Este desgraciado año de 2020 aún no acaba
y en su último mes se llevó a otro de los grandes, al genial Richard Corben,
artista de la ilustración que me acompañó durante toda mi adultez, hasta esa
fecha fatídica en que dejó esta tierra el 2 de diciembre. Tenía 80 años cuando partió, así que tuvo una
vida plena, llena de triunfos y legando a sus seguidores un montón de joyas del
cómic y la ilustración. Por razones que
ya deben ser obvias, he decidido dedicarle este post tal como lo hice en su
momento con Stan Lee, cuando llegué al número 600 en mi Cubil del Cíclope, ya
que tal como el sonriente Stan es uno de los creadores que más he llegado a admirar
y cuya muerte me ha causado bastante pesar.
¿Por qué digo que Corben me acompañó
durante toda mi adultez hasta ahora? Pues porque supe de él cuando ya estaba en
la universidad, justamente durante mi segundo año en ella y cuando luego de
estudiar un año completo Filosofía, me metí a la carrera de Castellano. Ese primer semestre del recordado año de 1995,
entré al Curso Facultativo de Ciencia Ficción y allí tuve el gusto de conocer a
uno de mis mejores amigos, a Miguel Acevedo y quien al poco tiempo después me
prestó algunas de sus revistas Creepy, en la que aparecían varios
de sus trabajos; creo que el primero de estos que pude leer y ver fue El
Diamante Negro, que si no me equivoco se trata en realidad de una serie
de historias dedicadas a tal maldito objeto.
Pues les confieso que apenas tuve en mis manos tal relato de horror
sobrenatural, me quedé fascinado con su técnica…Y es que entre los grandes
aportes que le dio al llamado noveno arte, se encuentra su uso del aerógrafo,
por medio del cual logró darle un carácter 3D muy especial a sus imágenes y que
pese a su estilo igual caricaturizado, da la impresión de realidad monstruosa y
palpable con la cual consigue transportarnos a esos ambientes ficticios. Por otra parte, amo sus aberraciones tanto
como las de su colega Berni Wrightson, con quien compartió en las páginas de la
editorial Warren en aquellos años y sus publicaciones para la mencionada Creepy
y su hermana Eerie; pero el trazo de Corben posee algo
que el papá de Shwampy no posee y que me gusta demasiado: un erotismo que
aunque no es realista como el de otros colegas, da gusto cómo contrasta con sus
criaturas pútridas, en una armonía perfecta… Me encantan sus monstruos y sus
mujeres voluptuosas, vampiresas que esconden un lado siniestro atrayente.
Apenas me introduje en la obra de Richard Corben, hice lo posible por conseguir algo suyo. Cuando aún se encontraban ejemplares de la desaparecida editorial española Toutain y gracias a las ofertas de la comiquería Antiyal, donde hice varias de mis primeras compras en materia de historietas, pude comprar al menos dos compilatorios suyos: Den 2 y Mundo Mutante (¿O era Underground?). Estos los leí hace muchos años ya y los tengo por ahí en mi biblioteca (en realidad, en uno de los muebles que poseo donde guardo cómics) junto a un montón más, que no sé bien en cuál lugar se encuentran. La verdad es que no recuerdo de qué se tratan, así que me daré tiempo para buscarlos y releerlos. Muchos años después visité otra tienda del rubro, la carísima ¡Shazam! y allí tenían dos títulos diferentes de la época de Toutain en excelente estado, que se hallaban a muy buen precio y, como no, estaban dedicados a otros títulos suyos; yo andaba sin plata en efectivo y no sé por qué razón no fui a un cajero automático de inmediato; el tema es que quedé de ir al día siguiente o algo así y cuando ya volví se los habían llevado… Por casos como esos, ahora apenas se me presenta una oportunidad así no la desaprovecho, que menos mal hoy en día tengo mi tarjeta para pagar de manera electrónica.
