sábado, 8 de octubre de 2016

La Mujer Maravilla de George Pérez (primera parte).

La Mujer Maravilla a través de los años, con cada uno de sus trajes y sus personajes recurrentes.
Ilustración hecha por George Pérez al cumplirse los cincuenta años de su aparición en los cómics.


      Luego de que el universo DC se reinició a mediados de los años ochenta, debido a los eventos de la magistral y ya clásica saga de Crisis en las Tierras Infinitas, los personajes que lograron sobrevivir a este evento de connotaciones cósmicas, tuvieron que ser actualizados.  De este modo en el caso de los más importantes, se destinó a nombres ya consagrados tal misión, para así asegurarse tanto la mejor calidad artística, como el éxito ante la crítica y el público por tales relanzamientos.  Es así que en el caso de la llamada “Trinidad deceísta” (compuesta por Superman, Batman y la Mujer Maravilla) no se vaciló en llamar a sus filas a los más grandes entre los grandes de tal época.  Por lo tanto para el Azuloso se contrató a John Byrne, quien con su miniserie titulada El Hombre de Acero, realizó sin duda una de las mejores novelas gráficas dedicadas al más “grande de los superhéroes”; de igual modo Frank Miller con Año Uno, nos regaló otra de esas historias de un preciosismo tal, que resulta difícil quitarse de la cabeza su origen para el Caballero Oscuro como la obra definitiva sobre su génesis (y aún todavía luego de lo hecho por los llamados Nuevos 52)…Y para la Princesa Amazona pudimos contar con George Pérez, quien solo se encargó del dibujo en el primer arco argumental y luego tras finalizar este,  tuvo a su cargo tanto el dibujo como el guión.
      Pérez estuvo detrás del éxito de Wondy, algo que nunca hasta antes de su llegada a las viñetas de Diana de Themyscira, se había conseguido a tales niveles durante años.  Su etapa comenzó a principios de 1987 y culminó en 1991 con sesenta y dos números, más especiales.    El primer arco argumental compuesto de cinco números, con unas cuantas páginas más que los habituales cómics de una serie regular (de veinticuatro a poco más de treinta,) fue escrito por Greg Potter.  Con posterioridad si bien el argumento corrió a cargo de Pérez, los diálogos fueron hechos por otro veterano de las historietas, Len Wein (cocreador de la Cosa del Pantano y de Wolverine, entre otros grandes trabajos y personajes con los cuales ha intervenido); luego a partir del número diecisiete el resto corrió a cuenta suya.
Un ejemplo más del inconfundible arte de Pérez:
la estilizada portada del primer Anual de Wondy.
      Desde la portada del primer número, es posible ver el carácter inmensamente épico que se le otorgó a la colección, con la elaboración de ilustraciones bellísimas y donde el caricaturista dejó sin dudas clara su marca propia: su facilidad para trabajar con un sinnúmero de personajes dentro de la misma viñeta (todo con lujo de detalles).  Asimismo cabe destacar la belleza de sus mujeres (en especial la protagonista), con rostros muy expresivos y gran gestualidad corporal.  Teniendo en cuenta además el carácter mitológico de las aventuras de esta inmortal, Pérez se esmeró en recrear algunos de los más fabulosos monstruos de estas antiquísimas historias, así como en inventar otros que bien responden a los arquetipos caros a estas ficciones.  De igual manera es posible reconocer todo un trabajo esmerado de investigación, en cuanto al aspecto gráfico, al apreciar en los peinados, trajes, armaduras, armas y edificaciones el estilo propio de la Grecia antigua que quiso recrear este artista.
      Lamentablemente a partir del número 27 de la colección, tal vez agobiado por su trabajo en la también popular serie de Nuevos Titanes (también de DC), cedió su puesto como dibujante a Chris Marrinan, quien lamentablemente no supo ser un fiel heredero a su predecesor; pues con su trazo irregular, hizo que se lamentara demasiado la ausencia del pincel más fino de Pérez.  No obstante sus rostros a veces acabados a la rápida y muchas veces claramente toscos (por no decir feos), al menos fueron mejorando a medida que pareciera fue cobrando seguridad.  Sin embargo luego la llegada de otros como Romeo Thangal en el apoyo visual, permitió que la serie recobrara parte del perfeccionismo visual que había perdido.  En todo caso pese a estos cambios, Wonder Woman no perdió el interés de su público y así junto a George Pérez llegó a cumplir sus cincuenta años.   De igual manera mientras se dio este impase con los dibujantes reemplazantes, siguieron apareciendo las preciosas portada de Pérez.
