Durante el mes de noviembre del año que acaba
de terminar, se estrenó mundialmente la primera película de las dos en total,
que adaptan la novela Sinsajo de Suzanne Collins. El último tomo de la trilogía de Los Juegos del Hambre fue dividido para, supuestamente, contar mejor su
historia, esto es ser lo más fiel posible a los acontecimientos narrados en el
libro y sin caer en la omisión de sus detalles más relevantes (no obstante
queda bien claro que este tipo de decisiones, atiende más bien a razones
comerciales que a pretensiones estéticas, o sea, pretende sacar más dinero del
público). En todo caso esta cinta
inicial del mencionado díptico, se ha convertido a poco tiempo de su debut, en
un éxito de público y crítica. Lo anterior
se debe a un guión sólido, incluyendo un trabajo más que eficiente de su
director, Francis Lawrence, quien tomó la saga cinematográfica en sus manos a
partir de la cinta anterior (Los Juegos del Hambre: En Llamas). Pero lejos uno de los puntos más fuertes de
esta cinta, así como del resto de las películas que componen la tetralogía aún
no acabada, resulta ser el trabajo de su actriz principal, la joven Jennifer
Lawrence (supuestamente salvo su apellido y trabajar en el séptimo arte, no hay
parentesco familiar entre director y actriz), quien una vez más logra
personificar a la carismática Katniss Everdeen no solo convincentemente, sino
que con una humanidad que sobrecoge (es así como a lo largo de las tres
películas que ha filmado sobre estas novelas, en más de una ocasión ha logrado
emocionar a su audiencia hasta las lágrimas).
Cuando se trata de realizar una producción hollywoodense, sobre un libro
o una saga literaria tan popular como la que inspira esta serie de cintas, por
lo general existe la preocupación por parte de sus responsables de hacer más
solvente su “producto”, reclutando entre sus filas a actores de renombre y
otorgándole con ello un atractivo adicional con el cual conseguir mayores
divisas. De este modo ya desde el primer
largometraje, la versión fílmica de Los Juegos del Hambre ha contado con
la labor de artistas de la talla de Donald Sutherland, Woody Harrelson, Stanley
Tucci y de Phillip Seymour Hoffman...Pues bien, para las dos últimas partes del
ciclo, incorporaron a su prestigioso casting a la también veterana y laureada
Julianne Moore, en otro papel destacado de entre la gran gama de personajes que
intervienen en esta historia. Lo hecho
por la camaleónica actriz hasta el momento en Sinsajo parte 1, no ha
decepcionado a sus seguidores y para quienes hayan leído esta última novela
además, hace desear como nunca verla interpretando el increíble destino de la
presidenta Coin.
Siguiendo con lo de los actores famosos que intervienen en estos
largometrajes, cuando se supo del deceso de Phillip Seymour Hoffman, mucha
gente lo lamentó y más todavía por quienes habían gozado de su papel en la saga
¿Qué pasaría entonces con su personaje en las películas finales? Un rol tan
importante como el suyo, no podía ser eliminado del argumento y ante el hecho
de que otro histrión lo tomara, resultaba igual “intrigante” el cambio de cara
para dicho personaje (si bien la mismísima Julianne Moore reemplazó a Jodie
Foster, cuando esta se negó a filmar Hannibal, la continuación de El
Silencio de los Inocentes en los noventa y lo hizo bastante bien). Al final lo que hicieron con lo filmado por
Hoffman, fue aprovechar al máximo su metraje y en un determinado momento ocuparon los ya
sofisticados efectos digitales como para simular la presencia del fallecido
actor (ahora bien, cabe saber en qué momento es el actor real quien aparece en
escena y cuándo ya es otro sobre el cual se “implantó” el rostro del
fenecido).
Como
bien sucedió con las dos cintas anteriores de la saga, se respetaron en esta
ocasión bastante los hechos principales y varias de sus líneas argumentales…No
obstante se puede considerar como todo un aporte al guión adaptado, el uso de
otro personaje tan querido dentro de Los Juegos del Hambre, como
bien lo viene a ser Effie Trinket y quien en el caso del libro apenas sale
hacia su final; de este modo se potenció su papel, dándole muchas más escenas y
diálogos, incluso convirtiéndola en alguien con un carácter mucho más aceptable
para las masas, que el de su versión original.
Volviendo al tema del carácter de fiel adaptación del texto literario,
por parte de esta película, en ella es posible apreciar con gran dramatismo
muchos de sus momentos más emblemáticos y retratados con una crudeza inesperada,
en una cinta que en una primera instancia puede ser considerada como una obra “juvenil”. Pues bien, en Sinsajo parte 1 no deja
de verse el mensaje antibélico del libro que la inspira, por lo que cuando se
trata de reflejar la crudeza de la guerra, no hubo reparos para convertir a
imagen, por ejemplo, la devastación del Distrito 12 con sus miles de cadáveres
y el hospital que llega a visitar la heroína, para lograr concientizarse aún
más sobre la importancia de su liderazgo en la rebelión contra el gobierno. Respecto a esto, es que se puede afirmar que
la película para nada viene a ser una ligera obra dirigida a un público gustoso
de tramas livianas, si no que asume la tradición de las obras de ciencia
ficción comprometidas con el discurso de crítica social.
¿Y de
qué trata el argumento de la cinta en sí? Pues es la continuación directa de Los
Juegos del Hambre: En Llamas y donde se efectúa una rebelión en el país
de Panem, el cual por 75 años estuvo sumido en una dictadura y/o
totalitarismo. Es así como diferentes
grupos a lo largo de sus 13 distritos, inspirados por las acciones de la joven
Katniss Everdeen (conocida como Sinsajo, un ave mutante que
simboliza la libertad y la esperanza para su gente) en los llamados Juegos del
Hambre, realizan su alzamiento contra el presidente Snow y sus esbirros, para
acabar con el control del Capitolio al resto del país. De este modo en esta película es posible ver
el comienzo de la lucha armada entre los dos bandos y donde Katniss junto a los
suyos interviene directamente; amparados además por el militarizado Distrito 13,
que se suponía estaba arrasado tras su primera rebelión, pero que en realidad
estuvo durante décadas preparándose para la revancha. Asimismo importante viene
a ser dentro de este largometraje, los intentos para rescatar a Peeta Mellark
de las garras del enemigo, quien junto a otros veteranos de los Juegos del
Hambre, se haya en calidad de prisionero.
Tras
pasar una serie de entuertos, los protagonistas se encuentran a las puertas de
la invasión por parte de las fuerzas rebeldes, a la sede del poder del tirano
Snow en el Capitolio; es cuando la escena final de esta obra deja a muchos con
un sabor amargo (en lo que concierne a quienes no han leído el libro), pues
quien otrora fuese el dulce Peeta, es
mostrado en toda su locura asesina, tras haber sufrido el lavado de cerebro por
parte del dictador durante su cautiverio.
La escena en sí adelanta el carácter apocalíptico que debiera tener Sinsajo
parte 2 y donde una parte primordial de su guión, debe tratar acerca de
la lucha por despertar en Peeta al buen muchacho que fue en su momento. Mientras tanto cabe armarse de paciencia,
para poder ver por fin la tan ansiada conclusión, repitiéndose entre medio una
y otra vez este tercer filme y sus predecesores.
La protagonista en uno de los momentos más emotivos del filme, |
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