domingo, 7 de agosto de 2022

¡Tenemos Star Wars para rato!


      George Lucas y los guionistas que le siguieron en el resto de las películas (las clásicas, claro, e incluso la trilogía precuela), nos legaron varios personajes que rápidamente se convirtieron en verdaderos íconos de la cultura popular.  Cabe mencionar que el enorme carisma de estos héroes, antihéroes y villanos (soberbiamente interpretados por sus actores, muchos de ellos artistas ya consagrados cuando firmaron por dichos papeles y otros que consiguieron la fama luego de su paso por la saga), terminaron posesionándose dentro del ideario colectivo e incluso entre quienes nunca vieron dichos títulos.
    Uno de estos personajes que lograron tal nivel de posicionamiento, corresponde a Obi-Wan Kenobi.  A cargo de sir Alec Guinnes, todo un veterano cuando salió en el primer filme de la trilogía original, corresponde a un activo anciano que se supone era el último de los caballeros Jedi (especie de justicieros místicos, que pertenecían a una rancia orden de representantes del bien, protegiendo a los débiles e inocentes de las fuerzas del mal gracias a su dominio de la llamada Fuerza); este en contra de su voluntad, se vuelve el mentor de un joven destinado a restaurar el orden, largamente dañado por un oscuro imperio.  Sabio y aguerrido, el adalid caló hondo en las mentes y el recuerdo de millones de generaciones, quienes siempre vieron su sacrificio final como uno de los momentos más emblemáticos de todo Star Wars (que son muchos).
    Pasó el tiempo, de 1977 con el estreno del Episodio IV, llamado nada menos que Star Wars y luego retitulado como Una Nueva Esperanza, a 1999; que Lucas nos regaló, por fin, otra entrega de su obra maestra y de ese modo pudimos conocer los eventos previos a las películas que originaron todo.  De este modo, pudimos reencontrarnos con el buen Kenobi, ahora joven y para ese momento todavía un aprendiz de Jedi en el Episodio I (Padawan, según la preciosa palabra que se creó para designar a estos Jedis en formación), ahora interpretado por el guapo y talentoso Ewan McGregor, un histrión por entonces en ascenso.
     Mucho le tocará vivir al heroico e idealista guerrero a lo largo de la trilogía precuela (incluyendo el largometraje en CGI hecho para el cine y los cortos de animación clásica, que enlazan los Episodios II y III, más la serie de televisión de Las Guerras Clónicas); entre ello, su relación tormentosa con su propio padawan, cuyo trágico final sabíamos que se iba a dar.  Tras todo esto, para seguir la continuidad de las cintas clásicas, era de suponer que nuestro Jedi iba a dejar la vida pública, para velar desde el anonimato por el pequeño Luke Skywalker, el hijo de su otrora amigo y ahora mortal enemigo...
    ¿Pero qué pasó entre medio de la llamada Venganza de los Sith y el surgimiento de La Nueva Esperanza? Pues para responder las dudas anteriores y llenar varios vacíos más, como para llenarnos de un montón de datos exquisitos, se realizó una serie dedicada a Obi-Wan Kenobi, producto exclusivo para el streaming de Disney.



    Con solo 7 episodios que van in crescendo hasta su emotivo final (hay que admitir que el show parte algo lento, que se nota no cuenta con la mano de san Jon Favreau), corresponde al regreso del ahora madurón atractivo Ewan McGregor, en uno de sus papeles más famosos.  Junto al actor, también se repiten el plato otros grandes artistas, que vimos en las producciones que les antecedieron, destacando Hayden Christensen como Anakin/Darth Vader (cuando lo vemos en su identidad pasada, lejos se aprecia mucho más envejecido que su mentado colega y eso que es mucho más joven) y el en verdad ídolo James Earl Jones, poniendo su característica voz profunda a Darth Vader.
     Muchos más se les suman a los anteriores, que da gusto apreciar el amor con el que se ha realizado esta obra, al permitirnos ver esas viejas caras "casi" tal las recordábamos (en los últimos segundos de la temporada, una tremenda sorpresa se nos depara al respecto).
    La trama transcurre una década después de los tristes eventos del Episodio III.  Kenobi vive una existencia opaca, ha perdido las ganas, la fe y el amor propio (obviamente los sentimientos de culpa lo embargan), cuando un antiguo amigo, del que no sabía desde hace rato, le pide su ayuda Sacando fuerzas de flaqueza el Jedi retirado, emprende un viaje tanto físico como espiritual, que lo llevará a su encuentro con mucha gente de su pasado, entre amigos y enemigos, así como a conocer a nuevas personas de interés; de paso, como no, logra volver a ser el mismo de siempre.
     Tal como ya nos acostumbraron estas producciones televisivas, insertas dentro del mundo de Star Wars, resulta un placer la calidad artística y técnica de la serie.  Hay mucha emoción involucrada y fan service (¡Adoro esto último!); un querido personaje sale en una versión maravillosa (entre lo mejor del espectáculo) y entre los nuevos aportes a su reparto, destacan dos féminas que nos demuestran que hay claroscuros, de modo que o bien nada es lo que parece y/o que siempre tendremos la oportunidad para encauzar nuestros viejos errores.  Asimismo, nada menos que un villano de una de las series animadas es rescatado para verlo ahora en vivo, que saca aplausos.
     Buena música, pero sigue faltando unos créditos de apertura dignos de una historia como esta (ni siquiera cuenta con los hermosos dibujos finales, que caracterizan a The Mandalorian y a El Libro de Bobba-Fet).  El humor tiene sus dosis correctas, sin quitarle su carácter épico, que nos dará escenas impactantes, con mucha acción y diálogos realizados con cuidado.
    Respecto a Darth Vader, resulta plausible el manejo argumental de un personaje tan grande y shakesperiano como este, cuya humanidad está trabajada de una manera inteligente y sin caer en sentimentalismos baratos.  Por lo mismo, impactante resulta ser cómo logran hacerlo tan expresivo, incluso con su máscara y armadura puestas, hasta en los momentos en que no habla, algo que supera hasta las cintas clásicas de la serie.
    Considerando lo planteado más arriba, es de esperar tengamos pronto una segunda temporada, que le siga haciendo honor a las películas y mantenga el nivel de esta primera parte.

2 comentarios:

  1. A mí me encantó la miniserie, son seis episodios no siete como has puesto, Ewan McGregor vuelve a hacer un gran trabajo interpretando al icónico personaje, ver a Vader de nuevo y como fueron las infancias de Luke y Leia estoy seguro que ha tenido que reconciliar a varios fans con la saga tras su rechazo hacia la última trilogía, la historia está muy bien hasta la villana es un gran personaje cuando descubres su trasfondo, no me extrañaría si hicieran una segunda temporada aunque de momento nos tendremos que conformar con la serie de Andor protagonizada por Diego Luna que interpretó a uno de los personajes de Rogue One.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por mencionar mi despiste sobre su duración, que lo arreglaré. Ojalá volvamos a ver a estos personajes y en cuanto a "Andor", le tengo muchas ganas a esa serie.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...