Tras dos primeras temporadas bastante exitosas
y aclamadas, tanto por sus seguidores, como por la crítica, la serie de
televisión Person of Interest tenía una vara bastante alta que
superar. Luego de casi una cincuentena de
episodios con argumentos sólidos y el desarrollo de personajes tan carismáticos
como para conquistar sin problemas el corazón de la gente, era de esperar que
en este tercer año de existencia la calidad aumentara, más por el hecho de que
ya se había logrado crear un universo ficcional lo suficientemente coherente,
como para introducir arcos argumentales más complejos, que permitiesen
incrementar el dramatismo, a tal punto de perfilar mejor a sus héroes y de paso
crear verdaderos hitos en su estructura de modo de cambiar por completo su
trama general. Pues ello se llevó a cabo
de las maneras más increíbles, a tal punto que en más de una ocasión los
espectadores pudieron quedar “con la
boca abierta”, en consideración a las ramificaciones de muchos de los nuevos
elementos argumentales introducidos en esa inolvidable tercera temporada…
Luego
de un final de temporada donde la supuesta gran villana del programa quedaba neutralizada,
este año tuvo lo que se podría decir dos grandes tramas para ser desarrolladas
en un total de 23 capítulos. No obstante
en su mayoría los episodios siguieron siendo autoconclusivos, en especial en lo
que se refiere a las misiones en las que nuestros héroes se involucraban. Empero estas dos grandes líneas narrativas
se dividieron en base a las respectivas grandes amenazas de turno, durante la
primera y la segunda parte de la temporada.
La primera mitad correspondió al enfrentamiento (supuestamente final)
contra el corrupto grupo de funcionarios públicos, que apareció por primera vez
en la temporada inicial. En esta
ocasión el conflicto contra esta particular mafia, representantes de las fuerzas
que amparadas por la ley esconden sus propias agendas ilegales, llegó a su
clímax de la manera más impactante.
Durante varios episodios pendió sobre nuestros héroes la amenaza de la
muerte, a tal punto que los guiones fueron lo suficientemente ingeniosos como
para engañarnos y hacernos creer que uno u otro de sus protagonistas fallecería…
¡Y justo tras la anhelada victoria contra los criminales, viene la primera gran
sorpresa de esta tercera temporada!: Pues nos fue arrebatado uno de los
personajes más queridos de la serie y más encima su deceso ocurre en las circunstancias
menos esperadas, ya cuando todo el mundo se encuentra con las defensas bajas
tras derrotar a los malos; de este modo en vez de tener una muerte heroica, su
deceso se transforma en cualquier otra cosa menos en ello, aunque eso le otorga
al grupo de justicieros una madurez tal, que terminan con un nuevo sentido para
sus vidas (luego de la crisis respectiva tras perder a su compañero/a). Todo esto permite además ver otro tipo de
justicia, una en la cual cumple un papel fundamental uno de los aliados del
grupo de Finch, lo que lo convierte en un personaje mucho más admirado para la
audiencia. Luego de todo esto se
encuentra el segundo arco argumental de la temporada, el cual en todo caso
estuvo germinando desde que esta comenzó, hasta que por fin tuvo su clímax
hacia el final de este tercer año. Ello
a su vez permitió que el status quo del
programa cambiara radicalmente, a tal punto que a partir de entonces la
existencia y la misión de los justicieros, llegó a complicarse a tal punto que
ahora más que nunca se verían obligados a pasar al más absoluto anonimato; de
este modo es de suponer que para lo que viene, mientras tanto tratan de solucionar todo o de sobrevivir ante
los nuevos peligros, cuando ya no tienen en sus manos el control de las cosas y
tendrán que adaptarse o morir (habrá que ver qué pasa con este giro argumental
y cómo se concretará en la temporada siguiente, ya que aún no ha sido vista por
quien aquí escribe).
Teniendo
en cuenta el homenaje que resulta ser Person of Interest a las historias
de superhéroes, durante el transcurso de esta tercera temporada se trabajaron
varios temas más del género: Uno de los que más se abordó en esta ocasión fue
el del enemigo convertido en aliado inesperado y luego redimido hasta abrazar
por sí mismo el camino de la justicia.
Este papel lo toma un personaje cuyas primera intervenciones estuvieron
marcadas por una personalidad psicopática, al más puro estilo del Guasón,
debido a su conducta impredecible y violenta: Root. Interpretada con la solvencia acostumbrada de
los actores de la serie, por Amy Acker (recordada por sus dos papeles en otra
serie de culto: Angel), desde su debut en el programa estuvo vaticinando que se
venía algo terrible, que debían estar preparados ante esto y que ella misma
tenía un papel fundamental para evitar la tragedia o amortiguar su peso. Pues bien, cabe recordar que uno de los temas
fundamentales del show es el de la redención personal, considerando que la
mayoría de sus protagonistas tienen oscuros pasados, de los cuales para nada
están orgullosos, de modo que al unirse a este particular equipo, encuentran la
oportunidad de resarcirse; de este modo Root pasa de ser “la peor pesadilla” de
Harold y hasta su némesis, a ser un miembro valioso de los suyos, aunque eso si
para ello harto tuvo que pasar entre medio.
