I.
El comienzo de todo.
De niño solo asistí cuatro veces al
cine y eso fue a principios de los ochenta y la última vez supongo que ocurrió a mediados de esa década prodigiosa. Las
dos primeras veces fuí con mis papás, primero a ver Alicia en el País de
las Maravillas en la versión animada de Disney y la segunda El
Barrendero de Cantinflas; en ese tiempo en Chile se estrenaban con
bombos y platillos reposiciones, que los títulos mencionados ya eran pelis "viejas" en aquellos años y en
ambas ocasiones me llevaron solo a mí (el muy regalón... y todavía recuerdo el
miedo que me dio cuando antes de entrar a ver la cinta mexicana, mi mamá
preguntó en la boletería si los niños pagaban y es que pensé de
dónde sacaría dinero para costearme mi entrada).
La tercera vez acudí junto a mis hermanas mayores
Kika y Ani, quienes nos sacaron a pasear a mi hermana menor Jenny, a mi hermana unos
años mayor Mabel y a nuestra sobrina Cherie, más su humilde servidor, a ver
nada menos que Furia de Titanes. El clásico filme con efectos
especiales del maestro Ray Harryhausen, se estaba exhibiendo en el entonces
sofisticado cine Santa Lucía, el único que había en la ciudad (no sé si
existían otros de su tipo en el país) con el sistema de la pantalla curva y
gigante de Cinerama (un antepasado del IMAX); definitivamente me aterré con los
monstruos y en especial con el Kraken, que a los ojos de un niño por entonces
parecía que iba a salirse para arrasar con el público.
La cuarta vez también asistí en familia y
esta vez la encargada de los pequeños fue mi otra hermana Mirtha, aunque ahora
los niños éramos solo los hermanos Jenny, Mabel y yo. El largometraje elegido fue La
Ratoncita Valiente, que en la escena cuando le salen una especie de
poderes con rayos y cosas así, también me dio algo de miedo (aunque esa vez no
me tapé los ojos, ni grité).
Tuvieron que llegar los noventa para que
por fin pudiera comenzar a ir al cine, ahora con cierta regularidad cuando aún
escolar (si bien en la enseñanza media), ya tenía mayor independencia y permiso
para asistir con amigos y hasta solo.
II.
Cómo funcionaba todo antiguamente.
Me habría gustado haber disfrutado más de
los cines en los ochenta, que me perdí tanto y solo gracias a lo que me han
contado mis amigos puedo hacerme una idea de sus maravillas (todo con un
extraño sentimiento de nostalgia por algo que apenas conocí, pero que igual
forma parte de mi vida pasada y querida).
Les voy a habar de cómo eran las cosas acá
antes de las salas en malls y con tecnología avanzada como las de ahora. Para ordenarme en mis ideas, voy a enumerar
punto por punto, así me aseguro de que no se me escapa algo de estas remembranzas.
1.
En primer lugar algo normal de las exhibiciones, era que fuesen rotativas, o
sea, uno pagaba por su entrada y podía repetírsela todas las veces que quisiera
el mismo día. Esto permitía que si uno
llegaba atrasado a una función, entraba no más cuando ya llevaba un rato
dándose la peli y luego se quedaba para ver lo que le faltaba y seguir en un
ciclo continuo si se le daba la gana.
2. Para ver una película estreno y en especial
los verdaderos blockbusters, se debía hacer fila y esta podía incluso abarcar
cuadras, ya que no había preventa, ni reservas telefónicas. Se podía pasar
horas "a la cola" y si se era pudiente podía ahorrarse el tiempo de
espera, comprándole a los revendedores las entradas que ignoro qué tanto subían
el costo de estas (al respecto, nunca voy a olvidar las más de 5 horas que
estuve esperando para ver junto a mis hermanas Jurasic Park,
justo al comienzo de las vacaciones de invierno y que al final no pudimos
ingresar porque nos choreamos de tanto estar de pie y perder el tiempo... que menos
mal ese día no llovía).
3.
Asimismo, solo unas pocas salas te hacían escoger tu asiento antes de comenzar
la función, así que era todo un engorro cuando entraba la gente en tropel a la
sala y prácticamente debías luchar por el mejor asiento en el caso de que fuesen muchos los que
estaban adentro... ¡Imaginen lo complicado que era si más encima habías
asistido en grupo!
