domingo, 26 de noviembre de 2017

La aventura más famosa de Sherlock Holmes.


     Increíblemente en la novela más célebre del detective creado por Sir Arthur Conan Doyle, El Sabueso de los Baskerville (también traducida en nuestra lengua como El Perro de los Baskerville y El Mastín de los Baskerville), Sherlock Holmes apenas aparece.  Y es que durante gran parte de su desarrollo Watson, el mejor amigo del investigador y narrador testigo de sus historias, lleve la batuta de la acción en medio de una trama llena de intriga y misterios. Más encima, estamos hablando de una obra a que se acerca a la literatura de terror, otro estilo narrativo en el cual su autor se destacó, detalle no insignificante.
       Publicada entre 1901 y 1902 en entregas por medio de una revista, corresponde a la tercera novela del ciclo, luego de Estudio en Escarlata y El Signo de los Cuatro.  En ella nos encontramos con una maldición que pesa durante varios siglos sobre la familia de los Baskerville, que a varias generaciones ha llevado (según cuenta la leyenda), a una muerte horrenda a sus miembros.  Es así que un enorme perro negro de apariencia monstruosa y/o infernal, se les ha aparecido en campo abierto a sus víctimas, trayéndoles mortales consecuencias.  Cuando muere el más más anciano heredero de la fortuna a consecuencia de la bestia, es contratado Holmes para descubrir la verdad de todo esto, de modo de evitar que el siguiente en la línea de sucesión, un joven hombre que recién viene integrándose a los laberintos de su rancia alcurnia, tenga el mismo destino.  Debido a esto Watson es enviado por su amigo a proteger a su cliente, yéndose a pasar una temporada en su nuevo hogar, hasta que el detective consiga descifrar los misterios que pesan sobre la dinastía de su cliente.  Por otro lado, el buen doctor llega a hacer buenas migas con el reciente rico, poniendo su propio granito de arena a la hora de resolver los enigmas del lugar.  Por lo tanto, el protagonismo pasa al médico, quien queda declarado como un hombre valiente y como alguien con sus propios medios, para sobresalir entre tanto sujeto extraordinario en las aventuras de esta saga.
        Teniendo en cuenta el argumento de esta obra, que durante buena parte de su extensión mantiene a todo el mundo en vilo (personajes y lectores), acerca de la verdadera naturaleza del monstruo (sobre si este es real o no y si tiene un origen sobrenatural), el talento de su autor queda más claro que nunca, gracias a la ambientación que le otorga a la ficción.  Por un lado, tenemos que los territorios en los que se encuentra la mansión a la que se ha ido a vivir el juvenil Baskerville, no pueden ser más aterradores por sí mismos: Es así, que la misma construcción se encuentra en un sitio apartado de la ciudad y sus vecinos están lejos unos de otros, todo en medio de un paisaje de lo más agreste, pese a que en la zona impera lo natural.  De igual manera se encuentran una serie de ruinas ancestrales, que  más allá de su atractivo turístico y/o cultural, acentúan la atmósfera siniestra e insana de todo.  

       “Cuanto más tiempo se pasa aquí, más profundamente se mete en el alma el espíritu del páramo, su inmensidad y también su terrible encanto. Tan pronto como se penetra en él, queda atrás toda huella de la Inglaterra moderna y, en cambio, se advierte por doquier la presencia de los hogares y de las obras del hombre prehistórico. Se vaya por donde se vaya, siempre aparecen las casas de esas gentes olvidadas, con sus tumbas y con los enormes monolitos que, al parecer, señalaban el emplazamiento de sus templos. Cuando se contemplan sus refugios de piedra gris sobre un fondo de laderas agrestes, se deja a la espalda la época actual y si viéramos a un peludo ser humano cubierto con pieles de animales salir a gatas por una puerta que es como la boca de una madriguera y colocar una flecha con punta de pedernal en la cuerda de su arco, pensaríamos que su presencia en este sitio está mucho más justificada que la nuestra. Lo más extraño es que vivieran tantos en lo que siempre ha debido de ser una tierra muy poco fértil.”

