jueves, 17 de julio de 2014

Hulk v/s Hulk


    En 1993 apareció la novela gráfica Futuro Imperfecto y donde el protagonismo recaía en nada menos que el llamado Gigante Esmeralda, o sea, Hulk.  En formato de miniserie y en sólo dos números se contó una historia épica, la cual sería considerada como una de las mejores aventuras del personaje, todo gracias a su dramática narrativa, como también a su soberbio arte; el conjunto de contenido e imagen harían destacar a este título al momento de ser editado, como también a la hora de compararlo junto a otros episodios del superhéroe y de otros grandes del género.
    Más de 10 años estuvo a cargo de la revista El Increíble Hulk el guionista (y novelista) Peter David, quien durante su largo periodo como escritor estrella de sus historietas, introdujo una serie de elementos novedosos, los que le otorgarían al gigante gama una mayor respetabilidad frente al resto del universo Marvel (por no mencionar una carácter más maduro e incluso literario); a su vez David logró apropiarse de conceptos antiguos de sus primeras historias, actualizándolas y otorgándoles una complejidad no vista con anterioridad, al punto de jugar con la misma psicología y las taras emocionales de éste.  Por ejemplo, aprovechó el “error” del aspecto gris de Hulk en su primera revista (ya que a partir del segundo número la criatura salió con su característico tono verde, debido a problemas de impresión y tinta) y llevó todo esto a otra dimensión argumental, haciendo la diferenciación entre el Hulk Gris y el archiconocido Hulk Verde (siendo el primero una manifestación más racional e inteligente de Bruce Banner, el malogrado científico que en sus arrebatos de miedo o ira se transforma en esta magnífica criatura, si bien esta variante posee menos fuerza física; mientras que el segundo corresponde a la faceta más animal, instintiva y básica de la misma persona).  Por ende, entre otras cosas, el autor ahondó en la psicología atormentada del físico y su relación con el alter ego que tantos problemas y gratificaciones le daría.  Es así que durante esta prestigiosa etapa del Goliat mutante, apareció la pequeña saga que hoy aquí se comenta.  No obstante antes de ello, el particular enemigo del protagonista en este relato, ya había sido brevemente vislumbrado en revistas anteriores, como una posibilidad de futuro apocalíptico para Hulk.  Con posterioridad el éxito de esta misma historia, permitiría que dicha línea temporal fuese revisitada en más de una ocasión en otros cómics y no sólo en aquellos del mismísimo Hombre Increíble, si no que también en otros títulos de la Casa de las Ideas; todo esto gracias al particular atractivo de su villano, el cual por supuesto debía ser aprovechado al máximo (es así que dentro de estas obras que le siguieron a Futuro Imperfecto, se puede nombrar la miniserie Abominaciones, centrada en otros mutantes que sobrevivieron a la catástrofe nuclear que provocó los eventos de la historia original).
Peter David.