4.
Para entusiasmarte con la dichosa cinta al estar en las dependencias del cine,
en sus paredes exteriores habían unas pequeñas vitrinas dentro de las cuales
ponían bellas fotos de la obra, en calidad fotográfica con el propósito de que diera más gusto
apreciarlas (mucho deseé tener algunas de ellas y me imaginaba cómo adquirlas).
5.
Habían expertos que reproducían en tamaño gigante los afiches de los
largometrajes, pintados a mano y con colores tan vistosos, que cuando mirabas
estos lienzos puestos sobre un armazón de madera encima de la entrada de los
cines (en el caso de los más gigantes) o en los pasillos y puertas, quedabas
deslumbrado. Era un arte y una disciplina
que extraño, lamentando se haya perdido y me pregunto qué fue de quienes las
hacían y cómo fueron sus vidas una vez que no los necesitaron más para ello
(¿Quedarán todavía algunos de aquellos bellos cuadros rescatados del olvido y
la destrucción?)
6. Cuando
las pelis ya llevaban su buen tiempo en cartelera, se llevaban a los cine
dedicados a exhibir programas dobles y triples; algunas veces juntaban más de
un título del mismo género u otras veces era una mezcla bizarra de un estilo y
otro. Por mi parte, tuve la suerte de disfrutar hartos de esos espectáculos,
que lo mejor era que tenían el formato rotativo y por muy poca plata uno se
daba todo un festín.
7.
En los programas dobles antes de una peli o entre medio de una y otra daban El
Mundo al Instante, unos interesantes documentales alemanes de
curiosidades europeas y también cartoons como El Pájaro Loco o Droopy
(al menos de lo que yo recuerdo haber visto).
8.
El antiguo formato del Cine 3-D con las gafas que llevaban una lámina roja y otra azul,
una distinta para cada ojo, ya había pasado su etapa de gloria hace rato; sin
embargo, en 1992 pude darme el gusto de ver la única cinta con ese recurso y
que fue La Muerte de Freddy, que aún me fascina. La manera de cómo hoy en día se utiliza esta
tecnología más avanzada no me gusta mucho, que ya no se privilegia la idea de
las imágenes que parecieran salir de la pantalla, sino que cómicamente es todo
al revés: primar la profundidad de las escenas.
9.
Antes existían los llamados "cines de barrio", salas más pequeñas que exhibían reestrenos y también programas dobles y triples. Siempre quise ir a uno y estuve a punto de
asistir al de Cartagena durante unas vacaciones de verano, que teniendo el
dinero al final desistí y ello me penará por siempre (siendo ese mismo un lugar del
cual mi querido amigo Miguel Acevedo tiene bellos recuerdos y hasta escribió un libro al respecto). De más chico a veces
pasaba por el que se encontraba en la calle San Pablo y uno en una pequeña galería en
Estación Central, como otro que estaba en un "caracol comercial" en
el paradero 17 de Gran Avenida; locales afuera de los que me paraba para
contemplar con deseo los afiches que ponían, dentro de esos carteles que se
abrían por ambos lados y que los protegían con un vidrio (no se me ocurre una
palabra más exacta para definirlos, sorry).
Como era muy chico cuando funcionaban, nunca me aprendí sus nombres. Los
que no demolieron, fueron transformados en
discos, clubes nocturnos, tiendas o iglesias evangélicas.
10.
Otros cines se transformaron luego de la decadencia de las viejas salas y la
llegada de las cadenas internacionales, en salas porno.
11.
Por cierto, al Cinerama solo volví a ir una vez y eso fue en 1992 para ver
junto a mi cuñado Fabián (uno de mis compañeros habituales al cine de mi época
de liceano, que además como tenía plata si no me invitaba al menos me compraba
algo rico para comer) nada menos que El Hombre del Jardín, supuestamente
basada en el cuento homónimo de Stephen King; un muy buen filme de ciencia
ficción, pero que vendieron de manera engañosa como una adaptación del llamado Rey del Terror.
12.