        Luego tenemos una serie de personajes secundarios propios de este título y quienes sin dudas que están caracterizados de manera tal, que no solo parecen sospechosos, sino que son descritos como sujetos cuyos secretos y conductas que acentúan la duda en ellos.  Dentro de estos encontramos a:

Jack Stapleton: Uno de los vecinos más cercanos de los Baskerville, quien es un naturista que vive junto a su hermana, a la que recela demasiado.  La afabilidad con el resto se nota a lo lejos como algo falso, pues en realidad este no es alguien de fiar.

Beryl Stapleton: La hermana del anterior, corresponde a un estereotipo y rol femenino que tanto forma parte de la sociedad victoriana en la que fue escrita esta obra, como a uno que se repite en esta novela: el de la mujer que se ve obligada a depender del patriarcado y que por ello no es libre, pese a que su espíritu es el de alguien que desea ser autónomo.  En secreto inicia un romance con el joven Sir Henry Baskerville.  

John y Eliza Barrymore: Matrimonio que lleva años sirviendo a la familia de los Baskerville, quienes actúan con humildad para recibir y atender a su nuevo empleador.  La mujer llora en las noches, lo que despierta la preocupación acerca de cuál es la razón de todo ello; asimismo el marido tiene ciertos comportamientos, que despiertan interrogantes acerca de su misma virtud.

Laura Lyons: Mujer de origen acomodado que lamentablemente cayó en desgracia por tener un padre desnaturalizado y, por otro, debido a un matrimonio que contrajo con otro hombre, tanto a más desalmado como su progenitor.  Es pieza clave en todo el misterio que hay en torno a la muerte del viejo Baskerville.  Su triste situación judicial y familiar, es un muy buen ejemplo a la hora de representar bien lo que ya se afirmó más arriba, respecto a la posición de muchas mujeres de “sociedad”, que pese a todo no eran libres en una comunidad que se jactaba de moderna.

Selden: Criminal violento con un prontuario bastante grande a cuestas, quien se ha escapado de prisión y anda suelto por la misma zona en la que transcurre buena parte de la historia. Su presencia se constituye en otra preocupación para el resto de los personajes.  En un determinado momento de la novela, se revela su relación con uno de los ya mencionados.  

      En el libro aparece un viejo conocido de las aventuras de Sherlock Holmes, el inspector Lestrade, quien hacia el final sale en escena y deja clara la amistad que hay entre ambos, pese a que anteriormente fueron rivales.   Cabe mencionar cómo este ejemplo acerca de la evolución de la relación entre estos dos, siendo que el segundo veía antes al otro con malos ojos, como un competidor y hasta cierto punto movido por la envidia ante los más eficaces logros de Holmes (siendo que más encima este era solo un “aficionado”, a la hora de resolver crímenes y no un profesional como él), evidencia un tema fundamental en la obra de Conan Doyle dentro de sus trabajos para el famoso detective: la férrea amistad entre varones, más encima entre sujetos tan distintos en muchos aspectos y que tiene su mayor ejemplo en la fraternidad entre Holmes y Watson.  Asimismo que el policía y el detective hayan conseguido superar sus originales desavenencias, no es un detalle menor a la hora de evaluar la importancia que se le da en estas narraciones, a un tópico que tanto ha sido abordado entre los clásicos literarios.  Por otro lado, regresando al buen doctor Watson, no deja de ser admirable su lealtad hacia su compañero, este otro lejos mucho más inteligente que él y quien en ocasiones incluso llega a ser demasiado condescendiente con el médico, ante cierta inocencia suya, lo que en otros podría provocar malestar.  Por ende, ya sea en esta amistad viril u otras de las que aparecen en esta novela, queda de manifiesto la complementariedad que llega a darse entre sus partes (igual no deja de llamar la atención, quizás como una falta a la verosimilitud de la ficción, que Watson en ningún momento duda en dejar de lado sus obligaciones médicas, para acceder a la solicitud de Holmes de irse un tiempo junto al baronet Baskerville). 
      Por supuesto que no se puede olvidar la presencia misma del sabueso, el que es descrito de manera más bien sugerente, que de manera detallada.  Esto, puesto que el tema del misterio, de una leyenda que impregna buena parte del argumento de esta obra, hace que la propia criatura no aparezca tanto como se esperaría.  Y es que ningún momento hay que olvidar, de que no se trata de una ficción en la que lo sobrenatural es un tema relevante (por mucho que el autor también haya sido un maestro al respecto), sino que la figura de este ser viene a ser una manifestación más del misterio, que a una mente privilegiada como la de Holmes pone a prueba ¿Cuál es la verdad? En este texto sobresale debido a la maldición de los Baskerville y varios de los personajes ya mencionados, la noción de que nada es lo que aparenta a primera vista y no solo estamos refiriéndonos a las consecuencias de actos despreciables, propios de gente sin escrúpulos, sino que hasta las personas más nobles están obligadas a mentir por razones superiores.  De este modo, el mismo sabueso es otra manifestación de aquello que está oculto a los ojos de los demás y que solo la perseverancia y astucia de alguien como Sherlock puede llegar a descubrir en su naturaleza más íntima.

