lunes, 16 de mayo de 2022

La Supremacía del UCM sobre el UEDC


1. Unas pocas palabras para comenzar.
 
   En 2016 se estrenó Doctor Strange, una de las mejores películas del Universo Cinemático Marvel, que posesionó al llamado "Hechicero Supremo" en la retina del público general, que hasta antes de ver el filme no tenía idea de él.  Y es que tras un tan auspicioso debut como el suyo, con una estupenda trama que supo sacar lo mejor de su origen clásico, además de un aspecto visual insuperable y unas actuaciones de primera, el justiciero mágico se convirtió en uno de los favoritos del público.  Con posterioridad, su graciosa intervención en Thor: Ragnarok, lo mantuvo en la memoria de los cada vez más adictos a estas producciones; no obstante, fue su coprotagonismo en Infinity War, el que le otorgó un sello de verdadera estrella para la nueva generación de ñoños marvelitas (ojo que desde los sesenta, época en la que debutó dentro de los cómics, para sus lectores ya estaba entre los predilectos de la llamada Casa de las Ideas).  Luego reapareció en Endgame, que no estaba de menos... Hasta que el año pasado en Spider-Man: Sin Camino a Casa, compartió protagonismo con nuestro Amistoso Vecino, como un emotivo guiño al Anual 2 del Arácnido y otras aventuras juntos, como los dos personajes creados por la  dupla de Steve Ditko y Stan Lee.
    Harto hemos tenido en pantalla grande del Maestro de las Artes Místicas, pero todavía estaban en deuda con darle por fin su segunda cinta propia... ¡Y entonces este año por fin terminó la espera! Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, llegó para convertirse en el verdadero evento friki en lo que va del año y puesto que lo que sucede en su desarrollo, es solo gracias a más de una década cimentando una macrohistoria en pantalla, que ha sabido rescatar un montón de historias interconectadas y propias del material original del que se inspiran.
 
2. El filme en sí mismo y sin spoilers (dentro de lo posible).
 
    Se suponía que Scott Derrickson iba a volver tras la dirección de la secuela del Doctor Strange, sin embargo, diferencias creativas con Disney/Marvel lo hicieron desistir de ello; no obstante, se quedó como productor y tal vez ello signifique que en algún momento del futuro, vuelva a darnos otra joyita marvelita.  Sin embargo, para mantener el espíritu "tenebroso" de un cineasta como Derrickson, quien mayormente ha hecho su carrera con soberbios largometrajes de horror sobrenatural "adultos", fue llamado de nuevo a las filas de Marvel cinematográfico, nada menos que Sam Raimi.  No es poca cosa contar de nuevo, con uno de los dos realizadores que ayudaron a popularizar el subgénero en Hollywood (junto a Bryan Singer), ello gracias a su trilogía clásica de Spider-Man; y es que, además, el mismo Raimi, tal como su colega, comenzó trabajando en el cine con inolvidables cintas de miedo. ¿Y por qué es tan importante, tener gente de la talla como los mentados directores en la filmación de esta obra? ¡Porque Doctor Strange en el Multiverso de Locura posee grandes dosis de sustos, monstruos propios de este tipo  de obras y, por lo mismo, requería a alguien que supiera plasmar a la perfección estos elementos en escena.
    La trama comienza con una inquietud que carcome a Stephen Strange, hasta que se da cuenta que sus temores no son infundados.  Una muchachita requiere que la ayude, ya que un poder maligno capaz de cometer grandes atrocidades, la quiere para sí y ello significa la muerte de su nueva protegida.  Por lo tanto, una vez más son necesarias sus habilidades y conocimientos mágicos, lo que incluye el apoyo de su fiel amigo Wong (¡Me encanta la versión del UCM, lejos más divertida que la del taciturno flaquito de las viñetas) y de otros guerreros mágicos de confianza.  Pero tal como dice el nombre de la peli, las batallas no serán solo en el universo donde habitan nuestro superhéroe y el resto de los Vengadores, sino que ahora luego de los eventos de la última cinta de Spidey, el Multiverso será más desarrollado que nunca y para gran delicia del espectador ñoño.
 


