Dolls (1987).
En la práctica poco después de su anterior
excursión en el "terror duro" y gráfico, adaptando por segunda vez a
Lovecraft con From Beyond, Gordon realizó esta otra cinta del género y que si
la comparamos con otras más que realizó de este tipo, para la pantalla grande,
viene a ser la más "suave".
Afirmo lo anterior, porque no se apoya en el gore, sino que en otros
elementos que la hacen tan especial, algo que revisaré junto a ustedes, poco
después de ver de qué trata.
Una familia debe pasar a su pesar la noche
en una casa supuestamente abandonada, en medio de un bosque perdido en tierra
de nadie. Sin embargo, no están solos,
ya que en esa vieja construcción siguen viviendo sus dueños, una pareja de
ancianos dedicados a la creación de muñecos, los que resultan ser mucho más
especiales de lo que aparentan.
Por otro lado, otro hombre llega
accidentalmente al lugar, acompañado por dos autoestopistas y juntos se unen al
particular grupo que se ha formado. Es
así que será una noche con muchas sorpresas, donde no solo habrá espacio para
los sustos y la muerte de las maneras más espantosas, sino que habrá espacio
para las moralejas y la oportunidad de, incluso, conseguir una vida mejor.
La trama de esta película de corte
sobrenatural, se nutre de los clásicas cuentos infantiles, que analizados bien
poseen varios rasgos aterradores y no solo para los niños, sino para los
adultos involucrados en sus acontecimientos; de igual manera los lectores de
cualquier edad, recuerdan con su argumento el viejo y ancestral miedo a lo
desconocido y a la posibilidad de que hayan fuerzas superiores a nosotros, que
podrían tenernos a su merced.
Teniendo en cuenta lo anterior, para
caracterizar a los personajes y ambientar la trama en lo que respecta a los
llamados relatos de hadas, tenemos la casa en el bosque, la ambientación
nocturna y la presencia de no solo una bruja, sino que de un brujo también (el
marido de la primera), sumados a una madrastra malvada; a ello le sumamos un
par de villanas (o más bien ladronas) de pacotilla, un padre indolente y una
bella e inocente niña expuesta a la presencia negativa de los mayores...Y no
podía faltar el caballero valiente, cuya personalidad igual está modificada, ya
que estamos frente a una obra para adultos, que aunque se nutre de lo clásico y
sus arquetipos, juega con ellos y lo trastoca lo suficiente como para
armonizar suficientemente tradición y
modernidad; que con respecto a esto último, no podemos olvidar una de las
máximas de los textos en los que se nutre esta recomendable cinta, con momentos
no solo aterradores y graciosos, sino que sublimes o poéticos: que las
apariencias engañan. Por otro lado,
también hay oportunidad para la justicia (poética) y la bondad, tal como queda
de manifiesto en todas estas historias tan grandes como la vida.
Pongan ojo en la genial actuación de la
verdadera mala de la película, interpretada por la esposa del director, Carolyn
Purdy-Gordon, hermosa y toda una perra en pantalla (en su papel más destacado
para una obra de su marido) y especialmente en los nostálgicos (y preciosos)
efectos de stop-motion ocupados en varias escenas memorables.
Tratándose de una cinta ochentera, vi esta
recién por primera vez a finales de marzo de 1994, gracias a que me encontré $
1000 pesos en la calle (toda una fortuna para mí en aquel entonces) una mañana
cuando iba con mi papá a presentarme para el Servicio Militar Obligatorio (que
así era en aquellos años), algo que formaba parte de mis propios terrores
reales, si bien yo estaba eximido debido a que iba a entrar a la
universidad. Recuerdo que consideré mi
suerte de aquella vez como un buen presagio y cuando en la tarde volví a casa
ya solo, puesto que mi papá solo le iba a dejar para que estuviera tranquilo,
ya que él no podía entrar, fui a mi videoclub favorito de barrio y me encontré
con esta película. Ya sabía quién era su
creador y hasta el momento solo de él me había visto dos de sus producciones,
que me dejaron con ganas de disfrutar más de su talento.
Tráiler.
2. El Pozo y el
Péndulo (1991).
La primera revisión personal de la obra de
Edgar Allan Poe (el otro escritor adorado por Gordon, junto a Lovecraft),
corresponde también a su primer trabajo para la nueva productora de su amigo Charles Band, Full Moon, dedicada al cine de clase B (si bien la mayoría de los
títulos que salieron de este estudio, se estrenaron directamente al video
casero). Es así que tomando como fuente
el cuento homónimo, nuestro realizador agregó un montón de elementos más a la
trama, sazonándolo todo con los ingredientes habituales en su filmografía de
horror: mucho gore, elementos sobrenaturales, erotismo y humor.
