Nota: Segunda parte y final de mi revisión personal de la primera temporada de Star Trek: Picard.
4. Valores.
Importante resulta ser que es la primera
vez en toda la historia de las series trekkers, en la cual un programa gira en
torno a civiles, si bien cabe mencionar que muchos de sus protagonistas antes
fueron miembros de la Flota Estelar (partiendo por el propio Picard) y tras
desafortunados incidentes ya no forman parte de ella…Así que se han unido
trabajando al alero de dicha institución y de la misma Federación, quienes les
han dado la espalda y en determinado momento hasta los consideran fugitivos por
ir en contra de sus designios. Por lo
tanto la visión que tenemos de este futuro, donde siempre esta especie de
Naciones Unidas interplanetarias fue mostrada como algo ideal para sus
conciudadanos, ya no es lo que era antes y solo a unas décadas después de la
película Star Trek: Némesis, la última producción ambientada en el siglo
XXIV; solo bien avanzada la primera y breve temporada, nos enteramos por qué
razón han llegado la intolerancia y el miedo a una sociedad antes tan
“perfecta”.
Teniendo en cuenta lo anterior, es
importante detenerse a observar a la
mayoría de los tripulantes de La Sirena, cada uno de ellos incompleto y con
culpas que cargar y en ese sentido solo el romulano Elnor se aprecia como
alguien por completo centrado y si bien la preciosa Siete de Nueve no vacila en
su camino, su vendetta personal es un importante detalle que antes no habríamos
apreciado en algún héroe de la franquicia (incluyendo algunas de sus acciones
más “emocionales”.
En todo caso, el compañerismo, la
confianza y la lealtad siguen siendo baluartes dentro de este show, puesto que
si bien son circunstancias muy especiales las que unen a los personajes, al
final las peripecias juntos los integrarán mejor entre sí y hasta que en el
emotivo capítulo final no nos quede duda de que ahora ya son una familia (algo antes solo visto, en parte, con la
tripulación del Voyager cuando se tuvieron que unir Federacionistas y Maquis,
debido a su salto accidental al desconocido Cuadrante Delta); por otro lado,
también es posible darse cuenta con el tiempo, de que cada uno estos viajeros por
fin han conseguido recuperar el centro que habían perdido.
Cabe mencionar que en esta temporada debut.
el viaje a lo desconocido y el contacto con nuevas civilizaciones no es un tema
primordial; en cambio, ahora, tenemos una gran trama que abarca todos los
capítulos y como ya es habitual en la mayoría de las series (¡Pucha que echo de
menos el antiguo formato y donde los mismos shows de Star Trek brillaban!),
que en esta ocasión por mucho que los protagonistas vayan de un lado para otro
a escenarios increíbles, lo más importante resulta ser el viaje interior que
les permitirá madurar. Ahora bien, hay gran espectacularidad en lo que
encontramos en medio de esto, gracias al presupuesto, los guiones y los avances
de hoy en día, pero esta vez el propósito en completamente distinto:
desentrañar el misterio detrás de la prohibición de los “sintéticos” y todo lo
que concierne a ello, que poco a poco se nos van rebelando inquietantes
detalles al respecto.
5. Regalos para
los trekkers de corazón.
Tener de regreso al buen y amado
Jean-Luc, más encima interpretado por Patrick Stewart, por supuesto que es una
manera de enganchar al trekker de años ya, de modo que la nostalgia viene a ser
uno de los principales plus a la hora de ver este título (si bien igual lo
pueden apreciar los televidentes que nunca se vieron TNG y/o Voyager). Es así que a lo largo de toda la temporada y
es de esperar en aquellas que le sigan, podemos encontrar numerosas referencias
directas e indirectas a estas series. A
ver, vamos por parte dentro de lo que puedo recordar y pude identificar durante
mi (re) encuentro con Picard.
