I. Lo que esperamos.
La parte 4 del exitoso, popular y adictivo
programa español La Casa de Papel, no puede estar más buena y ello ha
significado que tras el final de temporada, sus seguidores a lo largo de todo
el mundo nos quedemos esperando con más ansias que nunca su regreso...¿El año
que viene seguro? (que con esto del Coronavirus y la cuarentena, más en un país
que ha sido tan asolado por la pandemia, como lo es la Madre Patria, uno se
pregunta cómo irán a filmar todo y se queda deseando, por supuesto, buena salud
para todos...y en especial para sus actores y demás involucrados en dicho
show).
Solo 8 capítulos han comprendido el último
año de producción de la serie y vaya que han acaparado nuestra atención, pues
muchas cosas han pasado a lo largo de su desarrollo, importantes e impactantes;
al punto de que tras haberla terminado, resulta difícil no pensar en uno y otro
de sus a acontecimientos de vez en cuando... ¿Qué pasará ahora? ¿Cómo
resolverán sus nuevos problemas los protagonistas? Nos cuestionamos todo esto y
más, regando que ojalá el nivel de los guiones siga manteniendo la misma
calidad y credibilidad en el futuro, tal cual lo que nos han acostumbrados sus
escritores...Y cuando acabe todo, que sean fieles a las reglas del juego, a esta
ficción completa que implica la caracterización misma de sus personajes y la
lealtad de su público; de modo que cuando finalice todo, logremos quedar
contentos y no con la sensación de que "extendieron demasiado el
chicle", "se les fue de las manos" la historia y la que vendría
a ser su verdadera última temporada, no fuese un bodrio, como ya ha pasado
tantas veces en casos similares (cuando escribo esto, estoy pensando en
desastres como lo último de Fringe, The Dead Zone y Star
Gate: Atlantis...,que Lost para mí "no está dentro de
este mismo saco", pues me gustó mucho toda la temporada final).
II. Lo que nos
dieron.
Si recordamos lo que pasa en esta Parte 4
de La
Casa de Papel, sin caer en los malditos spoilers, podemos mencionar y
que también sirve para incentivar a quienes aún no la han visto:
1.
Los flashbacks son cada vez más interesantes y mejor planeados, que igual nos
ayudan a recuperar a queridos personajes como Berlín y Estocolmo, además de
delinear mejor al resto de los protagonistas y en general su relación con los
demás.
2.
En lo que concierne a lo anterior, la génesis de este nuevo robo va quedando
más aclarada, de modo que personajes tales como el complicado Palermo, se nos
hacen más interesante y en el caso concreto de este último, pese a lo
desagradable que puede llegar a ser (que al menos su mejor amigo, nunca nos
pareció tan tóxico como el argentino).
3.
Respecto al mismo Palermo, por increíble que parezca ante su conducta
deplorable, esta vez igual lo humanizan y ello al punto de que tal como a
muchos de sus compañeros, no los podemos ver con una mirada de blanco y negro;
por otro lado, el desenvolvimiento actoral de , quien lo interpreta, como el de
sus colegas es plausible y es que han logrado darle bastante carisma a los
personajes "nuevos", desde que volvió el show desde el año pasado,
como a los primeros de ellos que conocimos.
4.
Mallorca ahora sí que nos logra llamar la atención, puesto que esta vez tiene
lejos más escenas, diálogos y momentos memorables, lo que le faltó tras su
debut en la Parte 3.
5.
La inclusión de nuevos personajes que no dejan de ser llamativos, nos trae en
especial a una "infiltrada" entre los rehenes en el banco: Manila,
nada menos que un personaje transexual y que ayuda a trabajar mejor la
inclusión de la comunidad LGTB en un programa como este; todo de manera
realista, sin estereotipos y para nada forzada (desde que en la primera
temporada conocimos al "dulce macho" de Helsinki).
