En 1996 el escritor norteamericano George R. R. Martin publicó la primera novela de su saga de literatura fantástica conocida como Canción de Hielo y Fuego, convirtiéndose en pocos años en una de las sagas más alabadas en el género, tanto por la crítica, como por sus lectores. A su vez su popularidad llegó a tales extremos, sin dejar de lado sus propias virtudes literarias, que tan sólo el año pasado el canal de cable HBO estrenó un programa que adapta el primer libro, titulado Juego de Tronos, pretendiendo con cada temporada abordar cada una de las novelas que comprenden esta saga; y así como las obras que forman parte de esta gran historia, el show televisivo ya es un éxito total y está pronto a estrenar la segunda temporada, que corresponde al segundo volumen llamado Choque de Reyes (pero respecto a la serie, hablaré en otra ocasión, puesto que aún no la veo). Y antes de profundizar acerca del libro Juego de Tronos, quisiera referirme brevemente a su autor, quien para cuando dio a la luz el primer tomo de la que es considerada su magna obra, ya hace rato que había conseguido el beneplácito de especialistas y seguidores con su trabajo anterior.
Tal como afirmé arriba, George R. R. Martin ya poseía su prestigio cuando dio al mundo su Canción de Hielo y Fuego, en la que van en la actualidad cinco novelas; por lo general cada una más voluminosa que la anterior (siendo que ya la primera posee en la versión traducida al español casi las 800 páginas). A la saga también se incorpora una novela corta, precuela a Juego de Tronos; a su vez el autor promete que serán siete textos en total. Su autor nacido en 1948, ha incursionado con éxito y calidad tanto en la ciencia ficción, como en el terror y por supuesto la fantasía, a veces mezclando dichos géneros, como en su famoso cuento Los Reyes de la Arena (1981), una historia de monstruos extraterrestres difícil de olvidar si uno ha tenido la ocasión de leer y que la serie The Outher Limits escogió para comenzar su emisión en 1995, aunque no con muy buen resultado que digamos (¡Una versión atroz más que libre y de bajo presupuesto diría yo!). Sin embargo fue con su primera colección de cuentos, Una Canción para Lya (1976), que el escritor demostró su imaginación desbordante, ya sea a la hora de crear escenarios impresionantes, jugando con paisajes realistas, pero incorporando situaciones increíbles y aún así verosímiles, como diseñando ambientes futuristas y extraterrestres. Le seguirían numerosas colecciones de sus relatos antes publicados en revistas y antologías, donde destaca también Canciones que cantan los Muertos (1986), libro donde brilla su aspecto más siniestro y aterrador. Dentro de sus novelas apartes de su célebre saga de fantasía, se puede nombrar sin dudarlo su propia versión del vampirismo en El Sueño del Fevre (1982) y que está considerada como una de las mejores obras que tienen a los chupasangres como protagonistas. Martin además se ha dado el gusto de escribir libros a cuatro manos, es decir, compartir con otro autor la autoría de uno que otro texto, en este caso fue con una mujer, Lisa Tutle, con quien coescribió Refugio del Viento (1981); con la Tutle su dupla ha conseguido numerosos premios, pues ésta no fue su única colaboración. De forma independiente, este escritor es el dueño de más de treinta galardones, entre los que destacan numerosos Hugo, Nébula y Locus, considerados todos estos entre los máximos premios en ciencia ficción y fantasía, además de varios Ignotus, un Bram Stoker, entre otros. Otro faceta interesante de George R. R. Martin, es su relación con la televisión, pues durante gran parte de los ochenta y principios de los noventa trabajó de guionista para series como La Dimensión Desconocida y La Bella y la Bestia.