     Regresando a la labor artística del ya mencionado David, éste antes de realizar el trabajo que en esta ocasión se comenta, tuvo un papel destacado en la misma editorial de Marvel, cuando se encargó de nada menos que de Spiderman.  Fue así que a sus aventuras le insufló un refrescante humor, el cual bien resultaba acorde a la personalidad misma de su protagonista; de este modo en muchos casos envolvió en una que otra situación peculiar al Cabeza de Red, lo que para el lector no dejaba de provocar como mínimo una sonrisa (si bien nunca dejó la acción, la aventura e incluso el drama de lado en sus viñetas).  Aparte de las ya mencionadas colecciones de Hulk y Spidey, donde Peter David les entregó una de sus mejores etapas a cada uno de estos icónicos personajes, el artista realizó para la compañía otros trabajos connotados, como su paso por el Capitán Marvel (al que relanzó, así como lo hizo con Supergirl en DC), lo mismo que con su creación de una nueva serie sobre mutantes y a la que llamó Madrox; también fue de su autoría una miniserie sobre Wolverine, titulada La Joya de Gehenna (y todo esto sin mencionar sus igualmente recomendables contribuciones para DC y otras editoriales).
     Otra leyenda viva del llamado noveno arte tuvo en sus manos la parte gráfica de Futuro Imperfecto, siendo nada menos éste que George Pérez.  Tras un igualmente memorable paso por Los Vengadores y Los 4 Fantásticos en Marvel, al artista de origen puertorriqueño (quien también oficia de guionista en otros títulos) realizó un trabajo soberbio en esta miniserie.  Con dibujos que sin duda hacen escuela, en los que resalta el detallismo y la facilidad para crear cuerpos humanos con gran credibilidad y belleza, Pérez convirtió el sólo hecho de ver cuadro por cuadro de esta obra, en todo un placer para la vista (si hay dudas, basta con echarle un ojo a la viñeta gigante que abarca tanto las páginas 2 y 3 del cómic, y en la cual la inmensa cantidad de personajes que incluyó en diversas actividades, no dejan de ser un ejemplo de su fino arte y especial minuciosidad a la hora de crear paisajes y personajes).  De este modo el preciosismo de su pluma, supo estar a la par del solvente guión de Peter David.  Cabe mencionar que para DC George Pérez fue el responsable nada menos que de reordenar su universo, en la famosa miniserie Crisis en las Tierras Infinitas, junto a su colega Marv Wolfman en 1985; luego se encargó a solas de volver a contar desde cero la historia de la Mujer Maravilla, en lo que sería una verdadera etapa de antología de la famosa amazona.


     Ahora de lleno a la trama de esta historieta, ella transcurre en un futuro más o menos cercano.  Es así que en estos tiempos lo quedó de la civilización humana en la Tierra, apenas sobrevivió al holocausto atómico, siendo los responsables de ello sus gobernantes comunes y corrientes (todo esto como una gran ironía, ya que ni los extraterrestres, ni todos los seres inmensamente poderosos del orbe, fueron los responsables de la catástrofe).  Gran parte del planeta se convirtió en una zona eriaza y los que siguieron en estos lugares, debieron vérselas con la radiación y sus efectos nocivos en los organismos.  Tan sólo existe sobre la superficie un lugar donde se puede vivir más o menos como antes: Distopía.  No obstante como bien dice su nombre, éste lugar es todo lo contrario a lo que se esperaría del último bastión de la humanidad, donde se supondría se mantienen sus viejas tradiciones.  Ello porque es regido con mano dura por quien se hace llamar El Maestro, quien mantiene en el lugar sólo a sus elegidos, viéndose rodeado además de las mujeres más hermosas e imponiendo sus leyes dictatorias para todos sus ciudadanos.  Por ende, la amurallada ciudad corresponde nada menos que a una antiutopía.  ¿Pero quién es este sujeto de enorme poder físico, aspecto colosal e inteligencia sobrehumana, que hace de las suyas entre la gente? Pues es nada menos que el mismísimo Hulk, quien tras años de persecución e incomprensión, como además después de haber visto morir a sus pocos seres queridos, se volvió un individuo maquiavélico, cínico y vengativo (o sea, todo lo que no era el antiguo Hulk, incluso durante sus años más irracionales).  A su vez quien ahora recibe ese nombre, adquirió mayor fuerza y volumen debido a que cuando se desató el hongo nuclear,  visitó los lugares más afectados por la bomba y se llenó de energía radiactiva hasta niveles insospechados.   Como la idea de esta novela gráfica es la de resaltar el heroísmo de Hulk y no la malevolencia de esta versión suya postapocalíptica, el verdadero protagonista de la historia es el Hulk que todos conocemos; en todo caso este Coloso Esmeralda corresponde a aquel que en las revistas mantenía todas sus facultades intelectuales a su disposición (es decir, con la misma inteligencia privilegiada del doctor Bruce Banner, tal y como a Peter David le gustaba desarrollar al personaje en sus guiones).  Pues bien, Hulk es transportado inesperadamente a la época de su “gemelo cronológico” maligno, por parte de un grupo de disidentes de la administración del Maestro, de modo que les ayude a derrotar al dictador.  En este viaje Hulk entre otras cosas, se encuentra con un queridísimo amigo, quien llega a ser el principal responsable de su periplo temporal (siendo además este personaje alguien clave dentro de la misma cronología del superhéroe, así como en muchas de las ficciones del universo Marvel).
   