En primer lugar ver a uno de nuestros
héroes favoritos, el almirante y ya anciano Picard, resulta impactante para
uno. Su vida no es lo que habríamos
querido para él, aunque he ahí parte de las sorpresas que contiene esta
propuesta para los seguidores de toda la vida de Star Trek; es cierto que
el antiguo capitán del Enterprise no se haya en su mejor momento, pero poco a
poco nos demostrará que siempre hay razones para querer estar vivos y volver a
la acción (ahora bien, ojalá pudiésemos envejecer como él, que conozco otros cuarentones cuyo mayor ejercicio es solo usar el control
remoto, je).
Sabemos ya que el otro gran personaje
conocido, que tendrá una vital importancia dentro de la trama, corresponde a la
“Borg” Siete de Nueve. Su vida durante
los últimos años no ha estado exenta de emociones y de peligro, que ahora
madura (¡Y vaya que se ve estupenda la actriz, a sus más de 50 años de edad!) y
si bien no sabemos qué pasó con su relación amorosa con Chakotay, la última vez
que la vimos tras el final de Voyager, nos enteramos de que en un
momento del pasado su camino se cruzó con el de Jean-Luc y por eso mismo no
duda en unírsele.
Si la fémina de armas de tomar, es uno de
los principales motivos para ver la serie que estamos revisando hoy, es claro
que los Borg (una de las razas enemigas más atractivas de Star Trek) van a tener un
papel bastante especial dentro de al menos esta primera temporada. En todo caso Siete no es la primera de su
gente o de los “recuperados” humanoides, anteriormente asimilados por los Borg,
en salir en pantalla. Y es que un rol
destacado en el argumento posee nada menos que un Cubo Borg, es decir, una de
esas gigantescas naves con forma de cubo que ya antes habíamos visto varias
veces, el cual se convierte en el escenario de varios momentos de la temporada;
allí vemos a un montón de anteriores víctimas de estos seres, en proceso de
encontrar su humanidad y es en ese lugar donde nos reencontramos con otro
querido personaje relacionado con esta raza: Hugh, el primer borg en ser
recuperado y que apareció por primera vez en uno de los episodios más hermosos
de TNG. Nuevamente interpretado por Jonathan del
Arco, es ahora un hombre maduro al que le han sacado casi todos los implantes
cibernéticos externos y en este cubo cumple con un cargo destacado como representante
de la Federación, que por supuesto él sabe mejor que nadie (aparte de la
mencionada Siete de Nueve) cómo conseguir la humanidad perdida. Volver a tener a este igualmente entrañable
personaje, al que solo vimos en 3 viejos capítulos, resulta ser otra caricia
para uno, quien esta vez participa bastante y entre todo lo que vemos de él,
placentero nos resulta su reunión con Picard.
De la preciosa nave Voyager también
aparece, aunque por un par de minutos, otro ex Borg: Icheb. Querido por Siete como
si este fuese su hijo, tuvo bastante participación en la serie donde los
introdujeron a ambos y si bien su desempeño en Picard fue bastante
breve, sin dudas que volver a verlo fue para muchos trekkers un regalo más (por
mi parte, no me acordaba del personaje, je).
En el primer episodio del show, salió
Data, claramente uno de los roles más populares de Star Trek; como no,
volvió a ser caracterizado por Brent Spinner, un actor tan fantástico que uno
se pregunta por qué no hemos vuelto a verlo en otros papeles. Ahora bien, el actor en TNG y en Némesis
hizo más de un rol, dándonos clases de versatilidad en su arte y por
eso mismo durante la primera temporada de Picard también hace de otro
personaje, cuya identidad es mejor que los trekkers que aún no la han visto,
descubran por su cuenta…Y en cuanto a Data, un personaje como él por supuesto
que sería revisitado lo más posible; que solo diré al respecto, para quienes
han aprendido a amarlo, que tendrán que hacerse la idea de derramar nuevas
lágrimas por él.
