1. A comenzar se
ha dicho.
Hace dos años que me leí el “omnibus”,
integral o recopilatorio (llámenle como ustedes quieran) de la etapa original
del Hechicero Supremo, escrita y dibujada por sus creadores Stan Lee y Steve Ditko, tomo que incluyó muchas historias más dibujadas luego por otros artistas,
cuando Ditko abandonó Marvel. Esta serie
de historietas las disfruté mucho e incluso me atrevo a decir que muchos más
que la era Lee-Ditko de Spider-Man; por esa misma razón deseaba saber qué había
sido de él, luego de la última vez que pude gozar de sus aventuras en solitario
y era solo cosa de disponerme a ello, ya que cuando compré el mencionado
volumen, también adquirí al mismo tiempo otro sobre sus andanzas de los
ochenta, escritas por un autor al cual ahora más que nunca le tengo un hondo
respeto: Roger Stern. Había más de una
década de paréntesis desde que mi camino se cruzó con el suyo; no obstante,
estoy enterado de que entre tanto usó durante un tiempo algo así como un
disfraz de superhéroe (con la cara oculta para seguir la tradición del mismo
Spidey) y luego formó el grupo de Los Defensores junto a Hulk, Silver Surfer,
Namor y otr@s, pero sólo lo sé de puro ñoño, que aún no leo lo que tengo al
respecto; pendientes me quedan mis volúmenes del grupo mencionado de
justicieros y entre medio unos cuantos libritos de bolsillo de la Biblioteca
Marvel en blanco y negro, que poseo desde hace rato, a ver si lleno mejor el
vacío que tengo al respecto entre ese primer fascículo y el que ahora nos
reúne…Mientras tanto les comparto mis impresiones sobre el compilatorio que
ahora acapara nuestra atención.
2. El escritor:
Roger Stern.
Tuve el gusto de conocerlo gracias a la
colección de Superman de Planeta De Agostini, que me compré ille tempore, la
cual reunía un montón de números de sus revistas y novelas gráficas a partir
del reinicio de John Byrne, luego de la mítica Crisis en las Tierras Infinitas
y en las que este escribía aventuras suyas casi a la par del canadiense. Luego me reencontré con él con las revistas
sacadas por la extinta editorial mexicana Vid, que fui completando una buena
cantidad de números y que contaban de sus aventuras posteriores a lo que tenía
de la mencionada empresa española…Lo que no sabía, es que ya lo había leído de
joven, poco después de salir del colegio, cuando me compré el tomo compilatorio
que salió en los kioscos de La Muerte de Superman y un par más, Funeral
para un Amigo y El Mundo sin Superman, en los cuales
también venían guiones suyos; los recién mencionados títulos los tengo de la
misma Vid, pero luego tuve la suerte de comprarme un montón de revistas en muy
bello formato de la igualmente llorada Ediciones Zinco, de origen español,
gracias a los cuales me actualicé con El Reino de los Supermanes y El Regreso
de Superman una vez que este resucitó.
Así que por años el nombre de Roger Stern estuvo ligado para mí al
“Azuloso” y vaya que me gustó este primer encuentro con su pluma
Nacido el 12 de septiembre de 1950, ha
trabajado como muchos del medio tanto para Marvel como para DC y otras
empresas. En la llamada Casa de las
Ideas estuvo a cargo en los ochenta de una de las revistas del Trepamuros,
junto a uno de sus dibujantes estrellas, John Romita Jr., en los ochenta y con
ello le otorgaron una de sus etapas más célebres, creando entre ambos, además, a uno de sus
villanos más recordados: El Duende (una especie de sucesor del Duende Verde,
aunque en su caso acabó muy mal); asimismo, es co-creador de una importante
alineación de los “Héroes más poderosos del planeta”: los Vengadores Costa
Oeste. Harto ha hecho para esta querida
editorial, donde también ha firmado para Capitán América, Thor y Iron Man. Por
mi parte tengo completa la legendaria etapa suya de nuestro Amistoso Vecino, en
edición de lujo, aunque sin leer aún (si bien leí año atrás la revelación de la
identidad secreta del Duende, ya que también cuento con varios tomitos chicos
de la Biblioteca Marvel sobre Spidey).
De los Vengadores Costa Oeste tengo harto, aunque todos pendientes aún y
no sé si algo de ello es lo realizado por Stern.
