Hace
años ya que no leía a Terry Pratchett y a su famosa y extensa saga de fantasía
humorística de Mundodisco, que tantos momentos gratos (y risas) me ha dado. Y
no por falta de ganas, sino debido al hecho de que no había vuelto a pillar más
de sus libros por estos lares (bien saben quienes me conocen que no leo en
digital) y la única vez en que volví a tener otro título de la colección estaba
a un precio, que a mi parecer, era exorbitante (todos los tomos que me he
comprado al respecto, los he conseguido en oferta…y por lo general libro que
consigo o bien lo adquiero de esa forma…o me lo regalan). Amilcar no pensaba ni nacer (y ya está por
cumplir los 8) y a su hermanito Bruno todavía le quedaba harto por llegar a
este mundo, así que harta agua ha pasado bajo el puente desde la última vez. Sin embargo en la última FILSA tuve la suerte
de conseguir 3 volúmenes a buen precio cada uno. “¿Cuál será mi última lectura de los 41?” me
pregunté no hace mucho. La idea mía era
que no fuera de mucha extensión, para comenzar los 42 con otro texto (uno de
Stephen King, ideal para las vacaciones de invierno). De modo que me decanté por Pies
de Barro, el que en todo caso me terminé el primer día de estas
vacaciones de invierno que ya están por acabar.
Así es que ahora es el momento de hablarles de esta obra de la que tenía
pendiente escribir.
El Mundo Disco es un sitio imposible, al
menos para nuestra idea de lógica y las reglas de la física, ya que se trata de
un sitio plano que está encima del lomo de cuatro elefantes gigantescos, los
cuales a su vez se sostienen sobre el caparazón de una tortuga aún más
inmensa. En Mundo Disco conviven los
seres más estrafalarios de este tipo de narrativa, sucediendo buena parte de
sus historias en la cosmopolita ciudad de Ankh-Morpork. Es así que el título al que le dedico estas
palabras transcurre en este sitio, pues justamente tiene que ver con la saga
dedicada a su más que curioso cuerpo de policía, más conocido como la Guardia.
Siendo la tercera novela en torno a este
grupo de agentes de la ley multirracial y cuyos miembros no todos pueden ser
considerados como sujetos valientes, que como es propio de estos libros los
antihéroes abundan más que los héroes mismos, fue publicada por primera vez en
1996. En pocas palabras la trama es la
siguiente: una serie de asesinatos ocurridos en muy extrañas circunstancias,
tiene aterrados a los habitantes de la ciudad; más encima el Patricio (o sea la
figura máxima de autoridad en Ankh-Morpork)
está siendo envenenado, lo que implica que la Guardia debe resolver ambos
misterios a toda costa. La investigación
para saber quién o quiénes son los responsables depara grandes sorpresas, por
no mencionar sus muchos momentos de gran diversión y que tienen relación con el
humor desternillante tan habitual en esta serie.
El nombre de la novela hace referencia a
un grupo de personajes que toma vital importancia dentro del argumento: los golems. Provenientes de una famosa leyenda medieval
judía, acerca de una criatura mágica creada por un rabino para proteger a su
gente del acoso de sus enemigos, se trata de seres que tal como en la tradición
clásica son hechos a partir del barro y a los que se les otorga vida a través
de palabras escritas sobre su cabeza. En
la novela trabajan para la gente en los oficios más peligrosos, debido a su
fuerza y aparente indestructibilidad, en una especie de esclavitud, ya que no
los consideran personas, ni vivos en realidad (algo así como máquinas). No obstante cada uno tiene su propio nombre y
pese a que no pueden hablar, se comunican escribiendo, siendo que además tal
como queda demostrado interactúan entre sus pares en lo que viene a ser una
comunidad. Las muertes que se están
sucediendo los convierten en los principales sospechosos de ello. La historia comienza con estos seres y no
puede ser más enganchador para el lector ávido de sana entretención:
“Era una noche cálida de primavera cuando
un puño llamó a una puerta con tanta fuerza que se doblaron los goznes.
Un hombre salió a abrir y se asomó a la
calle. Venía niebla del río y la noche estaba nublada. Era como intentar mirar
a través de terciopelo blanco.
Pero más tarde pensaría que había habido
siluetas allí fuera, más allá de la luz que se derramaba sobre la calle. Muchas
siluetas que lo observaban con cautela. Y se le ocurriría que tal vez había
habido puntos de luz muy débil…
La silueta que tenía justo delante, sin
embargo, era inconfundible. Era enorme y de color rojo oscuro y parecía una
figura de arcilla hecha por un niño para representar a un hombre. Sus ojos eran
dos ascuas.”
Si bien la novela posee el humor
característico de la saga a la que corresponde, aborda varios temas serios que
en comparación con otros títulos que le precedieron, le otorgan verdaderos
momento de sublimidad, en especial en los diálogos chispeantes entre los
personajes. Entre las reflexiones a las
que nos invita el libro encontramos:
La autenticidad: Teniendo en cuenta
que la Guardia posee una composición heterogénea entre sus miembros,
encontramos no solo humanos entre sus filas, sino que también hay varios
enanos, trolls, al menos una gárgola y hasta una licántropa (¿Existe este
término en femenino para referirse a una mujer lobo/loba?). Es así que cuando se supone que la única dama
de la guardia vendría a ser la última mencionada en esta lista, en contra de lo
inesperado, hay al menos una dama de esta otra especie y que debido a la barba
que pese a todo tienen estas también, pasa desapercibida entre los demás. Cuando
Jovial Culopequeño (no puede ser más hilarante su apellido) entra en amistad
con Angua, la relación entre ambas va influyendo a la enana, de modo que esta
comienza a redescubrir de una manera muy graciosa su propia femineidad. En paralelo a ello, la misma Angua tiene
conflictos personales con la condición de su especie, pues teme no poder
controlar sus impulsos en noches de luna llena y cometer algún error, razón por
la cual está seriamente pensando abandonar su trabajo. Es así que la misma aceptación que tienen
estas dos de su persona, apoyándose mutuamente, hace que al final los dos
personajes consigan cierta plenitud que les otorga la tranquilidad suficiente,
para estar tranquilas con quienes son.