También del pasado, vuelve Bruce Madoxx,
un experto en inteligencia artificial que fue introducido en uno de los mejores
capítulos de no solo TNG, sino que de toda la franquicia:
The
Measure of a Man (La Medida de un Hombre) de la segunda
temporada. Este solo fue mencionado en Data´s
Day (El Día de Data) de la cuarta temporada y para regocijo nuestro
fue rescatado del olvido, teniendo en esta ocasión una tremenda importancia
dentro de los sucesos que podemos apreciar en la temporada inicial.
Tanto o más emotivo como otros
reencuentros de los que seremos testigos, corresponde la reunión con otros dos
ex miembros del Enterprise: el matrimonio conformado por Deanna Troi y William
Riker. Confesaré sin tapujos, que mis
lágrimas me salieron cuando volvió a salir la bella Marina Sirtis, como la
dulce fémina que le otorgó la fama (la que obviamente ella ayudó a caracterizar
tan bien) y el capítulo en sí donde Picard vuelve a estar junto a sus viejos
amigos, me gustó bastante (en contra de las opiniones de amigos míos trekkers,
que difieren bastante de mí en sus apreciaciones de estas nuevas
producciones). Más encima, acá llegamos
a conocer a la adorable hija adolescente de ambos y nos enteramos acerca de la
triste historia de su primer hijo. En
cuanto a Riker mismo, vuelve a salir en un momento que dan puras ganas de
aplaudirlo y donde nos enseña que la lealtad es algo que nunca debemos dejar de
lado.
Por cierto, en un diálogo se menciona nada
menos que al Señor…Quark ¡Ojalá salga más adelante y lo mismo que otros
extrañados personajes de las series que antecedieron a Picard!
6. Otras apreciaciones personales.
Hay varios detalles que cabe destacar en
la primera temporada de Picard, por lo general ñoñerías en
los que un trekker como uno se fijaría. En primer lugar, nos encontramos con la
avanzadísima tecnología que usa la Federación, que solo se vio en Discovery
y que corresponde al uso de hologramas en las consolas,
videoconferencias y todo eso; pues ello nunca apareció en las otras series
ambientadas en el siglo XXIV y que era obvio, porque no existían en aquellos
tiempos los medios y el presupuesto para llevarlo a cabo en un programa para la
televisión. Mucha gente alegó, los
fanáticos más “dogmáticos, que cómo era posible solo en el siglo XXIII la usaran,
tal como era visto en la mencionada Discovery y luego ya no; pues a
menos que me equivoque, al final de la segunda temporada de dicho programa, dan
una explicación sobre por qué nunca más se volvió a usar dicha tecnología. Motivo de discusión entre frikis tales
discrepancias en la continuidad, empero queda claro que el aspecto visual del
programa es increíble, rivalizando con cualquier superproducción para el cine
hollywoodense del género.
Por otro lado, los klingons desde la
incorporación del igualmente adorable Worf a TNG, se han convertido en
una raza tanto o más popular que la de los vulcanos y cuando cambiaron su
fisonomía en Discovery, haciéndolos más alienígenas que nunca, al punto de
modificar también buena parte de su cultura, los viejos trekkers nos
encontramos con todo un dilema y un nuevo punto de discusión acerca de la
fidelidad de esta precuela al resto de la cronología de la franquicia…Pues
teniendo en cuenta que el recién mencionado show, transcurre en el siglo XXIII
y TNG, como
Deep
Space Nine y Voyager transcurren en el XIX, uno
se pregunta cómo saldrían los Klingon en Picard; sin embargo, nos dejaron con
la duda, que en ningún momento los pudimos ver, ni siquiera de pasada.
Y si de viejas razas vamos a hablar, pero
que sí aparecen en la serie que ahora acapara nuestra atención, aparte de los
ya nombrados Borg, encontramos a los Romulanos, quienes están a la par de los
ex enemigos de la Federación, los Klingon y siempre han sido unos rivales
artificiosos y elegantes. Pues acá
tienen gran relevancia, apareciendo al menos tres de ellos como personajes
principales y otros dos más, en al menos los dos primeros episodios (a menos
que se consideren a sus dos villanos principales solo “recurrentes”). Interesante respecto a esta cultura, tal como
sale en Picard, es que por primera vez en todo Star
Trek se profundiza en el punto de vista de los civiles y no de los
militares y políticos; asimismo, llegamos a conocer bastante sobre su religión
y mitología. Cabe mencionar que, además,
explicaron por qué razón los Romulanos de la primera película, del reinicio para
el cine de la saga, se ven algo distinto, (sin dudas, una ingeniosa referencia
a esa película tan divertida y que supo rendir honores a la gran creación de
Gene Rodenberry).
