domingo, 20 de septiembre de 2020

No me convence, sorry.



     Carbono Alterado fue, sin dudas, uno de los grandes éxitos de crítica y público de Netflix en 2018 y tras 10 episodios que nos mantuvieron atentos desde principio a fin, era de esperar que pronto estrenaran la segunda temporada; las expectativas eran altas, que el show sinceramente había dejado la vara muy alta en materia de series de televisión de ciencia ficción, dirigidas a un público adulto y exigente, amén de satisfacer por completo a la audiencia friki amante del ciberpunk (el subgénero al que corresponde esta obra) y que desde hace rato no veían en live action algo tan impactante, desde el punto de vista visual y argumental.
    Hasta que llegó el momento tan ansiado y ello vino con la sorpresa de una nueva contratación para el papel estelar: el moreno Antonie Mackie, un actor querido por los más ñoños de la casa por interpretar al justiciero Falcon en las películas del Universo Cinemático Marvel.  Es así que al histrión le tocó hacer del "Enviado" Takeshi Kovacs, el mismo protagonista de la primera temporada, ahora con una imagen renovada tras cambiar de funda (cuerpo) y en lo que pareciera ya un paseo por distintas gamas entre etnias (tras ser originalmente japonés, luego caucásico y ahora negro).
    A lo largo de sus 8 capítulos (un par menos que lo entregado anteriormente), nos enteramos de que 30 años han pasado aproximadamente desde la última vez en que vimos al antihéroe. Este ahora no solo tiene una actualizada apariencia, sino que su cuerpo actual posee importantes modificaciones.  Más encima, regresa a su hogar y con él viene su leal amigo, la inteligencia artificial holográfica Poe (dentro de lo mejor de la temporada), quien nos dará verdaderos ejemplos de fraternidad. 
     Agregado a lo anterior, en su más reciente aventura, el renovado Takeshi hace una nueva aliada (en circunstancias muy especiales) y hasta el propio Poe consigue su propia compañera (lo que incluye, nada menos, que un romántico romance entre IAs), se reencuentra con viejos amigos y enemigos (lo que para nosotros también significará volver a ver unas cuantas caras ya conocidas, si bien considerando las características de la trama, no se trata de reuniones tan sencillas como estamos acostumbrados en la vida real o en las historias más convencionales) y, por último, vuelve a su agitada vida el amor perdido (que tal vez sería mejor que nunca lo hubiese logrado).
      Un villano del pasado se hace presente, eso sí con un muy atractiva renovada identidad (lo que incluye otra vez el tema de la traición) y aparece una nueva rival, que encarna el consabido arquetipo del político corrupto y mentiroso. 


    Por otro lado, se ahonda más en lo que concierne a la raza inteligente no humanoide, supuestamente extinguida, que habitaba el planeta donde transcurre la trama; de igual manera, los raros árboles nativos del lugar, cumplen un rol más destacado dentro del guión.  Respecto a todo esto, algunas de las mejores sorpresas de la temporada se van a desarrollar a lo largo de sus capítulos.
     En lo que para unos es "moda", para otros una señal positiva de los nuevos tiempos y donde la diversidad de todo tipo está presente como corresponde, una de las coprotagonista no solo es lesbiana, sino que tiene una pareja estable (ignoro si se "habla" de que está casada) y más encima tiene un hijo junto a su compañera...Pero vuelvo a plantear una vez más mi molestia al respecto: Si todo esto es posible ya estas alturas, mostrándolo de manera tan espontánea, por qué no hacerlo a través de la figura de dos hombres masculinos (pues al final todo esto de tener solo lesbianas entre los protagonistas, no es más que un  recurso sexista y facilista, sin dejar de atender a las mismas fantasías de hombre heterosexuales, para quienes la idea de mujeres teniendo sexo entre ellas responde a unos de sus mayores morbos).
     Se nota que gastaron  mucho dinero en esta breve segunda temporada, donde la espectacularidad prima y en especial durante el clímax de cada episodio, para dejarnos ansiosos de ver el siguiente...Sin embargo, entre un giro argumental y otro, con misterios por resolver y revelaciones, más entuertos que superar, al menos a mí el guión se me hizo soporífero y no logró encantarme (que me costó terminarme la temporada, debido a la tremenda decepción que me significó). La verdad es que a estas alturas, los mejores shows me los doy en mi cabeza cuando leo una buena narración y solo si logra entretenerme una buena producción audiovisual (que necesariamente, no tiene por qué ser algo tan sofisticado desde el punto de vista argumental), es porque tiene personajes carismáticos y, lo que me parece más importante, una trama seductora que se puede seguir sin mayores complicaciones (y en este caso, como ya dije, solo Poe logra acaparar mi atención y, en cambio, las varias triquiñuelas argumentales terminaron por cansarme).
    Sé que hay gente que le gustó lo visto este año e incluso le parece superior que la pasada vez, no obstante por mi parte cuando me enteré de que cancelaron la  serie (supuestamente debido a sus altos costos), me pareció que esto era algo obvio luego del malgasto de dinero y su debacle.  En fin, como dice el dicho: En gustos no hay nada escrito.
    ¿Y a ti qué te pareció?

                                                  ¡Así se hacen unos buenos créditos a apertura! 
                                             (lástima se hayan quedado en pura imagen no más).

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