miércoles, 25 de noviembre de 2015

Una segunda temporada potenciada para “Hannibal”.


     La serie de televisión basada en los personajes creados por Thomas Harris, a partir de su novela Dragón Rojo, tuvo un final de temporada impresionante en su año de debut.  Pues uno de los dos coprotagonistas, el agente del FBI Will Graham, terminó tras las rejas del manicomio para asesinos desquiciados, que más adelante sabemos acogerá al doctor Hannibal Lecter.  Es así como haciendo honor a tan potente acto, la segunda temporada empieza con una escena igualmente inesperada, al mostrar cómo dos de sus personajes relevantes se enfrentan en una dura pelea, tan violenta y sangrienta como bien nos acostumbró la serie desde su partida; ello luego da paso a un extenso racconto, ya que el resto de la temporada irá mostrando de manera progresiva, cómo fue que estos dos llegaron a ello y hasta que en el último capítulo se retoma dicha pelea, para luego ver lo que ocurrió después.
      La mitad de la segunda temporada muestra al sufrido Graham, acusado de crímenes que no cometió, en una especie de descenso personal hacia los infiernos y con lo cual este va perdiendo la poca integridad que había llegado a tener, hasta llegar a cometer actos reprobables.  De hecho, la crisis por la que pasa este especialista llega a tal punto, que pierde el atractivo físico que en algún momento llegó a tener, viéndose demacrado y desaseado; en cambio ahora se pudo ver a su contrapartida en un terreno más sexy, semidesnudo y en escenas con cierto corte erótico. Asimismo mientras sucede todo esto, Lecter hace de las suyas, engañando como siempre con su sofisticada imagen y moviendo los hilos a su gusto para conseguir lo que desea.  De este modo, se podría decir que siempre el ganador resulta ser Hannibal, quien en muchos sentidos está por sobre los demás, en lo que se refiere a inteligencia y habilidades natas para sobrevivir como todo un depredador humano.
     Una faceta interesante que se puede apreciar sobre este psicópata caníbal, es su calidad de maestro de otros asesinos seriales, a quienes descubre y maneja como quiere.  Numerosos son los enfermos mentales violentos que aparecen en este segundo año, cada uno de ellos con un modus operandi distinto y “artístico”, que muestran lo peor de nuestra propia humanidad.  Entre estos monstruos humanos destacan el que convierte los cuerpos de sus víctimas en esculturas y aquel que se siente un animal salvaje, diseñándose una especie de traje bestial.  Las crueldades exhibidas en el show solo son para estómagos fuertes, pues quizás la televisión nunca antes llegó a producir títulos tan gores.
     Los guionistas a cargo resultan ser bastante osados, a la hora de tomar el material original en el que se inspiraron, ya que introdujeron en la trama cambios drásticos con respecto al libro de Harris, lo que bien puede ser del agrado de quienes lo conocen o hacer que más de uno de ellos quede descontento al respecto.  No obstante estas modificaciones argumentales sin duda ayudan a aumentar la tensión y a sorprender al espectador,  diciéndonos que nadie está seguro al lado de Hannibal Lecter y su nefasta influencia.  Es así como en esta ocasión mueren (y de forma muy cruel) dos importantes personajes, siendo que uno de ellos dentro de la continuidad de los libros, debía mantenerse vivo al menos un buen rato más. 
     Dentro de este uso inteligente de la materia prima, del universo ficcional literario de la obra de Thomas Harris, se encuentra la entrada de dos personajes relevantes, de la tercera novela de la tetralogía: Hannibal.  Es así, como el espectador puede llegar a conocer la versión para la televisión de Mason Verger (quien tal vez llega a verse todavía más desagradable, que su símil cinematográfico) y su abusada hermana menor Margot.  Pues en el programa se aborda cómo fue que se conocieron todos estos, incluyendo el origen de la relación entre Lecter y Verger, retratando luego con una crudeza que llega a superar lo visto hasta ahora aquí, la famosa automutilación de Verger tras ser engañado por su psiquiatra.  Por lo tanto, los episodios que abordan todo esto resultan ser la explicación adecuada de la posterior insidia que le tendrá Verger a Lecter, llevándolo luego a su propia vendetta.  En cuanto a Margot, quien no fue considerada para la adaptación fílmica de Ridley Scott de la novela, su caracterización difiere bastante de la correspondiente al texto literario; pues si bien en la serie resulta ser una bella y sensual mujer, en el libro es todo lo contrario por carecer de la femineidad esperada (pues el abuso de esteroides la ha convertido en una montaña de músculos).