Ahora bien, referirse a la primera novela de Canción de Hielo y Fuego (y nótese el fetiche del escritor con la palabra “canción”, al poner ese título genérico a su magna obra, teniendo además Una Canción para Lya y Canciones que cantan los Muertos entre el resto de sus trabajos), es referirse también a un particular mundo creado por el escritor, quien toma un montón de elementos de la literatura épica clásica como el Ciclo Artúrico, así como de la fantasía moderna. En ciertos aspectos la ficción descrita por George R. R. Martin recuerda mucho a la de una obra ambientada en nuestro medievo, no obstante existen dentro de su ficción pequeños detalles que sólo pueden corresponder al de una literatura maravillosa, puesto que los elementos sobrenaturales se mantienen latentes…hasta que entran de golpe en medio de los acontecimientos y provocando el choque entre el mundo de los humanos, el mundo de la magia y el de seres mucho más antiguos que la civilización misma. Esta confrontación entre humanos y “Los Otros”, bien se encuentra de una forma no declarada aún en este primer libro, pero se mantendrá como una constante amenaza para nuestros protagonistas. A esta oposición entre los elementos realistas y heroico-medievales del libro con lo maravilloso y fantástico, se agregan los múltiples conflictos bélicos entre diversos señores, reyes y potestades, lo que muestra un mundo donde la paz es un privilegio y las lealtades entre unos y otros son un don frágil. Dentro del aspecto mágico del libro, se encuentra fuerte la imagen del dragón, criatura que a la fecha se encuentra extinta, pero de la que se mantienen calaveras, huesos y huevos petrificados; de este modo el dragón viene a simbolizar no sólo la fuerza de lo salvaje, si no que también ese mundo prehumano y recóndito que se mantiene latente a lo largo de Juego de Tronos.
El lugar donde transcurren los eventos de toda la saga, corresponde al mundo de los Siete Reinos, de los cuales para los acontecimientos que se narran en el primer tomo, no quedan más que vestigios, pues en su presente existen muchas más Casas (familias de nobles), aparte de las originales y quienes a su vez rinden tributo a un rey. Cada una de las casas que gobiernan los Siete Reinos, posee su propio castillo, como también su escudo característico, esto siguiendo la tradición heráldica, y su lema identificativo. No obstante más allá de los Siete Reinos, existen otras culturas, otras naciones ya de un carácter más exótico y misterioso, las que al menos en Juego de Tronos, apenas se vislumbran (salvo una, a la que me referiré más adelante). Cuando llegaron los humanos a lo que posteriormente recibió el nombre de Siete Reinos, las tierras eran dominadas por los Hijos del Bosque, quienes con el paso del tiempo se replegaron hacia lugares inhóspitos, convirtiéndose en mitos y leyendas, pero siempre manteniéndose en el recuerdo de mujeres y hombres. Además se habla de “Los Otros”, seres malignos quienes de vez en cuando demuestran su presencia en actos siniestros (y la verdad, al menos en este primer libro no queda claro su relación con los Hijos del Bosque). Los humanos a su vez profesan su fe en antiguos dioses ligados a los primeros habitantes de estas tierras, si bien el credo hacia dioses más jóvenes los ha ido desplazando. Una característica bastante especial de la ecología de este mundo, son sus estaciones que duran décadas, cada una de ellas irregulares, de modo que la vida de una persona puede muy bien durar todo un invierno, o un verano.
Más allá de los Siete Reinos, hay otros pueblos, con algunos de los cuales se poseen ciertos contactos; ellos son naciones que supuestamente corresponden a países de tipo oriental. Por otro lado, estos lugares al parecer mantienen la magia que se ha perdido en el resto del mundo. El único país o cultura foránea que toma importancia a lo largo de esta novela inicial, es el de los dothrakis o Señores de los Caballos, quienes recuerdan al imperio mongol en sus tradiciones; este pueblo a mares de distancia de los Siete Reinos, tendrá un papel preponderante para los eventos de la saga. Son una cultura patriarcal y guerrera, poseyendo sus hombres un carácter violento y salvaje. Temen al mar y hacen uso de una serie de tradiciones grotescas que les otorga un mayor carácter de bárbaros.
