domingo, 10 de marzo de 2019

Su homenaje a los cómics de superhéroes. Tercera parte (y final): Glass


I- El cierre de la trilogía.

     Luego de que Shyamalan nos sorprendió al final de Split al conectar este filme con Umbrekeable, era solo cosa de esperar que pronto viéramos al villano y al superhéroe juntos, en una lucha entre el mal y el bien como acostumbramos a ver en este tipo de historias.  La pregunta era cuándo iba a ser ello posible, teniendo en cuenta la enorme cantidad de años que se tomó para continuar esta saga, tras comenzarla a finales de los noventa…De ese modo, todo un regalo para sus seguidores fue que solo poco más de un año pasara, para que viniera este verdadero enfrentamiento, tercera y, también, última parte de su trilogía.  Se tenía que apurar, claro, que Bruce Willis ya tiene sus buenos años (si bien se ve mucho mejor que varios más jóvenes que veo por ahí), que tampoco, supongo, quería a un justiciero decrépito ¿No?
     La cinta nos muestra que David tras su primera intervención como paladín en la cinta capitular, inició una verdadera carrera secreta protegiendo a la gente de criminales, que supuestamente los agentes institucionalizados no hubiesen reducido.  Es así que tras el correr de los años logró convirtió en toda una leyenda, admirado por muchos y considerado por otros como una amenaza a la justicia y/o un loco.  En su misión lo secunda su propio hijo, quien le ayuda a localizar en la Red y usando medios tecnológicos avanzados a estos antisociales; de esa manera Dunn logra dar nada menos que con Kevin, o mejor dicho con La Horda y como consecuencia de ello ambos tienen su primera batalla. Tras finalizar la pelea, ambos son neutralizados y llegan nada menos que a un centro para enfermos mentales, donde tienen celdas o cuartos especialmente acondicionados para ellos y evitar que puedan usar sus poderes. Por otro lado, en ese mismo sitio se encuentra el primer villano al que se enfrentó nuestro superhéroe: El Señor Vidrio (Mr. Glass) y de ese modo inevitable resulta ser que el camino de estos tres, se crucen con las consecuencias más impactantes que alguien como Shyamalan nos podría dar.

II- El verdadero protagonista de esta historia.

    Si en la primera obra que comprende esta saga, el personaje principal es el superhéroe o, más bien, su temática trata sobre la génesis de este (con todo lo que implica, incluyendo la relación estrecha con su némesis); la segunda aborda la historia del villano sobrenatural o con superpoderes (¿Una mutación quizás?); así que esta tercera parte gira en torno a quien le da su nombre, Mr. Glass, ya que en contra de todo lo que pensábamos, luego de casi una hora de metraje, nos damos cuenta de que el genio criminal ha movido los hilos con maestría para conseguir su secreto propósito.
     He ahí una de las genialidades de este filme, que injustamente ha sido vilipendiado por ahí entre algunos críticos y páginas de cine, pero como ya he dicho varias veces: No me quedo con la opinión de esta gente, que me basta con mi propia impresión y si a mí me ha logrado cautivar algo, eso es lo primordial para mí.  Tampoco voy a pedir que los demás piensen como yo, aunque al menos cumplo con transmitir mis apreciaciones por este medio y en vivo, que cada uno asume su propia opinión en materia de estética.  Bueno, siguiendo con el curso de pensamiento con el que comencé este párrafo, Shyamalan realiza uno de sus famosos giros argumentales, al hacer que el personaje interpretado por el siempre maestro Samuel L. Jackson, comience a llevar la batuta de la trama, al convertirse en el momento menos previsto en el impulsador del siguiente encuentro entre David Dunn y la Horda (o la Bestia, según como quieran llamarlo)…Solo tras el impactante clímax, viene el aún más revelador largo epílogo o desenlace y donde todas las piezas comienzan a encajar para que conozcamos cuál era el plan de este tan especial sujeto.
       Cuando volvemos a ver al Señor Vidrio en pantalla, aparece en un estado deplorable, una piltrafa humana que se aleja por completo del hombre que conocimos en el pasado.  No obstante todo es un engaño suyo y luego se convierte en una máquina imparable para quien su fragilidad no le impide hacer sus fechorías y aliarse con el otro prisionero de extremo peligro del recinto.  Por mucho que el guión y la cámara dediquen sus buenos minutos al coprotagonismo de los personajes interpretados por Willis y McAvoy de manera respectiva, esta mente-maestra se roba la pantalla una y otra vez y aunque sea un asesino frío no puede dejar de simpatizarnos.  Luego, cuando el círculo se ha cerrado, uno puede decir sin vergüenza: ¡Es un genio! y hasta podemos llegar a admirarlo sin sentimiento de culpa.  Puesto que desde que se abrió este ciclo, se nos plantea que no todo es blanco y negro, sino que hay matices y aún dentro de la oscuridad como la que habita en gente como el Señor Vidrio y la Horda, hay luz y la humanidad se hace presente.

III- Los secundarios también regresan.