       “Era un sabueso, un enorme sabueso, negro como un tizón, pero distinto a cualquiera que hayan visto nunca ojos humanos. De la boca abierta le brotaban llamas, los ojos parecían carbones encendidos y un resplandor intermitente le iluminaba el hocico, el pelaje del lomo y el cuello. Ni en la pesadilla más delirante de un cerebro enloquecido podría haber tomado forma algo más feroz, más horroroso, más infernal que la oscura forma y la cara cruel que se precipitó sobre nosotros desde el muro de niebla.”

       Teniendo en cuenta lo expuesto en el párrafo de más arriba, no se puede dejar de lado la exposición que hace esta obra acerca de la existencia del mal, no como algo de tipo sobrenatural, sino que como una dimensión netamente humana y que, lamentablemente, resulta ser inherente a nuestra especie.  Pues no se debe olvidar que el origen en sí del monstruoso can, tiene que ver justamente con la figura de un antepasado famoso por su ruindad y que por lo tanto corresponde al llamado “castigo divino o superior” por las atrocidades humanas.  Sin embargo, no se puede olvidar que  teniendo en cuenta las distintas bajezas que se mencionan en las páginas de esta novela, cometidas por más de una persona (de todo tipo de violencia), sin dudas que estamos frente a un libro con un fuerte sentido moral: pues no quepa duda en su desarrollo que mientras las malas acciones tienen su consecuencia punitiva, hacia el final también se presenta en esta obra (otra mirada a la lucha entre el bien y el mal), que las buenas acciones tampoco dejan de tener su justo merecido.

Afiche de una de las tantas adaptaciones audiovisuales de esta obra,
con Peter Cushing, uno de los más famosos Sherlock Holmes de carne y hueso
(y con otro grande de coprotagonista más encima: Christopher Lee)

8 comentarios:

  1. Novela regular, inevitablemente mal envejecida en sus códigos del enigma y el terror. Aquellos miedos ya no hacen parte de los temores del siglo XX ni XXI. Claramente causaba pavor en las mentes ingenuas del pasado.
    Este caso de Holmes hubiera podido ser más explosivo a manera de cuento. Las narraciones cortas de Conan Doyle, asombrosamente, no pierden vigencia, quizás porque siguen desafiando el sentido del enigma y la deducción. Son rompecabezas exquisitos e imperecederos. Esta novela, en cambio, se mueve en terrenos de un género que ha evolucionado mucho con el tiempo y se siente, no solo ingenua, sino añeja, un tanto inflada y que deja relegado en buena parte el oficio detectivesco de Holmes, todos sus trucos y devaneos. El signo más atrayente del detective aquí no ocupa más que un pequeño porcentaje. Es una lástima, pero a veces hay obras que perduran en el tiempo por su improtancia mas no por su vigencia.
    Un saludo, Elwin.

