About
a boy (Un
Gran Chico en Latinoamérica y Un
Niño Grande en la Madre Patria) es un filme inglés de 2002 que cabe
recomendar. Con las actuaciones principales
de Hugh Grant e introduciendo al niño actor Nicholas Hoult y con quien comparte
el protagonismo, es una obra que posee más de una lectura. La película parte con un genial monólogo en off
de parte de Grant, quien dice no estar de acuerdo con el famoso dicho de
que no somos islas, puesto que está acostumbrado a vivir su soltería sin
depender de nadie, lo que significa no aferrarse emocionalmente a otros. Es así cómo éste apuesto hombre que está a
solo años de llegar a los cuarenta, que además ni trabaja porque es heredero de
una pequeña fortuna familiar, vive una existencia llena de lujos y flirteando
de vez en cuando con muchachas que al final llegan a encontrarlo alguien vacío
y que sólo piensa en sí mismo. Paralelo
a la historia de este hombre, se encuentra la del otro personaje principal: un
niño de unos doce años que a su corta edad tiene una vida desgraciada, que
incluyen una madre con una severa depresión, aunque cariñosa, y problemas de
bullying en su colegio; debido al problema de su madre y a que no tiene amigos,
el pequeño debe lidiar con su soledad (que a diferencia de su coprotagonista no
es por opción) y aún así lo hace de la forma más positiva. Era de esperar que
en algún momento las historias de ambos se cruzaran.
El largometraje en una primera instancia se
presenta como una comedia romántica, al verse desde el punto de vista del
adulto, no obstante al abordarse el drama del más pequeño, es posible apreciar
(aunque con buen humor, tan inglés y tan sarcástico) una trama lo
suficientemente compleja y que atiende más bien al concepto del viaje interior
por cuanto hombre y niño (asimismo como la misma madre de éste) a lo largo de
la cinta inician un proceso de encuentro consigo mismos y que al final se
traduce en la verdadera obtención de la plenitud. Cuando los dos personajes principales se
llegan a conocer, el encuentro resulta algo incómodo para ambos: el adulto toda
su vida madura ha vivido desapegado a los menores de edad, mientras que el
chico recela del otro, pues intuye en él su falsedad…Todo hasta que en este
primer encuentro sucede un curioso incidente, que lo hace darse cuenta que el
adulto en realidad es más de lo que aparenta; a partir de entonces hará lo
posible por atrapar su atención y lograr que nazca algo entre el hombre y su
mamá, ya que tal y como él mismo se ha dado cuenta: se necesita compañía para
superar las penas.
Una vez que el muchacho comienza su plan
para devolverle la alegría a su madre, la vida de todos ellos comienza a
cambiar, si bien de una forma que llega a superar el propósito original del
aspirante a celestino. En primer lugar
adulto y niño llegan a hacerse amigos y en segundo lugar la madre comienza a
darse cuenta que ha descuidado a su hijo y que debe superar de una vez el pozo
en el que se encuentra. Por otro lado
la persistente compañía del chico poco a poco ha ido “humanizando” al
inalcanzable adulto, hasta ganarse su corazón y hacerlo ver su alrededor con
ojos menos cínicos; de este modo llega incluso a enamorarse, quizás por primera
vez en su vida, de una bellísima e inteligente mujer que llega a romperle todos
sus esquemas. En cuanto al niño, su
propia vida comienza a cambiar cuando el hombre mayor empieza a convertirse
para él en su referente masculino, en especial porque éste se da cuenta por sí
solo de que en el colegio es infeliz y comienza su propio plan para convertirlo
en alguien más dichoso.
La cinta posee varios momentos
inolvidables, algunos con un humor fino que a diferencia del gringo, no caen en
la grosería, si no en situaciones donde la comicidad radica en detalles
cotidianos y realistas; también se encuentran uno que otro momento con una
carga dramática tal que resulta difícil no estremecerse (y en un caso
particular, bastante duro, por cierto); por último, abundan las escenas
emotivas, cálidas de verdad, que muestran lo mejor de nuestra propia naturaleza
y que ejemplifican que siempre es posible acercarse a la idea que cada uno
tiene de la felicidad, cuando hay voluntad y compañía.
En el caso del personaje interpretado por
Hugh Grant, a través de todo el periplo espiritual por el que pasa, se identifica
sin lugar a dudas la idea de que nunca terminamos de crecer, o sea, que en todo
momento podemos convertirnos en alguien mejor de lo que alguna vez fuimos. Por otro lado, el hecho de por qué el niño
fue capaz de interesarse en realidad en este sujeto, fue porque aún en su mundo
“sofisticado”, seguía siendo un infante de corazón; de este modo el título de
la película atiende a ambos coprotagonistas.
En cuanto al papel a cargo del entonces
principiante Nicholas Hoult, quien hace su trabajo de una manera realmente
sorprendente y capaz de sacar lágrimas y risas sin dificultad, es posible
identificar el tema de la resiliencia.
Ello se observa en la capacidad que exhibe el singular héroe de esta
historia, para identificar aún a su corta edad las cuitas de su existencia,
como en encontrar la llave para solucionar el problema de su propia madre; es
así que gracias a esto es capaz de construir un mejor futuro tanto para él,
como para su madre y también para con la figura masculina que llega a serle el personaje
de Grant.
Las mujeres también brillan en este más que
destacable título, partiendo por la madre del chico, quien es personificada por
una actriz de talento admirable como lo es Toni Collette; ésta da vida a su
personaje con una maestría tal, que la hace más que creíble y nos hace pensar
en tantas madres admirables, como sensibles, que uno en su propia experiencia
ha llegado a conocer. Pasada la mitad
del metraje, hace su aparición Rachel Weisz, como la dama que conquista al
personaje de Grant, quien acá se ve más hermosa que nunca y que tal como la
Collette, demuestra su versatilidad para interpretar tanto personaje diferente
sin problemas.
En About
a boy cumple un rol fundamental la música, como elemento fundamental en
la vida de los seres, puesto que nos acompaña y conforta; así es como para
varios de sus personajes, ella les
permite conseguir sin lugar a dudas esos instantes de felicidad que hacen de la
vida algo formidable.
Siguiendo la “moda” de los últimos años,
el filme es dirigido por dos personas que vienen a ser hermanos. De este modo siguiendo la tradición de gente
como los Cohen, los Pang, los Wachowski, los Hughes y muchos más, los hermanos Paul
y Chris Weitz logran crear una obra memorable, que en todo caso se encuentra
basada en la novela homónima de Nick Hornby y cuyo guión adaptado corrió
también a cuentas de ellos mismos.
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