miércoles, 5 de junio de 2019

Adicto a Artemis Fowl.


1. Empecemos.

      Tras leer la sexta entrega de Artemis Fowl de Eoin Colfier, el lector conocedor de otras sagas de ciencia ficción y fantasía juveniles, tiene ya suficiente material como para comparar este libro y los que le precedieron, con obras parecidas y quedar con la satisfacción de que esta saga en cuestión no tiene que envidiarle a otras de su estilo. Es así que por muy aventuradas que suenen estas afirmaciones, lo que ha hecho su autor ha logrado crear una serie llena de virtudes literarias, que sin dudas la hacen recomendable y hasta digna de ser analizada y/o comentada. A través de estos libros, en la actualidad ocho en total y una especie de manual muy especial (Los Archivos de Artemis Fowl) vamos adentrándonos en un mundo donde magia y tecnología de punta conviven, a través de los cuales viejas historias se actualizan, aunque sin perder los elementos que hacen de la tradición folclórica, mítica y legendaria algo que no ha dejado de atraer a los lectores de todo el mundo y las épocas.
      Bajo el nombre en inglés de Artemis Fowl: The Time Paradox (2008) y traducida a nuestra lengua como Artemis Fowl: Y su Peor Enemigo, se trata de una novela que tal como sus predecesoras no deja de atrapar al lector. La aventura, el humor, las situaciones ingeniosas, los viejos personajes hace rato entrañables, sumados a ellos otros nuevos bastante interesantes, regresan junto al elemento más emotivo y que de vez en cuando también se logra disfrutar a través de su lectura.
      Teniendo en cuenta todo lo anterior, la novela se deja leer rápido y divierte, que ser testigos de la evolución de los personajes (y en especial de quien le da su nombre a esta saga), resulta grato. De este modo, las relaciones interpersonales entre todos ellos, con ese raro afecto mutuo que contrasta lejos con la manera de cómo son caracterizados los villanos, nos muestra un mundo que pese a su calidad de ficción, no deja de recordarnos al nuestro: La gente es compleja, nosotros mismos somos la suma de un montón de aspectos que nos dan capas y capas que nos definen; por ello mismo, a lo que nos invitan obras como esta, es a celebrar la diversidad. Y es que no hay que olvidar que los protagonistas han logrado hacerse amigos, pese a las discrepancias entre ellos, puesto que han superado sus prejuicios y descubierto en la otredad temas en común que los unen; en cambio, los ruines pese a todo su poder siempre están solos, pues su megalomanía les impide disfrutar de la fraternidad y/o el amor.


2. La historia.

      Tal como dice su nombre en inglés, se trata de un texto que aborda el tema del viaje en el tiempo (uno de mis favoritos, por cierto) y el cual en sus poco más de 400 páginas en su edición en español, solo realizan dos de los personajes principales (¿A estas alturas de la serie, quizás, los dos verdaderos protagonistas?): Artemis Fowl y Holly Canija.
      Lo anterior solo es posible debido a que una supuestamente extinguida enfermedad mágica, ha contagiado de manera mortal nada menos que a la madre del precoz adolescente y la única manera de conseguir el ingrediente para salvarle la vida es viajando al pasado (uno no muy lejano, por cierto, que "solo" son unos ocho años hacia atrás). Allí nuestros héroes deben vérselas nada menos que con un Artemis de diez años de edad, hace rato ya genio y anterior al cambio positivo que comenzó a gestarse en él gracias al influjo de sus seres queridos; así que se supone que ese es el "peor enemigo" del propio Fowl; pero bien pasada la mitad de la narración, aparece la verdadera mente maestra, quien ha estado detrás de varias fechorías y luego complica más que nunca todo, que sí en verdad esta corresponde a la némesis del chico irlandés.
      Gracias al periplo realizado por los crononautas, asistimos al original primer encuentro de Mantillo Mandíbulas con Artemis y Holly, anticipando de forma muy atractiva la posterior amistad entre estos tres. De igual manera, tenemos el agrado de reencontrarnos con un querido secundario, en uno de los momentos más sublimes de la saga.