Por cierto, llama la atención los tan
distintos créditos de apertura del show, bastante artísticos, si bien muy
alejados del carácter épico de lo que vimos en otras entregas de la
franquicia. Y no hay que olvidar que la
música está compuesta por Jeff Russo, el mismo artista detrás de la banda
sonora de Discovery y quien creó como tema principal, algo aún más
diferente a lo que habríamos esperado para un título como este y que para nada
usaríamos de rington en nuestro celular, debido a su poco wagnerianos acordes
(que no es horrible, aunque no es lo que me gusta para una historia de estas características).
7. Palabras
finales.
La primera temporada de Picard
no contentó a todos los trekkers, quienes la encuentran llena de imperfecciones
en tales casos, puesto que entre otras cosas la consideran demasiado
condescendiente, muy fan service y
por lo mismo con abuso de escenas y diálogos hechos a propósito para apelar a
la nostalgia. De igual manera, hay gente
que considera que perdió la llamada “tecnojerga”, al poner demasiada tecnología
extraordinaria sin explicarla, muchas veces cumpliendo un rol de deus
ex machina. Puede que tengan
razón, pero en mi caso no me molesta (me gusta la “cebollita picada” y no
necesito que me expliquen todo, que la llamada ciencia ficción dura tiende a
aburrirme). Y otra cosa, un detalle que de seguro a muchos televidentes se les
escapó, en la última escena de la temporada, les pareció a algunos demasiado
forzado, sin trabajo dramático y/o argumental previo, respecto a la relación
entre dos de los protagonistas; no entraré en mayores detalles al respecto, que
es mejor quien no ha visto aún la serie se lleve la sorpresa por su cuenta y
haga sus impresiones sin contaminación alguna; por mi parte a mí me gustó y
ansío ver cómo se desarrolla el tema más adelante.
Cuando escribo estas líneas, a casi una
semana de que me terminé de ver estos episodios y a razón de uno por día
durante las vacaciones de invierno, es noticia que tal vez Patrick Stewart no
vuelva en la segunda temporada…¿Y si es así, de qué sirve continuar la serie si
no se encuentra en ella su actor y personaje principal, quien más encima le da su
nombre? Pues considero que hay una manera de continuar el programa, una que
igual ya se había esbozado en el último episodio, con su propia lógica y sin
perder al personaje, aunque sí a la estrella que por tantos años lo
interpretó. Y es que esta posibilidad de
que no regrese Stewart, no se debe a problemas de salud del histrión, sino que
según especulan por ahí, este no quedó a gusto con los resultados. Habrá que esperar no más, respecto a qué nos
depara el futuro y ojalá cercano, que con esto de la pandemia el tema también
se complica.
Créditos de apertura.
Interesante. Nunca he sido fanático de Star Trek, no porque no me interese su propuesta, sino porque quizá soy demasiado joven como para haberla visto durante su emisión en primer lugar, y por lo tanto haber crecido con ella; y con esto me refiero a toda la franquicia, incluyendo Voyager. Pero sí que admiro mucho a Stewart por su papel en la franquicia de X-Men, a la que sí que estoy completamente familiarizado, y es a él a quien apelo a la hora de decidir si ver o no ver esta nueva serie. Y... sí, tengo ganas.
ResponderEliminarEntiendo por esta entrada que me voy a perder de todas las referencias nostálgicas de la serie, pero sí creo que es precisamente eso lo que podría hacer que la disfrute aún más, ya que al no verme afectado por ellas probablemente me force a apreciarla por lo que es, y no por la fuente de su origen. Eso sí, sería una lástima el que Stewart dejara la serie tan pronto. Ojalá se de otra oportunidad.