    -Mauro Vargas.

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    1. Fíjate que me leí esta novela como una obra de suspenso, de "detectives" y como un clásico de un personaje que me gusta mucho, así que al no verlo como una historia de terror no me decepcionó. Creo que la adaptación que hicieron para la serie "Sherlock" es muy buena. En mi caso, las historias de Holmes, que igual no he llegado a la mitad de ellas, me entretienen mucho.

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  2. Que tal Elwin, me hiciste recordar mi adolescencia, en la que leí buena parte de las aventuras de Holmes. Concuerdo con ambos, como novela de horror, ha perdido muchos enteros, como una aventura más de Holmes, sigue siendo de provecho, aunque leí otras aventuras que me gustaron más. Las dos series televisivas más conocidas de este personaje, Sherlock y Elementary hicieron a su manera reinterpretaciones de esta historia. La británica se fue más por el lado del horror, y la gringa, por la parte detectivesca, las dos son entretenidas, aunque en lo particular me gustó más la versión que da Sherlock.

    Saludos y muchas gracias por tu reseña.

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    1. Yo hace rato que tengo pendiente ver "Sherlock" y creo que sería buen momento de hacerlo. Igual debo leer más de lo hecho por Conan Doyle para tan destacado personaje. Gracias una vez más por darle tiempo a mi blog.

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  3. Saludos Elwin, aquí murinus2009.

    Recuerdo que hace unos 30 años, o mas, pasaron durante unas llamadas, matinés de vacaciones; El sabueso de los Baskerville, quizá sea la adaptación con Cushing y Lee que mencionas, comencé a verla y...
    Me pareció aburrida y decepcionante, creo que en algún punto sale un gran perro, un Gran Danes o así de imponente, pero después, no pasa nada, los pesonajes hablan y hablan, así que deje de verla.

    Ese fue mi primer acercamiento a este personaje de, Doyle.

    A la fecha sigo sin leer las aventuras de este detective, el mas famoso del Mundo (¿o ese sera Batman) mi acercamiento al personaje ha sido con la cinta de, Guy Richie, de hace unos años y algunos capítulos de, Elementary, creo, donde Watson es una chica.

    Esta Reseña tuya Elwin es, hasta el momento, lo mas completo que se de esta Obra de Doyle, de quien tengo pendiente leer...Todo.

    De nueva cuenta, Elwin, me acercas a la Literatura Universal de una manera muy entretenida, como nadie lo había hecho hasta la fecha.

    Saludos a @Cidroq, quien menciona otra adaptación de Holmes; Sherlock, que tampoco he visto, pese a que, esa si, la pasaron en tv. abierta en Cd. de México.

    Gracias Elwin y hasta pronto.

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    1. Leer a los clásicos y más todavía cuando son tan entretenidos como estas historias, bien vale la pena. Holmes da para mucho y hay autores que han escrito otras aventuras suyas junto a Watson y hasta con Lestrade de protagonista (incluso Stephen King hizo un cuento sobre ambos).
      En materia de adaptaciones audiovisuales, salvo la primera peli de Guy Ritchie nada más he visto. Mi sobrinito Amílcar ve una serie animada en clave de ciencia ficción futurista sobre Holmes.

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  4. Tengo el libro en mis manos. Es de la editorial altaya de la colección biblioteca de aventuras y misterios; serie n° 9. Tiene ilustraciones aunque la traduccion es castellano de España. Buen articulo.

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    1. Hace tiempo que no tenía el gusto de saber de ti. ¿Y te has leído tan maravillosa edición? Me alegra que te haya gustado este post.

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