1. Un esperado y prometido regreso.
En el transcurso de 2014 Stephen King
sorprendió gratamente a sus "lectores constantes" (como cariñosamente
le gusta llamarnos a sus seguidores incondicionales) con una muy entretenida
novela policial, Mr. Mercedes. Ese libro recibió bastantes elogios, debido a
cómo logró intrigar al público, creando personajes entrañables y una compleja
historia en la que los involucró a ellos y a sus propios lectores. Pero,
además, aseguró que se trataba del comienzo de una trilogía, algo en verdad
fascinante; puesto que una vez que uno llega a encariñarse con sus héroes, como
suele suceder, resulta sencillo desear saber más de quienes se han robado
nuestro corazón. Ahora bien, el "Tío Steve" tiene hartos textos y
personajes, con quienes reencontrarnos, desde la última vez que supimos de
ellos...Algo que en todo caso nos cuenta de vez en cuando, pero ello es con
breves apariciones suyas, a manera de "invitados" (como pasó con
algunos miembros del "Club de los Perdedores" de It en 22/11/63;
lo mismo con Ted Brautigan, de Hampones con Chaquetas Amarillas,
que vuelve a aparecer en el último tomo de La Torre Oscura; y, como no, con el
Padre Callahan, que se unió al Ka-Tet de Rolando de Gilead y ello en el quinto
volumen de la mencionada saga, aunque a este sí que le otorgó calidad de
protagonista principal, tras haber sido antes un personaje secundario). En todo
caso, debemos recordar al niño prodigio Danny Torrance de El Resplandor, quien más
de treinta años después de su debut literario, regresó en la igual formidable Doctor
Sueño.
No obstante, solo con LTO había prometido 7
entregas (que al final nos regaló un par de entregas más), de modo que cuando
dijo que Mr. Mercedes era solo el comienzo de una trilogía, había
motivos para celebrar; que se trataba de un verdadero acontecimiento ad portas.
Así fue que mucho más pronto de lo que se
esperaba, en 2015, llegó la segunda parte de esta trilogía y ello fue con Quien
Pierde Paga (en inglés Finders Keepers, que aparentemente
no tiene traducción literal a nuestra lengua, pues corresponde a una expresión
coloquial gringa, algo así como "El que se fue a Sevilla, perdió su
silla"), que es la novela que nos reúne hoy y cuyo título para los
hispanohablantes igual resulta adecuado por los hechos que narra; ya que el
nombre original también quiere decir "El que busca, encuentra" y para
ser más exactos "Quien lo encuentra, se lo queda"...Algo que ya
entenderán por qué razón.
En todo caso, el libro se llama así en
inglés Finders Keepers, porque la agencia de detective que ahora tiene
Bill junto a Holly (dos de los protagonistas del primer texto) lleva ese
nombre.
Un muchacho recién salido de la
adolescencia, lleva años obsesionado con el héroe literario que descubrió aún
bastante más joven. El personaje que se ha adueñado de su corazón y
pensamientos, Jimmy Gold, aparece en una trilogía, pero el último libro en el
que sale la parece una verdadera plasta y toda una traición de su propio autor.
Un día se entera del rumor de que el creador de esta novelas, John Rothstein, quien
lleva décadas retirado de la vida social y sin publicar, probablemente se haya
dedicado todos esos años en solitario en su mansión campesina, a escribir como
desenfrenado. Es así que se decide a hacerle una visita, bastante violenta,
para comprobar si ello es cierto y a ver si también ha escrito más sobre Gold,
que a lo mejor sacó al personaje del desastre de su anterior novela.
El encuentro entre uno y otro termina en
tragedia y el admirador de Gold escapa, creyendo haber conseguido su sueño
cumplido: llevándose consigo un montón de borradores, entre los cuales estaría
detallado el regreso de su ídolo. No obstante, décadas pasan como para que
Morris Bellany, el villano de esta entrega, logre volver a saber del paradero
de su tesoro, el cual escondió en un cofre y enterró, puesto que por décadas
estuvo prisionero por otro crimen y del cual apenas tenía memoria. Pero el
objeto de su deseo nunca perdió valor en su interior y una vez liberado, sigue
aún dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguir su objetivo.
