lunes, 1 de mayo de 2023

La inspiración detrás de las historias.


     David Day (nacido en 1947) es un escritor y poeta canadiense que ha dedicado buena parte de su labor profesional, en ahondar en la literatura de Tolkien.  Por lo tanto, bien se le puede considerar como todo un experto en la vida y obra del famoso autor de El Señor de los Anillos, puesto que ha publicado cerca de una docena de textos sobre este, todos trabajos muy bien documentados y que podemos leer con la certeza de que nos ayudarán a profundizar en varios aspectos interesantes acerca de su mitología y todo lo que concierne al proceso creativo, como la biografían de este.  Es así como El Anillo de Tolkien (publicado en 1994) corresponde a uno de estos títulos, del cual les pretendo contarles unas cuantas impresiones.
    A medias entre el ensayo y un recopilatorio de mitos y leyendas de varias culturas, este título ahonda en la literatura oral y las versiones clásicas escritas del folclor de numerosos pueblos, que estimularon la imaginación de J. R. R. Tolkien, específicamente en lo que concierne a su opera magna y en especial en la poderosa imagen de los anillos, como elemento de poder; asimismo, gracias a este texto de Day vamos reconociendo a los modelos en los que se basó el sudafricano, para darle forma tanto a sus héroes como villanos, antihéroes, criaturas mágicas, monstruos e incluso a las raíces lingüísticas de los distintos idiomas que creó para su complejo universo.
    Para hacer mucho más exhaustiva la indagación en el abono cultural, con el que contó Tolkien, el cual lo impulsó desde sus años de juventud y estudiante a querer crear una nueva y potente mitología para Gran Bretaña (su verdadera patria), el libro se encuentra dividido en varios capítulo, los que nos llevan a cada una de las tradiciones que ayudaron a forjar su legado; de este modo, nos encontramos también con unos cuantos hechos históricos muy curiosos, documentados con rigurosidad desde la época en la que sucedieron (Holanda, 1548, Inglaterra, 1376 y Bizancio, 370), que nos dan prueba de que no todo se lo inventó el maestro.  Por tanto, queda demostrado, una vez más, que lo que hacen los artistas es tomar el rico legado cultural de nuestros ancestros, para darle mil y una formas, actualizándolo y convirtiéndolo en un material más depurado para las actuales generaciones.
     La mitología nórdica no podía faltar en este documento, de obligada lectura para los verdaderos fanáticos de la épica de la Guerra del Anillo y demases (¡Imposible no recordar la reinterpretación de estas mismas historias, de mi querida Saga de Asgard para Los Caballeros del Zodiaco!) y adentrándose, además, en la narración de los Voslungos, muy relacionada con la de los mentados vikingos.  David Day nos cuenta con lujos de detalles las anteriores historias, de las cuales algo uno pudo saber antes de adentrarse en estas páginas y mostrándonos, por igual, el nexo de todo esto con el ciclo artúrico, las leyendas carolingias (me di cuenta de que Carlomagno no solo existió, sino que dio paso a un sinnúmero de aventuras suyas y de sus guerreros apócrifas), así como con narraciones de origen celta y sajón.  Por otro lado, acá se hace una separación entre el aporte de los llamados romances germánicos y la historia de los Nibelungos, que no son las mismas entre sí, ni siquiera por su similitud con la de los mentados Voslungos (aunque comparten unos cuantos personajes y orígenes).   Luego le toca ser revisados a los mitos griegos y romanos, los cuales no dejaron de hacer su aporte, para que Tolkien echara al caldo durante la cocción de su posterior ficción.
     Quisiera mencionar aparte, por cuanto me sorprendieron gratamente, varias historias bíblicas (en especial teniendo al fabuloso personaje del Rey Salomón como protagonista), que me provocaron mucho placer leer, pues me pregunto hasta qué punto aparecen en el Antiguo Testamento o si pertenecen a la tradición oral del pueblo judío (historias llenas de demonios y superpoderes).  De igual manera resultan muy divertidas e interesantes, las narraciones orientales que revisa el estudioso, así como las relacionadas con los alquimistas (estos otros, personajes que desde niño me atraen mucho y por lo mismo adoro tanto esos anime de Full Metal Alchemist). 