El Centro de Santiago estaba lleno de salas de cine de todo calibre, entre las
más topísimas y con mejor calidad de imagen y sonido, las de "medio
pelo" y las que no se habían renovado, aunque daban o bien cine-arte o bien los
populares programas dobles y triples.
Dentro de los mejores, recuerdo con un gran cariño el más ostentoso de
todos: el Gran Palace, una sala gigantesca que opacaba a todas las demás y
donde fuí a ver muchas de mis películas favoritas; posteriormente fue transformada
en multisala perteneciente a Chilefilms (compuesta de 4 salas), para competir
con las empresas extranjeras que llegaron a instaurar su imperio... Fue en esos
últimos años que se puso al lado un local de la cadena Bravissimo, que tanto me
gusta y entonces era costumbre con mis amigos antes o después de la peli pasar
a comer algo rico. Para pena de los cinéfilos como yo, desaparecieron casi
todas estas salas y hasta Hoyts cerró dos de sus dependencias, siendo la
clausura que me dolió más la del Paseo San Agustín, con la que comenzó la era de
las multisalas modernas a finales de los noventa (su "deceso" fue
hace como dos años ya) y que visité hasta con mi mamá y mi sobrinito Amilcar.
13.
Era muy habitual en lugares del "tercer mundo" (¿O tal vez también en
los llamados "países desarrollados?), que se exhibieran telefilmes como todo
un producto hollywoodense de alto prestigio; fue así cómo llegó acá el piloto
de la serie original de Galactica a finales de los setenta y en
los ochenta se dio Shogun, cuando aún se estaba dando en la tele.
14.
Por otro lado, en una época en la que yo aún era muy niño o bien no tengo
mayores recuerdos al respecto, salvo lo que me han contado mis amistades, se
exhibían hartas animaciones japonesas (no series, si no que animés realizados para
los cines nipones y verdaderas joyas, por cierto); lo mismo que mucho kaiju,
que incluso a fines de los setenta para aprovechar el estreno de la versión de King-Kong
producida por Dino de Laurentis, algunos distribuidores nada de tontos trajeron
para estos lares antes de la superproducción gringa, la entretenida King-Kong se escapa.
III.
El cine hoy.
Ahora que seguimos con esta pandemia y pese
a ello se está levantando poco a poco la cuarentena, todavía es incierto cuándo
vuelvan a abrir los cines; como también no sabemos en qué condiciones
funcionarán, mientras no haya una vacuna contra este bicho desgraciado. Un
montón de títulos proyectados se retrasaron y en el caso de muchos ya tienen
nueva fecha para el año que viene.
Mientras tanto nos queda extrañar estos lugares y recordar los mejores
tiempos, cuando lo que he contado era parte de la vida de uno, todo era más
sencillo a los ojos de un niño o alguien más joven y todavía "el mundo no
se había movido".
¡Qué lindos recuerdos! Yo sinceramente no recuerdo mis primeras películas (era muy hico), pero si ya siendo casi adolescente me acuerdo mucho más. En mi ciudad, Mar del Plata, la mayoría de los cines están concentrados en el centro de la ciudad. Y habría mas o menos 10 salas en total. Mi primera película 3D recuerdo que fue Martes 13 Parte 3. ¡Qué emoción! Y otro gran recuerdo que tengo es el de ir a un cine muy chiquito, pero al que ibamos seguidos con mis amigos porque daban 2 películas de terror seguidas, con una sola entrada. Recuerdo que ahí vi Halloween 1 y 2 seguidas. ¡De terrro!
ResponderEliminarSaludos,
RICARDO
¡Qué atroz, amigo, leíste este texto antes de que lo corrigiera, pues lo subí de madrugada de puro obsesivo y eso que debía echarle un vistazo antes de colgarlo a la red!
EliminarHace meses que deseaba escribir sobre el tema y veo que tenemos tantos puntos en común los cinéfilos como nosotros. Me habría gustado ver filmes de terror en el cine como tú, una experiencia importante que me perdí.
