Todos los libros de Joe Hill en español. |
1. El autor.
En
el año 2005 salió al mercado editorial una colección limitada de 14 cuentos de
terror, bajo el llamativo título de 20th Century Ghosts, nombre de la
colección que hacía clara mención en inglés a una importante productora de
películas Hollywoodense (20th Century Fox) y que demostraba
además el gusto de su autor por los juegos de palabras (lo que bien se vería en
el nombre de su última novela por estrenarse durante este año). El nombre del escritor de estos relatos era
Joe Hill, de quien apenas se tenían datos biográficos acerca de él, si bien más
o menos desde finales del siglo pasado que venían apareciendo textos suyos en
numerosas revistas dedicadas a la fantasía y al terror. Fue así como ya en el año de 1999 había
logrado ganar un premio literario y al aparecer su primer libro, la ya
mencionada selección de sus historias, consiguió obtener esta vez galardones de
mayor envergadura y prestigio, aparte de corresponder a certámenes
especializados en los géneros mencionados: El Premio Bram Stoker a la Mejor
Colección de Ficción y dos trofeos del Premio Británico de Fantasía a la Mejor
Colección y por Mejor Historia Corta.
En el año 2007 Joe Hill pudo por fin sacar una edición masiva de su
antología personal, la cual se imprimió en varios países esta vez y fue
entonces cuando confesó públicamente ser nada menos que el hijo de Stephen
King, el llamado Rey del Terror (y he ahí el apodo que de inmediato se le
otorgó al nuevo autor).
Por
cierto, en su edición en español, la cual respetó la portada original USA como
luego pasó con el resto de sus libros al ser traducidos al castellano, los
editores peninsulares, no encontraron nada más “auténtico” que cambiarle
el título por Fantasmas, como si no
hubiesen por ahí otros libros en nuestro idioma con ese nombre (hay una de las
tantas novelas de Dean Koontz que se llama así); así es como este tipo de
arbitraria decisión es propia de las editoriales de la Madre Patria (si no
pregunten por unos cuantos libros del padre de Joe Hill y lo que pasó con su
traspaso a la lengua de Cervantes).
Pues
bien, era comprensible que al tener como padre a Stephen King, Joe King fuese
influenciado por éste, lo que bien se puede observar en el gusto de ambos por
el rock, el cine, la literatura y por supuesto, las historias de terror. No obstante en un afán de humildad y deseo de
brillar por cuenta propia, el segundo de los tres hijos del matrimonio de
Stephen y Tabitha, no quiso que se supiera su procedencia, de modo de así tantear
sin problemas la calidad de su talento natural (y heredado); de este modo no
vendrían de inmediato las obligatorias comparaciones entre uno y otro escritor. Fue entonces que una vez que alcanzó cierta
fama cosechada por sus propios atributos artísticos, Joe Hill reconoció con
orgullo su parentesco y todo el mundo quedó asombrado con esta revelación. En todo caso la relación familiar entre
padre e hijo siempre fue más que buena, lo que permitió luego que ambos
escribiesen juntos al menos dos cuentos, cosa que en el caso del padre, sólo
con dos escritores y amigos suyos lo había hecho: primero junto a Peter Straub
en los ochenta con El Talismán y su continuación Casa Negra en 2001;
posteriormente lo hizo en Faithful, una obra de no ficción
sobre el béisbol (su deporte favorito) en 2004 junto a Stewart O´Nan.
La
primera novela de Joe Hill fue Heart-Shaped
Box, con la cual esta vez los responsables de su traducción al
castellano fueron mucho más acertados y le pusieron El Traje del Muerto,
título muy parecido al original. El
nombre de esta obra lo sacó Hill del título de una canción del popular grupo
Nirvana, del cual sin duda se declara seguidor.
El libro apareció el año de 2007 y de inmediato se agotó en las
estanterías, llegando nada menos que al octavo lugar en la famosa lista de
bestsellers del New York Times.
