miércoles, 29 de junio de 2022

Así era en mis tiempos XIII.


 
Algunos otros medios de comunicación a distancia.
 
1. El telégrafo.
 
    Su utilidad y popularidad habrá durado unos... ¿150 años más o menos? Apareciendo retratado en numerosas películas y en especial en los westerns.
    Corresponde a una serie de señales que- a menos que me equivoque- usaban el famoso Código Morse (ese mismo de PUNTO y RAYA que tanto sale en la películas), para por medio de una serie de cables mandar información a distancia, que desde el otro lado eran transformados por un intérprete (persona) en lengua escrita. Es así que, con una maquinita bastante pequeña, el emisor (generalmente el representante del servicio de mensajería contratado), daba una serie de golpecitos y estos mismos eran recibidos y traducidos en su destino.  Luego, en un papel el mensaje, bastante breve y conciso, que se evitaban oraciones largas, signos de puntuación varios y lenguaje informal, como poético, era mandado junto a un emisario al destinatario real (quien, por lo general, no tenía idea de la noticia que le iba a llegar, ya que en ese tiempo los teléfonos no estaban masificados y usar el correo normal era demasiado lento, como para haber enviado una epístola, puesto que la premura exigía este otro recurso más dramático).
    Se cobraba por palabra, así que artículos, conectores y otros términos eran obviados en el mensaje final, primando sustantivos y verbos (estos últimos sin conjugaciones).
    Tengo el difuso recuerdo, en los ochenta, de ver que a un vecino le llegó un telegrama (que así se llamaba el documento que le enviaban a uno), traído por un motorista... Y al respecto, sí tengo claro que al presenciar esto, pensé "Cuando sea grande voy a ser importante y recibiré alguno"... Sin embargo, como ya saben, no se hizo realidad mi sueño y no porque no me volviera alguien importante (para algunos), sino porque esta tecnología quedó superada hace rato.



    De cuando era niño (o más bien adolescente) tengo presente en mi memoria el siguiente chiste:
 
     Un matrimonio pasa penurias económicas y el marido se ve obligado a irse a trabajar a otra ciudad.  Como las cosas no han mejorado, la esposa debe mandarle un telegrama a su cónyuge, aunque como apenas tiene para pagar el documento, solo envía de mensaje seis letras P seguidas.  Cuando le llega al hombre su mensaje, de inmediato lo entiende... Poca Plata Peligra Poto Posible Puta.  Entonces envía su respuesta, con la misma economía de letras de su señora: CCCCCC.  La mujer le entiende sin problemas: Cobra Caro Cuida Culo Cariños Carlos.
 
    Por último, en la película homenaje al espagueti western, de Alex de la Iglesia, 800 Balas, hay una escena muy graciosa y en la que uno de los personajes encarga un telegrama, justamente a su pareja; la verdad mejor ver ese momento, que leerlo por acá.


2. El beeper.
 
    Era un aparatito más o menos rectangular, con una pantalla en el cual llegaban mensajes breves, enviados por una operadora y que se podía guardar en un bolsillo o sujetar en el cinturón (bueno, una cartera supongo que también era un lugar ideal para guardarlos ¿No?).
     Por lo general, era de uso de las empresas y que por medio de dicho instrumento se comunicaban con sus empleados, que trabajaban en horarios flexibles y a los que debían citar para cumplir con sus funciones, hallándose en sus hogares u otros lugares.  Su usuario se enteraba por medio de un pitido, que tenía algún mensaje.
     En los noventa, me tocó ver mucho la funcionalidad de este aparatito, debido a que un cuñado mío andaba a todo rato con él, debido a su propia condición laboral.
     Supongo que, fue el mejor recurso para comunicarse en circunstancias como las ya mencionadas, cuando los celulares eran gigantescos, poco accesibles y carísimos. Claro que no permitían escribir una respuesta en ellos, o sea, solo recibían el mensaje en cuestión.
     Durante un tiempo, un amigo se obsesionó con la idea de que cada miembro del grupo tuviera uno... Hecho que nunca se cumplió.

 
3. El fax.
 
    Antes de los correos electrónicos y el whatsapp (con la aplicación de sacar fotos incluidas, para enviar no solo textos, sino imágenes), la única manera de mandar un documento más o menos extenso (la verdad, unas cuantas páginas), era una máquina parecida a una impresora.  Es así que, conectada esta a la línea telefónica, haciendo pasar una hoja con el texto y/o imagen que se deseaba compartir, por una rendija que leía/copiaba el original, permitïa que al otro lado de la línea llegaran los datos y que luego se reproducían exactamente en una nueva hoja de papel.
    Para lograr lo anterior, el remitente debía llamar al fono del destinatario y pedir "línea para fax", de modo que quedara disponible la vía de comunicación y entonces cuando estaba listo sonaba un pitido.  La verdad es que de todos los faxes que vi, la calidad de la impresión no era buena, todo en tonos deslavados y siempre en escala de grises, que nunca pude apreciar (ni en las películas), nada a color.  Queda claro, que para que funcionara todo esto, ambos destinos debían contar con su línea telefónica funcionando, papel y tinta.  Por cierto, los mensajes podían ser tanto impresos, como hechos a mano.
    En mi caso, solo ocupé este recurso para mandar curriculums, durante alguna búsqueda de trabajo y era todo un engorro, pues comencé a usarlo cuando ya estaban disponibles los correos electrónicos, lo que en este último caso podía ocupar "gratis" y desde la comodidad de mi casa; así que debía buscar un lugar donde prestaban ese servicio.  A menos que me equivoque, se dejó de usar esta tecnología recién a finales de la década pasada.
     Cabe mencionar que este aparato fue tan importante en su época, que al menos en el español propició el neologismo (ya caído en desuso por razones obvias) faxear (de mandar fax).