Sobre su labor para la “Distinguida
Competencia”, sus ya referidos trabajos para Superman son clásicos, habiendo
escrito hasta 3 novelas sobre el personaje (una de ellas Muerte y Vida de Superman
y de la que escribí para mi serie de posts Pecados de Omisión y una sobre la
serie de televisión Smalville, acerca de la juventud de Clark Kent y que tengo,
pero tampoco le he dedicado tiempo, más otra titulada Superman: The Never-Ending Battle). También ha hecho por lo menos un par de
novelas gráficas dedicadas al Hombre de Acero: Superman por la Tierra (de
la que soy dueño de una linda versión de Ediciones Zinco, hace muchos años ya
leída y Una Nación Dividida, un elseworld
algo polémico ambientado en plena Guerra Civil usaca, que tuve el honor de
comprarme en una muy buena tienda que ya no existe y justo cuando estaba por cerrar,
esa en edición de la Vid). Asimismo, tuvo a su cargo el relanzamiento del Átomo
post-crisis y creó a uno de los sucesores del Starman original, cuya etapa
escribió, ambos casos en los ochenta.
Su trabajo en Marvel y DC permitió que se
encargara de un crossover de nada menos que de Hulk contra Superman… ¡Yo quiero
tener y leer esa historia!
3. El dichoso tomo.
Cuando destinaron a Roger Stern la
colección del Hechicero Supremo, se suponía que lo acompañaría en el dibujo el
por entonces “niño bonito” de Marvel, la superestrella Frank Miller, puesto que
este se encontraba en su cenit tras el éxito de su labor en la cabecera de
Daredevil. Incluso se realizó un afiche
publicitario dibujado por el propio Miller, anunciando en las revistas de la
empresa la próxima etapa que se avecinaba para el Doctor Strange; no obstante,
todo quedó ahí, ya que las demás obligaciones del artista no permitieron que
esto se concretara y de ese modo Roger Stern se quedó solo o mejor dicho, fue
apoyado por un montón de otros dibujantes, puesto que a lo largo de sus casi 5
años (entre 1981 y 1985) escribiendo para este personaje, por una razón u otra
fue imposible que le consiguieran un compañero constante. Es así que al leer y gozar del tomo que hoy
nos reúne, nos vamos a encontrar con varios estilos en el dibujo, unos muy
buenos y otros más bien mediocres o poco cuidados, siendo Marshall Rogers quien
más intervino en estas historias y este sí que realizó una labor preciosa.
En aquellos años la colección del Doctor Strange estaba al borde de la
cancelación y hace rato que se llevaba publicando de manera bimensual; solo
gracias al tremendo aporte de Roger Stern esta se salvó y es que en verdad
realizó argumentos memorables, muchos de ellos con largos arcos que se
desarrollaban en números consecutivos; además lo hizo intervenir de manera
directa en el universo marvelita, teniendo como invitados a varios de los personajes
más famosos y curiosos de la Casa de las Ideas.
Por lo tanto, en estas páginas veremos desfilar nada menos que a Nick
Fury y los Comandos Aulladores, a los 4 Fantásticos, el Hermano Vudú, los
Vengadores, el Caballero Negro, los Defensores, Blade y… ¡Drácula! ¿Se me
escapa alguna estrella más?
El punto de partida para todo, viene a ser la escisión de la relación amorosa
de Stephen Strange con su discípula venida de otra dimensión, la cada vez más
poderosa Clea (y a la que nos presentaron en su momento los mismísimo Stan Lee
y Steve Ditko); sin embargo eso no significaba que el amor entre ambos acabese,
sino que sus caminos tomaran rumbos diferentes y ello resulta ser por dos
hechos muy especiales: la llegada de otra fémina, la escritora Morgana
Blessing, de personalidad muy distinta a la pariente de Dormammu y cuyo destino
está unido al protagonista de una manera muy especial (y bella), tal como nos
lo rebela el autor; y, por otro lado, porque Clea debe cumplir con su destino
en la Dimensión Oscura, su hogar…Empero sus vidas se reencontrarán y de manera
épica, tal como detalla la última parte de la etapa de Roger Stern.
