jueves, 26 de septiembre de 2024

Dime qué no te gusta de ti

    El título que usé arriba corresponde a la famosa pregunta que hacen los doctores Troy y McNamara a sus pacientes en la serie dramática Nip/Tuck, que acuden a ellos para que les hagan una intervención quirúrgica-estética; la que se convirtió en la expresión "marca" de la serie que hoy terminamos por revisar.
    Mucho hay por contar y comentar acerca de sus últimas tres temporadas, llenas de sorpresivos giros argumentales y de nuevos personajes increíbles (muchos de ellos "villanos").  Vayamos por año, mejor, que cada uno de ellos girará en torno a uno o más hechos en concreto, que darán pie a sus propias tramas argumentales.
   La cuarta temporada (para este humilde servidor la mejor de todas) implicó la venta/asociación de la clínica de nuestros protagonistas a un matrimonio multimillonario.  Conocimos a estos dos al final de la temporada anterior, quienes ahora se desarrollarán bastante, en especial la guapísima. morenaza, quien llega a tener mucho más que un affaire con Christian.  Este romance, bastante tormentoso de por sí, estará opacado por el pasado de la mujer (mucho más que turbio, la verdad), el cual se niega a dejarla, cuando vuelve a su vida la persona que la presionó a tomar tan malas decisiones en su juventud (y bajo tan gran antagonista tenemos a otra tremenda artista, una bellísima madurona Jacqueline Bissete).  Por otro lado, ahora nuestros protagonistas se verán enfrentados a una mafia dedicada al robo de órganos, la cual se los hará ver muy difícil; así como volverá a complicarles la vida el primer enemigo que se hicieron, quien esta vez nos dará más de un remezón.  Por último, que solo estoy contando lo que puedo recordar y sin querer caer en el spoiler, tenemos la llegada de un interesante secundario, a cargo de uno de mis hoy en día actores favoritos, Peter Dinklage, poco antes de hacerse famoso por su papel del encantador Tyrion Lannister en Juego de Tronos, quien tendrá un rol importante en la vida de Sean y Julia, así como en la familia de estos.  Por otro lado, de manera muy valiente, los guionistas introdujeron el tema de las sectas religiosas, centrándose en nada menos que la cientología (la ideología que tantos adeptos posee entre los poderosos de Hollywood, muchos de ellos reconocidos actores y actrices), un arco argumental paralelo que enriquecerá bastante el drama... Ah, no se me podía olvidar el capítulo que transcurre en el futuro, cuyo maquillaje para envejecer a los protagonistas me pareció tan falso, comparándosele con las maravillas que hemos visto hasta el momento con los pacientes y las intervenciones quirúrgicas (¿Lo habrán hecho de adrede así?).