8 comentarios:

  1. Uhhh.. me acuerdo los beepers, fue algo que no duró mucho tiempo, pero los que lo usaban te lo mostraban como si tuvieran algo que fuera único. Se usaba mucho en personal técnico de empresas, aunque el costo del servicio mensual era elevado. Con el tiempo... dejaron de usarse, ni bien se empezaron a popularizar los teléfonos celulares.

    Saludos,
    RICARDO

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es increíble cómo en poco tiempo las tecnologías van avanzando y cayendo en desuso.

      Eliminar
  2. Nunca ví un telégrafo, ni un telegrama. Si los conservaron, será en museos. Tampoco ví el beeper. Acá los teléfonos celulares se adueñaron del mercado antes de eso, contando incluso que inicialmente no existían los sms, tecnología cuyo nacimiento presencié, pero que no use hasta 2005. Fax si ví bastantes, pero nunca me tuve que enviar ni usar uno. En el colegio teníamos uno, pero ya no se usaba más que como teléfono.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco he visto telégrafos en vivo, telegramas creo que sí; el beeper harto y los fax abundaron mucho por acá (estos últimos, junto a datashows y máquinas de transparencia en mi actual colegio se están acumulando como "basura tecnológica en desuso")

      Eliminar
  3. Elwin, me temo que debo contradecirte en un detalle: el código Morse no es el que utilizan las personas invidentes, sino que es un código específico para telegrafía, creado (o promovido, porque en realidad él creó un antecesor del código actual) por Samuel Morse. El que emplean los invidentes es el sistema Braille.

    Por lo demás, comentar que conviví con las tres tecnologías que citas. En España los telegramas aún se usan, aunque muy poco. Se dictn por teléfono a Correos y los entregan los carteros en motocicleta. Casi solo se emplean para los pésames y para notificar despidos. De hecho es un canal legalmente válido para los despidos, porque el contenido tiene validez legal, al estar certificado por Correos, no como un email o un mensaje de Whatsapp o similares.

    Del fax todavía quedan algunos usuarios, sobre todo administraciones públicas, si bien tiene los días contados porque la mayoría de aparatos de fax no son compatibles con las actuales líneas de fibra óptica.

    Los beepers en España se conocían como "buscas" y dejaron de funcionar en 2012. Al principio solo recibían un zumbido de aviso, pero a mediados de los noventa ya incorporaban una pequeña pantalla y permitían recibir y leer mensajes de texto. Aquí los empleaban sobre todo los médicos y otros oficios que hacen guardia.

    A mediados de los 90 la Coca-Cola los regalaba con una promoción publicitaria, pero era un servicio muy caro y para particulares no merecía la pena, así que no cuajó.

    Debo decirte que me gusta mucho esta sección, Elwin, y que compartas estos recuerdos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por compartir tus propios recuerdos conmigo, que lo que me cuentas es muy interesante. También te agradezco me hayas hecho la observación de mi error, que fue de puro despistado que soy, pues desde niño que conozco ambos códigos.
      Todavïa tengo pendiente escribir sobre los walkie-tokie, que casi lo puse en este texto y a ver qué otros recuerdos de este tipo se me ocurren.
      Abrazos desde Chile.

      Eliminar
  4. Saludos. El fax sí lo conocí y lo vi en funcionamiento, aunque nunca lo ocupé directamente. Pero me tocó hacer muchas cotizaciones donde los comercios ponían: "fono/fax" para indicar que se les podía enviar algo por ese medio. Y estaba la sensación que un local comercial que tuviera fax, tenía más categoría que otro que no lo tuviera.
    El beeper lo conocí por mi hermana, que tenía uno de esos aparatos cuando trabajó para un diputado. También lo recuerdo como un símbolo de prestigio.
    El telegrama me parece que no lo conocí, aunque un tío mío contaba el siguiente chiste: Una madre (muy pudiente) que estaba en el sur, separada de sus hijos por cuestiones de la vida, les mandó el siguiente telegrama: "Mamá enferma". Recibió la respuesta: "Mamá, cariños y cuídese". Luego, la mamá telegrafió: "Mamá muy enferma", y la respuesta: "Vea médico". Siguiente telegrama: "Mamá muy grave", respuesta: "Mamá, teste". "MÁMATE ESTE OTRO"
    Que estés bien.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Solo por accidente veo tu comentario (que no me apareció el aviso en mi lista de correos), lo que me ha hecho muy feliz. Lindos son los recuerdos compartidos con estas piezas del pasado y valoro sobremanera que me cuentes de tu relación con estos aparatos (gracioso el chiste, je).

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...