Me ha encantado mucho tu entrada sobre tus primeros recuerdos en el cine, yo soy muy cinéfilo, aquí en España también han cambiado mucho las cosas con respecto a los cines, mi primera experiencia en los cines fue a los seis años, la primera película que fui a ver al cine con mi familia fue la segunda parte de los Gremlins sin haber visto la primera parte que luego la vi por televisión en la adolescencia, también recuerdo que me llevaron a ver las Tortugas ninjas, la primera parte de Solo en casa que en latinoamerica la conoceis por el título de mi pobre angelito y de Disney la primera que fui a ver al cine y llegué a verla hasta dos veces en el cine fue la sirenita.
ResponderEliminarAntes en España existían las llamadas sesiones dobles pagabas tu entrada y podías ver dos películas seguidas en el cine, eso no lo he vivido porque cuando empecé a ir al cine era ya la época de los 90 pero en los 70 y en los 80 era muy habitual, también tengo una anecdota y es que cuando fui a ver al cine Fievel va al Oeste la película ya estaba empezada pero me dejaron que pudiera quedarme a la siguiente sesión y verla completa, esto hoy en día es imposible.
Otra de las cosas muy habituales es que donde yo vivo había un cine en cada esquina, pues desgraciadamente con el paso de los años y al aparecer los cines en los centros comerciales muchas salas de cines cerraron, otras terminaron siendo derribadas y ya solo han dejado en pie uno de los cines más antiguos que solo se usa cuando hacemos el festival de cine de todos los años.
Por lo que ahora solo hay cines en los centros comerciales, a unos precios que son un robo y ahora con la situación que estamos viviendo la gente no va a ir al cine tanto como antes, yo antes iba mucho al cine, durante mi infancia y adolescencia no había un mes que no fuera a ver una o dos películas, con los años el cine ha decaído mucho, la subida de precios tampoco ha contribuido mucho y terminé yendo al cine solo si se trataba de una película que tuviera muchas ganas de ver, pasé de ir todos los meses a ir una o dos veces al año, curiosamente el año pasado si fui al cine cuatro veces para ver las películas de Toy Story 4, Frozen 2, la película de Downton Abbey y Star Wars Episodio IX película que he visto dos veces la primera con mi padre y la segunda en año nuevo de 2020 con mi primo por lo que puedo decir que este año he ido una vez al cine, ¿Cuando volveré al cine? pues cuando pase todo esto del virus y cuando haya una película que me den muchas ganas de ir a verla pero la salud y cuidarse mucho es antes que nada.
Espero que algún día el cine recupere parte de su magia y originalidad que hoy en día con tanto CGI, remakes y reboots poco hay que ver.
Me sorprende que un amante del cine como tú vaya tan poco ahora...¿Tan caro sale ir hoy en día en España?
EliminarSolo espero poder ir pronto de nuevo a estos lugares que amo, que echo de menos.
Querido amigo que nostalgia me trasladaste hasta mis 13 añitos cuando mi mamá me llevo por primera vez al cine, vimos Titanic y recuerdo perfecto las funciones rotativas que tu describes, ya que nos quedamos viendo la película de nuevo. Lindos recuerdos y muy buen post.
ResponderEliminarUn abrazo cariñoso.
Me alegra mucho que hayas compartido conmigo este texto que escribí de un tirón y con tanto sentimiento...A ver si cuando se arregla esto vamos a ver una peli al cine (tengo ganas de visitar el Normandie).
EliminarBuen texto, mi amigo. El tema de las salas de cine del centro de Santiago, de los cines de barrio y de los cines que había en los balnearios, tú sabes que es algo muy importante para mí. Mis idas al cine en familia, y luego con amigos o simplemente solo, están entre los recuerdos que más atesoro, mi estimado.
ResponderEliminarEstos recuerdos tan preciados nos unen a muchos de nosotros, que si bien solo llegamos a compartir parte de esta historia al respecto mucho tiempo después, forma parte de nuestra amistad. Cuando escribía este texto te tenía muy presente, a Marlo, a Ledda y a mucha gente valiosa para mí, incluso algunos que ya no están conmigo. Gracias por pasarte por acá y compartir.
