Casi una década.

    Solo recién después de mucho tiempo, desde que comencé con el proyecto de mi blog, me doy cuenta de que fue justamente un día después del Día del Libro (habría sido ideal haberlo hecho un 23 de abril ¿No?). Más encima, el primer post que subí fue uno de los tantos que escribí para Insomnia, sobre mi autor favorito Stephen King; desde aquel entonces, por lo menos una vez al mes, publico algo en la página acerca de algún libro o escritor, puesto que la literatura es una de mis mayores pasiones.

    En un año "normal" debería estar celebrando el Día del Libro u organizándolo en mi trabajo como profesor; asimismo, ahora que ya es 24 de abril y cumplo un nuevo año de mi blog, no me queda otra que hacerlo en casa.  Y es que en Chile ya llevamos más de un mes en cuarentena preventiva, unos cuantos "privilegiados" y entre ellos los establecimientos educacionales (estudiantes, maestros y demás funcionarios).  Así que la maldita pandemia del Coronavirus, ha marcado ya bastante nuestra vida, como uno de los hechos mundiales más avasalladores en décadas; por lo tanto, no me queda otra que festejar desde el hogar, con la esperanza de que ya vendrá el momento para hacer una celebración como corresponde (bueno, estoy exagerando, que tampoco es como para hacer una fiesta, pero lo que sí celebraré será el regreso a una "vida normal"...¿Qué será cuándo?)

     Por otro lado, como dice mucha gente y lo he podido comprobar, quienes disfrutamos de las historias de ciencia ficción, bien estamos preparados para catástrofes como esta y que escapan a lo que el común de la gente está acostumbrada.  De este modo, mientras muchas personas se desesperan ante lo que puede pasar, yo y much@s otr@s nos preparamos con tranquilidad ante la eventualidad, sin desesperar (aunque no niego, que las semillas de la imaginación que han dejado en mí todas estas narraciones, a veces me hacen pensar en los peores escenarios al respecto). Por otro lado, he comprobado más que nunca que no hay como un buen libro para pasar estos momentos, sin aburrirse y poder salir mentalmente de las paredes que nos aprisionan y así soñar con lugares más amenos (en otras palabras,  las historias son mi droga y mi escape ¿Algún problema con ello?).

Un regalo ideal para mí: Un libro (siempre y cuando sea de mi gusto, claro, como lo evidencia la foto).

     El nuevo ciclo que conmemoro del Cubil ahora con ustedes, ha significado para mí muchas cosas y entre ellas en especial, desde octubre del año pasado, la oportunidad para expresarme frente a lo que sucede a mí alrededor o evadirme "sanamente" de mis propias preocupaciones: la violencia,  el malestar y la represión relacionado con el llamado "Estallido Social", que se provocó tras décadas soportando el ciudadano común chileno, un sistema económico y político que hace rato lleva parasitando al pueblo (que lo veo necesario,  pero que aún así no dejó de perturbarme en muchos sentidos y eso que estoy en contra del gobierno de "Piraña"); por otro lado, aunque no lo había manifestado hasta ahora, en diciembre del año pasado me despidieron luego de 4 años del colegio donde trabajaba, así que ya sea por una razón u otra escribía también para desahogarme sobre ello.  Luego vino la actual situación que ahora pasamos y si bien he estado con "teletrabajo", ya que una semana y media antes de que se declarara la cuarentena preventiva, una buena amiga me ayudó a encontrar otro colegio, el tiempo me ha sobrado y por eso mismo el Cubil no ha dejado de ser uno de mis mayores medios, para compartir con otros lo que no me es posible en persona (cuando estuve internado en una clínica en el 2016 y luego regresé a casa, tras dos semanas, a una convalecencia de un par  meses, el blog también me permitió a salir adelante de mi estado).

     Ha sido una manera algo distinta de hacer memoria en este nuevo aniversario del blog y es que no quería repetirme mayormente con otras maneras de celebrar un año más de blog; sin dudas que este discurso me ha salido espontáneamente así,  que no puedo obviar lo que estamos pasando.   Debo cuidarme más que nunca y, de paso, cuidar a mi gente entre familiares, amigos y colegas, que quiero seguir hasta "viejito" con este proyecto mío del Cubil del Cíclope.

     Gracias a tod@s l@s que se interesan en lo que hago, me siguen y leen y más encima se dan el tiempo de retribuirme con sus palabras de vez en cuando. Hasta la próxima.

Con mis regalones en plena cuarentena, Amílcar & Brunito, y felices pese a todo, que más encima me llegó mi pack de pelis japonesas clásicas de Godzilla.