Una clásica y particular tradición en las narraciones de origen
anglosajón, son las historias navideñas, siendo su máximo exponente literario
la ya archiconocida Canción de Navidad de Charles Dickens; esta obra casi ha llegado
a opacar a los trabajos de Shakespeare, al Drácula de Bram Stoker, al Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle y al Frankenstein de Mary Shelley, debido
a las tantas versiones que ha tenido para el cine, la televisión, los cómics y
otras expresiones artísticas que año a año se suman a una larga lista. Cabe hacer notar también que muchos autores
inspirados en obras como las ya señaladas, libros capitulares dentro de sus
géneros, han realizado sus propios trabajos que les han rendido tributo, en lo
que también recibe el nombre de intertextualidad, por
cuantos estos títulos posteriores hacen mención directa o indirecta a dichos textos…
…Hace un buen tiempo ya que el cómic ha logrado ocupar su sitial como
verdadera expresión de arte, independientemente de sus características
populares y humildes orígenes como medio de entretención y escapista, muchas
veces relacionado con las lecturas de corte infantil… ¿Y que pasa cuando
mezclamos la añeja costumbre de contar relatos navideños, con la preocupación
por hacer una historieta de verdadera calidad argumental y gráfica? Respuesta:
que entonces nos encontramos con un título como el que se menciona más arriba, Batman:
Noël de Lee Bermejo.
Lee Bermejo (el que está dibujando, claro). |
Bermejo comenzó a trabajar en las historietas del Señor Oscuro como
dibujante allá a principios de la década pasada y sólo tiempo después dio el
salto en sus viñetas en la labor también de guionista. Desde un principio su versión sobre el
Caballero de Ciudad Gótica acaparó la atención de sus seguidores, primero por
sus estilizados dibujos comparados sólo a artistas perfeccionistas como Jim Lee
y Alex Ross. De hecho con Lee comparte
la misma técnica “esculpida” y donde los rostros y cuerpos de sus personajes se
ven detallados con dedicación, destacando la musculatura de estos; en cuanto a
Ross, la labor de Bermejo es casi tan realista como la suya, heredera de la
sofisticada estética del llamado realismo
socialista (que tanto brilló en su momento entre los rusos, chinos y otros
países de la Cortina de Hierro). Luego
la personal manera de interpretar a Batman, tan suya, no deja lugar a dudas de
que cuando se ve una de sus tantas ilustraciones acerca del Murciélago, se está
frente a una de las mejores visiones gráficas sobre éste y que bien posee su propio
sello particular que lo diferencia de otros dibujantes (como ya lo es el mismo
Batman de Alex Ross, el de Frank Miller, el de Bruce Tim, el de Neal Adams y el
de Mike Mignola). Su Batman usa un traje
de cuero que se nota hecho a mano (tan de “detective”), lleno de bolsillos para
guardar gran parte de sus famosos artefactos y con una capa articulada que
rememora la hecha por Bob Kane en sus inicios, la que a su vez se inspiró en un
bello boceto de Leonardo da Vinci, basado a sí mismo en las alas de los
quirópteros.
La carrera de Lee Bermejo ha conocido verdaderos logros, siendo algunos
de sus más grandes éxitos las novelas gráficas Luthor y Joker,
donde hizo los lápices para sendas historias escritas por otro grande de los
cómics, en el grupo de los guionistas, claro: Brian Azzarello. En el caso del cómic acerca del Payaso del
Crimen, su interpretación acerca de éste no puede ser más grotesca y se
encuentra claramente basada en la vista en el filme Batman el Caballero de la Noche de
Christopher Nolan; en ambas, tanto el filme como en la historieta, el Guasón se
muestra como un sujeto que se ha cortado a sí mismo la comisura de los labios
para “extender” su sonrisa.
No se puede dejar de lado la contribución de la colorista italiana
Barbara Ciardo, quien logró estar a la par del maestro Bermejo, otorgándole a
sus acabados la acuarela perfecta, donde logró acentuar lo gótico por un lado y
por otro la calidez del brillo según el argumento lo requería. Su contribución es sin vacilaciones todo un
aporte y no deja de causar en el espectador maravilla, pues potencia como nunca
la belleza del arte del dibujante.