3. Los nuevos aportes a la gran iconografía del UCM.
 
   En primer lugar, introdujeron acá a América Chávez, una simpática superheroína juvenil de origen latino, quien luego tomaría el "nombre de guerra" de Miss América (aunque la segunda en las revistas en llevar tal título); no obstante, cuando la conocemos aún no ha asumido su papel como paladín, así que nos toca ser testigos de su crecimiento personal para llegar a encontrar su verdadero destino.
   Luego tenemos un plato mucho más sabroso que el anterior y que corresponde a un giro inesperado (aunque claramente preparado a lo largo de los años, si es que uno va fijándose en los detalles previos a esta producción), relacionado con la identidad del mal que ataca a los personajes y que puede remecer negativamente todo el Multiverso.  No diré de quién se trata, pero no hay que ser un experto marvelita para hacerse una idea de ello, si bien resulta impactante cómo se ha llegado a todo esto y las consecuencias de tantas muertes (¡Nunca en el UCM habíamos visto escenas de asesinato como las que aquí ocurren).
    Valiosísima es la presencia de Wanda Maximoff, la Bruja Escarlata, quien luego de la miniserie de WandaVision (¡Lejos lo mejor de todas las producciones hechas para Disney+, sobre los personajes que tuvimos el gusto de conocer previamente en las numerosas cintas del cine!), quien ahora pasa a otro nivel dentro de su cronología. No está de más decir que Elizabeth Olsen, la actriz que personifica a este personaje, ha conseguido perfeccionarse a sí misma y al nivel de ser toda una contrincante para el veterano de Benedict Cumberbatch; asimismo, su rol en esta ocasión será el más conmovedor de toda la presente obra.
    Y es cuando me toca hablarles de Los Iluminatti, un grupo que apareció por primera vez en los cómics a principios de este siglo, si bien se supone existïa desde hace rato en el Multiverso Marvel.  Les estoy hablando de seres de gran poder e inteligencia, aunque acá no corresponden en todas sus identidades a las de las viñetas.  Cabe mencionar que cuando aparecen estos personajes, es para aplaudir, ya que ello significan no solo el reencuentro con algunos rostros que no veíamos desde hace rato y que en algunos casos son un guiño para los expertos en estos cómics, en otros a quienes han seguido devotamente el UCM y, por último, tenemos la promesa de lo que se vendrá para el cine y la televisión, que no es poco decir.
 
4. Un par de detalles más.
 
     Por cierto, una vez más Sam Raimi trabajó junto a viejos amigos y colaboradores: En primer lugar, el apartado musical estuvo en manos de Danny Elfman, quien ha hecho más bandas sonoras para filmes sobre cómics que nadie más, moviéndose entre DC y Marvel sin problemas, por no mencionar su labor para personajes de otras compañías comiqueras como Hellboy y Dick Tracy (le siguen Hans Zimmer y Michael Giacchino en esta alternancia entre una empresa y otra).  Ahora bien, podríamos decir y sin tapujos, que este querido artista tiende a autoplagiarse la mayoría de las veces, pero no importa: Sus acordes son perfectos para las imágenes que le acompañan.  Por otro lado, le vuelve a dar un corto y gracioso papel a Bruce Campbell, con una escena que resulta ser un autohomenaje a la película que les diera fama a ambos.
     No olvidar quedarse a ver las dos escenas de postcréditos, siendo la primera de ellas la realmente valiosa para lo que nos depara el futuro y que sirve para que debute en pantalla, un significativo personaje dentro de las aventuras del Doctor Strange (que, además, la actriz que la personifica ss encuentra entre las divas de hoy en día).