Rápidamente Joe Hill vendió los derechos para una adaptación
cinematográfica, en la cual se supone compartirán el protagónico talentos como
lo son Russell Crowe y Christina Ricci, dirigidos por un artesano del cine como
lo es Neil Jordan, no obstante a la fecha todo ha quedado en veremos. La historia trata sobre un rockero decadente
cincuentón, el cual tiene por costumbre coleccionar objetos macabros ligados a
la muerte, asesinos seriales y brujería; un día el músico encuentra en Internet
la oferta de un fantasma, el que supuestamente viene con un traje que
pertenecía a éste en vida y es así como su loca obsesión le costará más que un
susto, en lo que se convertirá en una increíble historia de venganzas desde el
Más Allá. Pues bien, al tiempo después
de sacar su primera novela, Joe Hill hizo un compilado de los temas musicales
rockeros mencionados en su narración, de modo que hay una edición especial del libro
que viene con un cd que trae esta selección.
Por otro lado, basta tan sólo leer los primeros párrafos del texto para
que el lector ávido de historias de este tipo enganche:
“Jude
tenía una colección privada. Había enmarcado dibujos de los siete enanitos y
los había colocado en la pared del estudio, mezclados con sus discos de
platino. Eran obra de John Wayne Gacy, que los había hecho mientras estaba en
la cárcel y se los había mandado. A Gacy le gustaba la época dorada de Disney
casi tanto como abusar sexualmente de niños pequeños, y más o menos lo mismo
que los discos de su cantante favorito, Jude.
Jude guardaba el cráneo de un campesino al
que le habían hecho una trepanación en el siglo XVI para liberarlo de los
demonios, y en el agujero del centro de la calavera había colocado su colección
de plumas estilográficas.
Tenía también una confesión de una bruja
de hacía trescientos años. «Yo hablé con un perro negro que dijo que iba a
envenenar mis vacas y que haría que mis caballos enloquecieran y mis hijos
enfermaran si no le entregaba mi alma. Le dije que sí, y después de eso le di
de mamar de mi pecho».
La quemaron en la hoguera.
Conservaba, además, un lazo, rígido y
gastado, que se había utilizado para ahorcar a un hombre en Inglaterra a
principios de siglo; el tablero de ajedrez con el que jugaba Aleister Crowley
cuando era niño, y una película pornográfica en la que alguien era realmente
asesinado durante el acto sexual. De todas las piezas de su colección, esta
última era la que más le incomodaba poseer. Había llegado a sus manos a través
de un oficial de policía que se ocupó de la seguridad en algunos de sus
espectáculos en Los Ángeles. El policía había dicho, con cierto entusiasmo, que
el vídeo era enfermizo. Jude lo vio y, desde luego, estuvo de acuerdo. Era
enfermizo; y además, de una manera indirecta, también había precipitado el fin
del matrimonio de Jude, al que todavía se aferraba”.
A principios de 2010 salió a la luz su
segunda novela y tercer libro, Cuernos, al cual se le dedicará una
mayor atención en este texto más adelante.
Adaptación al cómic del primer cuento hecho entre padre e hijo. |
Existe una antología tributo a Richard
Matheson, donde varios escritores del género tomaron clásicos cuentos y novelas
de su autoría, para realizar continuaciones, precuelas y relatos inspirados en
dichos textos. El libro en cuestión se
llamó Él es Leyenda, en atención a su famosa novela de vampiros Soy
Leyenda. Pues bien, así fue como
Joe Hill y Stephen King, padre e hijo, no quisieron mantenerse alejados de este
homenaje y coescribieron un cuento basado en El Diablo Sobre Ruedas, historia
a la cual un Spielberg muy joven hizo una adaptación televisiva; el texto de
Hill y King se llamó Throttle y tuvo tanto éxito, que el año pasado sacaron
una versión en cómic de éste, bellamente dibujada por el chileno Nelson Dániel
(¡Bravo por mi compatriota que está haciendo patria en USA con verdaderas
joyitas en el mundo de la historieta, si bien también tiene sus trabajos en
Chilito!) bajo el título de Road Rage, ya editado en español.