Conocida por gran parte del mundo, incluso entre quienes no leen, es la
ya mencionada más arriba Canción de Navidad de Charles Dickens. En esta obra, que transcurre en una sola
noche, la llamada Noche Buena de Navidad, quien fuera un hombre famoso por su
egoísmo y amargura, Ebenezer Scrooge, realiza un viaje en el tiempo acompañado
de tres poderosos espíritus; ellos lo hacen cambiar, de modo de que éste mismo
descubra el verdadero sentido de la Navidad y con ello se convierta en un mejor
ser humano…Pues bien, Batman: Nöel inicia con una sentida
dedicatoria del artista Lee Bermejo a su abuela, quien le regaló a éste su
primer libro de Dickens; de este modo es posible darse cuenta cómo un buen
libro y una genial historia pueden marcar para siempre la vida de una persona. Con textos que bien parecieran ser extraídos
de la misma obra clásica de Dickens y que sirven para ambientar esta especial
historia sobre Batman, tal cual la vieja narración que la inspira, transcurre
todo en la noche de Navidad, siendo el propio Señor de la Noche quien se
encuentra con tres personajes importantes para él. La visita de cada uno de ellos resulta ser lo
suficientemente significativa, como para terminar dejándole una lección de vida,
que hacia el final de esta novela gráfica, se traducirá en un emotivo cierre
como es tradicional en este tipo de obras.
Considerando lo expuesto en el párrafo anterior, aquí es el Murciélago
quien hace de Scrooge, ya que si bien Batman hasta antes de esta aventura no es
un sujeto tacaño, sí hasta cierto punto resulta ser algo misántropo y en medio
de su cruzada justiciera, según se puede ver aquí, ha perdido el rumbo; pues se
ha convertido en un sujeto tan amargado como su supuesto símil literario, a su
vez que todo lo ve blanco y negro; a esto se le suma su carácter obsesivo que
lo lleva a trabajar sin vacilaciones en plena Navidad, alejado de sus seres
queridos, quienes bien quisieran compartir en esa fecha con él. De hecho, en la mayor parte de las viñetas
centradas en éste, se le puede ver con el rictus endurecido, siempre molesto o
enojado, como si hubiese perdido el encanto de la vida.
En la trama, Batman anda detrás de su más famoso enemigo, por supuesto
que el Guasón, quien hace uso de un pobre hombre para sus oscuros
propósitos. De este modo paralelamente a
lo que tiene relación con el Caballero Oscuro, se aborda el drama de este casi
patético individuo y quien junto a su hijo, un niño que pese a la miseria de su
circunstancia no ha perdido la candidez y la esperanza, hace lo posible por
darle a éste la mejor Navidad posible…Es entonces que la existencia de ambos se
cruzan, teniendo en medio al chico y al Guasón. Cuando se produce el esperado encuentro final entre
el bien y el mal, todo ello viene a ser nada menos que una extrapolación de la
visita del Espíritu de las Navidades Futuras, del texto de Dickens, y que aquí
se encuentra bajo la figura del villano.
Este “Espíritu” no tiene buenas intenciones como el original, sin
embargo su intervención igual llega a ser esencial para cerrar el círculo, que
permita la esperada conclusión. Al enfrentar el superhéroe a su némesis, lo que
hace también es aceptar por fin su propia mortalidad y con ello consigue una
nueva oportunidad para cambiar su postura negativa.
Si al Guasón le corresponde en esta novela gráfica la tarea de
representar al Fantasma de las Navidades Futuras (el cual viene a ser nada
menos que el símbolo de la incertidumbre y de las múltiples posibilidades que
corresponde a nuestro devenir)…¿Quiénes vienen a ser entonces los otros dos
espíritus? Pues bien, otro personaje icónico en la cronología del Cruzado toma
la labor de ser el Fantasma de las Navidades Pasadas y tal honor le corresponde
nada menos que a la carismática Gatúbela; esta ladrona de buen corazón y que
tiene su historia personal con el Enmascarado, hace su entrada en la historia
de forma inesperada. Bermejo hace que
Gatúbela invite a Batman a recordar sus antiguos encuentros y con ello realiza
un homenaje a los cómics de la Edad de Plata, mostrándola con sus antiguos
atuendos, al igual que al superhéroe, y cuando era una dama mucho más peligrosa
que en la actualidad (a su vez es posible ver a Robin como en aquellos
tiempos). Los diálogos entre estos dos
demuestran el verdadero carácter de la ladrona, sus sentimientos por Batman y la
misma oscuridad en la cual se encuentra éste último, de modo que queda claro
por qué razón es necesario que tenga su propia epifanía hacia el desenlace de
esta obra.
Superman/Batman según Bermejo. |
Nöel es uno de los tantos nombres que se le da a Santa Claus, conocido
en Chile como Viejito Pascuero. Al
llevar en su título dicha palabra esta novela gráfica, queda de manifiesto su
naturaleza navideña, aún cuando ésta no deja de poseer un carácter mucho más
adulto que la aleja de las historias más edulcoradas de este tipo. Es claramente un relato navideño, aunque para
adultos, si bien está clara su deuda con la novela de Charles Dickens, aunque
su final posee la cuota de esperanza que se esperaría en una historia como ésta
y exponiendo la noción de que todo el mundo merece ser feliz (más todavía
tratándose de Batman).
La portada completa que hizo Lee Bermejo para este celebrado cómic. |
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