lunes, 12 de julio de 2021

Una fecha para recordar por más de una razón.


     El pasado lunes 5 de julio estuve de cumple, que llegué a los 46 años de edad en un año que ha sido muy especial para mí, pues estuve a punto de dejar este mundo tras un infarto que me dio el 12 de abril; gracias a Dios salí adelante más rápido de lo que podrían creer y hoy me tienen acá vivito y coleando.  Ese día daba gracias por la nueva oportunidad que se me daba, cuando todo el mundo se enteró de la partida de dos personas muy reconocidas, artistas valiosos y muy queridos gracias a sus trabajos, quienes para gente como yo (que nacimos en el “viejo” siglo XX) forman una parte fundamental de nuestros recuerdos.  Les estoy hablando de Raffaella Carrà y de Richard Donner.  La primera una destacada cantante, compositora, bailarina, coreógrafa, actriz, productora y animadora de televisión que como muchos colegas suyos compatriotas, hizo una gran carrera en la lengua española, además de su idioma materno; ganándose el afecto de millones de hispanoparlantes, puesto que por décadas estuvo muy ligada a España y Latinoamérica.  El segundo, Richard Donner, un director de cine gringo que nos legó grandes filmes, que hace rato forman parte de la cultura popular; en numerosos géneros cinematográficos, que demostraban claramente su genio y versatilidad.  Así que hoy les venga a hablar de estos dos o más bien de mi historia junto a ambos.
 
1. Un ángel entre nosotros.
 
     Algunos de mis primeros recuerdos giran en torna a la platinada trovadora, que en Chile entre fines de los setenta y principios de los ochenta se emitía uno de sus shows (no sé cuál era).  Yo lo veía con mi familia y todos disfrutábamos de sus canciones y simpatía.  Además, vino al Festival de Viña en 1982, espectáculo que no nos perdíamos en casa y era todo un rito contemplarlo en vacaciones de verano, a principios de febrero en aquella época (hoy hace rato que dejé de ver tal celebración); en aquel entonces fue la primera Reina del Festival de Viña, que acá la fémina hacía furor y no faltaban sus imitadores.  Sus alegres canciones se escuchaban a cada rato y más de alguien las tarareaba o se sabía parte de su letra, como este humilde servidor y que, por cierto, no dejaba de encontrarla tan hermosa.
    En una época de mi vida marcado por mi inocencia y cuando el tema de la homosexualidad estaba tan velado, por lo general ligado a lo femenino (olvídense de pensar en alguien del tipo masculino), supe que la Carrà era un símbolo para los homosexuales… Faltaba mucho para que conociera el significado de la palabra ícono y para que se incorporara al español de Chile el anglicismo gay, más todavía para que no estuviera teñido por un dejo de burla y homofobia; pero ya sabía lo que representaba esta mujer para muchos, aunque en mi mente infantil no estaba totalmente clara esa idea (“quieren ser como ella” decían con prejuicio, si bien no siempre motivados por el desprecio).  La gente se reía cuando hablaba con orgullo de sus chicos, sus bailarines, la mayoría bastante “finos”.
     Respecto a todo esto, recuerdo que una de mis hermanas mayores le cantaba al perrito de la casa su tema Lucas, de letra sencilla como el resto de su discografía y melodías contagiosas.  Esa canción fue muy popular, aunque no era su único éxito por estos lares; sin embargo, solo hace poco más de un par de años vine saber de qué realmente trataba, cuando una muy querida amiga nos la hizo escuchar detenidamente en una reunión: Su letra, en cuestión, habla de una muchacha que recuerda a su antiguo novio, quien de un momento a otro desapareció de su vida y sin darle explicaciones; luego, a medida que va contándonos de él, nos damos cuenta de que el hombre era homosexual y de que la dejó por otro varón.  El mensaje es evidente y su intérprete lo expresa con naturalidad y es imposible no sentir una tremenda simpatía cuando se ve a Raffaella hacerlo con histrionismo.  Lo que me llama la atención de todo esto, es que en aquella época la mayor parte del público no se había dado cuenta de qué trataba la susodicha canción y de seguro hasta los más machistas y homofóbicos disfrutaban de ella, sin siquiera hacer un juicio moral al respecto (porque en ningún momento, en la canción la “abandonada” critica a su ex amante). Poco más de una década después, a principios de los noventa, el grupo español Locomía conquistó a mi patria y a otro lugares del Cono Sur y pese a que ahora su estética gay es más que evidente, muchos chilenos ingenuos no fuimos capaces de leer entre líneas lo que hacían sus integrantes. 


                                                                  ¡Maravillosa Raffaella!

