El
primer show perteneciente a la coproducción gringa-nipona entre Marvel Studios
y Madhouse, Anime Marvel, corresponde nada menos que a la serie dedicada
a Iron Man.
Con 12 episodios, tal como el resto de estos 4 primeros títulos para la televisión, nos muestra a Tony Stark llegando al país del Sol Naciente para hacer una gran revelación tecnológica, la que revolucionará al resto del mundo. Allí cuenta con el apoyo del gobierno local y en especial con un ministro, quien tendrá un papel decisivo en la trama. Se le suman a la aventura una guapa científica, que inicia una singular aventura con el vengador armado y una muy simpática periodista (acompañada esta por su gracioso colega). Inmerso en las tierras japonesas, solo Pepper Potts será otro personaje occidental famoso que saldrá al menos un par de veces, aunque de forma breve; no obstante, un invitado marvelita muy especial estará de co-protagonista en uno de los capítulos. Cabe destacar, que no me puedo olvidar de él, a un heroico agente local que será de gran ayuda para nuestro justiciero.
Teniendo en cuenta el amor de los japoneses por los mechas, era obvio que escogieran a este personaje para iniciar las mentadas aventuras, en las cuales se evidencia la preocupación por mostrarnos diseños fabulosos, de monstruosidades mecánicas y al menos una de ellas con una sentida referencia a su legado cultural (cuando vean esta armadura me entenderán). Asimismo, entre los villanos a los que se enfrentarán Tony y sus nuevos aliados, se encuentra nada menos que Zodiaco, una institución del mal a la que había que sacarle provecho con sus fetiches; no obstante, las máquinas que aparecen resultan distintas a lo que se esperaría si fuesen dibujadas por occidentales (como ejemplo, fijarse en cierta especie de satélite y en una armadura femenina).
Por otro lado, este Tony aparece bastante simpático y carece de la arrogancia que posee en producciones del UCM (tampoco cuenta con la ironía propia de la versión hollywoodense). De igual manera para humanizarlo más y caernos mejor todavía, el guión de Warren Ellis se detiene en un punto determinante de su pasado (hoy conocido por millones, gracias a la primera cinta con Robert Downey Jr.) y de ese modo centra la parte más dramática de la historia, en la relación entre el protagonista y un personaje de su pasado que vuelve para remecer su vida actual.
A mi humilde parecer, esta serie es mucho más entretenida que la de Wolverine (que secunda a esta otra), en especial por el tratamiento del humor y la trama relacionada con la ciencia ficción, que permite trabajar la crítica social y llevarnos a la reflexión acerca del uso correcto e incorrecto de la tecnología. De igual manera, la amenaza a la que se enfrenta nuestro justiciero es mayor, puesto que implica a toda una nación y, por extensión, al resto del planeta en el caso de que los villanos logren su cometido (a diferencia del caso de Logan, cuyo conflicto en su propia serie es motivado por problemas meramente personales).
Cabe mencionar que este show tuvo una especie de continuación en Iron Man: Rise of Technovore (2013), una película también animada y que salió directa para el video.
Con 12 episodios, tal como el resto de estos 4 primeros títulos para la televisión, nos muestra a Tony Stark llegando al país del Sol Naciente para hacer una gran revelación tecnológica, la que revolucionará al resto del mundo. Allí cuenta con el apoyo del gobierno local y en especial con un ministro, quien tendrá un papel decisivo en la trama. Se le suman a la aventura una guapa científica, que inicia una singular aventura con el vengador armado y una muy simpática periodista (acompañada esta por su gracioso colega). Inmerso en las tierras japonesas, solo Pepper Potts será otro personaje occidental famoso que saldrá al menos un par de veces, aunque de forma breve; no obstante, un invitado marvelita muy especial estará de co-protagonista en uno de los capítulos. Cabe destacar, que no me puedo olvidar de él, a un heroico agente local que será de gran ayuda para nuestro justiciero.
Teniendo en cuenta el amor de los japoneses por los mechas, era obvio que escogieran a este personaje para iniciar las mentadas aventuras, en las cuales se evidencia la preocupación por mostrarnos diseños fabulosos, de monstruosidades mecánicas y al menos una de ellas con una sentida referencia a su legado cultural (cuando vean esta armadura me entenderán). Asimismo, entre los villanos a los que se enfrentarán Tony y sus nuevos aliados, se encuentra nada menos que Zodiaco, una institución del mal a la que había que sacarle provecho con sus fetiches; no obstante, las máquinas que aparecen resultan distintas a lo que se esperaría si fuesen dibujadas por occidentales (como ejemplo, fijarse en cierta especie de satélite y en una armadura femenina).
Por otro lado, este Tony aparece bastante simpático y carece de la arrogancia que posee en producciones del UCM (tampoco cuenta con la ironía propia de la versión hollywoodense). De igual manera para humanizarlo más y caernos mejor todavía, el guión de Warren Ellis se detiene en un punto determinante de su pasado (hoy conocido por millones, gracias a la primera cinta con Robert Downey Jr.) y de ese modo centra la parte más dramática de la historia, en la relación entre el protagonista y un personaje de su pasado que vuelve para remecer su vida actual.
A mi humilde parecer, esta serie es mucho más entretenida que la de Wolverine (que secunda a esta otra), en especial por el tratamiento del humor y la trama relacionada con la ciencia ficción, que permite trabajar la crítica social y llevarnos a la reflexión acerca del uso correcto e incorrecto de la tecnología. De igual manera, la amenaza a la que se enfrenta nuestro justiciero es mayor, puesto que implica a toda una nación y, por extensión, al resto del planeta en el caso de que los villanos logren su cometido (a diferencia del caso de Logan, cuyo conflicto en su propia serie es motivado por problemas meramente personales).
Cabe mencionar que este show tuvo una especie de continuación en Iron Man: Rise of Technovore (2013), una película también animada y que salió directa para el video.
Créditos de apertura
Al leer la descripción que haces de esta serie, soy uno de los que extraña el humor ácido, la ironía del personaje. Es un eje valioso que no notaron (tal vez) que pierden en su propuesta.
ResponderEliminarGracias por compartir estos temas con nosotros.
A menos que me equivoque, la personalidad irónica de Tony Stark es propia de las pelis y no de los cómics, por lo mismo no es así en series como esta (en el UCM también le otorgan esa característica al Doctor Strange y doy fe con mi sello que en las historietas posee una personalidad más seria)
EliminarNecesito verla, desconocía completamente este trabajo nipón, me encanta tu crítica
ResponderEliminarTe la compartiré a ti, a Gabriel y a otros amigos junto a más material audiovisual filete de Iron Man
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