1. Una sorpresa.
Los
Amantes de Estocolmo es una novela que en un principio se aleja de la
narrativa de su autor, a la que está acostumbrado un lector como yo, que ha
disfrutado de sus obras del género policial o de detectives (su serie del
siempre simpático y divertido Cayetano Brulé), sus textos autobiográficos como Nuestros
Años Verde Olivo o sus narraciones ficticias con un fuerte cariz
político, tal cual El Último Tango de Salvador Allende. Y es que el texto que hoy
nos reúne, parte primero como una intriga de otro tipo: el de la crisis de un
matrimonio, revelada cuando el protagonista y narrador de la historia, descubre
el aparente engaño de su señora, tras encontrar entre sus pertenencias lencería
erótica y que nunca
ha usado con él. No obstante, lo que parece tan solo un melodrama que
implicaría un triángulo amoroso, en realidad va desplegándose como una obra más
compleja, que nos reencuentra con el escritor ya conocido, pero que además nos
lleva por tortuosos caminos para desenmascarar la oscuridad individual y la que
subyace dentro de toda una comunidad. Por lo tanto, al revisar sus páginas se
evidencia que estamos frente a un libro lleno de aristas, que quizás para
muchos (como este servidor) no es el más entretenido de su autor, aunque sin
dudas se trata de un título recomendable por todo lo que conlleva.
2. Los
vericuetos de nuestra sexualidad.
Que la esposa del personaje principal
esté siendo infiel con este y más encima sienta interés (y placer) por la ropa
interior sexy, es solo una parte de este asunto de la sexualidad tal como se
manifiesta en la novela, que en ella se aborda (entre otros temas) el papel que
cumple esta en la vida de los adultos. Estamos hablando de personas educadas y
de vida acomodada, insertas en una cultura propia del "primer mundo"
y que pese a su apariencia de sujetos "bien", demuestran cómo el lado
más irracional, animal y hedonista iguala: buscamos satisfacción física, que
incluso puede ser superior y más llamativa que aquella de tipo estética e intelectual
(marido y mujer se dedican al arte); de este modo es posible reconocer nuestros
egoísmos y otros defectos...Y es que el mismo protagonista en su juventud
anduvo con cuanta mujer comprometida pudo, sin sentimiento de culpa y luego ya
casado tuvo una aventura por largo tiempo.
Más de un personaje se "echa una
canita al aire", algunos con justificaciones como un medio para escapar a
su infelicidad y otros como un mero medio para dar rienda suelta a su
sexualidad tan activa y hedonista (queda a cada uno hacer juicio de valor al
respecto, que quien esté libre de pecado lance la primera piedra). Sin embargo,
en lo que respecta a las confesiones del protagonista, sin tapujos, de sus
varios flirteos y cómo en general se enorgullece de ello, nos puede resultar
menos simpático, por victimizarse ante la posibilidad del engaño de su
mujer...y al respecto, queda caracterizado como un hombre machista, pese a que
ha convivido con un buen número de mujeres emancipadas sexualmente.
Se trata, entonces, de una obra con un
hondo trasfondo erótico y en la cual abundan las descripciones propias de la
literatura de este tipo; algo que al menos en mi caso me sorprendió, por ser
una faceta inesperada de su creador.
3. La oscuridad
que habita dentro de uno.
Entre medio de los avatares sexuales de
los personajes, hayamos un tópico recurrente en la narrativa del escritor: el
crimen...y es que así como más de un personaje demuestra tener una agitada vida
sexual (secreta y/o privada, como se supone la tienen la mayoría de las
personas), en el texto aparece no solo un crimen de sangre, sino dos; asimismo,
se llega a postular que cualquier persona puede llegar a provocar un error
fatal, que lo puede llevar al asesino, ya sea premeditado o no. De este modo,
no solo los violentos son propensos a las acciones más repudiables, que hasta
aquellos capaces de amar pueden dejarse llevar por bajos instintos.
Teniendo en cuenta lo anterior, sexo y
muerte están profundamente relacionados, algo que la vida real misma nos lo
demuestra y lo representa esta novela. Cabe mencionar, además, que uno de los
personajes secundarios ha cometido crímenes de tipo humanitario y bajo un
antiguo régimen opresor; algo de lo que no se siente culpable y que lo ve como
un servicio a la patria, de modo que bajo su figura se presenta otra dimensión
de esta oscuridad inherente a nuestra especie.
4. La cochina
política.