2. Un ídolo para los más ñoños de la casa.
 
    Ignoro que habré visto del gran Richard Donner, primero cuando era muy pequeño, si La Profecía (1976, filme que me aterró a tan temprana edad y aún así me lo repetí un montón de veces cuando lo deban en la tele) o la primera entrega de Superman (1978), con el igualmente llorado Cristopher Reeve haciendo del Hombre del Mañana.  Ambas las descubrí con mi familia, en lo que en aquellos años “care raja” llamaban estrenos de los días domingos en la noche y mucho después de su verdadero debut en cines. 
     Cuando fui adentrándome en mis conocimientos cinéfilos, me encontré con su nombre y enterándome de que quién me había dado tan buenos recuerdos, de verdaderas cintas de culto, por igual había estado detrás de una película de acción ochentera muy exitosa: Arma Mortal (1987). En 1989 estrenaba secuela, que todos decían que era lejos mejor que su predecesora, pues gracias a la revista sobre cine que compraba me llené de información sobre ella, teniéndole muchas ganas a ambas.  Así que la tercera obra (o cuarta hasta cierto punto) que me vi de Richard Donner, fue Arma Mortal II, en el viejo formato del VHS, puesto que la primera parte solo la pude “arrendar” tiempo después.  Cabe mencionar que su realizador se encargó de las cuatro entregas de la saga, todas ellas muy divertidas, aunque solo la cuarta pude tener el gusto de disfrutar en el cine y, más encima, junto a unos amigos de aquellos años con los que era habitual ir a las salas en horarios nocturnos. 
    El desarrollo de la tecnología digital del DVD, gracias a la cual se hicieron las remasterizaciones de viejos clásicos, me permitió ver por fin otro filme suyo ochentero famoso: Los Goonies (1985).  Por supuesto que quedé encantado, pero solo cuando me lo compré original en blu-ray, gracias a las ofertas del Black Friday, la vine a apreciar en toda su magnitud y más ahora que me la repetí junto a mi sobrinito Amilcar (en aquel entonces de unos 9 añitos), a quien le gustó mucho y debido a ella, le quedó más en evidencia que los años ochenta nos heredaron algunas de las mejores pelis de la cultura pop.  Por otro lado, solo cuando llegó a mis manos esta joyita, en el DVD clonado que conseguí,  pude saldar en parte la deuda con uno de esos tantos títulos que de niño, por mucho que quisiera, no pude gozar en el cine porque no tenía quién me llevara.