En la misma Antiyal conseguí a precio de huevo Vic & Blood sobre el relato del mismo nombre de otro maestro: Harlan Ellison. Era una edición tipo “taco”, de papel barato, de la editorial Norma y que creo venía con otras historietas, aunque de otros autores. Por ahí la tengo también. Con posterioridad, mientras iba camino a mi casa luego de la pega, conseguí en un puesto de libros que estaba al aire libre varios ejemplares de una mejor edición de Vic & Blood, de tamaño más grande y papel de calidad superior; esa vez compré como 5, uno para mí y los otros para regalar, así que me llevé todos los que tenía el vendedor (luego quedé como rey ante los amigos a quienes les hice tal obsequio).
En una desaparecida tienda de cómics cuyo nombre no puedo rescatar, pillé a módico precio una edición chiquitita y de dos números de Banner, una emotiva historia escrita por Brian Azarello sobre Hulk e ilustrada por Richard Corben. De ese modo supe que aparte de trabajar al amparo de los relatos de horror, este hizo bastante para Marvel, DC y otras compañías no precisamente de miedo; más encima, volvió a hacer dupla con Azarello para Hellblazer (que bien sabemos tiene mucho del género que más le gustaba) y al menos hizo una novela gráfica sobre nada menos que el Motorista Fantasma (personaje marvelita con mucho de la estética del género). En cuanto a Banner y su maravillosa interpretación del Coloso Esmeralda, de puro tonto no me compré la edición de lujo de Panini en tapa dura, cuando la encontré barata en la Librería Chilena.
Un
día andaba vitrineando en la sucursal chiquitita de Crazy all Comics,
una cadena de comiquerías que pese a sus valores excesivos, de vez en cuando
tiene ofertas para volverse loco; fue así cómo me encontré nada menos que con
su versión de La Casa en el Confín de la Tierra, la famosa novela
de William Hope Hodgson y que no hace mucho había tenido el placer de
leer. Menos mal que no dudé en adquirirla
y de paso le conté a Miguelito, otro incondicional de Corben, así que por
encargo suyo me llevé otro ejemplar.
Gracias al dato que me dio mi amigo Marcelo López conocí Buscalibre, servicio de venta de libros, cómics y demases por Internet, el cual siempre tiene geniales descuentos y donde puedes encontrar hasta títulos descatalogados; fue así que entre todas las joyitas que he adquirido por medio de este servicio, se encuentran los dos tomos de La Guarida del Horror, uno dedicado a Edgar Allan Poe y el otro a Howard Phillips Lovecraft, en cuyas páginas hay valiosas adaptaciones de los cuentos de estos y también de algunos de sus poemas; cabe mencionar que en el volumen sobre Lovecraft, el guión corre por completo de parte suya. Un detalle valioso de estos compilatorios, es que junto a sus versiones gráficas de los clásicos, van los mismos textos originales, para disfrutar por igual de las historias también tal como las idearon sus padres.
Solo hace un par de meses atrás adquirí otro compilatorio de Richard Corben por medio de Buscalibre, se trata de un bello tomo de más de 300 páginas con el nombre sugerente de Sombras en la Tumba y que comenzaré apenas termine este mismo 2020, que ya se acaba, el libro que ahora tiene mi atención. Acá encontramos varios de sus trabajos en blanco y negro y una serie de portadas suyas a todo color.
Pendientes me quedan sus trabajos para Conan el Bárbaro, que estuve a punto de comprarme este año y los realizados para Hellboy, los que deseo mucho. Hay otros títulos suyos que he estado a punto de conseguir también en más de una ocasión, que espero adquirirlos ojalá el año que viene, pues están a buenos precios como su recopilatorio de historias para la revista Creepy, El Dios Rata y un tomo más grande de sus adaptaciones de Poe llamado El Espíritu de los Muertos.
Termino este homenaje realizado con todo mi aprecio al maestro, dejando constancia de que prometo volver a verme de una vez Heavy Metal, la película de culto animada de principios de los ochenta y donde en uno de sus segmentos fue adaptada su primera historia de Den, que ya ni me recuerdo de qué se trata, pues la vi en la época de los VHS.
Soñé varias veces con la idea de que adaptara algún trabajo de Stephen King o que ambos hicieran algo exclusivo para el cómic, pero me quedaré con las ganas o la ilusión.
Richard Corben, siempre estarás en nuestros corazones y tengo fe en que en el Más Allá te pueda encontrar junto a otros genios que amo, para así charlar de lo lindo sobre todas esas historias que amamos.