El año pasado no más padre e hijo volvieron
a unir sus talentos y publicaron en dos partes, en una importante revista
gringa, un cuento de terror sobrenatural llamado In the Tall Grass. Han dicho quienes lo han leído que resulta
ser bastante impactante en sus poco más de 60 páginas. La historia gira en torno a dos hermanos, un
hombre y una mujer de 21 y 19 respectivamente, que se pierden en medio de la
alta hierba en un campo, tras escuchar la voz de un niño que pide ayuda; es así
como deciden bajar de su auto e ir en su búsqueda…lo cual hará que ambos tengan
una experiencia en realidad aterradora.
Para este año se espera aparezca su
tercera novela, la que tiene por título NOS4A2, otro juego de palabras en
inglés y que se lee en su idioma original como Nosferatu, o sea, el
vocablo rumano que quiere decir “muerto vivo” en atención a los vampiros y que
popularizó Drácula de Bram Stoker, así como la recordada película muda
alemana de Murnau llamada Nosferatu (para no pagar los
derechos por adaptar sin permiso la célebre novela del irlandés).
En cuanto a la temática de su literatura y
en específico a sus novelas, cabe destacar su interés por el horror fantástico,
en especial respecto a figuras clásicas dentro de este tipo de ficciones: en El
Traje del Muerto los fantasmas, con Cuernos los demonios,
aunque para ser más específicos, el Diablo y en NOS4A2 los vampiros. No obstante como su padre, Joe Hill toma en
sus manos estos personajes y leyendas milenarias y las actualiza relacionándolas
con el mundo actual y la llamada cultura de masas, pero nunca sin obviar la
tradición que les vio nacer.
Locke & Key, editada desde el
2008 por IDW Publishing y la que ya lleva 5 colecciones de 6 tomos cada
una. Este saga ha llegado incluso a
superar en popularidad a historietas de terror tales como The Walking Dead,
obteniendo Hill otra vez el Premio Británico de Fantasía, esta vez por su labor
como guionista y además el codiciado Premio Eisner de la industria de la
historieta. Lo derechos para la
televisión de la saga fueron vendidos a 20th Century Fox en colaboración con
Dreamworks y es de esperar para cuándo lancen de una vez a la pantalla chica la
serie.
Portadas de la saga de cómics de terror creada por Joe Hill. |
2. La Novela.
El libro transcurre en
sólo dos días y es increíble todo lo que llega a pasar en él, tanto por la
serie de hechos extraordinarios que se dan en sus páginas, como por los
personajes que pululan entre estas, si bien la narración se permite realizar
unos cuantos flashbacks (recuerdos breves) que se remiten al pasado del
protagonista, su antagónico y el de otros personajes del libro (con lo cual su
trama se enriquece en cuanto al elemento dramático que el narrador le
otorga). Tal y como en su primera
novela, las primeras líneas de este tercer libro de Joe Hill atrapan de
inmediato al lector, con una promesa de estar frente a una historia inolvidable
y cargada de momentos de gran intensidad:
“Ignatius Martin Perrish pasó la noche
borracho y haciendo cosas terribles. A
la mañana siguiente se despertó con dolor de cabeza, se llevó las manos a las
sienes y palpó algo extraño: de protuberancias huesudas y de punta
afilada. Se sentía tan mal –débil y con
los ojos llorosos- que al principio no le dio mayor importancia, tenía
demasiada resaca como para pensar en eso o preocuparse.
Pero mientras se tambaleaba junto al
inodoro se miró al espejo sobre el lavabo y vio que durante la noche le habían
salido cuernos. Dio un salto
sorprendido, y, por segunda vez, se meó en los pies”.
