mucho humor bien negro, detrás de tanta parodia se preseneta una reflexión sobre la responsabilidad y la consecuencia de nuestros actos, así como la oportunidad de redimirnos de nuestros errores.
 
* Glorioso Plan Quinquenal (números 11 al 14):  Los Chicos hacen un viaje nada menos que a Rusia y allí son ayudados por un muy simpático antiguo héroe local, con el muy llamativo nombre clave Salchicha de Amor.  Allí deben evitar un complot para desestabilizar la política de la Madre Rusia, usando a un montón de villanos con poderes.  Destaca, además, la figura de la fémina detrás de la amenaza, sus lujuriosas costumbres y cómo consiguen derrotarla.
 
* Bueno para el Alma (números 15 al 18): La relación entre Hughie y Annie (Luz Estelar) se consolida, a la par de que se rebela un espantoso secreto relacionado con los super.  Cada miembro de los Chicos y la mencionada Luz Estelar deben enfrentar por su cuenta sus propios demonios internos y solo Carnicero parece tener por completo claras las cosas. 
 
* No le miento, Sargento (números 19 al 22): Hughie visita a solas a la Leyenda, quien le cuenta la verdad sobre el origen de los metahumanos, donde claramente Vought International tiene gran parte de la participación (si bien esta historia, difiere en muchos puntos de lo visto en la segunda temporada de la versión para la pantalla chica).  Mientras tanto, Luz Estelar pasa un tiempo a solas con el desagradable A-Tren, cumpliendo con una obligación de los Siete y donde se expone el triste destino del antiguo miembro Farolero (algo por completo diferente a lo exhibido en la tele); por otro lado, Carnicero tiene una muy interesante reunión con su peor enemigo.
 
* Nos damos el piro (números 23 al 30): La mejor trama del volumen, corresponde a otra investigación con mucha intriga, acción, risas y un montón de emociones… “Petit Hughie” debe entrar de infiltrado a la casa de un grupo de superhéroes jóvenes, donde las cosas son por completo diferentes a lo que se esperaba y su buena voluntad queda aún más de manifiesto.  La compleja trama nos presenta una imagen monstruosa de la tan querida Academia para Jóvenes Talentos del Profesor-X, los X-Men y sus grupos derivados, incluyendo una muy cómica parodia a Wolverine.  El final de todo: sin dudas impactante.  A manera de epílogo, los españoles de Norma separaron la última parte, el número 30 de la colección, y le pusieron el nombre de Fóllatela con Cariño, que nos deja con “ganas de más”, a por el segundo Integral.
 
    Dentro del material adicional, cabe destacar una muy entretenida minihistoria de solo 4 páginas, realizada para una actividad benéfica y donde este grupo que ya se ha ganado nuestro corazón se ríe de veteranos tales como Wonder Woman, Wolverine, Hulk… ¡Y Krypto!

No vayan a confundir este cómic con uno de la Liga de la Justicia o de los Vengadores.

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