EliminarExcelente post, Elwin. Me despertó algunos recuerdos: La primera película que fui a ver en un cine, siendo niño, fue quizás Superman 4, que nos llevaron de la escuela, quizás en 1988. Luego de eso fui en familia a ver la famosa Bloodsport (titulada por acá Contacto Sangriento), el debut cinematográfico de Jean-Claude Van Damme. Y después una película de serie B llamada Contacto Mortal, que erróneamente creía que era la continuación de Contacto Sangriento, por el nombre. Acá en el pueblo donde vivo sólo recuerdo que existieran 3 cines: El cine-teatro canaima, al cual fui una vez en 1985 o 1986, pero no a ver una película, sino una obra de teatro horrible; el cine bolívar, que era tenido como un antro de mala muerte y el Cine Principal, que fue donde vi las películas que te nombré. El Canaima desapareció antes de finales de los 80 y su local estuvo en ruinas durante muchos años hasta que fue comprado por unos chinos y hoy en día tienen allí un supermercado. El cine bolívar murió a comienzos de los 90. Y el principal se mantuvo hasta 1993 o 1994, donde también tuvo que cerrar. Desde entonces, no ha habido más cines acá y si quería ir a ver una película en dicho formato, tenía que ser en otra ciudad.
ResponderEliminarSiempre me imagino tu pueblo/ciudad y ahora que me cuentas esto idea que tengo de tus tierras se va extendiendo más la imagen mental que tengo de allá... Me pregunto si te quedaban cerca esos cines y te ibas caminando a ellos. Por lo que dices, queda confirmado el dicho que dice "Todo tiempo pasado fue mejor" ¿No? Por mi parte, me habría gustado hacer tantas cosas que en aquella época que rememoro me perdí
Eliminar¿Te habrá gustado tu primera peli a esa tierna edad? (¡Es que es tan mala!)
Sobre lo que comentas al final, se me ocurrió añadir algo luego de publicar el comentario anterior. Imagino que no te importa... Jejejeje... ¡Más comentarios! Bueno, hace una o dos semanas charlaba por un grupo de Whatsapp con unos amigos cinéfilos. Uno de ellos está viviendo en Perú. Y decían que las perspectivas para los cines como empresas no son buenas, gracias al desgraciado virus este. Uno de ellos, fan del cine a más no poder aventuraba que quizás serían reemplazados casi totalmente por los servicios de stream, como Netflix, Disney+ y muchos más que acá ni conocemos. Y si te fijas en el caso de Mulan, ya ves lo que hizo Disney al respecto. Leí que no era suficiente tener el servicio contratado, sino que si querías ver la mencionada película EN ESTRENO tenías que pagar 30$ por ella. ¡Dios mío! Creo que eso es más de lo que cuesta una entrada a un cine REAL y todavía compras palomitas, refrescos y otra cantidad de dulces (chucherías) y no llegas a gastar 30$.
ResponderEliminar¡Noooo! ¡Los cines no pueden irse! (Bien sabes cuánto me gusta ir a ellos). La verdad es que estoy seguro que apenas se solucione esto, que nunca pierdo las esperanzas en que las cosas se van a arreglar, la industria del cine como muchas otras va a reestablecerse (echo tanto de menos mi vida social, como pasear, ir a servirme algo rico a un restorant o salón de té, ir de compras a mi antojo).
EliminarEn cuanto a "Mulan"...¡Muchas ganas tengo de verla! (y lo más probable es que la descargue).
Saludos Elwin, aquí murinus2009.
ResponderEliminarQue Buena Entrada es está Elwin!
Me gustó mucho!
Felicitaciones!
Resulta que en los lejanos 80s. Yo tuve la fortuna de ir mucho al cine es uno de los pasatiempos que más adoro.
Tuve la suerte de vivir cerca de muchos fines los más famosos los de Plaza Universidad que se dice fue el primer Mall de Latinoamérica.
La primer cinta que recuerdo ver fue:
El Regreso Del Jedi.
Allá por 1983 y quedé impactado a la fecha es de mis favoritas eternas.
Esa la vi en un multicinema aquí usaban el mismo tipo de letras del penúltimo anuncio que pones que dice: cinerama.
Luego vendrían muchas más la segunda que más recuerdo es:
Godzilla contra El Cangrejo Gigante.
En realidad se llama Monstruos Del Mar.
