domingo, 9 de mayo de 2021

Razones de sobra para adorar a Alex de la Iglesia.


     A finales del año pasado el famoso director español Alex de la Iglesia, estrenó su segunda serie de televisión, tras su comedia de ciencia ficción Plutón B.R.B. Nero (¡Que aún no tengo el gusto de ver, ni conseguir!), llamada 30 Monedas.  En este caso se trata de un programa de horror sobrenatural con elementos lovecrafnianos, en tono mucho más crudo y serio que lo que nos mostró en sus filmes que lo acercaban al género como El Día de la Bestia y Las Brujas de Zugarramurdi; y es que acá no tenemos humor (o si este se presente, es sin la intención de sacarnos carcajadas), sino que el drama va en crescendo al contarnos una historia sobre una confabulación que lleva más de dos milenios gestándose, para conseguir las 30 monedas de plata que le dieron a Judas por traicionar a Jesús y que conceden a quien las tenga inmenso poder.  Es así que los personajes principales de la historia, configurado por un trío muy especial, deben enfrentarse a los malhechores que dominan la magia negra y se esconden bajo una apariencia respetable, de modo de evitar el mismísimo Apocalipsis.
     En solo 8 potentes episodios, que no hay desperdicio, nos trasladamos a uno de esos bellos y rurales pueblecitos campestres españoles, donde todos se conocen y por lo general nada malo pasa.  Las cosas cambian cuando llega el nuevo cura (la religiosidad católica tan cara al pueblo español, es uno de los puntos determinantes en la trama, algo que solo había abordado el cineasta en su mencionado filme El Día de la Bestia), un buen hombre con un oscuro pasado que se iré revelando poco a poco, a medida que el mal comienza a impregnar el ambiente.  Cuando queda de manifiesto que las fuerzas malignas están haciendo de las suyas en el lugar, no quedará otra que oponerse a ellas, aún cuando en apariencia los héroes no tienen muchas herramientas para ello y gran parte del pueblo estén volviéndose meros peones en esta lucha, donde son sus propias almas las que están en juego.
    Acompañado por su guionista en la mayoría de sus cintas, Jorge Guerricaechevarría, de la Iglesia toma con el talento que lo caracteriza varios tópicos y elementos propios del horror sobrenatural, tal como los monstruos, hechizos, la presencia de las brujas, posesiones demoniacas y los respectivos exorcismos, además de la presencia de sociedades secretas conocedoras de arcanos saberes relacionados con lo satánico.  Las escenas ligadas a los actos de magia negra son impactantes y no aptas para los espíritus más sensibles, que estamos hablando de un show por completo para adultos y si se manejan en estos temas, con mayor razón disfrutarán del espectáculo; nunca antes habíamos visto tal nivel de gore en las obras del director y eso que desde un principio a este le gustaron los detalles al respecto.  De igual manera, el sexo sigue estando presente en su trabajo, donde además la belleza de los cuerpos de dos de sus protagonistas no dejan de recrear la vista de los espectadores de toda tendencia, otra cosa habitual en la cinematografía del artista.
    También hay mucho uso de efectos especiales, más que nunca en la filmografía del maestro y en general están excelentemente trabajados, entre mecánicos y digitales, además del maquillaje que ayuda bastante a transportarnos a estas situaciones de pesadilla… Por todo lo anterior, podemos perdonarle el deplorable GGI final de la gargantuesca criatura que sale en el último episodio y que parece más de un videojuego, que de una producción de tanta calidad como esta.
     Como es habitual en el cine de Alex de la Iglesia, nos volvemos a encontrar con actores de su confianza, destacando en este caso Pepón Nieto como un valeroso guardia civil (el único de la zona) y que viene a ser el secundario más relevante del argumento; por otro lado,  Carmen Machi encarna a una atribulada mujer que no puede tener hijos y Secun de la Rosa, ahora hace de un viejo amigo y colega del cura coprotagonista.  Por otro lado, por fin vuelve a llamar a sus filas a Macarena Gómez, tras su simpático papel de ex esposa despechada en Las Brujas de Zugarramurdi y quien ahora encarna a una esposa, pero en un tono por completo distinto (por cierto, comparada con el guapísimo marido que aquí tiene, se le ve bastante desmejorada y eso que en Dagon de Stuart Gordon estaba preciosísima… ¡Tristemente algunas mujeres no envejecen muy bien que digamos!).
     Para los admiradores de Miguel Ángel Silvestre (y más si tuvimos la dicha de descubrirlo en Sense8, donde tantas “satisfacciones” nos dio), acá es uno de los tres coprotagonistas, haciendo del alcalde del pueblo.  Por otro lado, la tercera coprotagonista está a cargo de la sexy Megan Montaner, una veterinaria que se ve envuelta junto a los otros dos en tantos entuertos que es para sorprenderse.
     La maldad como algo inherente al ser humano, que opta por abrazarla para conseguir poder y la misma existencia de esta como una fuerza de carácter sobrenatural, vienen a ser unos de los tópicos abordados por la serie. En contraposición a lo anterior, tenemos los protagonistas que más que héroes, son antihéroes, puesto que con gran sacrificio por parte de ellos para asumir sus roles como salvadores, terminan por cumplir con sus destinos; antes de todo, deben enfrentar sus propias inseguridades, donde el pasado pesa mucho sobre sus conciencias, encontrando problemas de fe y un romance no concretizado que complican a estos personajes; por lo tanto, a diferencia del héroe arquetípico, no toman su misión como algo que sea de carácter mesiánico y como un honor, sino que es lo que les queda si desean sobrevivir y de paso que todo vuelva a la normalidad.  Por ende, estamos frente a la eterna lucha del bien contra el mal (y lo más impactante, es que supuestamente en esta ocasión el Cielo no se ha manifestado, así que todas las esperanzas están cifradas por el momento en el libre albedrío y el amor al bien de la mayoría de los seres humanos). 
      Por último, que lo mejor es que descubran por ustedes mismos lo magnífico de esta producción, aplausos para la cuidada secuencia de los créditos de apertura, algo que los gringos lamentablemente han descuidado y que nos demuestra una vez más la versatilidad del responsable de joyitas como esta y sus cintas tan apreciadas.