    La quinta temporada corresponde al traslado de la clínica y, como no, del cambio de casa de sus dueños, de Miami a Hollywood; es así que estos llegan al epicentro de la obsesión por la belleza física, lo que quedará muy claro a partir de ahora (atentos al primer episodio, presentado de manera muy original).  Si antes tuvimos sus buenas dosis de humor, que nos ayudaba a aligerar los puntos más dramáticos del espectáculo, ahora se intensifican, aunque sin caer en el absurdo (de hecho, sus dosis son las adecuadas y solo se usa este recurso de vez en cuando, no en todos los episodios).  Todo lo anterior sucede, porque Nip/Tuck se permite hacerse una autoparodia, cuando Sean comienza a trabajar como actor en un programa "dramático" sobre médicos, inspirado en sus propias experiencias y las de Christian; de este modo entran en escena un trío de simpáticos personajes:  El guapo primer protagonista de este espectáculo de ficción (interpretado por la estrella en ascenso en aquel entonces, Bradley Cooper, antes de sus papeles más famosos para el cine), un director de televisión con problemas para asumir su identidad sexual (encarnado por Oliver Platt , ya maduro y con sobrepeso, si se considera cuando lo conocimos de joven) y una actriz secundaria, eterna agregada en papeles menores a estos programas (y a estos tres debemos agregar al papel a cargo de Rosie O' Donnel, tremenda artista, quien regresa luego de sus estupendas apariciones en la temporada anterior, una "nueva rica" que termina ligada al personaje de ).  Por otro lado, Troy se entera de que su salud se ha deteriorado bastante, lo que provoca uno de los arcos más impactantes de la serie, en el cual su amiga Liz cumple un papel fundamental (¡imposible no amar a este personaje, la más cuerda de todo el equipo!).  Por otro lado, Matt sigue dándoles problemas a su familia (no es una mala persona, pero vaya que es un verdadero quebradero de cabeza) y ahora se ha metido en la droga junto a su esposa, pese a que ambos tienen un bebé (eso solo para comenzar). Asimismo, Julia ha comenzado una nueva relación seria, lo que significa descubrir una faceta suya que ignorábamos y es aquí cuando entra la villana más desgraciada de todo el título: su hijastra.  Y en cuanto a Sean, se le complica más la vida cuando se vuelve el foco de la atención de una psicópata (soberbiamente interpretada por Sharon Gless, mis respetos a ella) y luego se le ocurre involucrarse románticamente con la nueva anestesista de la clínica, una mujer a la que le gusta vivir al límite (a cargo de Katee Sackhoff, a quien adoro desde que la conocí en Battlestar Galactica).
    La sexta y última temporada comenzó con algo casi impensable en las series actuales o al menos desde que comenzó el presente siglo: Cambiaron a una actriz por otra.  Claro, estamos hablando de un personaje secundario, pero la pérdida de alguien como Kate se hace notar (ella posee su propia impronta, que no cualquier fémina puede hacernos olvidar).  Muchos hechos atroces e impactantes ocurrirán a continuación, como el regreso de la controladora madre de Julia y el resentimiento mayor de la relación entre Cristhian y Sean, debido a lo tóxico que llega a ser el primero (por lo mismo, la capacidad para perdonar de la buena de Liz es impresionante, considerando lo que le hizo).  Por cierto, Matt sigue dando problemas y no puede llegar a ser más engorroso.  Mención aparte el final de la historia de Kimberly, quien pasó por tanto tras unir su vida al verdadero amor de su vida (quizás el personaje más trágico de todo Nip/Tuck) y que nos enseña cómo nos puede marcar negativamente una persona, si somos incapaces de amarnos a nosotros mismos.
     El desenlace de esta gran historia de una centena de capítulos fue inesperado para muchos, doloroso en parte, aunque afirmado en la esperanza y que nos habla de la búsqueda de nuevos horizontes para alcanzar la plenitud, incluso si ello significa tomar duras decisiones.  En cuanto a lo que significó para mí este reencuentro, luego de tantos años, me alegra mucho haber optado por este programa, el cual ahora con mayor razón está entre mis predilectos.  Ojalá le den su oportunidad.
   ¡Ah! Antes de terminar no puedo dejar de lado esta vez a la enfermera Linda, quien estuvo desde el principio en el show y si bien nunca se desarrolló al personaje (de hecho, creo que quien hacía de ella no era actriz profesional, sino que una verdadera especialista de esta área), no podía dejar de caernos simpática con su lealtad, buen humor y amor por el golf.

2 comentarios:

  1. Por lo que relatas parece que se estaban quedando sin ideas, hay más cahuines de tipo personal que médico, intentando reinventarse sobre la marcha y sin lograrlo en final abrupto como indicas. Gracias por la reseña, soy más de la doctora Sandra Lee pero si la reponen por cable ya se de qué va y le podría dar una oportunidad, más que nada por ver el trabajo de jóvenes actores que se consagraron más tarde.

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    1. La verdad es que disfruté mucho de estas últimas temporadas y creo haber dicho que me parece que la mejor es la cuarta. La quinta es muy novedosa y posee un comienzo magnífico. La sexta fue algo por completo para mí, pues nunca la había visto hasta ahora.

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