Tal como este ya he visto en otras obras
leídas de Ampuero, no falta el trasfondo político que forma parte de las
características esenciales del libro. Y es que en este caso, si bien la
ambientación corresponde nada menos que a Suecia, ello permite tratar el tema
de los exiliados del régimen de Pinochet en Chile y con el correspondiente
regreso a la democracia, pocos años después del término de la dictadura
militar. Es así que bajo este trasfondo, el autor se permite retratar, analizar
y criticar la evolución y desarrollo de sus compatriotas, ya sea tanto a los
que se quedaron en su patria, como a los que retornaron y los que optaron por
seguir viviendo en el extranjero, tras emigrar por su cuenta o irse
forzosamente a dichos lugares.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el
novelista intenta dilucidar desde las palabras del narrador, lo que ha pasado
con el pueblo chileno y cómo este se ha comportado a lo largo de las últimas
décadas desde el Golpe Militar, durante la dictadura y luego en el
"presente", tras el regreso de la democracia. De este modo militares
en retiro, políticos que antiguamente opositores al sistema de Pinochet (que
incluso estuvieron en la guerrilla en su contra), huérfanos suyos y exiliados,
son evaluados por este: a veces con una mirada objetiva y otros marcados por la
tendencia ideológica del autor y su álter ego literario. Empero, pese a todas
las opiniones ácidas hacia quienes ahora dirigen el país, cabe mencionar que
luego durante los dos mandatos del presidente Piraña (de Derecha como
Pinochet), Roberto Ampuero ofició como ministro suyo en diferentes ministerios;
por lo tanto se le podría tildar, sin dudas, de poco consecuente, al caer (tal
vez) en los mismos yerros que en su momento les criticó a sus predecesores.
5. La
literatura, siempre ella.
No es gratuito el hecho de que el
protagonista se dedique al oficio de la escritura creativa, o sea, sea
novelista; y es que con ello nos encontramos con la mirada de un hombre
sensible (pese a lo detestable que puede ser en su personalidad) y con ello
poseedor de la labia propia de sus colegas, así como de cierta inestabilidad
habitual en los artistas. Por otro lado, tal como se mencionó más arriba, este personaje
se transforma en una representación del mismo autor, quien se permite hacer sus
sentencias sobre el mundo y sus congéneres gracias a sus reflexiones; así como
reflejar en su cronología ficticia, sus propias vivencias de juventud (pues tal
como Cristóbal Pasos, Roberto Ampuero militó en las Juventudes Comunistas,
luego se desencanto del marxismo y vivió una temporada en Estocolmo).
Hay varias referencias a la literatura
clásica y contemporánea, a lo largo del libro, entre citas textuales, mención a
personajes y a autores relacionados con los eventos del libro. De todo esto,
cabe nombrar el inesperado homenaje al clásico poema narrativo y sobrenatural
de Poe, El Cuervo, que aparece en estas páginas en más de una ocasión y
por medio de nada menos que de una estatua de la diosa Palas Atenea...en la que
se posan los cuervos; su figura en medio del jardín del personaje principal,
muchas veces cubierta de nieve, no viene a ser otra cosa que la representación
de la culpa y de otras inseguridades de este, tal como sucede en el mencionado
poema.
Asimismo, el nombre del narrador,
Cristóbal, y de su esposa, Marcela, vienen a ser reflejo de una de las novelas
enmarcadas del Quijote; puesto que tal como en el texto pastoril de Cervantes,
esta pareja comparte varios elementos y que es mejor el futuro lector descubra
por su cuenta para no caer en tanto spoiler (en todo caso, es otro personaje
quien hace referencia en el libro a este paralelismo, así que no se trata de
que yo esté "hilando demasiado fino").
Como si se tratara de un juego
metatextual, el protagonista y uno de sus interlocutores mencionan nada menos
que al mismo Roberto Ampuero y a sus novelas del detective Cayetano Brulé, como
partes de ese mundo en el que estos viven (ejercicio literario ya visto en la
mencionada magna obra de Cervantes y tantos autores de renombre como Unamuno y,
por qué no, mi querido Stephen King).
6. Otros países,
otras culturas.
La mayor parte del libro transcurre en
Suecia y en la ciudad de Estocolmo, lugar conocido bastante por el autor y
quien nos lo describe, con el conocimiento de alguien, para quien fue su hogar
por años. La historia, arquitectura e idiosincrasia de su pueblo, quedan
detallados en esta obra, que nos transporta a ese mundo lejano y real, con sus
propias costumbres y su largo invierno; sin dudas que Ampuero logra crear el
efecto de reflejar dicho país, que también hace referencias a sus comidas y a
lo más inaudito de dicho lugar.
También
parte del texto transcurre en Estados Unidos y, como no, en pleno Chile. A su
vez pululan personajes de otras nacionalidades, como una sexy cubana y un
mafioso ruso (en la práctica, verdaderos estereotipos de estos pueblos y de su
gente).