El libro está conformado como una “novela río”, es decir, posee un gran número de personajes, compartiendo ellos casi el mismo nivel de protagonismo, esto gracias a los distintos capítulos donde el curso de la narración se dirige a sus personas y pensamientos. Por lo tanto, como novela río, el narrador nos cuenta una trama con un montón de historias paralelas que ocurren al mismo tiempo (el llamado “montaje”) y que como los ríos, desembocan al mismo mar, o sea, a los mismos acontecimientos principales que los ligan entre sí.
Como novela de fantasía, Juego de Tronos y toda la saga de la que forma parte, está ideada como una obra dirigida a un público adulto, a diferencia de muchos textos actuales del género pensados en lectores infantiles o juveniles (en una primera instancia, claro), en los que el autor le entrega el protagonismo a personas de tal edad con el objetivo de crear identificación en el lector; a su vez este tipo de literatura infantil/juvenil mantiene un discurso edificador en mayor o menor medida a gusto de su creador, dosificando el dramatismo y el uso de elementos que puedan perturbar un criterio no formado aún, como la violencia y truculencia y obviando el erotismo, como también el lenguaje grosero. Dentro de los mejores ejemplos de este tipo de literatura que puedo recomendar a ojos cerrados, están los libros de Michael Ende como Momo y La Historia Interminable, las sagas de Las Crónicas de Narnia y, por supuesto, Harry Potter (si bien a partir del cuarto libro hubo una evolución en la autora y en su labor, al hacer madurar poco a poco su arte y narración hasta darle ya un carácter mucho más complejo, por no decir adulto, a los siguientes volúmenes a partir de este cuarto tomo). Volviendo a Juego de Tronos, acá la violencia llega a cuotas insospechadas, aunque el narrador lo hace de una forma más o menos sutil, al darnos a conocer gran parte de las veces, los actos más sangrientos y crueles por boca propia de los personajes, en vez de “deleitarse” como otros en la descripción directa de estos. Lo anterior se puede apreciar en las siguientes citas textuales:
“Al otro lado del camino, una chica de la edad de Dany sollozó con voz aguda cuando uno de los jinetes la tiró de bruces sobre un montón de cadáveres y la penetró. Otros desmontaron para ocupar su lugar cuando terminara. Aquélla era la salvación que llevaban los dothrakis a los hombres cordero.
«Soy de la sangre del dragón», se recordó Daenerys Targaryen, volviendo la vista. Apretó los labios, endureció el corazón, y cabalgó hacia la puerta.
—Casi todos los jinetes de Ogo consiguieron huir —dijo Ser Jorah—. Aun así, nos quedarán al menos diez mil cautivos.
«Esclavos —pensó Dany. Khal Drogo los llevaría río abajo, a alguna de las ciudades que se alzaban en la Bahía de los Esclavistas. Tenía ganas de llorar, pero se obligó a ser fuerte—. Esto es una guerra, así son las guerras, éste es el precio del Trono de Hierro.»
—Le he dicho al khal que debería ir a Meereen —dijo Ser Jorah—. Allí le pagarían mejor que en una caravana de esclavos. Illyrio dice en su carta que el año pasado hubo una epidemia, así que en los burdeles pagan el doble por chicas jóvenes que estén sanas, y el triple por niños de menos de diez años. Si suficientes niños sobrevivieran al viaje, tendríamos oro para comprar todos los barcos necesarios y contratar hombres que los tripulen.
Detrás de ellos, la chica a la que estaban violando lanzó un aullido largo, agudo, desgarrador, que no parecía tener fin. Dany agarró las riendas con fuerza, e hizo que la plata volviera la cabeza.
—Haced que se detengan —ordenó a Ser Jorah.
—¿Khaleesi? —El caballero se había quedado perplejo.
—Ya me habéis oído —dijo—. Detenedlos. —Se volvió hacia su khas y les habló en dothraki—. Jhogo, Quaro, ayudad a Ser Jorah. No quiero violaciones.
Los guerreros se miraron, asombrados. Jorah Mormont acercó su caballo a la yegua de Dany.
—Princesa —dijo—, tenéis un corazón bondadoso, pero no lo comprendéis. Las cosas han sido siempre así. Esos hombres han derramado sangre por el khal. Y quieren cobrar su recompensa.