 
5. Para acabar de redondear todo.
 
    Aventuras, acción, múltiples emociones y sorpresas nos deparan en Doctor Strange en el Multiverso de Locura; hay algo de romance y humor, aunque este último no tanto como en otras ocasiones.
    Los de Marvel, se han tomado su tiempo para llegar a conseguir productos como el que hoy nos reúne y en ese sentido, al haber unido todas sus películas entre sí y luego incluir producciones exclusivas para la pantalla chica, entre imagen real y animación, nos han demostrado una paciencia, creatividad y cohesión que con suerte logrará en algún momento el llamado Universo Extendido DC.  Incluso, cuando los filmes sobre mutantes pertenecían a su propia continuidad, antes que Disney se "comiera" a Fox, los Hijos del Átomo contaban ya con unicidad, tanto entre las versiones jóvenes y viejas por separado (y no olvidemos que el primer gran crossover marvelita, incluso por sobre la olvidable versión de la Liga de la Justicia de Josh Whedon, corresponde a la magnífica Días del Futuro Pasado); Igualmente, las muy divertidas pelis de Deadpool mantienen este equilibrio.  Por otro lado, luego de la última entrega cinematográfica de Spider-Man, las sagas anteriores del Arácnido fueron incluidas al UCM, de una manera impresionante y ayudando a que el Multiverso fuese un concepto conocido y comprensible para el público masivo. Si hasta los de Sonny, con sus obras menos logradas, salvo la antológica cinta animada sobre el Spider-Verse (que es lejos lo mejor que han hecho al respecto), ha buscado seguir esta tendencia.
    Lo anterior apenas ha sido posible lograr por parte de UEDC y salvo el llamado Snyderverse, o sea, todas las películas dirigidas por Zack Snyder, aun cuando han habido muchas de las realizadas por otros directores que merecen sus aplausos (destacando, por sobre todas, la primera de Wonder Woman), no se ha conseguido lograr un nivel de calidad parejo.  Atrás quedan viejas glorias como el Batman de las dos cintas de Tim Burton y la todavía más querida trilogía de Christopher Nolan sobre el Murciélago.  Por otro lado, el empecinamiento de DC por ser "oscuro", "profundo", "adulto" y "artístico" con buena parte de estas películas, aun cuando ha dado joyas como Guasón (una cinta densa como ella sola y que más parece una obra del desaparecido sello Vertigo de DC, hoy Black Label, para el público maduro), inhibe la posibilidad de conseguir un Multiverso y solo podemos darnos un gusto parecido con las series pertenecientes al Arrowverse (¡Meritoria su preocupación por adaptar Crisis en las Tierras Infinitas, que incluyó programas desaparecidos, como la tan querida Smalville y la aburridísima Birds of Prey, incluso el Superman de la continuidad de Cristopher Reeve y hasta el Flash del Snyderverse, entre otros grandes guiños!).  En cuanto al último Batman para el cine, otro ejemplo de las pretensiones estéticas de DC, impide obtener un verdadero espectáculo como el del UCM.  Igual se supone que con la adaptación de Flashpoint, tremenda novela gráfica de la compañía, lograrán corregir buena parte de su desorden.
    Ahora bien, hay que ser justos con el UEDC y es que solo gracias al talento de James Gunn y su tan entretenido El Escuadrón Suicida, como a su posterior spin-off para Peacemaker, por primera vez obtuvimos algo parecido a lo que hace rato lleva haciendo Marvel en el cine.  Pero dicen también que una golondrina no hace verano y tal vez necesitamos todavía más gente como Gunn, para que DC sea menos lata y más divertimento... ¿Ahora entienden por qué me declaro marvelita, pese a que mi favorito es Bats?

1 comentario:

  1. ¡Oh, hace más de 6 años sin saber de ti y mucho me alegra! Espero estés bien. Te recuerdo con cariño, que si bien he olvidado tu nombre, me acuerdo eras de mi jefatura en el INTECO (¡Lleno de verdaderos desquiciados de Arkham!). Gracias por esta linda sorpresa. Y en cuanto a lo que dices sobre estas pelis, los filmes que mencionas son maravillosos; pero, como bien digo, a DC le falta cohesión entre sus diferentes flmes y el mejor ejemplo tanto Batman diferente y el último ATROZ!). Vuelve cuando quieras.

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