      En cuanto a lo que concierne al corpus narrativo en el que se estructura esta etapa de Wonder Woman, un papel fundamental viene a tener su transfondo mitológico, de modo que bien se puede afirmar que al menos dentro de las historias que posee en solitario la amazona, se prima esta faceta más tradicional que una más del tipo “superheroico”.  De este modo los llamados team-ups habituales en el subgénero y que son la delicia del fanático al poner juntos a sus personajes favoritos en un mismo contexto, solo es posible hallarlos en los crossover de las grandes sagas de DC de aquellos años, como Legendas y Millenium.  Por lo tanto el cariz de los guiones durante estos años se centró en darle un protagonismo absoluto a Wondy como justiciera, teniendo en cuenta su lugar como la principal heroína deceísta.    Tampoco se puede olvidar que lo mágico y lo sobrenatural, vienen a ser los elementos habituales en sus aventuras.   Asimismo al destacarse el protagonismo femenino dentro de estas páginas, el cual no solo corre de parte de Diana, sobresalen sus carismáticos secundarios del mismo género; a su vez sus mayores enemigos son también mujeres (como la clásica Cheetah y la muy, pero muy malvada Circe).
      Si bien la Mujer Maravilla destacó por si sola dentro de estos primeros años Post Crisis (por ahí hubo un intento de incorporarla a las filas de la alineación europea de la Liga de la Justicia), tuvo su rol primordial en los eventos relacionados con la saga La Guerra de los Dioses (1991), orquestada por el propio Pérez y que incluyó los típicos ti-ens en las cabeceras de varios otros superhéroes como Firestorm y Halcón y Paloma. Cabe mencionarse que molesto porque DC no le dio la importancia necesaria a esta miniserie (en atención al otro megaevento de ese año: Armaggedon 2001), el artista dejó la empresa y cedió el paso a William Messner-Loebs en el guión y a Mike Deodato en el dibujo, quienes llevaron a nuestra amada Wondy a nuevos momentos de gloria.
      Como de sus compañeros de la Liga de la Justicia y otros apenas llegamos a saber en la colección propia de Diana de Themyscira, sí cumplen un papel fundamental tres tipos de secundarios que son desarrollados de manera bastante compleja.  Para la configuración de estos, se dejó de lado cualquier estereotipo unidimensional y maniqueo, con lo cual convertirse en un apoyo a la hora de definir a esta Mujer Maravilla, que por casi un cuarto de siglo la actualizó dándole más realce que nunca en el universo DC.  Pues por un lado tenemos el legado divino, del que proviene tanto Diana como el resto de las amazonas, es decir, los dioses griegos que tanta preeminencia tienen dentro de la vida de estas mujeres.  Estamos hablando de sus divinidades, a las que respetan y aman.  Además un pequeño grupo de estos seres, fue responsable  de la creación de esta magnífica raza de féminas guerreras (tal y como lo cuenta de manera muy hermosa el primer número de la miniserie)  De este modo las deidades, como bien sucede en los viejos escritos, aparecen interviniendo directamente en las vidas de nuestra superheroína favorita y de sus semejantes.  Cabe mencionarse que un papel fundamental viene a tener el dios Hermes, quien se involucra más de la cuenta en la existencia Diana y los demás.  El mismísimo Olimpo viene a ser un escenario destacado al menos en los primeros cómics de este periodo, siendo retratado por Pérez con su habitual preciosismo, llamando la atención su particular manera para representar la idea de un lugar donde las reglas de la realidad y las dimensiones, no son las nuestras.  La idea anterior se refuerza mostrando a sus habitantes en diferentes ángulos dentro de la misma viñeta (o sea, no hay un arriba, ni un abajo, pues para los dioses no hay- supuestamente- límites).

