domingo, 31 de agosto de 2025

Yo creo en Superman (II)


5. Personajes "satélites" y claves.
 
    Todo el mundo sabe quién es Louise Lane, la novia y luego esposa de Superman, con quien trabaja en el Diario El Planeta, cuando este se encuentra bajo su identidad de Clark Kent.  Pues en los cómics y las distintas versiones audiovisuales, se le ha otorgado una personalidad muy atractiva, convirtiéndola en una mujer empoderada que hasta ha tenido su propia colección (la adelantada historia setentera, en la que se hace pasar por mujer negra, de fuerte mensaje crítico-social, es toda una obra de arte).  Y es así que para este largometraje, Gunn no nos podía fallar y nos otorgó a una Louise no solo memorable, sino que, a alguien tan genial, tan realista en su caracterización, que muchos y muchas la querríamos tener en nuestras vidas (y no digo que solo como pareja).   Louise es más que el complemento femenino de Supes, es su otra mitad que le da sentido en muchos aspectos y es un personaje que merece siempre la atención y estar a la altura de los grandes aportes del cómic.
   Y luego tenemos al mejor amigo de Superman (que nunca ha sido Batman), el inigualable Jimmy Olsen, fotógrafo del mismo periódico en el que trabajan Louise y Clark.  En esta ocasión, Jimmy posee la más simpática de todas personalidades que le hemos visto en películas y series, algo que viene a estar entre los puntos fuertes de esta producción.  Cada vez que aparece, como su misma amiga y colega Loise, es para celebrar... Y, más encima, cómo lo orientaron, otorgándole una faceta nunca antes apreciada en él, resulta ser algo por completo divertido y memorable.
    Perry White, el jefe de la triada anterior, es otro personaje clásico dentro de las historias del protagonista.  Un buen y amable jefe, un hombre maduro paternal y sabio, todo un modelo para sus empleados.  En el Snyderverse lo hicieron de color, lo que no solo se vio forzado, sino que pareció una burla, considerando que su apellido en inglés significa blanco; cabe mencionar que fue interpretado por un tremendo artista, Lawrence Fishburne, aunque no tuvo mayor repercusión, pues el lado humano de ese Superman apenas se abordó y este Perry bien poco tuvo en pantalla para lucirse.  En cambio, la versión del filme más reciente, sí que consigue agradarnos, siendo que, más encima, Gunn decidió seguir con la idea de un Perry afrodescendiente; no obstante, esta vez sí que no parece un cambio woke y nos conquista con facilidad, pues, además, lo vuelve importante para la trama.
   Y en el mismo Bugle tenemos a Cat Grant, una gran amiga de Clark, Loise y Jimmy, que por segunda vez aparece interpretada en una producción live action (luego del carismático personaje en la serie Supergirl del Arrowverse) y a Steve Lombard, un cabeza de músculo que por fin logró caerme bien... Y debo decirles que encontré precioso este detalle, de considerarlos en honor a los más ñoños que amamos estos cómics.
   Por último, dentro de este apartado, la versión de Ma´ y Pa´ Kent que vemos en esta película es conmovedora.  Nunca antes en alguna cinta del Azuloso, habíamos tenido a ambos juntos, ya en plena adultez del superhéroe y que corresponden a una presencia en las historietas de la post Crisis que amo (por lo general "matan" a Pa´ Kent en plena juventud del superhéroe).  Así que verlos juntos en una producción live action sobre la madurez del personaje, resulta ser algo muy satisfactorio.  El amor que se tienen estos tres, así como la dulzura y sabiduría propia de la gente sencilla, nos reconforta y todo gracias al carácter positivo de tal lazo paterno-filial que representan.  Las tres o pocas más escenas que tienen estos dulces ancianos, están entre lo más bello del largometraje que ahora nos reúne y nos dejan claro por qué Kal-El/Clark se convirtió en un hombre tan noble.
 

6. Somos lo que nuestros rivales hacen de nosotros
 
    Superman posee una de las mejores galerías de villanos de los cómics gringos (aunque Batsi y Spidey lejos le ganan ¿No?).  Es así que Lex Luthor, su némesis, es reconocido como todo un gran personaje, incluso entre quienes no son lectores de historietas; todo gracias a su impronta en numerosas adaptaciones audiovisuales, desde series animadas (entre las más infantiles como Los Superamigos a otras más sofisticadas, tal como en Superman: La Serie Animada), a programas de imagen real (las versiones de Smalville y de Supergirl son magníficas) y en casi todos los filmes para el cine que posee (con gente de la talla de Gene Hackman y Kevin Spacey a cargo de este genio del crimen).  El Luthor del Snyderverse me gustó harto, una versión joven a cargo de Jesse Eisenberg, pero el del actual Superman sobresale más por la humanidad que le concede el guión de Gunn y la personificación dada por el talentoso Nicholas Hoult (¡Y pensar que fue Bestia en las películas de los X-Men!).  Su obsesión con el Hombre del Mañana, sumado a la avaricia que acá contemplamos de su parte (que llega a ser hasta caricaturesca y eso es lo genial, pues acentúa con ello la intención del realizador, de hacer su declaración de amor por estos cómics).  Más encima, es lejos el Luthor más complejo emocionalmente, logrando hacer que hasta podamos sentir compasión por su necedad.
    Por otro lado, acá lo vemos acompañado por otros dos villanos que trabajan para él: Ultraman, cuyo nombre y características son una doble alusión a los cómics clásicos de DC, que solo los más ñoños de la casa podemos apreciar en su mayor nivel.   Y por la Ingeniera, una rival muy interesante, a la que yo no conocía y que me gustó mucho en su incorporación dentro del filme.
   Ahora bien, solo espero que de una vez por todas (y en un futuro cercano), aparezca Brianiac como el próximo rival de peso de Superman, que de Zod y Luthor ya hemos tenido de sobra.
 