Pues bien, el protagonista apenas
lo ve la primera persona en esa facha, descubre que los cuernos producen un
efecto tal que hace que quienes estén en su compañía le confiesen sus más
oscuros secretos, deseos muchas veces no realizados y pecados unos más
terribles que otros; a su vez Ig (como es llamado coloquialmente por quienes le
conocen) se da cuenta de que también es capaz de influir en el accionar de
aquellos a los que descubre sus osamentas.
Existen otros atributos que consigue Ig, pero ellos es mejor los conozca
por su cuenta el futuro lector.
Un año más o menos atrás al increíble
cambio sufrido por Ig, su novia de toda la vida, de quien estaba perdidamente
enamorado, falleció tras una discusión de ambos y de las que fueron testigos
varias personas; la encantadora muchacha en realidad fue asesinada con
brutalidad, siendo además violada por el cobarde que dejó su cuerpo a la
intemperie. Ahora bien, Ig no fue quién
cometió tal delito, pues luego de despedirse de Merrin (en lo que podría
llamarse muy una triste ruptura entre ambos), se fue a dormir la mona; no
obstante se le inculpó a él dicho crimen y sin embargo aún cuando salió libre
de culpa por la falta de pruebas condenatorias, la mayoría de la gente creyó
que él en verdad era el responsable.
La verdadera identidad del violador y
asesino nunca se supo, hasta que Ig gracias a su nueva condición se entera de
quién fue y es así cómo decide hacer justicia a la única mujer que había
llegado a amar. No obstante pese a sus
recientes aptitudes, el protagonista descubre que aún para el “diablo”
conseguir lo que uno quiere no es fácil y que existen niveles de maldad aún más
grandes que lo que la creencia popular sostiene acerca del inframundo.
Tras un efectivo primer capítulo
consistente en la revelación del cambio de Ig (nótese que su nombre completo
viene de la palabra latina ignis que significa fuego, la que
por asociación tiene relación con Satanás y sus demonios) y los trastornos que ello provoca en la
gente, el segundo capítulo se remonta a la infancia de los protagonistas, para
de algún modo explicar con cierta ambigüedad el motivo de por qué Ig llegará a
convertirse más tarde en lo que como adulto llega a ser (algo así como una
predestinación). No obstante este
extenso, y muchas veces algo lento y aburrido segundo capítulo, sí logra con
creces caracterizar bien las relaciones interpersonales entre Ig y los otros
cuatro personajes del libro que tendrán relevancia en él; familiaridades entre
estos que serán de gran significancia para lo que luego vendrá.
Luego del ya mencionado segundo capítulo,
la acción irá del presente al pasado, contando la historia tanto desde el punto
de vista de Ig, como desde los otros personajes y todo para dilucidar qué pasó
en realidad con el crimen de Merrin. Es
así cómo algunos de los momentos más logrados del libros serán aquellos en los
que se conoce mejor que nunca la retorcida personalidad del asesino, cómo además
los motivos que llevaron a la adorable novia de Ig a separarse en realidad de
él (y lo que luego ocasionó el efecto dominó que terminó en su triste
fallecimiento).