                                                                          ¡Aprendan, gringos!

2 comentarios:

  1. La serie fue una grata sorpresa y me alegro de habertela recomendado y mucho más de que la hayas disfrutado. El único punto negativo que le encontré fue el final. En mi opinión, hubiera quedado mucho mejor si fuera AUTOCONCLUSIVA, ya que con la situación actual, no se sabe si podrá salir una segunda temporada. Que la serie concluyera con un cierre y luego, si venía una 2da temporada, nos plantearan al inicio de esta (episodio 1 preferiblemente) lo que sucede y los hechos que nos llevarán al desarrollo de una nueva historia. Eso hubiera sido mejor que dejar "planteada" la posibilidad de una secuela (que no sabemos si llegará o cuando) en el final.
    En una campaña de rol, yo prefiero hacer eso: Cerrar la historia y luego, si continuamos, plantear la nueva historia al inicio del nuevo arco y no dejarlo planteado desde el final. De la Iglesia dijo en una entrevista (lo leí en el blog de nuestro amigo R.R. López) que el se planteó la historia de 30 monedas como si fuera una campaña del juego de ROL "La llamada de Cthulhu", del cual el mismo ha diseñado varias aventuras, incluso una publicada recientemente.

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    1. Efectivamente tú me diste la buena noticia de que existía este show y me estuve aguantando a que terminara para verlo... Ojalá la segunda temporada esté pronto y sea más larga, que con joyitas como esta uno queda con ganas de más, je. A ver qué nos depara el futuro.

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