Gracias al dato que me dio mi amigo Marcelo López conocí Buscalibre, servicio de venta de libros, cómics y demases por Internet, el cual siempre tiene geniales descuentos y donde puedes encontrar hasta títulos descatalogados; fue así que entre todas las joyitas que he adquirido por medio de este servicio, se encuentran los dos tomos de La Guarida del Horror, uno dedicado a Edgar Allan Poe y el otro a Howard Phillips Lovecraft, en cuyas páginas hay valiosas adaptaciones de los cuentos de estos y también de algunos de sus poemas; cabe mencionar que en el volumen sobre Lovecraft, el guión corre por completo de parte suya. Un detalle valioso de estos compilatorios, es que junto a sus versiones gráficas de los clásicos, van los mismos textos originales, para disfrutar por igual de las historias también tal como las idearon sus padres.
Solo hace un par de meses atrás adquirí otro compilatorio de Richard Corben por medio de Buscalibre, se trata de un bello tomo de más de 300 páginas con el nombre sugerente de Sombras en la Tumba y que comenzaré apenas termine este mismo 2020, que ya se acaba, el libro que ahora tiene mi atención. Acá encontramos varios de sus trabajos en blanco y negro y una serie de portadas suyas a todo color.
Pendientes me quedan sus trabajos para Conan el Bárbaro, que estuve a punto de comprarme este año y los realizados para Hellboy, los que deseo mucho. Hay otros títulos suyos que he estado a punto de conseguir también en más de una ocasión, que espero adquirirlos ojalá el año que viene, pues están a buenos precios como su recopilatorio de historias para la revista Creepy, El Dios Rata y un tomo más grande de sus adaptaciones de Poe llamado El Espíritu de los Muertos.
Termino este homenaje realizado con todo mi aprecio al maestro, dejando constancia de que prometo volver a verme de una vez Heavy Metal, la película de culto animada de principios de los ochenta y donde en uno de sus segmentos fue adaptada su primera historia de Den, que ya ni me recuerdo de qué se trata, pues la vi en la época de los VHS.
Soñé varias veces con la idea de que adaptara algún trabajo de Stephen King o que ambos hicieran algo exclusivo para el cómic, pero me quedaré con las ganas o la ilusión.
Richard Corben, siempre estarás en nuestros corazones y tengo fe en que en el Más Allá te pueda encontrar junto a otros genios que amo, para así charlar de lo lindo sobre todas esas historias que amamos.
Lo conocí por las obras del "Diamante Negro" en las revistas de Creepy y una de Ciencia Ficción post apocalípticas de un niño que puede hablar con su perro. Que en paz descanse
ResponderEliminarEsa historia que mencionas es justamente "Vic & Blood"... ¡Una joya!
Eliminar¿Qué más se puede decir de Corben? Paramí, junto con Wrightson, de los mejores dibujantes que han retratado el horror. Dueño de un estilo personal e inconfundible, se puede ser un dibujante comercial y hacer obras de autor a la vez. Uno de los más grandes. Descanse en paz.
ResponderEliminarSaludos
RICARDO
Es cierto todo lo que dices, querido amigo. Mucho se le extrañará, pero tendremos harto para recordarlo.
EliminarHola, Elwin. Sabes que poco (o prácticamente NADA) me muevo en el mundo del comic. Aun así, viendo las ilustraciones de este fallecido artista, lo que me viene a la mente son escenas justamente de CONAN el bárbaro. Al comenzar a leer el post pensé que otro artista conocido como Chris Bourassa podía haber tomado inspiración de Corben, pero son estilos totalmente diferentes. Sin embargo, no es descartable esa idea. Te dejo acá un link con algunos de los dibujos de Chris. Míralos y cuentame que te parecen: https://www.pinterest.com/PerfectCyclops/chris-bourassa-art-darkest-dungeon/
ResponderEliminarEl artista que me mencionas no me suena de nada y será genial conocer su obra. En cuanto a Corben, si puedes échale un ojo a sus estupendos trabajos, que tal como te gusta el terror creo serán muy de tu agrado. Gracias.
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