domingo, 15 de enero de 2017

No estamos solos.




       Tras las excelentes críticas y repercusión con el público por su serie de terror y de ciencia ficción Stranger Things (en realidad todo un acierto), en el transcurso del año pasado, Netflix buscó volver a tener un nuevo éxito al respecto y así fue que a finales del 2016 lanzó un nuevo programa con el cual conseguir otra vez todo esto: The OA.  Lamentablemente o bien la publicidad no ha sido la correcta o buena parte de su audiencia ha cometido el error de compararla con este otro show del primer semestre; pues si bien ambos programas escapan de las historias de corte realista y poseen una primera temporada breve de solo ocho episodios, la verdad es que son bastante distintos entre sí.  Por todo esto, la más nueva producción merece ser apreciada por sus propias características y virtudes, de modo que la gente no se confunda y pueda disfrutarla, como apreciarla.
       En realidad The OA pertenece a otro género, el de la fantasía y dentro de sus subtipos podríamos decir que se trata de una historia de hadas para adultos, que además posee cierta relación con el tema metafísico y religioso de la existencia de entidades angélicas, claro que esto último lo hace el argumento de una manera que se aleja de la tradición teológica y las convenciones.  Ahora bien, posee cierto elemento sacado de la ciencia ficción, no obstante los experimentos y “aparatos raros” que aquí aparecen, son solo un recurso para acentuar el dramatismo de una de sus líneas argumentales.