Un saludo :)
Qué bueno saber te haya entusiasmado este show, tu primer acercamiento a la franquicia; además es una temporada cortita, así que no te ocupará mucho tiempo. Si la llegas a ver me cuentas qué te parece.
EliminarImaginar el futuro de La Humanidad es una tarea que varios escritores han estado haciendo desde que apareció por primera vez el vocablo "Ciencia ficción". Desde esos lejanos tiempos han llovido obras, cada una perteneciente a distintos medios de entretenimiento, que han descrito con variadas palabras y con su propia visión el futuro de nuestra especie. Las hay de todo tipo, desde obras que brillan por su férreo optimismo, hasta obras que no brillan por su optimismo sino por su pesimismo, y a veces por su misantropía. La Franquicia de Star Trek destaca por lo primero, por su optimismo respecto a nuestro futuro, tanto en la Tierra como en otros mundos, todavía inalcanzables. Claro está que dónde estaría el drama si no hubieran conflictos así que no todo es color de rosa en el universo de la franquicia. Nunca faltan historias en las que aparece el demente de turno con ganas de provocar un desastre de los nunca antes vistos, tampoco faltan historias en las que aparece la especie hostil de turno que quiere dejar a La Federación hecha cenizas, y las ha habido en las que no falta ese miembro de La Federación que primero se muestra como una buena persona para después mostrar su putrefacta fachada. La franquicia se sustenta sobre una premisa tan simple como fértil para historias de todo tipo y la verdad es que, como en cualquier otra franquicia con una premisa similar, ésta a veces es adecuadamente aprovechada y otras veces no es completamente aprovechada.
ResponderEliminarEn algunas ocasiones llego a la conclusión que Star Trek es una franquicia que, más que orientada hacia el optimismo de tipo "campbelliano-asimoviano", está más orientada hacia cuestionar nuestras certezas más arraigadas sobre el futuro de nuestra especie. Siguiendo con esa conclusión, puedo afirmar sin temor alguno que lo que Star Trek nos ha dicho desde su primer día de existencia no es "¡Qué genial es el futuro de La Humanidad!" sino más bien algo como "Nuestra especie tiene muchos futuros, pero depende de nosotros elegir ese futuro que más queramos". Lo curioso de un mensaje como ese es que no es completamente optimista ni completamente pesimista sino que sólo nos dice eso, y nada más: ¿qué futuro vamos elegir como especie? Ojala nuestra elección sea acertada.
Por lo que puedo inferir al leerte, conoces bastante bien este universo que tanto amo, una serie de ficciones que me han dado satisfacciones como pocas y al punto de que hasta pertenecí al primer fan club trekker chileno en mi juventud.
EliminarBellas palabras le dedicas a la función que cumplen estas series y que me dejan claro de todo lo que podemos sacar de la contemplación de sus capítulos. Ojalá tengamos segunda temporada de "Picard" y me cabe esperar qué tanto la serie animada (que a mis viejos compañeros del fan club, unos "puristas" ellos no les gusto, salvo a mi gran amiga de entre ellos) y la nueva temporada de "Discovery" mantengan en alto el sueño de Gene Rodenberry.
No conozco mucho de la franquicia pero últimamente he estado pensando sobre ver la serie original y esa película en la que derrotan a los borg, y de paso rescatan al amado por todos Capitán Picard. Lo que dije lo dije porque Star Trek tiene sus cosas ridículas y a veces místicas pero gran parte del tiempo es una franquicia que siempre procura sumergirnos en un mundo más o menos creíble y en el que aunque ves gente manejando pistolas láser y naves viajando a velocidades que dan miedo también ves bastante de la política, sociedad, ciencia, economía y moral de la gente que lo habita. Star Trek es lo que pasa cuando a varios de los tópicos de la "space opera" clásica los pasas por el lente de la "Nueva Ola".
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