El contraste entre la manera de ser de
los suecos y de los latinos, se hace presente varias veces en la obra, dejando
claro, en todo caso, que no importan diferencias de color e idioma: a la larga
compartimos los mismos sueños y pesadillas que el resto.
7. Los
personajes.
En general quienes intervienen en este
libro, no son sujetos a los que uno podría tildar de virtuosos, que todos ellos
(salvo uno...o dos) demuestran ser demasiados egocéntricos o al menos pensar
primero en sí mismos y la satisfacción inmediata de sus anhelos. Quizás todo
esto, obedezca a la intención del autor de mostrarnos un mundo viciado, donde
impera la soledad y la imposibilidad de ser en verdad felices.
* Cristóbal
Pasos: El
protagonista y principal narrador de la trama (que hacía el final, otro
personaje toma esta última labor), es un escritor que está escribiendo una
nueva obra de ficción, cuando descubre el secreto de su esposa y se empieza a
obsesionar con la identidad de su supuesto amante, de modo que la comienza a
perseguir; todo se complica, cuando la sospecha acerca de la verdadera causa de
la muerte de su vecina, acapara el resto de su atención y, más encima, se ve
involucrado en la muerte de un mafioso. Las preocupaciones se van sumando y
todo se pone difícil más de la cuenta, que él mismo tiene unos cuantos
esqueletos en el armario. Realidad y ficción se confunden con este hombre y que
resulta no ser tan seguro de sí mismo, pese a la imagen sofisticada que
proyecta.
Si bien su nombre, queda consignado como
una alusión al protagonista trágico de la narración de Cervantes, bien
podríamos hayar en él a una relación con la figura de Cristóbal Colón: puesto
que tal como el navegante genovés, el protagonista de esta historia
"descubre" una serie de verdades, sobre quienes lo rodean, así como
de sí mismo; por otro lado, su apellido apoya esta idea, tal cual un peregrino
que va adentrándose en el camino hacia su destino final. Y si es así, si este
simbolismo detrás de los nombres, fue llevado a efecto conscientemente por
parte del autor, con ello Ampuero estaría siguiendo una rancia tradición
literaria, heredera del mismo Cervantes y de otros como Shakespeare, Lorca y
varios maestros más de la literatura.
* Marcela
Montúfar:
La hermosa, sexy y más joven esposa de Cristóbal, es una mujer independiente
como su homónima quijotesca, de atrevidos gustos sexuales y que originalmente
se dedicaba al teatro, pero que en Suecia ha tenido que optar por la venta de
pinturas. Con una personalidad mucho más fuerte que la de su marido, como este
tiene una relación complicada con la figura de su padre, en ambos casos hombres
profundamente ligados a la dictadura de Pinochet.
* Coronel Adonis
Montúfar:
El padre de Marcela es un general en retiro, culpable de varios crímenes contra
la humanidad, durante el gobierno militar de Augusto Pinochet y de cuyos actos
no se arrepiente, por considerarlos un verdadero servicio a la patria. Pese a
la falta de sentimentalismos con su única vástago, se preocupa por ella y la
ayuda económicamente. De aspecto recio y sin pelos en la lengua, en el presente
se haya expuesto a las acusaciones por parte de una comisión de derechos
humanos, debido a su participación durante la dictadura.
* Markus
Eliasson: El
vecino de Cristóbal y Marcela acaba de enviudar, tras fallecer su esposa
depresiva producto de una supuesta ingestión de fármacos, como un acto de
suicidio. Le sobrevivió a esta junto a sus 3 hijos pequeños. Tiene una amante
guapa y más joven que él, relación con la que empezó desde antes que falleciera
su cónyuge; pero este no es su único secreto, que esconde y termina por
cobrarle la cuenta, tal como a sus vecinos.
* Boryena: La empleada polaca
de Cristóbal, quien realiza el aseo de la casa uno o un par de días a la
semana, es una mujer hosca y resentida, quien tiene estudios universitarios,
pero que no los terminó o no los pudo ejercer tras acabar el régimen marxista
de la Cortina de Hierro. Trabajó un tiempo para Markuss, de quien tiene pésimos
recuerdos y se lo hace saber a Cristóbal, lo que da pie a una de sus otras
pesquisas, hasta que todas las historias se van mezclando y acaban en un mismo
punto.
* Bogdakov: El cliente de
Marcela que le llega a complicar la vida y también a su marido. Es un hombre
violento, cuyos secretos son aún más oscuros que los del resto de los
personajes que intervienen en esta historia. Su participación, aunque breve,
será detonante para que se produzca un cisma que hara que la infidelidad, sea
la menor preocupación del matrimonio.