Otra que fue un gran evento ir a ver fue:
Ben Hur.
Y es que en esa fue casi toda la familia éramos unos 10 en total.
De esa recuerdo la escena de las galeras y la carrera final.
Ya que mencionas ir a ver una de Cantinflas a mi mi tocó ir a ver en cine de este cómico:
El Patrullero 777.
Esto fue en un cine fronterizo con el Estado De México recuerdo que para llegar al cine teníamos que atravesar un puente vehicular a pie y me daba vértigo porque el barandal estaba muy bajo como de 90 CM.
Vendrían despues:
-Los Hijos del Capitán Grant.
-Indiana Jones y El Templo De La Perdicion.
-Gremlins.
-He-Man, con Dolph Lundgreen.
-He-Man y She-Ra.
-Mazinger la película.
-Los Aristogatos.
-El Joven Einstein.
-Cocodrilo Dundee.
-Cazafantasmas 2.
-Bala de Plata, basada en un cuento de Stephen King que me dejó espantado como una semana.
-Babe y el Secreto De La Leyenda Perdida.
-Starman.
-La Espada En La Piedra.
-Depredador. De mis favoritas eternas
-The Running Man.
-El Retorno De Godzilla.
-Critters.
-La Nueva Leyenda.
-Penitenciaría 2
-Águila Negra
-Turbocop
Y quizá la que más recuerdo de esa decada.
-Batman, de 1989.
Para la cuál hubo que hacer cola varias veces creo que tres, porque los boletos se agotaban, solo la última vez llegando como 2 horas antes de la primera función fue que alcanzamos boletos.
Y si que valió la pena.
Continuara...
Me alegra mucho saber que este post haya sido del gusto de mis lectores y en especial de gente como tú...¡Hartas pelis viste en esa década prodigiosa! (a diferencia mía). Siempre es hermoso recordar aquellos años y ver qué tenemos en común.
EliminarHola de nuevo León, aquí murinus2009.
ResponderEliminarPara concluir con los 80s. Y pasar a los 90s. Solo diré que me faltó mencionar de las que me gustaron:
-King Kong 2, la producción de Dino de Laurentis
-El Vuelo Del Navegante.
-Rocky III
-Rocky V
-Cuenta Conmigo.
Y muchas otras que ya no recuerdo más que un poco de que trataban.
Otra cosa que recuerdo junto con las carreras y peleas pera ganar buenos lugares es que en esas épocas antes de la función los niños se ponían a correr y jugar frente a la pantalla, eso pasaba en Chile?
También recuerdo que había intermedios más o menos a la mitad de la película.
Lo que si creo que no paso por aquí fue
Las Matines al menos no recuerdo ningún programa 2 x 1 lo que si había permanencia voluntaria.
También me habría gustado ver salas dedicadas a proyectar cine de anime y kaijus.
Ya para los 90s. Las sucesivas crisis económicas de los 70s. Y 80s. Habían dejado mal a muchos cines y unos cerraron definitivamente otros fueron reabiertos convertidos en multisalas
Muchos de estos cines eran obras majestuosas de arquitectura, uno que se recuerda es el Ópera que en 2020 sigue en ruina uno que se salvó y hoy es teatro se llama Metropolitan.
Cines porno todavía en febrero de 2020 vi uno funcionando en el centro histórico se llama o llamaba Savoy, otros más de ese estilo se volvieron plazas comerciales.
Al igual que en Chile unos más junto a teatros acabaron como iglesias evangélicas.
Los 90s. Siento que no disfrute tanto buen cine quizá era porque ya me tocaba pagar je je.
De esta década funesta para mí recuerdo:
-Terminator 2
-Batman Regresa que no me gustó
-Cliffhanger.
-Escape De Los Angeles.
Otras que detesto de esa década además de cine de arte que querían obligarme a qué me gustará como:
-Batman Eternamente
-Spawn
Que terminaron con el cine de superhéroes esa década.
Ya para final de la década recuerdo
-Ciudades Oscuras.
-Matrix.