6. Los españoles nos demuestran que no solo los gringos, franceses, japoneses y
coreanos saben hacer adrenalínicas escenas de acción y es que esta vez nos
regalan lo que tal vez sea la mejor secuencia de persecución y confrontación
física en lo que va de La Casa de Papel (algo así como si Duro
de Matar- Die Hard y La Jungla de Cristal para los
ibéricos- fuese hecha made in Spain).
7.
El rastrero de "Arturito" nos vuelve a deleitar con su conducta tan
deplorable, que estamos hablando de un personaje que no deja de representar a
sujetos como él, sin escrúpulos y que se esconden bajo una fachada de personas
irreprochables y de supuestos líderes morales; es así que su presencia en la
historia, cumple el rol de ser algo así como un punto en el medio entre el
resto de los personajes, para evaluar a los delincuentes y agentes de la ley,
quedando claro que en la vida hay matices para todo y hay luz y oscuridad en
cada uno de nosotros.
8.
Y no puedo dejar de olvidar el momento más memorable de toda la temporada: la
muerte, en verdad inesperada, de un@ de sus protagonistas. Me estoy refiriendo
a un vuelco inolvidable, impactante y doloroso, que igual no deja de provocar
en el espectador más acérrimo un sentimiento de vacío y que, por igual, le
otorga un realismo mayor a la serie, porque la vida es así (y más cuando
estamos hablando de personajes que llevan una vida al límite como estos). Ahora
bien, es cierto que ya antes habíamos perdido a dos de sus integrantes, pero
eso no es nada si lo comparamos con lo que esta vez pasa.
III. Lo que
sentimos.
Tras haber contemplado, gozado y revisado
todo lo que concierne a La Casa de Papel hasta el momento, encariñándose con
sus personajes (en general con los miembros de la banda del Profesor), nos
podemos cuestionar un tema moral: ¿Cómo es posible nos caigan lejos mejor los
criminales, más que los agentes de la ley? Bueno, no olvidemos que estamos
frente a una ficción y como tal hay unas cuantas exageraciones de la realidad
para lograr el efecto estético esperado, puesto que para absoluto realismo
mejor ver las noticias o "entretenernos" saliendo a la calle
observando el diario vivir; por otro lado, sin ficcionar la realidad, no podría
darse el elemento de evasión sana a la que responden obras como esta, por medio
de las cuales uno se olvida de sus propios problemas, que una buena historia
siempre conseguirá animar a sus destinatarios ¿No?
Pero hay mucho de verdad en medio de algo
como La
Casa de Papel:
1.
Que detrás de toda persona que opta por una existencia fuera de la ley o que
decide delinquir por alguna razón, pueden haber motivos que necesariamente no
tienen que ver con la codicia y que correspondan a necesidades mayores o de
peso moral.
2.
Obviamente tal como lo expone tan bien el programa, entre los supuestos
representantes de la ley y el orden hay gente que abusa de su poder, dispuesta
a hacer cualquier cosa con tal de hacer lo que está "correcto", al
punto de cometer ellos mismos actos deleznables y justificarlos; por no
mencionar el gusto que tienen por la violencia, muchos de ellos, que han
escogido esos cargos para tener la oportunidad de ejercer acciones de ese tipo,
amparados por su cargo.
Frente
a lo dicho anteriormente, es obvio que se produzca la simpatía y empatía con
"parias" como los protagonistas de esta serie, que antecedentes de
esta cercanía los encontramos en íconos literarios (claramente basados en la
historia real) como lo son el Robin Hood de la leyenda medieval y el pirata de
los Románticos.
Por otro lado, no podemos olvidar que
sujetos como Tokio, Nairobi y compañía, sin dudas que representan la actual
creciente resistencia frente al sistema político y económico asfixiantes y
opresores, lo cual bien queda reflejado en el símbolo en que se han
transformado sus trajes, en revoluciones sociales a lo largo del orbe (tal como
en mi país, Chile, en el llamado "estallido social" contra el
gobierno de Piñera y el Neoliberalismo, encontramos a gente que con orgullo
viste la máscara de Dali y el traje rojo de estos amados sujetos).
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