Tomo compilatorio que reúne los cinco primeros números de esta etapa.
El dibujo destaca al gran villano de esta miniserie: el dios Ares.

     Luego viene el otro gran grupo de secundarios: nada menos que la madre y las hermanas de Diana, el resto de las amazonas.   Partiendo por uno de los secundarios más atractivos dentro de la cronología de Wondy, su madre Hypolita, la reina de su raza y quien llega a tener su propio protagonismo en las historias de este universo Post Crisis (pues luego de los eventos de Hora Cero, que cambió en unos cuantos detalles más su continuidad, se reacomodó todo para hacer que la soberana fuese la Wonder Woman de la Edad de Oro, junto a sus compañeros y amigos de la Sociedad de la Justicia; de igual manera con posterioridad siguió teniendo sus propias aventuras).   Varias son las otras amazonas que pululan entre las páginas de esta colección, cada una con su personalidad claramente definida.  Todas estas bellas y magníficas mujeres son las que le otorgan a Diana no solo su primera idea de hogar y de familia, sino que su identidad y los valores morales que luego la convierten en la persona maravillosa que todos conocemos.   Por otro lado, la isla de Themyscira se presenta como un lugar de belleza y cultura, donde además no solo se conoce de las artes de la guerra, sino que también de la paz y de la diplomacia.  Es un sitio rodeado de una naturaleza prodigiosa, por algo en algunas versiones a nuestra lengua se le llama Isla Paraíso.
     El tercer grupo corresponde al mundo de los humanos.   Como ha sucedido con las aventuras de quien en español antes era llamada Marvila (¿Se acuerdan de la serie vintage de Hanna-Barbera Los Superamigos?), desde su aparición a principios de los cuarenta, bien sabido es que tras un largo periodo en el matriarcado de su isla se va a vivir al llamado “mundo de los hombres”; pues en lo que respecta a esta serie, Diana se hace amiga de hombres y mujeres de este lado del planeta, entre civiles y militares, personas de distintas áreas de este nuevo mundo que comienza a abrirse para ella.   Todos estos “simples mortales” consiguen no solo ganarse, en la mayoría de los casos, el corazón de la amazona, sino que humanizarla más al enseñarle el valor del espíritu humano,  De este modo a través de su ejemplo y lo que logra sacar  de los otros dos grupos que la marcan, Wonder Woman llega a configurarse como una persona de una integridad tal, que la convierte en todo un paradigma dentro del subgénero.

Viñetas del arco argumental inicial donde Diana se enfrenta al primer gran reto de su vida.

2 comentarios:

  1. Siendo un fanático de DC la mujer maravilla es uno de los personajes que mas desconozco , es un personaje que no me llama la atención pero se que debo darle algún día su oportunidad , ademas es un personajes importante en varias sucesos en DC de los cuales quiero leer mas adelante , al menos con estos post me dara mas a conocer sobre este personaje y en una de esas que me interese mas.
    Saludos

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    Respuestas
    1. Pues su quieres saber más de Wondy, me remito a otros dos post que le he dedicado anteriormente: http://elcubildelciclope.blogspot.cl/2013/11/mis-10-superheroes-favoritos-y-que.html y http://elcubildelciclope.blogspot.cl/2011/12/wonder-woman-batman-hiketeia-y-las-dos.html
      Para este finde la segunda parte de esta entrada.

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