Los 2000s. Verían la destrucción de muchos fines ochenteros que yo adoraba los más memorables los de Plaza Universidad que de ser 6 5 multidalas y uno con pantalla de 70mm. Llamado Dorado 70 (ahí vi Batman de 1989) al reconstruirse construyeron 15 salas más modernas.
Hoy en plena pandemia con cuarentena que no acabará sino hasta mayo de 2021 o quizá nunca los cines atraviesan un muy mal momento.
En septiembre de 2020 ya les permiten abrir conuchas restricciones: distanciamiento social, desinfección, toma de temperatura a los asistentes, no hay venta de comida para consumir ahi.
Muchos en ciudades pequeñas han cerrado sucursales.
Creo que sobrevivirán las grandes cadenas reducidas, los cines de arte parece que no.
Mi deseo es que el cine siga es una experiencia casi religiosa, un ritual, no me apetece reemplazarlo por TV ni streaming.
Gracias por esta gran Entrada Amigo.
Nos vemos pronto, cuídate mucho Elwin, no bajes la guardia
Se supone que la siguiente entrada de esta serie de posts (y quizás la última, a menos que se me ocurran otros temas relacionados), será sobre la televisión por cable y que igual no es tanto lo que tengo que decir al respecto (pero a ver cómo me sale).
EliminarGracias, de nuevo, por darte el tiempo de leerme y contarme tu punto de vista respecto a aquello que nos ha reunido otra vez.
Que estés bien, amigo, y ojalá posamos chatear como antes (que ahora en que más tiempo tengo, debido a esta cuarentena, no te he visto conectado).
Era todo un evento ir a los cines en mi familia. Era el paseo obligado en las vacaciones de invierno (julio acá en Chile) el ir a ver la producción Disney del año, que en Concepción (yo vivo en Penco, que queda al lado) llegaban al cine Regina, uno de los mejores de la ciudad (era el cine "familiar"). Otro cine recurrente era el Ducal (que traía los estrenos).
ResponderEliminarSé que la primera película que vi fue la Guerra de las Galaxias, pero de esa experiencia no me acuerdo de nada (excepto de los dibujos que hice en el respaldo de la cama de mis padres y que duraron años, más que dibujos, fueron grabados; de lo que SÍ que me acuerdo es del castigo que me impusieron).
En cuanto a otras películas que vi, fue Superman II (que me perdí a la salida y llegué a mi casa solo; eso merecía un castigo pero me lo condonaron), El Regreso del Jedi, ET, Indiana Jones y el Templo de la Perdición. Pero hubo muchas otras que hubiera querido ver (Terminator, Depredador, Robocop, entre otras).
En la década de los 90 vi (sin orden cronológico) Terminator II (¡esta vez no se me escapó!), Mentiras Verdaderas, El Último Héroe de Acción (soy uno de los pocos a los que les encanta), la Tormenta Perfecta, Contacto, La Boda de mi Mejor Amigo, Goldeneye, La Sociedad de los Poetas Muertos, Robin Hood, Alexander. Seguro que algunas se me escapan, pero esas son las que recuerdo. Ahora, si me preguntan, lo último que vi en un cine fue Los Últimos Jedi, así que no me han dado ganas de volver a los "supermercados de películas" (como llama mi hermano a los cines de cadena).
En todo caso, gracias por los recuerdos.
Lindos recuerdos nos compartes y te agradezco, que se nota tenemos harto en común. Viste tremendos títulos en los ochenta y por razones obvias las que no pudiste ver corresponden a las mencionadas, de edad me refiero, aunque en los cines de barrio y programas dobles era habitual te dejaran entrar.
EliminarSe me llenaron de lagrimas y emocion al leer tu reseña q buenos tiempos los cines y uno le tenia q ver los miércoles a mitad de precio jaja lo recuerdas? En los 90 donde vimos gran parte de aquellas peliculas... los mejores tiempos si señor
ResponderEliminarQué bueno saber leíste este texto y te gustó, que junto con Miguelito eres mi único "amigo histórico" que le dedicó tiempo; mas encima harto que disfrutamos juntos de esa época dorada de las funciones dobles.
EliminarEl cine plaza, cine real o el continental daban buenas funciones dobles
ResponderEliminar¡Y a esos fuimos a varias juntos! (qué nostalgia, amigo).
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