    Por último, David Day nos cuenta de qué va la famosa ópera de Wagner, de la cual por fin me enteré de su trama, aunque debo confesarles que me aburrí en buena parte con ella y es que ya antes gracias a este mismo libro pude conocer las historias originales, en las que el músico se basó para ello (otro claro ejemplo de reinterpretación de textos más antiguos).
    El último capítulo, llamado nada menos que El Anillo de Tolkien, termina de forma muy emotiva, con una preciosa interpretación del autor acerca del significado detrás de las proezas de Frodo Bolsón, el verdadero héroe detrás de la derrota de Sauron y de sus huestes. 
    Ilustrado por Alan Lee, algo así como el “dibujante oficial” de los libros de Tolkien (o sobre Tolkien), quien hizo diseños exclusivos para las películas de Peter Jackson sobre El Señor de los Anillos y El Hobbit, este ensayo no alcanza las 200 páginas y se lee rápido, aunque a veces puede resultar tedioso por tantos nombres que menciona.  Eso sí, el vasto conocimiento en todo lo creado por Tolkien (de lo cual este humilde servidor apenas sabe una minúscula parte de ello) es increíble.  Volviendo a Alan Lee… ¿Será pariente de otros artistas del dibujo “ñoño”, como lo son Jae Lee o Jim Lee? (aunque lo dudo, pues estos son de origen oriental y en cuanto a Alan, no tiene ni rasgos achinados), me parece que no se esmeró en sus ilustraciones y es que algunas de las contenidas en su interior, no consiguen el impacto de otros de sus trabajos (o más bien no supo escoger entre los mitos y leyendas que dibujó para el tomo, que había algunos que aquí lejos merecían su talento).  Lamentablemente, los dibujos en vez de primar lo épico, representan en muchos casos paisajes demasiado sencillos, casi no abundan en ellos los personajes detallados y/o en primer plano, así como casi no contienen monstruos, ni batallas.
     La edición que poseo me la regalaron para mi cumpleaños de 2006, días previos a la fecha real de la conmemoración de mi nacimiento (el 5 de julio) y solo ahora me dedico a este libro, cuando me he propuesto leer varios ensayos de corrido.  Es una preciosa versión en tapa dura con sobrecubierta, grande y sus 12 ilustraciones originales viene en papel cuché, sin texto en el reverso, mientras que el resto de las páginas son blancas y de otro material, aunque de buena calidad.
    Solo ahora leo este volumen, que me dedicó una amiga con quien solo compartí ese año que menciono y el siguiente, a la que conocí cuando hice un Diplomado en Literatura y a la cual le perdí el rastro. No recuerdo el apellido de Ximena, lo que lamento, pues se trataba de una gran persona.  Desde la distancia te dedico este post, querida compañera.
 

Junto a mis dos libros escritos por David Day (el otro me lo regalaron para mi cumple del año pasado).

7 comentarios:

  1. Necesito leer este libro, e realidad entender el universo que forjó Tolkien es vasto, cómo describes abarca una amplia cantidad cultural que permite valorar aún más está magna obra.

    Cómo idea, sería interesante algo similar pero con la cosmología maya/azteca, para crear una aventura épica, a ver si te inspiró para crear una (guiño guiño)

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    1. Pues te aseguro que será una lectura que disfrutarás mucho y que bien hace querer adentrarse más en el mundo de Tolkien.
      En cuanto a lo que me propones, no me interesa escribir ficción ya.

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    2. Pero ¿Por qué? Estoy 100% seguro que saldrá una novela de épica

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    3. Claro, pero no de mi mano (de la tuya quizás)

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    4. No tengo tanta inspiración,😞 una vez intenté hacer un libro de autoayuda emocional y ni eso pude gestar 😥

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  2. Hola Elwin , no he leído nada de Tolkien menos de David Day , solo las adaptaciones en pantalla, veré si me hago de un libros de estos escritores, saludos.

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    1. Es un pecado de omisión muy grande el que mencionas, mejor no lo menciones (je)

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