Al otro lado del camino, la chica seguía gritando en una lengua que Dany no comprendía. El primer hombre había terminado, y otro ocupaba su lugar.
—Es una chica cordero —dijo Quaro en dothraki—. No es nada, khaleesi. Para ella es un honor que la monten los jinetes. Los hombres cordero yacen con ovejas, lo sabe todo el mundo.
—Lo sabe todo el mundo —repitió su doncella, Irri, como un eco.
—Lo sabe todo el mundo —asintió Jhogo, a lomos del alto semental gris que le había regalado
Drogo—. Si sus gritos te ofenden, Jhogo te traerá su lengua, khaleesi. —Desenvainó el arakh.
—No quiero que le hagáis daño —replicó Dany—. La exijo para mí. Haced lo que os he ordenado, o tendréis que dar explicaciones a Khal Drogo.
—Ai, khaleesi —respondió Jhogo al tiempo que espoleaba su caballo. Quaro y los demás lo siguieron, en medio del tintineo de las campanillas de sus cabelleras.
—Id con ellos —ordenó a Ser Jorah.
—A vuestras órdenes. —El caballero le dirigió una mirada extraña—. No cabe duda, sois de la misma sangre que vuestro hermano.
—¿Que Viserys? —Dany no comprendió.
—No —replicó él—. Que Rhaegar. —Se alejó al galope.
Dany oyó gritar a Jhogo. Los violadores se rieron de él, y uno le respondió algo también a gritos. El arakh de Jhogo centelleó, y la cabeza del otro hombre cayó rodando por el suelo. Las risas se trocaron en maldiciones, y los jinetes fueron a sacar sus armas, pero en aquel momento llegaron Quaro, Aggo y Rakharo. Vio que Aggo señalaba el punto del camino donde ella se encontraba, a lomos de la plata. Los jinetes la miraron con ojos fríos y negros. Uno escupió. Los demás, refunfuñando, se dirigieron hacia sus monturas.
Mientras tanto, el hombre que estaba poseyendo a la chica cordero no se había detenido, estaba tan concentrado en su placer que no parecía consciente de qué sucedía a su alrededor. Ser Jorah desmontó y lo apartó a un lado bruscamente. El dothraki cayó al suelo embarrado, se levantó al instante con un cuchillo en la mano y murió con una flecha de Aggo en la garganta. Mormont levantó a la chica del montón de cadáveres y la envolvió con su capa manchada de sangre. La llevó hasta donde estaba Dany”.
“—¿De qué me salvaste? —La mujer Ihazareena escupió al suelo—. Tres jinetes ya me habían tomado, y no como un hombre toma a una mujer, sino por detrás, como el perro monta a la perra. El cuarto estaba dentro de mí cuando pasaste a caballo. ¿De qué me salvaste? Vi arder la casa de mi dios, donde había curado a incontables hombres buenos. Mi casa también ardió, y en las calles vi montones de cabezas. Vi la cabeza del panadero que horneaba mi pan. Vi la cabeza de un chiquillo al que había salvado de unas fiebres hacía menos de tres lunas. Oí los gritos de los niños mientras los jinetes los hacían avanzar a latigazos. Dime, ¿de qué me salvaste?”
Las citas textuales de arriba ejemplifican la atmósfera viciada a la que están acostumbrados los personajes del libro, donde el salvajismo impide que se manifiesten expresiones como la compasión y otras sensibilidades. Como los personajes en su mayoría son nobles y guerreros que participan de un ambiente de carácter épico y medieval, están acostumbrados a hacer la guerra, las batallas cruentas y la vida hostil en general. Los grandes señores tienden a abusar de su poder, de modo que no es anormal poseer hijos fuera del matrimonio, a los que se les llama “bastardos” sin tapujo, acogiéndolos unos pocos en su hogar, pero sin darles su apellido y los mismos derechos que los hijos nacidos bajo el matrimonio oficial. Igualmente se aprecia el tema del incesto, considerado como privilegio y obligación de algunas familias para mantener la “pureza” de la sangre. Las intrigas se encuentran a la orden del día y ello causa más de un entuerto, muertes en circunstancias misteriosas, duelos, traiciones y otros. Bueno, todo esto no sólo es fantasía, pues a la largo de la historia basta recordar apellidos como el de los Medicci en el Renacimiento para ver como la literatura imita a la realidad.