En cuanto a Ig, éste para nada es un
individuo malvado, si bien al entrar en conocimiento de la verdad realiza al
menos un acto reprochable sin duda (pese a todo entendible) y luego es motivado
a la venganza; por otro lado, desde pequeño ha sido incapaz de mentir, no así
quienes le rodean y que bien saben sacar provecho de dicha cualidad. Es entonces que Ig asume el papel de demonio o más bien del Demonio
(con mayúscula) y comienza a replantearse el papel de Dios y el Diablo en la
vida de los seres humanos. De este modo
se interroga acerca de por qué razón a gente creyente y noble como su fallecida
pareja y él mismo que tan devoto de su religión fue, le suceden tantas
desgracias; además entra en conocimiento de que muchas de las personas que se
suponen son gente buena y de Dios, por no mencionar algunos de los pastores
entre los fieles, en realidad son más que egoístas, infelices o cometen sin
culpa y en secreto actos nefastos para el bien común. Es así como esta segunda novela de Joe Hill
plantea un más que interesante y profundo debate teológico en el cual entran en
cuestionamiento las bases de las creencias religiosas judeocristianas ¿Es en
realidad justo Dios si no interviene para ayudar a sus hijos y los deja sufrir
simplemente? ¿Es el Diablo en verdad una entidad malvada o tan sólo el tema del
pecado es algo que no se atiene a decir “esto es blanco y esto es negro”? ¿Qué
es la verdad? Son interrogantes tan antiguas como la Humanidad misma las que
lleva a la reflexión esta obra que más que de terror, es un drama acerca de la
naturaleza humana y sobrenatural, por no mencionar la de Dios mismo (que aquí
prácticamente está ausente y en cambio, si está el Diablo, que tal como plantea
el libro no para todas las culturas es una entidad maligna).
Ante las observaciones hechas arriba uno
puede darse cuenta de que no estamos frente a una novela ligera, si bien su
narración resulta agradable en general; no obstante este tipo de disyuntivas,
resultan aconsejables para lectores con criterio formado, ante el peligro de
caer en la actitud prejuiciosa e inquisitiva de creer que el autor está
haciendo de proselitista del satanismo.
Pues bien, podría ser que a diferencia de Stephen King, el padre del
autor, este último no abrace la fe cristiana con la misma intensidad que su
progenitor; sin embargo a la luz de la lectura de su primera novela también, se
observa en él una convicción de corte religioso, bastante cercana a los valores
cristianos o humanistas generales, por cuanto los protagonistas de ambas obras
buscan a lo largo de sus odiseas la redención y esta la obtienen haciendo
cierto sacrificio personal; además ambos son capaces de amar y dicho
sentimiento los ennoblece por sobre sus defectos al preocuparse por la
felicidad de sus seres queridos. Por
ende, si acá Ig cumple el papel del Diablo, ello es sólo un simbolismo
literario acerca de la dualidad mortal del ser humano; todo tras la fantasía
que una ficción que como ésta, permite hacer uso de la figura del Demonio para
ilustrar nuestra naturaleza.
Otro tema relevante en el libro, es el de
dilucidar acerca del papel que cumplen en nuestras existencias la felicidad y
el dolor, más al considerarse lo que les toca vivir a los personajes. Se observa cómo el narrador se preocupa por
representar cómo cada sujeto enfrenta en su vida la pérdida de los seres queridos
y la culpa que conllevan nuestras decisiones aún cuando no siempre se tengan
malas intenciones. A su vez la carga que
posee la mentira como arma de doble filo, no siempre amparada por la maldad, es
otro aspecto humano en el que el libro se detiene para llevarnos a meditar. Y es entonces que aparece la búsqueda de la
felicidad como algo que bien puede verse en los personajes como algo
relacionado con el pecado mismo o con acciones que tienen relación con la
dimensión más espiritual del ser humano; de este modo el pecado en sí se puede
ver como algo sobredimensionado o relativo, según el punto de vista de dónde se
le mire y la verdadera intención de quien lo comete.
Por cierto, el director francocanadiense Alexander Aja (responsable de Alta Tensión y los muy bien logrados
remakes de La Colina de los Ojos Malditos y Piraña) está filmando la
película con Daniel “Harry Potter” Radcliffe en el protagónico. Ya hay una interesante primera foto en la
Red al respecto.