7. Amor por el material original
 
    Y lo que les he contado es solo una parte del dramatis personae al que le sacó el jugo James Gunn, que ya les hablaré del resto que aquí aparece.  Pero hay más y que tiene que ver con otros elementos de los cómics que supo aprovechar el director estrella del momento.  Por ejemplo, no puedo dejar de lado que, por primera vez en el cine, vimos al Kryptoniano peleando contra un monstruo gigante y, más encima, este no fue el único que salió en la cinta.  A ello se le suma el uso del raro concepto de "universo de bolsillo” y que por mi parte conocí en una tremenda saga de Superman de sus cómics ochenteros (de hecho, el viaje de este a uno de esos lugares en la cinta nos da lo que me parece su momento más heroico).  Asimismo, usó, tal como en Man of Steel, a los robots de Superman, pero en su caso les otorgó personalidad, como sucede en muchas de sus historietas (volviéndonoslos simpáticos, lejos de las entidades alienígenas extrañas que vemos en el Snyderverse)
    Pero aparte de todo lo que les he contado (sin caer en spoilers, claro), está un detalle muy importante que debo dejarlo claro de una vez por todas: Este Superman SÍ que representa todo lo bueno y hermoso que hay detrás suyo, pues no solo es un sujeto de poderes divinos y de origen extraterrestre, sino que es alguien que, al haber sido criado con amor por sus padres adoptivos, se ha vuelto un ser humano más y quien ha escogido convertirse en la mejor persona que puede ser. Y por lo mismo este Superman, cuyo nombre humano de Clark Kent lleva con orgullo, no es el dios inalcanzable de Henry Cavill; al contrario, este es todo lo humano que esperaríamos de alguien que no solo nos protege, sino en quien podemos confiar.  Este Superman posee una familia a la que adora y la que lo humaniza más nunca o a nadie, tiene amigos comunes y corrientes, gusta de los niños y los animales, ríe, llora, tiene dudas y esperanzas... En pocas palabras: Es uno de nosotros y por eso está versión de James Gunn es lejos la más cercana al de los cómics que tanto nos gustan.


8. Para terminar por ahora
 
    El actual Superman para el cine posee una faceta que antes nunca fue considerada dentro de su guión y que, en cambio, en los cómics más "adultos" y sofisticados sí posee: Un trasfondo de crítica social y compromiso ideológico.  Esto, puesto que el mayor (y primer) superhéroe de la historia interviene de manera directa y sin dudarlo en un injusto conflicto bélico.  Es así que en la cinta vemos a un país invadido por una nación más rica y con armamento más poderoso, todo por necias razones.  Resulta imposible no reconocer en todo esto el discurso del propio Gunn en apoyo a Palestina, denunciando los crímenes y el genocidio de Israel y el dejamiento de la ONU, así como de los propios gringos, al no intervenir.  Más encima, aparece un carismático personaje de origen árabe, quien representa al ciudadano común y corriente gringo, el cual nos muestra la heroicidad que podríamos encontrar en cualquiera de nosotros (y que no sólo tendría que ser exclusiva de alguien blanco).  Estos mensajes, evidentes o no, de su realizador molestaron a los conservadores nacionalistas yankees, para quienes llamar emigrante a Superman (que claramente lo es) resulta toda una afrenta; pero se equivocan de manera garrafal y absurda, pues hasta mi abuelita sabe que este viene de otro planeta, que es un "refugiado" y más encima es "ilegal"; por otro lado, esa idea de que este encarna el espíritu patriota saca, es algo impuesto por ideales posteriores a los orígenes de su cómics (creados por dos judíos pobres) y es que el Hombre de Acero no es sólo un ciudadano de Estados Unidos, es un ciudadano de la Tierra (pues los valores no son propios de un pueblo, sin inherentes a la humanidad) y Kal-El ha sido criado como tal.
     Para terminar, tengo otras dos razones para amar esta pieza, aunque estas son más de corte ñoño: En primer lugar, adoro lo que hicieron con Eva Tessmecher, un muy gracioso personaje co-creado por Mario Puzo y Richard Donner para la cinta de 1978... Y es que esta vez la convirtieron en alguien más complejo, que las versiones vistas hasta ahora; además, la actriz de esta ocasión lo hizo estupendo y me encantaron todas sus escenas.  En segundo lugar, tras el potente clímax, justo al comienzo del epílogo, Gunn nos obsequia con la introducción del próximo gran personaje de este incipiente nuevo DCU.
   Debo aclarar una cosa eso sí: Su música me parece de le menos inspirada y eso que contó con dos compositores, el experimentado John Murphy y un desconocido (al menos para mí) David Flemming.  Y es que carece de todo el sentido épico que debe poseer una joyita como esta, acompañando con acordes wagnerianos y/o evocadores las hazañas de sus personajes; de hecho, ni siquiera posee un tema que uno pueda decir “característico” del personaje y del resto de lo que aquí aparecen; más encima, se dedicaron a reciclar algunas de las bellas melodías de John Williams para el filme setentero y, creo, hasta uno de Hans Zimmer para El Hombre de Acero.  En todo caso, recordando la filmografía de James Gunn, escoge muy buenas canciones, pero en general sus bandas sonoras dejan mucho que desear (o sea, no le exige mucho a los compositores que escoge).
   Y, por cierto, atentos a las dos escenas de postcréditos.


                                                                  Tráiler

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