George Pérez.
La confrontación entre los Hulks de ambas eras es sorprendente, pero no sólo en el plano de la lucha cuerpo a cuerpo, lo que implica dos fuerzas imparables devastando todo a su paso; si no que lo genial de todo ello radica en el plano intelectual y valórico, puesto que en la batalla entre ambos contrincantes se presentan dos puntos de vista bastante disímiles entre sí.  Es entonces que casi de una forma mefistofélica, el Maestro trata de tentar con las pasiones más bajas a su yo del pasado, ofreciéndole lujos, mujeres y poder como nunca antes conoció, además de acusarlo de iluso ante la verdadera maldad del mundo; en cambio Hulk, poseedor de ese espíritu noble que mantuvo desde su primera aparición, le recrimina su descenso en la bajeza moral y la pérdida de todo aquello que lo hacía ser un verdadero individuo a quien admirar (es aquí que los diálogos desarrollados por David, no dejan de sorprender ante esta presentación de argumentos y pasiones entre uno y otro).  No obstante como era de esperar en una ficción épica de este tipo, el Hulk del pasado resulta ser mucho más astuto, ya que al no haber pasado aún por la debacle espiritual de su versión futurista, aún mantiene la humanidad que le permite ver de forma más objetiva el mundo y no caer en la ceguera emocional del Maestro. 
    Otro aspecto a considerar en la apreciación estética de esta obra, viene a ser una vez más la labor hecha por Pérez, quien otorga al Maestro un aspecto por completo diferente al de Hulk.  Si bien ambos son en esencia el mismo ser, el Maestro tras haber pasado todos los eventos ya narrados, ha sufrido un cambio físico que lo ha convertido en alguien de verdadero aspecto monstruoso.  En primer lugar la saturación de radiación en su cuerpo, lo ha hecho sufrir una hipertrofia muscular que lo hace verse deforme, en contraposición al Hulk aún armónico bajo los pinceles de George Pérez; a su vez su piel es más de color gris que verde (otra alusión a la primera época del Gigante Esmeralda) y a su vez lo cubren una especie de grandes granos, que le dan una imagen más o menos enfermiza; por otro lado, como este Hulk es mucho más viejo que el otro, lleva unas hirsutas caballeras y barbas canas en su rostro de frente pronunciada y dura.  En cambio el Hulk del “pasado”, se ve como un ser que pese a su naturaleza mutante, no ha perdido su condición humana, siendo que además su rostro es lo suficientemente expresivo y amistoso como para despertar confianza en la gente.
    Tampoco se puede dejar de lado el gusto de Peter David, para aprovechar todo elemento multireferencial en sus guiones y donde hace alusión a los mismísimos cómics e historias que le han precedido en sus trabajos; asimismo es posible identificar en este caso su acostumbrado uso de otros elementos intertextuales, tan propios de la cultura general y popular que tiende a usar en sus obras.  En este sentido es que destaca en Futuro Imperfecto, cierto museo o santuario que con los años ha ido creando y manteniendo quien aquí trae desde el pasado al protagonista; de este modo el conocedor del rico universo Marvel no puede dejar de deleitarse al reconocer uno y otro artefacto perteneciente a su panteón (tanto de superhéroes como de villanos), siendo la maravilla final de todo ello, el particular clímax con el que cierra la trama y que bien responde al famoso mito del eterno retorno, tan caro a las historias clásicas de antaño (el cual además resulta ser un último homenaje al Hulk más primigenio y en particular a sus queridos creadores Stan Lee y Jack Kirby).
    Por último, una de las virtudes de esta novela gráfica es que bien se puede leer y disfrutar sin saber mucho de Hulk mismo; por lo tanto posee un carácter autoconclusivo y se encuentra desarrollada de tal manera que no requiere mayores conocimientos sobre sus personajes (después de todo, hoy en día Hulk ya pertenece al dominio público como personaje arquetípico, al igual que Batman, Superman y muchos más de la historieta).