Acá nos encontramos con varias escenas preciosas como esta, a medias entre lo onírico y la fantasía.
       Esta es la historia de  Prairie Johnson, una veinteañera que reaparece luego de haber estado desaparecida durante siete años (¡Fíjense en el simbolismo detrás de esta cantidad de tiempo, pues estamos hablando de un número cabalístico…o sea, mágico, puesto que el elemento sobrenatural toma bastante relevancia en esta obra).  Cuando la chica se reúne junto a sus padres adoptivos (dos ancianos), estos quedan sorprendido porque su hija antes de todo esto era ciega y ahora puede ver.  El misterio acerca de su sanación va revelándose poco a poco a lo largo de su desarrollo, pues la misma Prairie le cuenta a un muy especial grupo de amigos que hace tras su regreso a casa.
        Sin ánimos de caer en los desagradables spoilers, la protagonista ha tenido más de una experiencia límite y las cuales la han hecho cambiar lo suficiente no solo en su fisiología (y no solo una vez), sino que al nivel de entregarle una serie de conocimientos que solo ciertas personas pueden acceder a ella.  No obstante Prairie siente que su misión es la de compartir con otros todo esto y de ahí viene el nombre que se otorga: The OA, que en inglés son las siglas de The Original Angel, puesto que supuestamente ella junto a un reducido grupo de personas se han convertido en estas criaturas.  Por ende su nuevo papel en el mundo es dar tanto consuelo, como sanar a los demás gracias a las habilidades que ha conseguido.
         Mientras estuvo abducida (y no en el sentido de un rapto extraterrestre como muchos han querido pensar prejuiciosamente, sin haberla visto o quedándose solo en el primer capítulo), Prairie estuvo confinada en un laboratorio secreto, sometida a horribles experimentos.   En ese lugar conoce a un grupo de otros jóvenes que también están confinados y son obligados a participar de este siniestro proyecto.   El largo tiempo que pasa con estos la marca al igual que al resto y luego de que logra en muy especiales circunstancias regresar con su familia, hará lo posible por rescatarlos usando sus especiales capacidades.
Juntos, pero separados viven los primeros compañeros de Praire.
         En su afán de lograr su objetivo, la protagonista se relaciona con otro grupo de sujetos que la podrían ayudar a ello.  Es así que contacta a cuatro personas que, aunque dispares entre sí, comparten un lazo en común más allá de que son vecinos y van a una misma escuela (tres adolescente, estudiantes, y una adulta, profesora): todos ellos a su manera son personas infelices y llenas de contradicciones.  La familiaridad que va dándose entre todos ellos, la influencia benigna de Prairie, termina por tocarlos lo suficiente como para que sus vidas cambien y descubran dentro de sí y en quienes los rodean, los aspectos positivos que los puedan convertir en personas integrales.  Debe tenerse en cuenta que incluso el personaje principal, es alguien que tiene en común mucho con todos estos, concretamente en lo que concierne a que esta de igual manera no es alguien convencional.
       Hay varios puntos a poner en colación a la hora de apreciar esta serie (que ojalá tenga una segunda temporada, luego de su final que a todo el mundo dejó en suspenso, debido a todas las interrogantes que quedaron abiertas).  Uno de ellos viene a ser el valor que le da al sentido de la familia, por cuanto acá se muestra que contar con el amor, la comprensión y la presencia de esta en la vida de uno, resulta ser el remedio adecuado para enfrentar todo tipo de tribulaciones.  Es así que en el caso de Prairie, incluso en su vida anterior a ser adoptada, ya había conocido la importancia de contar con este refugio emocional y luego en su nueva vida, con todo lo que llegamos a ver sobre lo que hacen sus padres adoptivos para protegerla, queda de manifiesto lo necesario que vienen a ser estas personas en nuestra existencia (cómo nos marcan y ayudan a ser justamente felices).  Luego en el grupo que forma Prairie cuando es devuelta a la sociedad, hayamos que el vacío y la desdicha que hay en todo ellos, se debe precisamente a que vienen de familias disfuncionales; no obstante cuando entre sí nace la confianza y el aprecio con sus pares, aparece otro concepto de la familia, el de la fraternidad y que tiene que ver con el hecho de que al compartir con otros lo que te importa, encuentras a esa familia que ahora uno ha escogido y con quien puedes ser auténtico sin reprimirte. 
       En cuanto a los padres adoptivos de Prairie, destaca la presencia de la actriz veterana Alice Krige, con una amplia filmografía y carrera en la televisión, muchas de ellas propias del terror, la ciencia ficción y la fantasía.  Pues acá interpreta a una de esas madres ejemplares, quien tanto como su esposo en la historia, llega a sobrecoger con cada una de sus demostraciones incondicionales de amor.  Llama la atención verla tan deteriorada por la edad (inolvidable su belleza hasta hace poco), con un rostro sufriente y preocupado por el amor que tiene hacia su hija y su marido, más si se recuerda que hizo memorables villanas en el pasado (como en Star Trek: Firt Contact, Sonámbulos de Mick Garris y Silent Hill).  Por lo tanto al interpretar con tanta verosimilitud a una adorable anciana maternal, queda de inmediato claro su enorme histrionismo.
      