* Oliverio
Duncan:
El investigador de la policía sueca, chileno exiliado viviendo décadas en el
país europeo, es sin dudas el personaje más llamativo del libro y por el cual
podemos llegar a sentir simpatía, puesto que es el único de todos los que aquí
aparecen como alguien poseedor de nobleza. Pese a lo anterior, también tiene un
pasado marcado por recuerdos que le pesan, pero a diferencia del resto ha
ganado cierta sabiduría y de ese modo sus diálogos y elucubraciones, son
algunos de los más destacados de la novela.
Aparece
bien avanzado el libro y su apariencia recuerda bastante al de otros agentes
como él, de historias previas de rancia alcurnia.
8. Evaluación
final.
Seguro que Los Amantes de Estocolmo,
no viene a ser la novela que uno recomendaría para engancharse de inmediato con
su autor; pero no por ella deja de ser recomendable y tal como espero haber
dejado claro, se encuentra llena de interesantes aristas que para un lector
culto, pueden ser interesantes (tenga una colega, profe de Historia, a quien le
gustó bastante...así que no soy el único que tiene una idea positiva de ella).
Hace rato que alucino con la idea de
alguna adaptación fílmica, de la narrativa de Roberto Ampuero, que
necesariamente no tendría por qué tratarse de una producción nacional (pues
mientras más plata alla y artistas de renombre posea, mejor). En este sentido,
creo que esta obra calzaría muy bien como un producto lleno de atractivos, entre
tanta intriga...y sexo. Lamentablemente el cine chileno pareciera estar en
suspenso, luego de que tuvo una especie de boom no hace muchos años atrás y eso
que nos ganamos el Oscar a la Mejor Película Extranjera, con Una
Mujer Fantástica y tenemos a un tremendo director trabajando para los
gringos, Larraín...A ver qué nos depara el futuro.
En lo que respecta a la novela misma,
eché de menos el humor de la serie de Cayetano Brulé, que igual el tono de este
libro es bastante grave en general. No obstante, me quedo con la curiosidad de
tener y leer otros textos suyos con estas características, que creo hay al
menos 3 más (Pasiones Griegas, Sonata del Olvido y La
Otra Mujer...A menos que me equivoque). A ver para cuándo me
reencuentro con este autor, que en lo que va de mi "autoreto" de leer
solo a autores nacionales y latinoamericanos este segundo semestre, el presente
libro corresponde al tercero de mi lista. Ojalá este post no caiga en saco roto
y sea apreciado, que muchas veces pienso predico en el desierto.
Felicidades por tu artículo querido amigo, me fascinó la forma en que describiste esta Novela, que si bien no es lo máximo, para mi significó un consuelo maravilloso al terminar de leer la trilogía Millenium de Stieg Larsson, que me había dejado con la sensación de caer en un abismo en el que ninguna lectura ya tendría sentido, ya que estaba enamorada u obsesionada o, todo junto de esta obra, sumado a lo mucho que me encanta la sociedad Sueca, su idiosincrasia y organización social y política.
ResponderEliminarGracias por darme un lindo recuerdo de una novela leída hace ocho años atrás aproximadamente.
Y gracias nuevamente por tu excelente forma de describir esta obra Literaria "Los Amantes de Estocolmo". Cariños
PD: Este es mi blog en el que nunca e publicado nada jajajaja....
EliminarYa te diste cuenta que, aunque no uso tu nombre, te menciono en este post, ya que has compartido conmigo la lectura y aprecio por este libro. Gracias por pasarte por acá y estás invitada a leerme y comentar cuando quieras, que tengo harto publicado.
Eliminar...A ver si te animas a darle forma a tu blog, que de seguro tienes muchas cosas interesantrs que compartir.
EliminarSaludos Elwin, aquí murinus2009.
ResponderEliminarEs la primera vez que se de, Roberto Ampuero, creo que no he visto sus novelas en las librerías que visito.
Suena entretenida esta novela suya y la saga que mencionas del detective, Cayetano Brule, si no me equivoco.
Curioso el caso de, Ampuero, primero comunista y luego colaborador de "Piraña", creí que eso solo era común en Mexico .
Gracias por dar a conocer a autores latinoamericanos Elwin, en El Cubil queda constancia de esta difusión cultural.
Hasta Pronto.
Este es el cuarto post que le dedico a Ampuero, un autor que me gusta mucho y te lo recomiendo plenamente. Aún me queda harto por leer de este señor, así que espero a futuro seguir contando de mis experiencias con sus historias.
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