Dentro de la dimensión propiamente medieval del libro, destacan las figuras de los caballeros, acá llamados “Ser” (de seguro una desviación del “Sir” de la lengua inglesa). Acá como los caballeros de los textos clásicos y los reales que inspiraron este tipo de narraciones, prestan juramento a sus señores, se otorgan muchas veces nombres y/o apodos llamativos (como El Caballero de las Flores o La Montaña que Cabalga) y gustan de jugar en torneos y duelos para ganarse su honra.
A su vez, otro aspecto que para muchos puede incomodar, es la inclusión de personajes infantiles en estos actos de violencia salvaje; además también se les hace partícipe de situaciones de carácter erótico, algunas de ellas bastante directas. Esto no es nuevo en todo caso, puesto que a lo largo de la historia en muchos pueblos y culturas, incluso entre los llamados “civilizados” como el Imperio Romano, se acostumbraba casar a niños de poco más de diez años y algunos ya eran padres apenas llegaban a la vida fértil. En el mundo de los Siete Reinos, se llega a la vida adulta a los 16 años, incluso ya desde los tres años de vida, algunos de los personajes actúan como adultos y se les trata como tal, puesto que además entre los nobles se acostumbra darle responsabilidades para que se vayan adaptando a sus futuras obligaciones.
Uno de los aspectos más impresionantes del libro, es que cuando éste lleva más de la mitad avanzado, mueren de forma inesperada dos de los personajes principales y también queridos por quienes les rodean, como por la mayoría de los lectores. Estos decesos tendrán gran relevancia a lo largo de los eventos posteriores, en especial el primero de ellos, puesto que gatillarán una serie de hechos irrevocables.
Adjunto a continuación una lista de los personajes más importantes del libro y en quienes se detiene la narración, para mostrar desde su punto de vista sus épicos eventos:
- Eddard Stark: Señor de Invernalia, territorio ubicado en el Norte y donde pese al verano que lleva décadas a la fecha, es un sitio helado y con abundante nieve, no obstante hermoso. Gran amigo del rey Robert Baratheon, señor de los Siete Reinos, desde la niñez y el único en quien confía en plenitud. De todos los personajes adultos del libro, es lejos el más honrado y virtuoso; no obstante es severo cuando corresponde.
- Bran: Hijo de siete años de Eddard y su esposa Lady Catelyn. Es un niño juguetón que al que le gusta subirse a los árboles y andar encaramado sobre cualquier cosa, hasta que en uno de sus escapes oye un terrible secreto mientras se encuentra encubierto y cambia su vida para siempre.
- Sansa: La hija mayor de las dos del matrimonio de Eddard con Catelyn. Es una chica hermosa, femenina y pretenciosa, que sólo quiere se cumplan sus sueños idealistas de damas y caballeros. Su visión infantil y estrecha de la realidad le provocará primero problemas con su familia, hasta que luego conoce la realidad en toda su crudeza.
- Arya: La menor de las dos hijas de los Stark de nueve años, en muchos aspectos es lo contrario a su hermana. Es una chica independiente, auténtica, valiente y que se resiste a la idea de cumplir con el papel preestablecido de pequeña dama. Hábil en el uso de armas, gracias a la educación marcial que pide le den, logra desarrollar numerosas habilidades que le serán de ayuda en los momentos decisivos.
- Jon Nieve: El único bastardo de Eddard, al que no quiere menos que al resto de sus vástagos, es más, siente un especial cariño hacia él, en parte debido a la gran inteligencia y nobleza que posee. Jon como el resto de su familia es valiente e intrépido (bueno, Sansa es una excepción) y tendrá un rol decisivo en los eventos que ocurren en el libro, más si se considera que junto con su tío paterno, es el único de su familia que se encuentra en el llamado “Muro” que protege a Invernalia y al resto de los Siete Reinos del cualquier invasión humana o sobrenatural.