3. Otros aspectos a tener en cuenta.

         Por un lado, tenemos el contraste entre los dos Artemis, el "viejo" y su versión más joven, lo que nos sirve para darnos cuenta de cuánto ha crecido como individuo nuestro ex criminal. Ahora bien, su versión más joven tampoco es alguien detestable, mucho menos cruel; si bien se nota que cuando se tienen menos experiencias, es más fácil caer en errores como el orgullo.
     Mayordomo, como no, aparece en el argumento y es a través de su versión del pasado que podemos evidenciar de que este siempre ha sido alguien noble.
      Por otro lado, nos volvemos a ver con ese otro gran personaje que fue introducido en la entrega anterior: el diablillo Número 1, ahora convertido en el más grande hechicero de su especie. Solo gracias a él les es posible a los viajeros realizar el salto en el tiempo. Asimismo, no puede ser más graciosa la manera de cómo este llega a las puertas de la mansión Fowl (algo que este humilde servidor tiene todas las intenciones de ver, ante una eventual adaptación audiovisual del volumen, siempre y cuando le vaya bien a la película que aún está por estrenarse).
       Asimismo, la novela juega con la especial relación entre el "fangosillo" y la elfa, de mundos, especies y personalidades tan diferentes, pero a la vez tan parecidos en su gusto por la adrenalina, que como bien dice el dicho "Los polos opuestos se atraen". Ya en el primer libro se había dado un leve guiño a este aspecto, de modo que cuando los acontecimientos los llevan a ambos hacia nuevas situaciones límites, de manera más fácil salen a flote los sentimientos reprimidos.
      También resurge el tema ecológico caro a este ciclo, tal vez más fuerte que nunca en el presente tomo y en esta ocasión a través del problema de la extinción de las especies animales, en lo que la raza humana tiene bastante culpa (agradable, puede resultar ser, apreciar la información que se nos despliega respecto a zoología y que, como ya ha pasado antes con datos topográficos y científicos varios, nos demuestra la intención del autor para sobrepasar la mera entretención....que muy bien podemos aprender de lecturas como esta, a la par de divertirnos).
      Al respecto, nos encontramos con un grupo de "antiecologistas", sujetos tan retorcidos, que llegan a parecernos casi caricaturescos en su desprecio hacia la vida que les rodea. Cuando el libro pasa a las páginas que se les dedican, el tono oscuro se toma con más fuerza que nunca en la serie, que la malevolencia humana es descrita de forma atroz y aún así la narración continúa siendo fácil de digerir. Llegados a este momento, queda claro que desde hace rato, que estos libros han pasado a un nivel más intenso, dramático y algo que en general dejó de ser un "producto" dirigido solo a los adolescentes.
        Relacionado con todo lo anterior y en especial con lo del párrafo de arriba, el proceso de evolución espiritual por el que ha pasado Artemis Fowl, se hace más presente que nunca, cuando este se cuestiona sus cambios y quién es ahora; puesto que es ahora cuando asume por completo, la responsabilidad que tiene hacia sus seres queridos.
      Por último, cabe mencionar el papel que toman los padres de Artemis, ahora con mayor relevancia dentro del argumento. Es así que el viaje en el tiempo, nos permite conocer mejor a Artemis Fowl I antes y después de su epifanía y, en cambio, dejarnos claro de que la madre del protagonista siempre ha sido una mujer admirable. Todo esto introduce, en mayor medida, el tema de la familia y lo que significa el amor entre sus componentes, en especial en lo que se refiere al maternal/paternal y filial.

4. El nuevo villano.

       Un nuevo malhechor aparece en este libro, alguien que si bien comparte con sus predecesores el hambre por el poder y en especial el económico, resulta ser un sujeto por completo sui generis para la saga.
       Damon Kronski es un individuo sin dudas despreciable, cuyos apetitos enfermizos se presentan en la novela de forma muy visual: Con sobrepeso y obsesionado a extremos increíbles con el uso de material animal para vestirse y adornar "lujosamente" sus pertenencias. Cuando, casi de forma irrisoria, se revela el origen de su desprecio hacia el reino animal, queda muy bien expuesta su naturaleza errática y que termina por irse en contra suya.
      La idea de que el ser humano es el mayor y más peligroso depredador del planeta, queda expuesta en su figura y la de sus socios, quienes han formado un exclusivo club de mentes desquiciadas... algo que (como dije más arriba), no habríamos esperado de una supuesta "obrita" de puro escapismo. Al respecto, bien se podría decir que estamos frente a la entrega más oscura de la saga, pese a sus elementos optimistas.
       No obstante, Colfier nos sorprende y deja claro que la soberbia humana es solo una minúscula parte del ancho universo, pues bien sabemos ya los lectores que existe un mundo más allá de la sociedad humana...Lejos más maravilloso y aterrador que el nuestro. De modo que el supuesto gran depredador que se cree el criminal, en realidad es otro eslabón en la cadena alimenticia y una vez que se descubre a la verdadera mente, detrás de todas las desgracias que están pasando.

5. Palabras finales.

       Se echa de menos (aunque no tanto, la verdad) a Potrillo, quien no aparece tanto en el libro. De igual manera, sería formidable reencontrarse con la hermana de Mayordomo, a quien no hemos visto desde El Cubo B. También me esperaba encontrarme con Minerva y Doodah Day, grandes personajes introducidos en La Hora de la Verdad, pero estoy esperanzado en que reaparezcan en las entregas siguientes.
      Por otro lado, cuando estamos hablando de viajes en el tiempo, se debe ser muy inteligente para amarrar las distintas rupturas en la continuidad que se han hecho y, al respecto, se puede decir feliz que lo ha logrado muy bien el artista, detrás de esta serie que ya me lleva casi un semestre encantado.
     ¿Qué están esperando para adentrarse en el mundo de Artemis Fowl?

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