Paralelamente que se nos va contando el
devenir de Bellany (ello ahora en el presente), conocemos a Peter Saubers, un
chico de solo 13 años y quien por casualidad se encuentra con los bienes
preciados del antisocial e incluyendo algo más, que se trajo consigo este
cuando realizó su allanamiento. El muchacho le da por años un uso positivo a
esta parte del botín, pero cuando ahora busca sacar provecho de los cuadernos,
se da cuenta que por muy buenas que sigan siendo sus intenciones, para vender
el tesoro que sabe tiene entre sus manos, no es tan fácil...Y es que como era
de esperar, ambos destinos están cruzados y ello no conviene especialmente al
pobre jovencito.
Solo cuando la hermana menor de Peter pide
ayuda, para salvarlo de un aprieto que ella solo intuye, aparecen en escena
nuestros queridos Bill, Holly y Jeremy para gusto nuestro. Pues King se deleita
en caracterizarnos de la manera más completa posible a Bellany y a Peter,
quienes son los verdaderos protagonistas de esta novela y al punto de que sin
problemas, llegamos a despreciar al "malo", así como sentir simpatía
por el buen Peter (incluyendo a su hermana, que no deja de agradarnos); por lo
tanto a los ya conocidos Bill y compañía, solo llegamos a "verlos"
pasadas las 170 páginas de la edición en español, si bien Jeremy solo aparece
muchas páginas después.
3. El amor por la literatura.
Quienes conocemos bien a nuestro artista,
bien sabemos que antes de convertirse en escritor de tiempo completo, fue
profesor de literatura (y ello no se deja nunca de serlo, aún cuando ya no se
ejerza...se los digo yo que me dedico a este campo). Su incondicionalidad hacia
este arte y enorme conocimiento al respecto, han hecho que desde los comienzos
de su narrativa sus personajes sean maestros y escritores, muchos de estos
títulos algunas de sus obras más destacadas (como las mencionadas más arriba e
incluyendo Misery, Un Saco de Huesos y Los
Tommyknockers, por solo nombrar otras más); asimismo, nunca deja de
mencionar a escritores y a obras que admira, con un manejo de ello que da gusto
y entusiasma a sus lectores para conocer por su cuenta tales nombres, entre
clásicos y contemporáneos...
Teniendo en cuenta lo dicho recién, es que
nos encontramos con un "nuevo" escritor salido de la imaginación de
King, un hombre que si bien sale solo en el primer capítulo del libro, mantiene
su poderosa presencia a lo largo de toda esta obra. No cabe duda, para quienes
algo sabemos del tema, que el autor lo diseñó basándose en la figura real de J.
D. Salinger, un escritor gringo real del siglo XX, que con solo una novela y
una colección de cuentos, que le dieron gran fama, elogios y fortuna, dejó de
escribir y se recluyó; habiendo siempre la esperanza de que durante su
cautiverio, hubiese seguido escribiendo y luego pudiesen hacerse conocidas
estas obras. Por lo tanto, a través de este personaje, el Rey del Terror (que
ya nos queda claro, también sabe escribir muy bien otro tipo de historias, como
esta), ahonda en la psicología de sus colegas, compleja y propia de los artistas
que muchas veces resultan ser personas difíciles, con un montón de mañas y no
las mejores personas que a veces esperamos, de quienes tanto admiramos (tal
como muchos años atrás, nos lo mostró a través de su cuento Dedicatoria).
A su vez, es evidente el gran homenaje que le hace a esa preciosa novela de aventuras que es La Isla del Tesoro, de Robert Louise Stevenson, libro al que ya le había dedicado un especial lugar en La Tienda de los Deseos Malignos. Y es que hay varios paralelos entre ambos títulos, partiendo por la presencia de un valeroso joven que se enfrenta a un sujeto violento, quien además se encuentra con un verdadero tesoro guardado en un cofre enterrado y solo gracias a su ingenio y gallardía logra superar las pruebas que se le ponen por delante.