Si desde un principio se vio a esta mujer como a una experta
programadora y hacker, además de ser alguien con un innato talento para la
acción física, en esta temporada obtuvo una relación estrecha con la Máquina
(la IA creada por Finch para ayudar a descubrir antes de tiempo eventos
terroristas y que luego le permitió evitar crímenes menores), la cual la
conviertió en la par de Harold, incluso en alguien por sobre él. Su felicidad una vez que descubrió este nuevo
sentido para su hasta entonces solitaria y esquizoide vida, se hace impagable
para el espectador, al otorgarle esta evolución espiritual, si bien no dejó de
mantener su faceta excéntrica. Otro
aspecto suyo destacable, resulta ser su singular manera para utilizar las armas
de fuego, ya que acostumbra ocupar dos pistolas a la vez, una en cada
mano. Su esencial papel dentro de la
serie llegó a tales niveles de relevancia, que le tocó a ella cerrar esta
magnífica temporada, con un monólogo en off
de antología y a través del cual dejó claro ser la única de toda su gente
con la capacidad para prepararse ante las duras pruebas que venían y de paso
apoyar a los demás. Por último, no solo
Root consiguió esta dimensión salvadora, puesto que desde el mafioso Elias de
la primera temporada, más de un personaje contra el cual les toca inicialmente combatir
a nuestros héroes, al final enseñó que no todo es blanco y negro; por lo tanto tal
como en las más clásicas historias épicas, aquí se hace evidente que hasta el
peor rival puede demostrar la verdadera nobleza de su corazón (con el
correspondiente sacrificio de su parte en pro del bien mayor).
Y
no se puede dejar de lado a Sameen Shaw, quien fue introducida en la serie
durante la segunda temporada, convirtiéndose en personaje recurrente, hasta que
en este tercer año se convirtió en personaje estable y de paso logró gran
popularidad debido a su atractiva personalidad.
En su debut se le mostró como a un agente profesional del gobierno, que
trabajaba en secreto en los casos relevantes (de terrorismo) y de los que
advertía la Máquina. Tras convertirse en
una “persona de interés” y ser salvada por nuestros héroes, debido a su
experticia se unió a estos, convirtiéndose en alguien imprescindible. De actitud parca y poco dada a establecer
relaciones afectivas, en un decisivo y emotivo episodio de principios de esta
tercera temporada, se nos reveló su “origen secreto”, aclarando bastante su
condición y humanizándola más que nunca.
De forma inesperada, logró obtener un lazo algo más estrecho con otro
personaje muy querido, el detective Fusco y en especial con Bono, el
inteligente perro de Harold.
Cómicamente, siendo el personaje más “oscuro” del grupo, se le otorgó un
fino humor negro que apoya el elemento gracioso, que a partir de este año
aumentó en parte para alivianar tanta tensión y dramatismo. Si bien el resto de los protagonistas posee
esta agradable faceta, en Sameen resulta mucho más agradable e hilarante. Siendo Root la contrapartida de Harold dentro
del mismo equipo y Carter la de Fusco, era de suponer que para un agente
profesional en las artes mortales y el espionaje, fuese la propia Sameen la pareja
y/o contraposición de John; de tal modo que si para Harold este último era el “escalpelo”
a la hora de efectuar con sutileza las misiones, la ex agente Shaw es el
martillo, debido a su actuar mucho más duro que el de su compañero (todo esto
en palabras del mismísimo Harold, durante un interesante diálogo entre él y
Sameen en uno de los episodios).
Si
ya antes se había referido acá al concepto superhéroico de los “orígenes
secretos”, referido al pasado de los personajes, que resulta ser decisivo para
la formación de un agente del bien y la justicia (como bien sucede con muchos
cómics de DC y Marvel, entre otros), en esta temporada una vez más fueron
esenciales los flashbacks dedicados a
este tiempo pretérito de nuestros amados protagonistas. Pues bien, una vez más se revelaron datos
sabrosos sobre ellos, no obstante fue sobre el ingenioso creador de la Máquina,
que se reveló más información que nunca: partiendo todo con su juventud y su conmovedora
relación con su padre, la que lo marcó lo suficiente como para llevarlo luego a
diseñar la IA; asimismo bastante impresionante resulta el episodio, donde se da
a conocer al anterior “empleado” de Finch, quien cumplía con el papel de John
cuando este aún no hacía su aparición.
Contando
con el apoyo de personajes secundarios y/o recurrentes de gran fuerza dramática,
en esta tercera temporada se desaprovecharon los ya citados en el anterior artículo
dedicado a Person of Interest, Zoe Morgan y Leon Tao. La primera fue solo vista en un muy
entretenido capítulo, donde esta sensual mujer trabajó codo a codo con otras
dos damas del grupo de Harold. En cuanto
al ex ladrón informático, apenas se le mencionó en toda la temporada.
Emitida entre el 24 de septiembre de 2013 y el 13 de mayo de 2014, la
tercera temporada de Person of Interest resultó ser tan
formidable, que cuesta sacarse de la cabeza sus grandes momentos. Además no se puede olvidar de ella la consagración
de uno de sus villanos, el breve vistazo de otro que debería ser retomado con
fuerza al año siguiente y, por último, el surgimiento de la propia némesis de
la Máquina: Samaritano… ¡A ver con qué se nos viene el futuro ahora que los
vigilantes están siendo vigilados!
Tres bellezas de temer: Josh, Zoe y Sameen respectivamente (¡Ídolas!). |
Muy buena serie, con personajes interesantes todos. Desde Fusco a Shaw.
ResponderEliminarSaludos
Bueno, Ivancillo, en parte le debo a tus especializadas recomendaciones que también esté disfrutando de esta serie que tantos gratos momentos nos ha dado (además fuiste la primera persona que me habló de ella).
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