Una preciosa viñeta de este cómic a tener en consideración. 

8 comentarios:

  1. Recuerdo haber tenido esta novela gráfica en la mano en una tienda de ocasión, y no haberla comprado en su día porque el ejemplar estaba muy baqueteado. Me pregunto si aún habrá opción de encontrarla en algún sitio.

    Creo que Peter David es uno de los guionistas más interesantes que ha dado el cómic de superhéroes, por cómo enriquece los personajes, en especial a través los diálogos. Es como si estuviese un peldaño por encima de sus compañeros de oficio.

    En cuanto a George Pérez, siempre es un placer contemplar su trabajo, por el dominio que tiene de las proporciones y de los planos, además de ser experto en dibujar multitudes, como ya comentamos en alguna otra entrada de este mismo blog. Por aquella época estaban despuntando los cómics de Image, con sus fondos de líneas cinéticas y las anatomías grotescas de Liefeld, y en contraste esta "Futuro imperfecto" se ve una obra magistral, la lámina que ilustra la entrada, con su perspectiva y su profundidad, parece un cuadro de Rafael.

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    1. Pues te cuento, mi gallego amigo, que a una librería donde compro desde que era niño, llegaron los tomos de lujo de Panini a muy bajo precio, así que aproveché de comprarme este título y un montón más (que quizás iré poco a poco reseñando por acá) Por cierto, tú que acostumbras a leer en digital....¿Has pensado en bajar en ese mismo formato cómics?

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    2. Hola de nuevo Elwin. La verdad es que he leído bastantes cómics en digital, siempre copias no licenciadas, por lo que la maquetación y el escaneo dependen siempre de la pericia y de la buena fe de la persona que lo comparte.

      Gracias a los cómics en digital, pude acceder a obras descatalogadas o no disponibles en bibiotecas u otras lugares. Incluso me permití atesorar colecciones completas de revistas clásicas como Creepy, Dossier Negro o 1984, pero en un incidente con mi disco duro perdí todo lo almacenado, casi 300 GB en cómics. Una catástrofe :)

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    3. La verdad es que he estado tentado de comprarme uno de esos aparatos aparatos modernos para leer cómic en formato digital, pero al final nunca lo hago (me cuesta cambiar el papel). Por cierto, "Creepy" era una gran revista y lamento demasiado no haberla coleccionada en su momento, si bien en aquella época aún no trabajaba, pues aún era estudiante (gracias a ella conocía a dos de mis favoritos: Richard Corben y Berni Wrigtson).

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  2. Buena entrada Elwin, por cierto aprovechando que te gusta el hombre araña, has leído la miniserie de spiderman reign?

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    1. Hola, Cidroq, gracias por pasarte una vez más por acá. No tengo el gusto de conocer la minisierie de la que me hablas...¡Hay mucho de spidey que no conozco, menos tengo y leído! (si quiero puro leer lo de la muerte de Gwen y la saga del clon).

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  3. Para ser sincero, el personaje de Hulk en general me da un poco de pereza en los cómics, no así en el cine, en donde creo que le han sabido sacar partido. Pero de leer este posteo, me dan ganas de ir al cómic en cuestión. La splash page ésa, es una maravilla.

    Además, es de la época en donde los cómics tendían a hacer lo que se supone haga un cómic, o sea, contar historias. Ya me tienen cansado los cómics en donde una historia mínima la estiran hasta seis grapas, para venderla después como un tomo compendio que parece novela decimonónica de lo lento de la narrativa...

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    1. Me alegra mucho, amigo Guillermo, que mi humilde posteo te haya entusiasmado en leer esta increíble historia. Te confieso que por años Hulk no era de mi agrado (en especial por lo mala que encontraba la serie de "El Hombre Increíble")....hasta que me vi la cinta de Ang Lee y me conquistó. Hoy en día el Coloso Esmeralda es uno de mis favoritos y puedo decir con orgullo que tengo harto material de él (salvo la serie de la que te hablé, je).

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