- Lady Catelyn: Pese a que en una primera instancia se la muestra como una mujer obcecada y prejuiciosa, sus defectos pueden ser opacados por su extrema audacia y amor a los suyos. Si bien para ella la familia es lo primordial, el honor y la responsabilidad son virtudes que pone por encima de todo, aun cuando su naturaleza de madre la pueda conmover y quebrar por un momento. No es una enemiga que uno querría tener.
- Tyrion Lannister: Este enano contrahecho y apodado el Gnomo, es para muchos lectores (incluyéndome) el mejor personaje de todo el libro. Su falta de atractivo físico lo suple con creces con su ingenio, humor negro y una personalidad que ya muchos quisieran poseer. Apenas querido por su propia familia y quienes lo rodean, demuestra ser alguien con sus ideas bien claras y valer más de lo que demuestra.
- Daenerys Targaryen: Una de los dos últimos sobrevivientes del antiguo linaje de la sangre del dragón, dinastía que por siglos tuvo el control de los Siete Reinos, pero que tras su último rey, loco y cruel como pocos, a los trece años se ve forzada a un matrimonio por conveniencia con uno de los señores de los dothrakis (y justamente el más duro de todos ellos). Esta chica que al comienzo del libro se ve como una niña frágil y tímida, a lo largo del libro demuestra su verdadero coraje al demostrar su real herencia.
Al hacer una evaluación de los personajes más importantes del libro y en quienes se detiene el narrador para darnos a conocer la trama, se puede observar que George R. R. Martin opta por darle protagonismo a personajes con los cuales uno pueda simpatizar. La mayoría de ellos o bien son heroicos o al menos comparten una nobleza que los hace ser singulares frente al resto. Por otro lado, muchos de ellos son más de lo que aparentan ser, convirtiéndose en seres que lograr superar las barreras que las taras sociales o los eventos fortuitos les presentan. Sus héroes son personajes reales, con las mismas virtudes y defectos del hombre y la mujer común, pero con la fortaleza suficiente como para adaptarse a su medio y salir lo más airoso posible de cualquier eventualidad; de este modo dudan, tienen miedo y se equivocan, muchas veces cuentan sólo con ellos mismos para superar los vaivenes de la vida, pero es su capacidad de aprender la que los salva y los hace formidables.
Para ser franco, el autor posee un preciado don para crear personajes de gran fuerza y carisma, hasta los malvados que poseen un trabajo psicológico que los hace ser seres complejos y muchas veces moverse en tal ambivalencia, de modo que uno no tiene claro cuáles son sus verdaderas intenciones. Los personajes alineados al bien poseen historias personales que los hace entrañables, de modo que sus personalidades resultan ser toda una gama que ilustra la propia realidad; los malvados, igual, algunos de ellos pueden ser retorcidos en su vileza, pero nunca son una caricatura o pecan de ser estereotipados y más de uno puede dar una grata sorpresa.
Considerando la gran cantidad de personajes que se despliegan a lo largo del libro, la mayoría de increíble atractivo, mencionaré a algunos de estos personajes secundarios que en muchos casos “se roban la escena”:
- Robert Baratheon: El rey que gobierna todos los Siete Reinos, considera a Stark no sólo como a su mejor amigo, sino como a su hermano y por ello le concede el honor de ser su “Mano”, es decir, su confidente, consejero mayor y representante en su ausencia. Es un hombre que en su juventud fue un formidable guerrero, atlético y valeroso, pero ahora sólo le queda un poco de esta última virtud, si bien mantiene todavía su cuota de nobleza. Para los eventos del libro está gordo y es casi un borracho, pues no está contento con sus deberes de monarca y mucho menos con su esposa.
- Cersei Lannister: Esta mujer posee de gran belleza, lo que tiene de manipuladora y malvada. Tiene grandes recelos del amigo de su marido y razones no le faltan. Esconde grandes y terribles secretos. Sólo le importa el poder y que los demás la respeten y teman.