     Junto a los 3 ya mencionados, el realizador nos da la más que grata sorpresa, al incluir dentro del guión a varios secundarios ya conocidos, de las películas anteriores.  Más encima, todos estos vuelven a ser interpretados por los mismos artistas de los otros dos filmes.  Es así que tenemos con nosotros al ya mencionado hijo de David, su único aliado en la tarea salvadora que se ha autoimpuesto y que ha pasado de ser un dulce niño, a un hombre hecho y derecho.  Interesante viene a ser, al respecto, de cómo se repite en un plano más adulto, la idea del socio incondicional y mano derecha del justiciero que se mantiene entre el personaje y este protagonista.
     Por otro lado, la dulce madre del Señor Vidrio igualmente está de vuelta, en el presenta una anciana que no ha dejado de amar a su hijo, pese a saber de los crímenes que ha cometido. El poder de su amor es esencial para demostrarnos que Eliah, no es un monstruo por completo.
     Por último, nos volvemos a encontrar con Casey, la única adolescente que sobrevivió al secuestro triple que había hecho con anterioridad la Horda y quien ahora ha llegado a entablar un tipo de fraternidad con Kevin, al reconocerse el uno en el otro a un par, como sobrevivientes de una infancia traumática.
     Estos tres son las personas más valiosas para los protagonistas y a lo largo del filme se evidencia no solo el papel de testigos de primera mano, que tienen sobre la vida de sus cercanos, sino que luego nos vamos dando cuenta de que tienen su propio destino dentro del plan del Señor Vidrio (algo que solo llegan a saber igual que el resto, una vez que se consuma todo).

IV-Otros temas recurrentes de los cómics que recrea Shyamalan.
  
      David Dunn es un vigilante maduro que trabaja “desde las sombras”, sin contar con la bendición del sistema de justicia legal y, sin dudas; con resultados mucho más eficientes que el de las autoridades que lo consideran más bien una amenaza, que un aliado.  Cabe mencionar que esta representación del justiciero que aborda su trabajo “fuera de la ley”, tiene antecedentes famosos en las historietas que el realizador ha querido homenajear: casos como el famoso Castigador y el mismísimo Batman en algunas de sus continuidades, vienen a ser los referentes y paralelismos, que podemos encontrar en el filme que ahora nos reúne.
     Por otro lado, la figura de Joseph Dunn como principal apoyo de su padre, haciendo uso de la tecnología de las telecomunicaciones para ayudarlo a combatir a los criminales, recuerda a personajes clásicos como Micro, el compañero del ya mencionado veterano de guerra, convertido ahora en enemigo acérrimo de los criminales; pero también nos puede recordar a Oráculo, la segunda identidad secreta de Barbara Gordon, luego de que el Guasón (me cuesta llamarlo Joker) la dejara inválida y pese a ello se convirtiera en una agente destacada de la lucha contra el mal, socorriendo con sus conocimientos al Murciélago y a otros.
    Luego tenemos lo de la institución a la que van a dar los tres protagonistas de esta historia, un manicomio especialmente acondicionado para tratar con gente como ellos y que más encima cuenta con los medios para neutralizarlos según sea cada caso y sus propias debilidades.  En Marvel y DC hay muchos lugares como este, entre prisiones de alta seguridad y centros para criminales superpoderosos locos, como el célebre Asilo Arkham.
     No se puede dejar de lado el importante detalle de la revelación pública de gente como el trío protagonista, que desde la segunda película de la trilogía fue abordado como una evolución de nuestra especie; por lo tanto, el impacto que puede tener esto en la humanidad, es otra de las interesantes aristas que se nos presentan, teniendo uno de sus mejores ejemplos en nada menos que los X-Men marvelitas (que no diré más, para no spoilear tanto).
     Por último, a menos que se me escapen otros detalles (que de seguro puede ser así), está el tema de las sociedades o grupos secretos, con sus agendas ocultas y que buscan supuestamente el bien de la comunidad y/o la especie humana normal.  En Marvel tenemos a los Iluminati (elite conformada por algunos de las mayores mentes entre los seres evolucionados en la Tierra, donde están Pantera Negra, Namor, Mr. Fantástico, Iron Man, Doctor Strange y Rayo Negro, de los Inhumanos). En cuanto a DC, por el momento no se me ocurre nada, je.  

V- Más sorpresas.

    Bien sabido es que a M. Nigth Shyamalan le gusta aparecer en sus filmes, por lo general en breves escenas y con unos cuantos diálogos…Pues en esta ocasión hace otra cosa memorable: Retoma de una manera muy particular a su oscuro personaje de El Protegido, para mostrarlo ahora en otra etapa de su vida y que pese a trata a través de ello el tema de la redención (tópico recurrente en su cinematografía), nos saca al menos una risa por el buen humor con el que se da su intervención…Por otro lado, muchos años han pasado desde aquella otra intervención suya, que el tiempo no pasa en vano, tal como lo podemos ver en los casos de los Dunn (nadie puede negar que Bruce Willis ha envejecido con más que dignidad y que el otrora infantil Spencer Treat Clark, Joseph Dunn, se ve bastante bien ahora convertido en todo un hombre).
    Asimismo, nuestro director rescata nada menos que un par de escenas eliminadas de la primera cinta que compone este tríptico, las que bien pudimos ver dentro del material adicional de la edición en DVD (y supongo que también en blu-ray) de ella; al respecto, innegable decir es que ambas calzan muy bien, como importantes recuerdos que ayudan a definir a los personajes, en especial en lo que concierne a la estrecha relación entre el Señor Vidrio y su madre.
    El final puede ser inesperado, en lo que corresponde al destino del trío protagonista y tal vez se aleje de happy end en el que habría caído algún artista más convencional… Recordemos que esta trilogía se basa en los cómics que tanto amamos y donde muchas veces el (super) héroe debe llegar hasta las últimas consecuencias para conseguir su fin, aunque ello signifique sacrificar todo o que en la contienda muchas veces hay bajas de ambos bandos.  No obstante, las últimas escenas son, sin dudas, un aliento de esperanza, que “el camino sigue y sigue” y ahora les queda al resto continuar adelante y es así que vemos con emoción cómo tres otros personajes se han encontrado entre ellos, para compartir todo lo que tienen entre común.


                                                                         Tráiler.

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