Parte de las sesiones traumáticas a las que son sometidos
Prairie y los demás.
      Luego hayamos el tema del misterio de la muerte y de la posibilidad de que exista algo más allá de esta.  Frente a esto, es que se presenta a lo largo de la serie el elemento sobrenatural, puesto que tal como sucede en su desarrollo, las experiencias personales con la muerte (la gente que ha estado muerta durante un periodo y luego “resucita”), según se ha dicho y presenta en el programa, regresa cambiada.  Las respuestas acerca de a qué se debe todo esto, a los llamados “poderes de la mente”, van presentándose a través de la ficción de este programa, de una manera tal que mantiene al espectador atento a lo que pasará a continuación.  Dentro de todo esto, toda una marca distintiva de The OA viene a ser una particular coreografía, que usan los personajes para hacer uso de sus habilidades (algo muy al estilo del manga y el anime, donde los personajes mueven sus manos y parte del cuerpo de forma artística para conjurar sus distintos ataques y poderes).
        No se puede dejar de lado el carácter emocional de esta serie, llena de momentos de mucha intensidad dramática y donde la calidad de las actuaciones en general, así como su guión que en más de una ocasión sorprende al espectador, nos entregan varias escenas memorables.  En este sentido en especial los finales de cada capítulo, vienen a estar muy bien orquestados, con la dosis exacta de sensibilidad y suspenso; no obstante de igual manera en el transcurso de los mismos, encontramos instantes en los que los actores se lucen, en especial cuando todo se pone tan emotivo.
        Aparte de Prairie y sus padres, los demás protagonistas son los siguientes (si bien omitiré a todos aquellos que hasta el momento, no han sido desarrollados lo suficiente como para hacerse atractivos al público):
         Homer: De los compañeros de cautiverio de la protagonista principal, viene a ser lejos el más carismático e importante dentro de la trama.  Es un deportista que también fue raptado, alguien de corazón noble y muy dulce, quien llega a tener un romance platónico con Praire, pues les es imposible llevarlo a cabo, ya que las condiciones en las que se encuentran les impide tener contacto físico; no obstante llegan a compenetrarse tanto, que su relación se convierte en la posibilidad de salvación de todo el grupo que se haya en la misma situación.
         Steve: del nuevo grupo de “ángeles” de Prairie, podría decirse que en apariencia es  quien más aspecto tiene a estos seres, debido a su belleza casi femenina; no obstante cuando Prairie entra a su vida, es un adolescente conflictivo, muy violento, con serios problemas para relacionarse con los demás, que no sea para sacar provecho de otros.  Su transformación espiritual viene a ser la más sorprendente del programa.
          Betty: La única persona de mayor edad en el segundo grupo de Prairie, es una profesora que hasta antes de conocer a OA, era alguien con una enorme tristeza y una gran soledad.  No obstante pese a todas sus limitaciones, demuestra poseer un enorme corazón desde el principio y alguien muy comprometida con su profesión.
          Alfonso: Quien en apariencia es todo lo contrario desde el punto de vista académico y moral que Steve, pues es un dotado deportista y un chico de excelentes calificaciones (destacado entre sus pares por sus maestros), en realidad es alguien agobiado por sus enormes responsabilidades que lo llevan a drogarse.
          Buck: Es un chico transexual nacido niña bajo el nombre de Michelle, tímido, pero que aun así viene a ser uno de los principales creyentes en Prairie.  
          Doctor Hunter Hap: Es el muy especial villano de esta historia (hasta el momento el único), quien es el responsable de que Prairie haya estado forzosamente alejada de su familia.  De apariencia paternal (interpretado por el guapo actor Jason Isaacs, otro experto en hacer de malos geniales en su extensa carrera, tal como su recordado Lucius Malfoy en la saga de Harry Potter), responde al modelo del “mad doctor”, ya que es un científico obsesionado con dominar los misterios que sus víctimas manejan a cualquier precio.  Es apodado como “Cazador de ángeles”, en atención a que su nombre en inglés significa justamente “Cazador”.  Interesante resulta en él la manera de cómo se da la maldad en su persona, ya que la violencia y locura que hay en él son sutiles, pues se trata de alguien que hace uso del engaño para utilizar a los demás (y sin embargo por ello es peligroso, ya que llega a los extremos en el momento menos esperado).  Ve a la gente como medios para conseguir lo que quiere, pues son objetos para él.  

  
                                                            Trailer oficial de la serie.                                                                                                                                                      

2 comentarios:

  1. Un poco lentos los primeros capítulos, sin embargo, después toma un ritmo y una narrativa muy interesante.
    No mencionaste al padre, quien es interpretado por Scott Wilson, actor que encarna a Hershel en la serie The Walking dead, personaje tremendo y entrañable.
    Me gustó tu análisis y, por supuesto, me gustó la serie.
    Saludos, Elwinillo.

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    Respuestas
    1. Hace largo tiempo, Mijita Linda, que no visitabas, ni comentabas mi blog, razón por la cual con mayor razón me hace feliz que hayas compartido conmigo este post.
      En cuanto a la serie, a mí me enganchó altiro. No obstante dos amigos míos no la soportaron más allá del primero uno y al menos llegó hasta el segundo. Sé que esta serie tiene dividida a la gente. Solo espero que le den una segunda oportunidad, que creo tiene mucho que dar.
      Iba a mencionar lo de Wilson...¡Pero SE ME le fue!

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