La primera gran saga en la que se desenvuelve este particular
superhéroe, implica un viaje en el tiempo, oportunidad que le da al guionista
para hacer un recorrido por algunos momentos clásicos de la Era Marvel (década
de los sesenta); luego llega una aventura en la que el mismo Doctor Strange, se
vuelve el artífice de un evento importante dentro de la continuidad marvelita:
la desaparición de los vampiros como especie y ello durante años en las
historietas de la empresa (supongo que este hecho no incluía a Morbius, ya que
este no debe su vampirismo a razones mágicas, a diferencia del resto de sus
congéneres ¿No?). Por último, entre una
cuantas historias autoconclusivas o de continuidad más breve y muy divertidas entre
medio, se encuentra el nuevo viaje del justiciero a la Dimensión Oscura, para
participar de manera directa en la revolución que se está orquestando… ¡Ah y se
me estaba olvidando! Presten atención al hermoso homenaje a los creadores de
nuestro protagonista.
Cabe mencionar la simpática intervención de Wong, el leal sirviente del
buen Doctor, un sabio personaje que fue introducido en las revistas mucho
después del primer tomo que mencioné más arriba (así que poco sé de cómo llegó
al Sancto Sanctorum de Greenwich Village, salvo uno que otro flashback por ahí)
y su administradora, la morena Sara Wolfe, una mujer “común y corriente”
contratada para llevar las cuentas y ser su nexo con el resto del mundo.
Mención especial para las únicas historias de este volumen que no fueron
escritas por Stern, sino que sus artífices fueron en el primer caso Carl Potts
y quien también se encargó del dibujo en ese número, como luego Anne Nocenti,
una aclamada escritora del medio que tuvo una muy recordada etapa en
Daredevil. Ambas obras resultan ser muy
emotivas, la primera corresponde a una reflexión sobre el dolor y la venganza,
mientras que la segunda (lejos la mejor de las dos) aborda los límites entre
locura y genialidad artística.
Aparte de la colección bimensual de nuestro Hechicero Supremo favorito,
se incluyen tres magníficas historias más orquestadas por Roger Stern, en
distintos periodos: El Duelo (1983), que apareció en una revista antológica de
Marvel y donde queda de manifiesto la sabiduría que posee este personaje tan
entrañable, a través de una trama que nos deja una moraleja cuando es necesario
reconocer nuestras propias debilidades; luego viene la mayor joya, quizás, de
todo el volumen, Doctor Strange y Doctor Doom: Triunfo y Tormento (1989), en la
cual Stephen Strange tiene una memorable aventura junto a nada menos que el
infame soberano de Latveria y logramos conocer a este último en un plano humano
como no creíamos (cabe mencionar que el dibujante resulta ser nada menos que
Mike Mignola: sí, el genio detrás de Hellboy); y, por último, Esa
vieja casa (2011), un relato que se remonta al pasado del Doctor Strange,
gracias al cual logramos saber cómo fue que tomó posesión de su hogar en New
York.
En suma: Más de 700 páginas de cómics de primera calidad, incluyendo
valiosos agregados como sabe darnos Panini.
Aventura, heroísmo, romance, todo tipo de monstruos, viajes a mundos
extraordinarios, destacadas estrellas invitadas, humor y sensibilidad por
montones encontrarán quienes se aventuren a leer el libro que ahora recuerdo
con dicha y nostalgia.
Y que Spiderman no haya salido en un comic de Doctor Extraño, solo apareció haciendo un cameo en el tercer volumen de Doctor Extraño y con tercer volumen lo digo guiándome por las colecciones americanas cuando lo exportan y traducen a otros países las colecciones se recopilan de otra manera, sin embargo en los comics de los Defensores o en Marvel Team-up Spiderman y el Doctor Extraño han colaborado juntos.
ResponderEliminarEn cuanto al personaje se de su relación con Clea, a la pobre Clea le ha tocado una familia horrible, su madre es Umar que la repudió y su tio el malvado Dormammu, es normal que la relación con Clea sea complicada Marvel lo hace con todos sus héroes para que tengan más intereses amorosos.
De los villanos aunque Dormammu es el villano por excelencia, el villano Pesadilla es otro de los importantes se rumorea que podría ser el villano si hacen segunda parte de Doctor Extraño en el cine.
Roger Stern es muy buen autor aunque en mi blog todavía no he llegado a su etapa ahora estoy con la etapa de Wolfman.
Olvidaste que el segundo anual de Spidey es un entretenidísimo team-up con Strange.
EliminarEn cuanto a Pesadilla, me gusta mucho ese personaje y lo conocí por la peli animada que hay sobre el Hechicero Supremo. Ojalá sea el rival en la segunda cinta, si bien es obvio se enfrentará al Barón Mordo.
Claro que trabajaron juntos en el segundo Anual de Spiderman pero me refiero a que en los comics de Doctor Extraño Spiderman no sale salvo el cameo que he mencionado antes.
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