                                                                    Tráiler de The Goonies

    Los Cazafantasmas fue un exitazo por igual en Chilito (otro ejemplo del gran legado de la mencionada década) y de ese modo llegó a mi patria Los Fantasmas Contraatacan, aprovechándose de que su estrella era Bill Murray, uno de los actores principales de la primera entrega sobre los famosos atrapa espectros… Pues nada que ver con lo que nos “vendieron” con engaños, que se trataba de una nueva versión de Un Cuento de Navidad de Charles Dickens, esta en tono de comedia negra.  Y he aquí que correspondía a otra producción de Donner, que en realidad se llama Scrooged, por igual muy entretenida, que como muchas otras en mi adolescencia, solo logré apreciarla en casa gracias a la magia del video casero.
      Richard Donner hizo varias otras cintas, que no todas las he podido contemplar, como Maverick (1994, una de las tantas que realizó junto al por entonces galán de Mel Gibson) y Asesinos (1995, otra de acción, que estas le salían estupendas, pese a que hizo hasta drama, por no mencionar sus piezas de fantasía y de aventuras tan buenas).  Pero sí cuando estaba cursando en la universidad, en la segunda mitad de los noventa, logré ver con espectacularidad Conspiración (1997); de ese modo, no solo pude reencontrarme con el mismísimo Gibson, hacía de villano mi querido Patrick Stewart, quien se ganara mi corazón como el heroico capitán Jean-Luc Picard en Viaje a las Estrellas: La Nueva Generación.  Nunca me la repetí, pese a que me gustó mucho; más encima, por entonces le estaba presentando TNG a un amigo que tenía, alguien muy importante para mí que hace rato no está a mi lado y quien se sorprendió gratamente con la estupenda actuación del británico, cuando asistió conmigo esa ocasión al teatro. 
    Para 2003 se estrenó Timeline, quizás la última adaptación que se realizó sobre una novela de Michael Crichton.  Filme de ciencia ficción sobre viajes en el tiempo a la Edad Media, tuvo de estrella al por igual desaparecido Paul Walker, ido tan joven (solo tenía 40 años); que fue una de las pocas obras realizadas por Richard Donner, que pude contemplar en pantalla gigante… Otra que nunca más me di la oportunidad de revisitar y eso que fue una de las tantas pelis que “bajé”, desde que estamos con esta pandemia que nunca acaba, para poder ver durante el encierro.  Recuerdo que no me impresionó mucho, aunque creo que le debo una mirada más atenta en honor a sus artistas (que Crichton, otro que hartas satisfacciones me dio en su momento, también cruzó el Umbral hace unos años atrás). 
    En 2019 nos dejó otro nombre destacado del cine: el actor Rutger Hauer.  Mucho lamenté también su pérdida y queriendo recordarlo con cariño, me dispuse a ver algunos de sus éxitos (de los tantos que tenía a su haber), poniéndome al día de una vez por todas con una de sus películas más aclamadas: Ladyhawke (1985).   Se trata de una hermosa fantasía medieval, que reunió al gigante con Donner y que nunca antes había gozado, hasta que aquella vez la descargué en HD como muchos de los títulos que hoy en día he agregado a mi colección.  Preciosa pieza del cine de ese decenio, que ya saben adoro, merece ser redescubierta para las nuevas generaciones, que su responsable una vez más nos da clase de cómo combinar a la perfección lo comercial con lo artístico.  Increíblemente, ese título que llegó acá con el nombre de El Hechizo del Halcón, lo daban seguido en la televisión abierta y nunca me llamó la atención, hasta que ya viejo supe de quiénes estaban detrás de este.
     Hubo un periodo en el que compraba todos los meses blu-rays (y antes de eso, DVDs).  En una tienda especializada donde hacía mis reservas (la misma donde adquirí The Goonies), llegó un ofertazo, que alguien como yo no podía dejar pasar: un pack increíble con todas las pelis que hizo Cristopher Reeve como Superman, más Superman Returns.  En su interior, más encima, venían horas y horas de valioso material adicional (¡Todo subtitulado!), que le otorgaba puntos extras a la inversión.  Fue así cómo me enteré que la muy divertida Superman II, originalmente fue dirigida por Richard Donner, quizás siendo esta la primera vez en la que un director filmó al mismo tiempo dos cintas para ahorrar dinero; sin embargo, este se peleó con los productores y por ello lo despidieron del proyecto antes de que terminara la edición de la secuela; contratando a otro Richard, este de apellido Lester, para que le hiciera escenas nuevas y cambiara la edición en muchos casos.  Pues por años vi solo este corte, incluso superior a su predecesora; no obstante, en 2006 Richard Donner pudo llevar a cabo por fin su propia versión de la película, la cual venía justamente en el pack (junto con la “original”, en todo caso) y que logré disfrutar junto a unos muy queridos amigos que estaban visitándome aquella vez en casa.  Por cierto, un dato extra e importante para los verdaderos amantes de los cómics y en especial del Hombre de Acero: en la primera película de la saga, fue la primera vez en que se hizo justicia a los nombres de Jerry Siegel y Joe Shuster, los creadores del personaje, quienes por décadas no pudieron ganar las divisas que les correspondían debido a las malas artes de DC.
     Durante la década pasada, apareció una editorial chilena de cómics que comenzó vendiendo tomos en kioscos a muy bajo precio.  Llamada Unlimited, sacó en años diferentes al menos dos colecciones dedicadas a Superman; en una de estas venía nada menos que la novela gráfica El Último Hijo de Krypton, una genial historia que recupera al villano Zod, el mismo de las cintas de Richard Donner.  Y es que la mencionada obra fue nada menos que escrita por el director que ahora homenajeo junto a Rafaella Carrà, la cual leí con mucho placer, puesto que solo entonces pude adquirirla al estar a un precio más accesible.
     Como verán, je, tenía mucho más que decir del gringo que de la italiana, que en todo caso razones tengo de sobra.  En todo caso, me dieron ganas de reencontrarme con sus películas, así que mientras escribía estas palabras me he descargado las 4 de Arma Mortal, entre otras  Como ahora, más encima, estoy de vacaciones de invierno (y estas no son “normales” tal cual en años anteriores) tengo tiempo de sobra, por lo que tengo Donner para rato.
 


                                                                    Tráiler de Ladyhawke

8 comentarios:

  1. No solo dos figuras destacadas en lo suyo y dos talentosos artistas de proyección internacional, sino que dos figuras fundamentales de las décadas de los 70 y 80. Especialmente en el caso de Donner, hay que subirlo al panteón de los grandes directores. Sus películas son maravillosas.

    Saludos,
    RICARDO

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    1. Claramente tenemos una gran deuda con ambos. Se les extrañará y recordará con cariño.

