1. Vamos, vamos, que se puede.
La admirable chica sigue en compañía de su nuevo amigo Malingo, hasta que la intervención de uno de los tantos enemigos que ha hecho también (sin proponérselo, claro), los separa; a partir de entonces, cada uno de ellos tendrá que seguir a solas (aunque no "en solitario", si se entiende) hasta que sus caminos se vuelvan a cruzar.
Por otro lado, el también bueno de Fechorías junto a sus inseparables hermanos, (quienes solo aparecen luego de cerca de doscientas páginas, sin saber de ellos) realizan su propio periplo, en busca del único hombre que podría ayudar a mejorar el equilibro de poderes.
Y, por otro lado, tenemos a Carroña, supuestamente el principal villano de esta serie (estemos atentos a su desalmada pariente), se dedica a seguir armando un pavoroso plan para que llegue la noche eterna a Abarat.
Todos estos destinos deben unirse de una vez por todas, porque héroes y villanos poseen un papel significativo en el futuro de la isla. Algo grandioso, plagado de sorpresas y horrores, se está cociendo y nada menos que el llamado Más Allá, por igual tomará una inesperada participación.
Los personajes que ya conocimos logran crecer bastante, al punto de que se van volviendo individuos más complejos y admirables (en muchos casos) o retorcidos; los últimos, al punto de que, pese a todo, nos regodeamos con sus villanías tan "bakerianas", que no deben faltar en las obras de nuestro escritor. Hay felicidad absoluta, para quienes esperaban volver a saber más de ellos, adentrándose a través de estos seres de ficción, que encarnan con gran humanidad lo mejor y peor de nuestra propia naturaleza.
Por otro lado, los nuevos participantes que se han agregado nos siguen mostrando lo vasto que es ese mundo (y el nuestro), tan colorido y al punto de que en la práctica pareciera que nadie hay igual a otra persona, ni siquiera parecida (espiritual y físicamente hablando). A algunos se les dedica más tiempo en estas páginas, que se pasan volando, con mucho divertimento y emociones varias, que todo depende del rol que cumplirán en la guerra que se avecina.
Conoceremos otros paisajes de Abarat, los que son un precioso ejemplo de la mente prodigiosa que hay detrás de estos libros. Al respecto, mucho hay de la añeja tradición de los diarios de viaje, de los colonizadores de la Antigüedad y de la época dorada de la exploración, con reminiscencias a las maravillas contadas por gente como Marco Polo, Cristóbal Colón y demases. Y es que no solo para Candy el mundo se despliega, como todo un abanico de extraordinaria belleza, plagado de una naturaleza exuberante y de gentes tan diversas, como costumbres, todo de lo más inesperado. Por lo tanto, cada nuevo destino, cada nueva ruta que se describe en esta obra, resulta ser un deleite para nuestros sentidos (incluso los lugares más espantosos). Así que sabremos de lugares impresionantes, algunos bellos como una isla donde nace y muere una flora exótica, distinta cada cierto tiempo; otros espantosos, donde habitan monstruos de pesadilla (al aire libre o encerrados dentro de una pirámide) y otro donde la fiesta es eterna, a costa de las pobres rarezas que exhiben como espectáculo en sus dependencias. Hemos apreciado innumerables sitios así, en la literatura de muchos otros escritores, pero no hay cómo Clive Barker para darles su propio carácter (si no bien recuerden su particular infierno de El Corazón Condenado, que algunos solo reconocerán bajo el nombre de Hellraiser, la película que escribió y dirigió el propio Barker sobre su novelette).
Hay mucho que gozar en esta novela, llena de verdadera belleza (incluso cuando las monstruosidades están más cerca de lo que quisiéramos): Se nos relatan dos historias de amor preciosas, el heroísmo de distintos personajes es sobrecogedor (por eso sus muertes nos duelen como si fuese algo real) y las confrontaciones con el mal, en sus distintas manifestaciones, están descritas con tanta fuerza, que su efecto dramático y gráfico se nos engancha en la cabeza, como si estuviéramos viendo la mejor de las películas de este tipo.
Se supone que esta serie de libros está destinada a un público juvenil o "adulto joven", como leí por ahí; no obstante, en Días de Magia, Noches de Guerra la mano de su autor está más evidenciada, que la primera vez que llegamos a Abarat: Esta vez los esperpentos, tan propios de su narrativa, sí que abundan y son pavorosos, no aptos para una mente demasiado sensible. Puede ser que la violencia esté algo dosificada, pero de que la hay, la hay y solo se trata de la elección adecuada de palabras, por parte del autor, para no convertir las numerosas masacres y batallas en algo tan explícito (y las muertes abundan acá, que ocurren frente a 'los ojos" de los lectores, quienes quedamos impactados con las pérdidas en ambos bandos y cada muerte ocurre de forma intensa).
Teniendo en cuenta lo anterior, me niego a la idea de que sean los de Disney quienes adapten estas obras; que lejos prefiero unas buenas miniseries, ojalá hechas por Netflix, Amazon o Max. Clive Barker y Abarat se merecen sus buenas adaptaciones hoy en día y hasta donde leí la poderosa (y monopólica) empresa, quería tener los derechos de la saga; algo impensable, a menos que queramos suavizar esta tremenda historia.
Por último, quiero destacar dos valiosos detalles que ocurren en las páginas de tan poderosa secuela: