1.
Antecedentes.
Jack "El Rey" Kirby es junto a
Stan Lee (bueno, y a ellos se les debe sumar Steve Ditko) los responsables de
la explosión de creatividad, cientos de personajes e historias que, a partir de
los sesenta, convirtieron a Marvel en uno de los panteones más maravillosos de
la cultura popular. Pero a la siguiente
se fue de las oficinas que lo vieron fructiferar como nunca, ya sea molesto por
diferencias creativas (y en especial con el propio Stan), como por el afán de
llegar como la primera gran estrella de la Distinguida Competencia
(bueno, ya antes había trabajado en sus dependencias, siendo el artífice de los
Exploradores de lo Desconocido- anticipo de Los 4 Fantásticos- y de los
Voceadores); y es que por fin se le daba la oportunidad de dar rienda suelta a
su virtuasismo, creando sus propios nuevos personajes y enriqueciendo a
algunos viejos íconos como el mismísimo
Superman... Pero pese a que nos dio allá grandes mitos, como nada menos que el
Cuarto Mundo (¡Darkseid, gran villano!) y a Demon, su enorme proyecto no tuvo
la acogida que se merecía y de ese modo se devolvió a la Casa de las Ideas,
regresando con los nombres que lo hicieron famoso (y tan querido) y originando
más héroes como el Dinosaurio Diabólico y el Chico Luna, entre otros; fue así
que dentro de esta última partida, surgieron gracias a su genialidad Los
Eternos, el equipo de carácter cósmico que hoy nos reúne.
Se trata de una raza especial de seres casi inmortales, con una longevidad que abarca miles de años y con distintos poderes cada uno, de aspecto humanoide, creados por unos seres aún mucho más superiores (gigantes conocidos como los Celestiales); estos sujetos, de ambos géneros, han intervenido en la cultura humana a través de las eras en diversas civilizaciones, convirtiéndose en la base de numerosos mitos (como Ícaro, Atena, Gilgamesh y otros). Sus enemigos acérrimos son los Desviantes, seres monstruosos y a los que deben exterminar, pues son un completo peligro para la humanidad a la que protegen. Como otros proyectos originales suyos, la serie solo llegó a 20 números (entre ellos un Anual) y por lo tanto, al tiempo después, el gran Kirby abandonó Marvel por segunda y última vez frustrado. Sus "hijos" aparecieron como invitados en otras colecciones y con posterioridad tuvieron unas cuantas miniseries y actualizaciones, aunque nunca llegando a lograr una serie regular que perdurara por años y décadas, a diferencia de otros justicieros.
Se trata de una raza especial de seres casi inmortales, con una longevidad que abarca miles de años y con distintos poderes cada uno, de aspecto humanoide, creados por unos seres aún mucho más superiores (gigantes conocidos como los Celestiales); estos sujetos, de ambos géneros, han intervenido en la cultura humana a través de las eras en diversas civilizaciones, convirtiéndose en la base de numerosos mitos (como Ícaro, Atena, Gilgamesh y otros). Sus enemigos acérrimos son los Desviantes, seres monstruosos y a los que deben exterminar, pues son un completo peligro para la humanidad a la que protegen. Como otros proyectos originales suyos, la serie solo llegó a 20 números (entre ellos un Anual) y por lo tanto, al tiempo después, el gran Kirby abandonó Marvel por segunda y última vez frustrado. Sus "hijos" aparecieron como invitados en otras colecciones y con posterioridad tuvieron unas cuantas miniseries y actualizaciones, aunque nunca llegando a lograr una serie regular que perdurara por años y décadas, a diferencia de otros justicieros.
La trama de este filme es compleja y resulta poco digerible para espectadores menores de edad y despistados e incluso aburrida para quienes desean entretención sin mayores esfuerzos intelectuales de su parte (lo que no es condenable..., que hasta yo mismo estuve en modo de lateado durante más de la primera mitad de su metraje). Y es que esta pieza aborda el viejo tema clásico, de retratar a seres tan poderosos y supuestamente inhumanos, cuya propia naturaleza extraordinaria los lleva a que su condición sea también un tormento, una maldición, al tener que vivir relegados del resto de la gente, de los simples mortales a los que protegen, aman y envidian; un tópico que proviene de los antiguos mitos y leyendas, que en tono superheroico y pese a los momentos de humor, nos lleva a reflexionar acerca de la soledad, el poder del amor, el destino y todas esas grandes preocupaciones que penden sobre nosotros" desde que tomamos conciencia de nuestra propia conciencia.
¿Y de qué va esta cinta? Los Eternos se han diseminado por el planeta tras milenios velando por los humanos, luego de una dura ruptura entre ellos. El regreso de sus enemigos de antaño los hace juntarse de nuevo, si bien ello implica conocer de una vez la verdadera razón de su creación, lo que acaba por provocar una crisis aún mayor en el grupo.
Son 10 nuevos personajes, cada uno con sus distintos poderes, personalidad y apariencia. Este último detalle, que lleva la diversidad a extremos que ni siquiera la escuela multicultural del actual Spider-Man no los ha mostrado (con sus breves y forzadas escenas de estudiantes adolescentes judíos-ortodoxos, conviviendo sin complicaciones con musulmanes), nos entrega todo un abanico de superhéroes de origen cósmico, que "extrañamente" encarnan todo tipo de personas: caucásicos, latinos, orientales, indios, y afrodescendientes (¿Me olvido de alguna raza más?); más encima, tenemos a un gay (quien, más encima, es claramente gordo... ¡Para qué voy a usar eufemismos!) y una muda; ahora bien, en las historietas originales de Kirby Kingo y Phastos son morenos, pero de ahí al resto de los cambios "políticamente correctos"... En otra historia, toda esta gama de biotipos quedaría claramente justificada, pero en este caso no podría resultar más inverosímil, si se considera que todos estos seres superiores provienen de la misma fuente y que les ha dado en la práctica una condición divina y si vienen del espacio, siendo incapaces de tener descendencia entre ellos mismos o con meros mortales... ¿Por qué tanta diversidad étnica? Además, se supone que son perfectos, de modo que no se justifica que uno de sus miembros posea una discapacidad (a menos que se explique) y otro tenga sobrepeso. Lo anterior, en todo caso, es un defecto ya "viejo" de Disney que podemos obviar, si nos quedamos con lo mejor de esta superproducción (como los bellamente filmados flashbacks y la música por parte de Ramin Djawadi).
Y para acabar, no olvidar quedarse a las dos escenas de postcréditos, cada una de ellas llevando al UCM a direcciones opuestas para su futuro cercano, en lo que a la introducción de nuevos personajes se refiere y que con posterioridad tendrán vital importancia en los eventos que están por llegar.
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