A Lecter también le toca "sufrir" en
esta temporada. 
    La obsesión de Lecter por Graham se hace más evidente que nunca, quien no deja de repetir que Will es su amigo, pese a todo el daño que le ha causado.  Lecter lo busca una y otra vez, tratándolo de convencer que le desea lo mejor y que siente amor de amigo real por él.  Quizás en su anómala psiquis, el agente sea lo más cercano que haya tenido alguna vez a un verdadero compañero y por eso mismo Hannibal se empecina en convertirlo en un sujeto retorcido como él…para no estar solo en un mundo lleno de presas a su disposición.  En esta enfermiza relación hay algo de homoerotismo (idea a lo mejor descabellada de mi parte), puesto que Lecter y Graham en un momento llegaron a ser confidentes de una manera demasiado estrecha, siendo que antes de conocerse fueron unos verdaderos solitarios y es en ese sentido que cuando Lecter llega a seducir a la doctora Alana Bloom, lo hace porque no puede llegar a tener como quisiera a su “amigo”; de ese modo es lo más cerca que puede llegar a estar de él, en especial tras el quiebre de la relación de ambos.
    Si en su año de estreno cada capítulo tuvo como nombre un plato distinto de la cocina francesa (cabe recordar que Hannibal es un experto chef, aunque algunos de sus ingredientes son de más que dudosa procedencia), en este segundo año los títulos se encuentran sacados de comidas japonesas.   Esta interesante elección no solo tiene que ver con las actividades culinarias de Lecter, si no que sus nombres en muchos casos fueron escogidos, porque el aperitivo al que hacen mención se relaciona de una manera u otra, con los acontecimientos mostrados.
    Aparte de los profesionales del FBI que toman un destacado papel en la trama, también vuelven a aparecer otros que ya conocimos el año anterior y que todavía en esta segunda temporada tienen mucho que contar.  Es al respecto que mantienen su notoriedad personajes como la periodista Freddie Lounds, la esposa de Jack Crawford, Bella, como también los doctores Chilton y Du Maurier; a su vez el otro doctor asesino, Gideon, una especie de “antecedente” de Lecter, vuelve a salir, demostrando otra vez su personalidad falta de encanto, a diferencia de su “doble” colega.  Freddie sigue tan calculadora como siempre, si bien da más de una sorpresa; en cuanto a la mujer de Jack, aquí nos regala uno de los momentos más emotivos de la temporada, permitiendo además conocer otra faceta de Hannibal. En cuanto a los dos psiquiatras  mencionados, considerando a ambos y a Lecter, como a la Bloom… ¡Pues no dejan muy bien considerado al gremio! De tal modo sus integrantes se ven como individuos inestables y pocos de fiar. Además el Chilton de la serie es mucho más rastrero que el de las películas, en tanto que Bedelia hasta este año mantiene su cuota de hermetismo, respecto a sus taras emocionales.
    Considerando los eventos mencionados arriba, puede notarse que el tema de los llamados “juegos mentales” se hace relevante en esta segunda temporada (aún mucho mejor que su predecesora), ya que sus personajes constantemente se encuentran lidiando y usando su inteligencia para enfrentar duras pruebas, siendo que muchas veces no queda claro cuál es la división entre la verdad y la mentira.  Es algo así como un tablero de ajedrez o más bien una partida múltiple de un solo jugador contra varios oponentes, donde este contrincante en varios campos a la vez, demuestra manejar como nadie las piezas que posee.

Hay hasta horror "hermoso" en esta temporada como en esta foto se puede apreciar.

2 comentarios:

  1. Cada vez me falta mas poco para llegar a la segunda temporada,se agradece que no hizo mucho spoiler y haber hecho intercambio de series jajajajjaja,para cambiar un poco lo que veo (ya que me he visto como 500 animes XD ) y ver mas series gringas las cuales me faltaban ver y una que no debía faltar era Hannibal.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues dichoso tú que estás comenzando la serie en su mejor momento, que yo ya voy en el tercer episodio de la tercera temporada.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...