- Jaime Lannister, el Matarreyes: Hermano mayor de Cersei, quien sirve al rey Robert como caballero de la corte. Fue el responsable de matar al anterior soberano loco de los Targaryen, a quien traicionó, de ahí su apodo. Este hombre esconde sus verdaderas intenciones, las que comparte con su hermana la reina. Es el único de su familia que siente aprecio hacia Tyrion, sentimiento que es recíproco.
- Joffrey Baratheon: Príncipe heredero hijo de Robert y Cersei, que a los doce años de edad iguala en vileza a la mayoría de su rama de la familia Lannister. Está comprometido con Sansa Stark, a quien supuestamente ama y corteja con caballerosidad.
- Sandor Clegane, el Perro: Es un hombre de corazón duro, imponente y con gran parte del rostro quemado. Fiel servidor de los Lannister, quien tiene a su cuidado al príncipe heredero. Pese a su personalidad fiera, guarda algo de dulzura.
- Robb Stark: De catorce años, es el heredero de su familia, quedándose al cuidado de ésta cuando sus padres se ausentan. Valiente como sus padres, se ve obligado a tomar decisiones como adulto cuando la guerra se hace inminente.
- Varys, la Araña: No sólo por ser un eunuco gordo y afeminado es uno de los personajes más ambivalentes del libro. Oficia de jefe de espías en la corte del rey Robert y sus verdaderas intenciones y lealtades no están claras aún.
- Lord Petyr Baelish, Meñique: Noble con gran poder económico que desde su infancia está enamorado de Catelyn. Es un hombre pequeño, apuesto y artero que siente desprecio hacia Eddard por haberle “quitado” a la mujer que amaba, si bien está dispuesto a trabajar con éste en honor de su amor imposible. Como sucede con Varys, se desconocen sus propósitos reales. Es sarcástico, casi al nivel del Gnomo.
- Viserys Targaryen: Príncipe heredero de la antigua dinastía que gobernaba los Siete Reinos y a la que supuestamente usurpó su poder el actual rey Robert Baratheon y sus aliados. Es el hermano mayor de Daenerys, a quien trata con crueldad y la usa para conseguir el apoyo de los dothrakis. Sólo desea recuperar la corona y el Trono de Hierro. Es orgulloso, despreciativo y no le interesa nadie más que él mismo.
- Jorah Mormont: Valeroso caballero que sirve a los sobrevivientes de la dinastía Targaryen, si bien su verdadera lealtad es hacia Daenerys y no a su malvado hermano. Diestro en el uso de la espada y el látigo, es capaz de enfrentarse con creces a los salvajes dothrakis.
- Khal Drogo: Líder de los bestiales dothrakis. Valiente y hábil en la batalla a tal punto que nunca ha sido derrotado. Como todos sus hombres, es un individuo duro y sanguinario, si bien llega a demostrar aprecio por la niña que se llega a convertir en su esposa.
- Osha: Mujer salvaje que es hecha prisionera por la familia Stark, luego que ella y los suyos intentaron emboscar a Bran y a su gente en el bosque. En cautiverio demuestra ser una mujer dulce y sabia, ganándose la confianza de sus captores y el perdón. Entabla una relación de afecto con Bran.
- Samwell Tarly: El mejor amigo que llega a tener Nieve en el Muro. Es un muchacho gordo y cobarde, quien gracias a Jon descubre ser una persona valiosa. Rechazado por su padre, un noble de una casa menor, se ve obligado a “vestir el negro” (trabajar en el llamado “Muro”) contra su voluntad, luego de que fue incapaz de demostrarle ser digno de ser su heredero.