Agregado a la dicho arriba, en esta
versión suya del clásico poeniano, Stuart Gordon se permitió contarnos la
truncada historia romántica de un matrimonio enfrentado a la corrupción y
fanatismo de la Inquisición Española.
Para esto aprovechó de usar como protagonista a la infame figura de Tomás
de Torquemada, personaje real del pasado de España, ligado a esta institución
católica que tantos atropellos cometió, supuestamente defendiendo a los
inocentes del mal de los herejes. En el
filme Torquemada se obsesiona con una hermosa y bondadosa mujer, a la que separa
de su marido, sometiéndola a espantosos vejámenes; no obstante, el verdadero
amor es más fuerte y el marido enfrenta solo los poderes humanos para salvar a
su señora, con un heroísmo pocas veces visto en otros títulos del Stuart
Gordon.
Personajes llamativos aparecen en esta
cinta, a la cual su servidor le tiene un especial cariño: un verdugo torturado
por su pasado, una bruja de buen corazón y las estrellas del filme en
estupendos papeles, como el mismo Torquemada en la interpretación del siempre
solvente Lance Henricksen, un simpático secretario de la Inquisición bajo el
camaleónico Jeffrey Combs (actor fetiche de Gordon, como bien saben) y el
veterano de un montón de películas Oliver Reed, como un muy llamativo cardenal
y con quien el cineasta se permitió homenajear a otro gran relato de Poe: El
Barril del Amontillado.
El comienzo de la película es formidable,
mostrándonos una sociedad dirigida por desquiciados, en lo que el maquillaje
logra representar muy bien este ambiente de pesadilla. A partir de entonces, tendremos muchas más
escenas memorables, donde la dirección de arte viene a ser una de las más
destacadas del cine de Gordon. Por
último, Richard Band, músico detrás de varias de las bandas sonoras del
director, realiza acá uno de sus trabajos más sobresalientes.
Esta fue la segunda película de Stuart Gordon
que pude gozar y la que más me llamaba la atención gracias a que en el primer
número de la revista Fangoria que comencé a coleccionar, venía un reportaje
sobre ella y de ese modo conocí a tal realizador. Todavía estaba en el colegio, en Enseñanza
Media, cuando la arrendé en VHS y si no me equivoco, la vi como dos veces, que
en ese tiempo uno se llevaba las cintas solo por 24 ó 48 horas o a lo más por el
fin de semana. Asimismo, tuve grabado en
cassette su música que tanto me gustaba, que emitieron un domingo en la noche
en el programa Música en 35 Milímetros de la Radio Futuro, que por años
escuchaba con devoción.
Tráiler.
Tus palabras me animan a seguir aventurándome en la filmografía de Gordon.
ResponderEliminarY hay muchas joyas suyas que aún no ves, te queda harto aún.
EliminarCoincido! Un director al que hay que redescubrir... y que al final de su carrera logró también muy buenos títulos, tal vez los mejores. En este csao, tanto Dolls como El Pozo y el Péndulo tienen todo ese clima de terror de los 80 que, al menos a mi, tanto me gusta. Una cosa importante: Gordon nunca toma sus películas en broma. Están plagadas de humor negro, pero no de ese tipo de comedia que daba vergüenza ajena que caracterizó a muchas cintas de terror de aquellos años. Lo de Gordon era amor por el género, má allá del presupuesto que tuviera.
ResponderEliminarSaludos,
RICARDO
Me queda muy claro el profundo amor de Gordon por el cine de terror y lo que hacía, puesto que desde su época en el teatro se orientó a este género; por lo mismo nunca he visto el humor suyo como algo facilista o de autoparodia, al contrario, lo usaba como un recurso inteligente. En cuanto a sus últimos títulos, los dos dramas y el thriller que realizó, luego de mi viaje por su ciencia ficción hablaré de ellos (y termino con sus producciones para la tv).
EliminarGrande Stuart Gordon director que nos deleitó con esquiteses gore y monstruos de pesadillas. No puede creer que no haya dejado este 2020 QEPD
ResponderEliminar¡Qué genial encontrarte por acá! Quedas invitado a hacerte seguidor y comentar cuando quieras, lo que me hace muy feliz. Gracias por dedicarle tiempo a lo que hago.
EliminarPues definitivamente tengo que ver El Pozo y el péndulo. Aparte de ser una de las historias que más me gusta de Poe, quiero ver que fue lo que hizo Gordón con esta película para que te gustara tanto. Cuando mencionaste la obsesión de Torquemada con una mujer, eso me hizo pensar en Claude Frollo y Esmeralda, de Notredame de París (libro y película animada).
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