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  2. La verdad que de Richard Donner solo lo conocía por el nombre ni siquiera sabia que aspecto tenía pero se que pasará a la historia por dirigir varias películas famosas que me gustan como Superman, Lady Halcón o los Goonies, descanse en paz.
    De Rafaella Carra solo puedo decir que se ha ido una gran artista a la que siempre me encantó por sus canciones y su eterno optimismo y alegría allá donde iba.
    Rafaella era una mujer progresista y adelantada en su tiempo, de joven hizo algunas películas pero al no ceder ante los que se les insinuaban en la industria de Hollywood lo dejó para centrarse en la música aunque luego haría un par de películas más como una película Argentina de 1980 titulada Bárbara, dicha película se puede ver en YouTube, lo último para el cine fue un cameo en la película española explota explota que trata de un musical con las canciones de Rafaella Carra.
    En España la adorabamos y ella consideraba a España su segundo hogar, en los 90 presentó en España el programa Hola Rafaella donde cada semana invitaba a varios artistas famosos.
    Rafaella era un icono gay no solo la canción de Lucas trataba la homosexualidad ya en la letra de su canción para hacer bien el amor hay que venir al sur decia también lo importante es que lo hagas con quien quieras tu.
    Rafaella no se casó ni tuvo hijos aunque tenía pareja y sobrinos a los que quería como si fueran sus hijos.
    En definitiva Rafaella siempre vivirá en nuestros corazones y ahora el cielo tiene un angel más llamado Rafaella lleno de alegría y amor, descanse en paz.

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    1. Qué triste una mujer como ella no nos haya dado descendencia y me alegra saber que también fuese de tu gusto. En cuanto a Donner, no me cabía duda que era "Santo de tu devoción".

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  3. Qué buena la semblanza de estos dos artistas, Elwin. En particular Rafaella Carrá era muy querida en España, y creo que el afecto era recíproco. Hablaba castellano a la perfección y llegó a tener su propio espacio, "Hola Rafaella" además de presentar galas y especiales ocasionalmente.

    Lo más curioso es que era militante comunista y era conocida en el mundillo televisivo por exigir condiciones laborales dignas para los trabajadores de los programas donde participaba. En particular de las azafatas y bailarinas, porque sabía que solían ser explotadas. Hay anécdotas de ella arengando a las trabajadoras, o yendo una por una a preguntarles si descansaban bien, cuántas horas trabajaban, si tenían contrato...

    Su música, como todo el italodisco, gustó mucho en España, si bien "Lucas" no fue un éxito como "Qué dolor!", "Explota explota" o "Para hacer bien el amor hay que venir al sur".

    Esta última se reivindica hoy como un himno a la tolerancia, cuando por desgracia en España estamos viviendo un repunte estremecedor de la LGTBIfobia, promovida por los partidos de extrema derecha.

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    1. Qué lindo lo que me cuentas de la gran Raffaella, una mujer tan querida en el mundo; en verdad nos marcó mucho y se le echa ya mucho de menos, aunque debemos estar felices de haberla tenida con nosotros tanto tiempo.

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  4. Bueno, sobre Rafaella, no tengo mucho que decir, sólo lo que ya te conté: Ella no tuvo acá la relevancia que tuvo para ustedes.
    De Donner he visto muchas películas y la mayoría me gusta bastante. Lady Hawk no me pareció gran cosa cuando la volví a ver hace un par de años, que siempre la había visto por trozos cuando la daban por TV. Asesinos y Maverick son muy buenas películas y totalmente recomendadas, aunque quizás la de Asesinos no haya envejecido muy bien (no sabría decirlo, hace años que no la revisiono).
    -> "lo que en aquellos años “care raja” llamaban estrenos de los días domingos en la noche" -> Esto que nos dices acá sucedía mucho por estos lados: Los canales anunciaban a bombo y platillo "GRAN ESTRENO" y sólo se referían a que era la primera vez que ellos emitían tal o cual película (siempre 2-3 años después de su paso por el cine). Y a veces era una mentira total: Recuerdo justamente Arma Mortal 3 que la anunciaron como FABULOSO ESTRENO y ni siquiera era la primera vez que la daban. Yo no la había visto completa, pero si supe, por la escena donde Mel Gibson y René Russo se están mostrando las cicatrices de sus heridas, que esa película ya la habían dado por ese canal, pues ya había visto dicha escena unos meses antes, en el mismo jodido canal. Así que eso de "Gran estreno" "En premiere" "Fabuloso estreno" no eran más que otra sarta de mentiras.

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    1. Bueno, la Carra tenía amor de sobra en Chile y Argentina (por no mencionar en España). En cuanto a Donner... ¿Me vas a creer nunca he visto "Maverick"? (y eso que salen Mel Gibson y la Jodie Foster que tanto me gustan). Qué cómico cuentes algo que pensé solo pasaba en Chilito y que hayas entendido la expresión coloquial que usé.

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