Por otro lado, esta obra trata acerca del
poder y la influencia que tiene el arte, y en especial la literatura, en el
mundo y entre los lectores (incluso hoy en día, cuando las tecnologías
audiovisuales han dejado su potente impronta en la sociedad), que para ejemplos
reales tenemos el fanatismo que producen obras como El Señor de los Anillos y
Harry
Potter.
Pero la imagen que nos muestra sobre esto,
tiene dos lados: uno negativo, presentado, por supuesto, a través de la figura
de Bellany, un sujeto que se negó a creer en el mundo exterior y en las
personas, para convertir a las novelas de Jimmy Gold en su única razón de ser.
Pero lo peor de ello, no es que haya optado por hacer de un personaje de
ficción su centro, si no que en vez de llevarlo ello a convertirse en mejor
persona, queriendo emularlo, dirigió todas sus frustraciones y rencores a una
ficción, que más que darle modelos positivos, potenció lo peor de él. En cierto
sentido, la obsesión del psicópata se parece mucho a la de los fanáticos por
algún equipo deportivo, artista o fantasía; alguien que es incapaz de separar
los límites y termina haciendo de su ídolo, un dogma que lo lleva a cometer
cualquier atrocidad, cuando se trata de justificar su pasión.
Pero,
por otro lado, está lo que sucede con Peter, un chico que gracias a la
literatura no solo llega a encantarse, sino que ello evidentemente lo mueve a
valorar este arte no como la única razón de su ser, sino como una muestra de
todo lo bello a lo que puede llegar el ser humano. Luego, si comparamos el
camino que tomó cada uno de los dos personajes mencionados, y quienes desde muy
jóvenes descubrieron el poder de una buena historia, podemos darnos cuenta de
cómo las decisiones que uno toma, son tan decisivas para el resto de su vida.
4. Otros
aspectos a tener en cuenta en la novela.
Como ya dije en mi posteo sobre Mr.
Mercedes, la primera novela de la trilogía de Bill Hodges, mi personaje
favorito es sin dudas Holly. Pues en este segundo libro, contemplamos cómo ha
logrado salir adelante del hoyo en el que estuvo por años, siendo un excelente
ejemplo de resiliencia, y demostrándonos que un adulto ya con sus buenos años e
incluso con problemas psiquiátricos, puede llegar a superar sus taras ...y más
todavía si tiene gente que crea en su persona, así como la acepte cómo es, además
de darle su amor, algo que sabemos que está mujer de más de cuarenta años ha
conseguido de parte de Bill y Jeremy (pues, por lo general cuando se habla de
estos temas, solo se mencionan casos de gente joven, especialmente niños y
adolescentes, como si el resto del mundo no tuviese la facultad de liberarse de
propias ataduras).
Por otro lado, Stephen King es un hombre de
fuertes compromisos morales y sociales desde su juventud, quien en su época
universitaria participó de manera activa en las manifestaciones en contra de la
Guerra de Vietnam y hoy en día es uno de los mayores opositores públicos y
famosos al gobierno de Daniel Trump. De pensamiento ideológico de izquierda y
cristiano metodista de formación, a lo largo de su bibliografía podemos hallar
estas facetas suyas sin mayores problemas (como su discurso antiabortista en Insomnia,
por nombrar solo un caso)...