He aquí la dichosa foto. |
- Terry Perrish: Hermano mayor de Ig,
con quien hasta antes de la muerte de Merrin, tenía una muy estrecha
relación, siendo su protector y confidente. Tal como sus padres, Terry posee un
innato talento musical, en especial en lo que respecta al manejo de la
trompeta. Es un hombre apuesto que
ha alcanzado la fama gracias a un show televisivo del cual es el anfitrión
y lo que le ha permitido codearse con gente muy importante. Nunca le ha quitado el apoyo a su
hermano, pese a los eventos del asesinato de quien también fue su
amiga. Como ama sin condiciones a
su hermano, siente una gran responsabilidad con éste, puesto que además
guarda dentro de sí una enorme culpa que más lo acerca a Ig.
- Merrin
Williams: La pareja de Ig desde la adolescencia de ambos y la única
mujer con la que éste ha intimado.
Su belleza es equiparable a su gran corazón, que la ha hecho ser
querida por todos, siendo además una joven bastante religiosa y que ha
ocupado gran parte de su tiempo hacia actividades caritativas. Ama a Ig y por ello no desea lastimarlo,
no obstante opta por un mal necesario en su deseo de que éste sea verdaderamente
feliz. Ella aún en su bondad
guardaba grandes secretos.
- Lee
Tourneau: Amigo desde la temprana juventud de Ig y los de arriba. Cometió uno que otro acto delictivo en
aquella época, lo que le provocó que abrazará supuestamente la fe
religiosa con gran dedicación, puesto que además debido a sus costumbres
quedó con cierto grado de invalidez; no obstante de adulto se convirtió en
un hombre exitoso y piadoso.
Siempre fue muy atractivo y aún después de su accidente mantuvo su
gallardía.
- Glenna Nicholson: Amiga de la misma época en que se conoció el resto. Su vida desde pequeña estuvo sumida en la mediocridad e inautenticidad, pese a su aspecto desde aquellos años de rebelde. Aún en su infelicidad, Glenna es una buena mujer, que hace uso de su sexualidad desbordante para conseguir breves momentos de dicha. Tuvo una relación con Lee cuando ambos eran adolescentes y ya adulta, poco después de la muerte de Merrin, mantiene algo con Ig.
Joe Hill. |
Hola Elwyn, asombrado me acabo de quedar al saber que Joe Hill es hijo de Stephen King. Supongo que de casta le viene al galgo, como decimos en España.
ResponderEliminarNo había escuchado sino buenas críticas unánimes de este escritor, al punto de que este mes me he comprado "Fantasmas" y "Cuernos" aprovechando una oferta en un hipermercado ("El traje del muerto" no lo había, lástima), aunque por desgracia por ahora están en la cola de lecturas pendientes, pues entre otros hay libros de su padre delante.
Curiosa también la foto de Daniel Radcliffe, será la primera vez que lo vea fuera de su ya eterno Harry Potter.
Saludos!
Hola, mi amigo castizo, que me alegra saber que de algún modo contribuyo al conocimiento literario de la gente. Sobre lo que dices respecto a Daniel Radcliffe, éste cuando aún no había terminado la saga famosa que lo hizo famoso, filmó una peli para la TV donde hacía del hijo del escritor Rudyard Kipling que había ido a la guerra y el año pasado se estrenó su primer filme para el cine post HP, un filme de terror sobrenatural de época llamado "La Dama de Negro".
ResponderEliminarSu colección de cuentos me pareció regular, casi que al mejor estilo de "Después del anochecer". Afortunadamente tiene algunas historias bastante buenas que lo sacan a flote, como la última con el asunto ese de las cajas y demás. Además, le reconozco su éxtito: triunfar dando el priemer paso con un libro de cuentos en estos tiempos es casi cuestión de suerte.
ResponderEliminarAhora estoy leyendo "El traje del muerto". Empezó bien (gran apertura con la colección de objetos extraños) y hasta el primer susto estuvo excelente, pero siento que va decayendo poco a poco. Voy a la mitad. Veremos cómo evoluciona.
Yo le tengo muchas a esa colección de cuentos y a la novela de vampiros que escribió. Sus cómics también me interesan harto. Respecta a "El Traje del Muerto" dale su oportunidad, que es fabuloso.
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