Yo por el otro lado solo me vi la serie de TV y puedo decir que es increible. Los personajes estan muy bien logrados ( o esa impresion me da, más ahora al hacer la comparación con tus descripciones) la ambientación es de primera y la censura es practicamente nula. Espero tener la oportunidad de leerme las novelas para hacer una comparación más objetiva, pero gracias a tu texto puedo hacerme una idea de que tan bien adaptada esta la serie. No tenía idea de las otras obras de este autor pero recuerdo haber conversado contigo sobre Los Reyes de la Arena y me la recomendaste mucho, ahora con esta saga es un autor para tener en consideración.
ResponderEliminarSaludos.
yo no he visto ni la serie ni he leido ninguna novela, pero se ve bastante buena la saga en cuanto a contenido, y como toma algo como lacultura medieval dandole un ambiente mas adulto y a su vez mas realista, debido a la singularidad de cada personaje, lo que me llamo mas la atencion fue el nivel de crueldad explicita que tiene cada linea en la narracion.
ResponderEliminarAsi que a comprar el libro se ha dicho.
atte: fabian ibarra
pd: es medicci, antigua familia florentina del renacimiento que aporto culturalmente en gran parte a dicha ciudad a fines del siglo XV y principios del XVI
Como siempre, Fabián, tus comentarios acá son muy valiosos. Gracias por hacerme ver mi error ortográfico, que lo he corregido. Ojalá mi nueva "pega" me permita escribir con constancia para este blog.
ResponderEliminarSolo comentar que este domingo empezó la segunda temporada de HBO.
ResponderEliminarSaludos
y para los que buscan ya se puede ver hasta el capitulo 2...
ResponderEliminarGracias, amigo, por el dato, que los seguidores de esta serie te lo agradecerán. Por mi parte aún ni veo la primera temporada. Estoy esperando a comprármela en dvd (o blue-ray), pero creo ya no será para este mes.
ResponderEliminarhola, volviendo a comentar este elaborado texto sobre una gran obra, la cual aun no he tenido la oportunidad de leer, pero mi novia me prestara su tomo una vez que ella lo termine, y podré maravillarme con esta increible narracion llena de intrigas y misterios, ademas de la violencia y todo el contraste y el transfondo que oculta la trama que desde cerca nos refleja a nosotros mismos, dandose el caso de que nos lleguemos a identificar con uno que otro personaje, como pasa en las obras de King, como me pasó leyendo Christine y Carrie.
ResponderEliminarAtte. Fabian Ibarra.
En realidad esta novela, la saga en sí misma y la serie basada en ella, son altamente recomendables, así como el resto de las obras de este consagrado escritor. Me alegra saber que te vayas a disponer a la prontitud este primer tomo, pues te regalará inolvidables momentos de placer literario.
ResponderEliminarHola. Bueno, imagino que llego un poco tarde ya que van a empezar dentro de poco la QUINTA temporada. :-)
ResponderEliminarYo tengo una teoría un poco especial. No tengo objeción con la calidad de esta saga —solo he visto la serie—, salvo en que me han dicho que sobra más de la mitad. En la TV encuentro algo que se asemeja: hay muchas tramas y la acción avanza muy poco. No confundir con que diga que sea lento, al contrario, es frenética, pero en media docena de tramas. Una por una, apenas sería 10 minutos de capítulo. Es desesperante.
Pero a lo que iba. Su autor creo que juega con los lectores. Es decir, construye unos Stark con un estereotipo clásico de "héroe bueno", pero en realidad, si nos fijamos bien, son unos arrogantes engreídos que no dudan en mandar cortar cabezas. Igualmente pero en el lado opuesto están los Lannister, que en el fondo son más coherentes con su filosofía de vida.
Saludos
Nunca es tarde para comenzar con una buena obra y tampoco para comentar un post viejo, que como bloguero que eres, bien sabes que uno lo puso ahí con la misma dedicación de sus textos más recientes. La verdad es que me gusta demasiado esta saga , ya sea en el papel, como en su versión televisiva (incluso estoy a semanas de comprarme el quinto tomo, para leerlo de una vez). Te invito a leer las novelas, que son lejos mucho mejores que su adaptación, debido a su complejidad, que por algo se han convertido en una de las sagas más elogiadas del género. Gracias por honrarme una vez más con tus comentarios.
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