Y es luego del preámbulo de arriba, que
llegamos al tema de la homosexualidad en la literatura de Stephen King. Pues
bien, como artista heterosexual que comenzó a publicar en los sesenta, una
época en la que no era habitual tener personajes LGTB de importancia en las
historias de ficción, solo puedo recordar que recién en It tuvo personajes gays y
eso fue a mediados de los ochenta; uno de ellos fue la primera víctima de
Pennywise, tras su regreso en los ochenta y el otro el psicópata adolescente
Patrick Hockstetter, quien junto a la pandilla de Henry Bowers, asolaba al Club
de los Perdedores en los cincuenta; luego apareció el Muchacho, otro
desquiciado que logramos conocer en la versión extendida de Apocalipsis;
asimismo, en El Retrato de Rose Madder, en plenos noventa, encontramos un
policía desquiciado y al parecer bisexual...Si se dan cuenta, de los
mencionados, los tres últimos poseen características negativas y están
claramente relacionados con el mal; muchos años después, aparece la compañera
lesbiana de , en Mr. Mercedes y quien no es descrita como alguien, de quien
quisiéramos ser amigos. Y es cuando llegamos a la novela que ahora nos reúne,
donde el segundo villano viene a ser Andy Halliday, un homosexual rastrero, el
cual si bien no es asesino como su antiguo amigo de juventud, también se vuelve
una pesadilla para Peter. Más encima, el autor lo describe en su ancianidad
como alguien físicamente desagradable. Todo esto podría hacernos pensar, que nuestro
amado escritor es en realidad alguien homofóbico... ¿Será esto posible? Cabe
mencionar que el librero que aparece en Quien Pierde Paga, es sin dudas el
personaje LGTB mejor desarrollado de su literatura y ello es caracterizándolo
como alguien muy detestable; de modo que queda la interrogante y eso que su
única amada hija es lesbiana y está casada con otra mujer...Quizás por esto
recién mencionado, solo en La Cúpula aparecen de manera muy
breve, una pareja de lesbianas y a las cuales el autor no da rasgos nocivos. La
verdad, es que habría que preguntarle directamente al Tío Steve, sobre su
verdadero punto de vista al respecto.
5. Evaluación
final del libro.
Personalmente esta segunda entrega de la
trilogía no me gustó tanto, que a mi humilde parecer no llega a los extremos de
tensión de su predecesora. No es mala, que su trama resulta ser muy original y
posee momentos impactantes, en especial en lo que concierne a las fechorías del
gran villano de la historia, Stephen King puro; pero, tal como afirmé con
anterioridad, uno espera de inmediato la intervención de los héroes y ello
ocurre bien entrado el texto, por lo que es fácil que uno se decepcione un
poquito.
Igual para los "lectores
constantes" de nuestro autor favorito, resultan ser un agrado los
episodios del libro que describen el periodo de Bellany en la cárcel y que nos
recuerdan esas otras queridas novelas suyas sobre presidiarios, que son Rita
Hayworth y la Redención de Shawshank (que más encima, se menciona su
película en la novela) y La Milla Verde.
Debo dejar claro que aún no leo la tercera
parte y final de esta trilogía, Fin de Guardia; no obstante, me da la impresión
de que esta segunda parte es una obra de transición, de puente con la última
parte y en la que sé King cierra un círculo, al amarrar los elementos que
quedaron pendientes en el desenlace de Mr. Mercedes...Y es que el Tío Steve
agrega uno de sus famosos epílogos, al muy bien hecho final de Quien
Pierde Paga, prometiéndonos un regreso inesperado de un viejo personaje
y, además, una cuota inesperada de elementos sobrenaturales como muy bien sabe
ocuparlos.
Una novela extraña, porque es como una "pausa" en la historia de Mr. Mercedes, aunque abre la posibilidad de que este trío de personajes tan geniales puedan tener vida propia más allá de la historia de la primera novela. De todos modos, de forma independiente, es una gran historia, con muchas relaciones a la literatura y los fans, temas ya explorados en Misery, aunque desde otra perspectiva. Saludos!!
ResponderEliminarRicardo
En efecto "no hay que mirar a huevo" esta novela, que si bien no llega a la altura de su predecesora, tiene suficientes virtudes como para tenerle aprecio igual. No te voy a negar que estoy muy entusiasmado con la idea de ver su adaptación para la TV, en la tercera y última temporada de "Mr. Mercedes" y más porque trabaja Kate Mulgren, nuestra querida capitana Jenawey para los trekkers.
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