Disfrutando este bello libro en la micro. |
El
valor de la vida: Como ya lo he dicho, en la novela nos encontramos con la
presencia de los golems, los que en la práctica son considerados por la gente
como objetos y justamente solo por ser distintos. La crisis que entra a desarrollarse
con los asesinatos que se están produciendo, pone en tela de juicio sus
intenciones. Es así que ligado a todo
esto y a lo expresado en el párrafo anterior en la figura de Jovial, Angua e
incluso buena parte de la dispar Guardia, que la llamada otredad, en cuanto a cómo asumimos la diversidad que nos rodea como
algo normal de nuestra vida, invita tanto a la tolerancia, como a tener una mirada amplia sobre lo que en
verdad viene a ser convivir con todo esto, en armonía con los demás y con uno
mismo.
No debe dejar de mencionarse el
elemento policial del texto, que homenajea tanto como satiriza los grandes clásicos
del género sobre misterios criminales y la investigación de los sabuesos de la
ley para resolverlos. Más encima el
cuartel de la Guardia recibe nada menos que el nombre de Pseudópolis Yard, una
clara alusión al famoso Scotland Yard de las narraciones de Arthur Conan Doyle
sobre Sherlock Holmes. Por lo tanto en
esta obra y en clave humorística, se encuentran los pasos típicos para desentrañar
la verdad y hallar al culpable: como recorrer buena parte del territorio (lo
que da paso a la descripción de la variopinta geografía del lugar),
interrogatorio de sospechosos (que permite introducir personajes muy graciosos
en general) y hasta análisis forense (gracias a la presencia de… ¡Un
alquimista!).
Si bien esta novela no corresponde a
las dedicadas a la muy simpática Muerte, no podía dejar de aparecer aunque sea
en unas pocas líneas, tan simpático personaje (representada al más clásico
estilo medieval con guadaña, capucha y aspecto esquelético). A continuación un fragmento de su breve intervención,
solo para saborear algo más el buen humor que destila esta obra:
“En
el Museo del Pan de los Enanos, situado en el callejón Tiovivo, el señor
Hopkinson, el conservador, estaba algo alterado. Dejando de lado otras
consideraciones, lo acababan de asesinar. Pero en aquel momento estaba optando
por considerar esto un enojoso detalle sin importancia.
Lo habían matado a golpes con una
hogaza de pan. Se trata de algo muy poco probable incluso en la peor de las
panaderías humanas, pero el pan de los enanos tiene unas propiedades asombrosas
como arma ofensiva. Los enanos consideran la panadería una de las disciplinas
bélicas. Cuando hablan de comerse una torta saben a qué se refieren.
—Mire esta muesca de aquí —dijo
Hopkinson—. ¡Ha estropeado toda la corteza!
Y TAMBIÉN EL CRÁNEO DE USTED, dijo la
Muerte.
—Ah, sí —dijo Hopkinson, con la voz de
alguien que considera que los cráneos van regalados pero que es muy consciente
del valor que su escasez da a una buena pieza de exposición—. ¿Pero qué tiene
de malo una simple cachiporra? ¿O incluso un martillo? Yo podría haberle
proporcionado uno si me lo hubiera pedido.
La Muerte, que por naturaleza tenía
también una personalidad obsesiva, se dio cuenta de que estaba en presencia de
un maestro. El difunto señor Hopkinson tenía una voz chillona y llevaba las
gafas colgando de un cordel negro —su fantasma lucía ahora el equivalente
espiritual de las mismas—, y estas eran siempre señales de una mente que sacaba
brillo a la parte inferior de los muebles y guardaba los clips sujetapapeles
organizados por tamaños.
—Es una vergüenza —dijo el señor
Hopkinson—. Y también una muestra de ingratitud, después de que yo les ayudara
con el horno. De verdad me temo que tendré que protestar.
SEÑOR HOPKINSON, ¿ES USTED CONSCIENTE DE
QUE ESTÁ MUERTO?
—¿Muerto? —trinó el conservador—. Ah, no.
Eso no puede ser de ninguna manera. Ahora no. Es de lo más inconveniente. Ni
siquiera he catalogado las magdalenas de combate.
NO IMPORTA.
—No, no. Lo siento pero no me va bien.
Va a tener usted que esperarse. Ahora no puedo ocuparme de esa clase de
tonterías.
La Muerte se quedó perplejo. Después de
la confusión inicial, la mayoría de la gente se sentía en cierto modo aliviada
al morirse. Era como si les quitaran un peso subconsciente de encima. Como si
las habas cósmicas estuvieran contadas por fin. Había pasado lo peor y ya
podían, metafóricamente, continuar con sus vidas. Poca gente trataba el asunto
como un simple incordio que podía desaparecer si se quejaban lo bastante.”
Tal
como es habitual encontrar en los libros de Mundodisco, hayamos en
sus páginas un montón de personajes tanto bizarros como entrañables, muchos de
ellos ya conocidos por los lectores de la colección (obviaré de este listado a
las dos féminas ya mencionadas más arriba):
Comandante Sam
Vimes: El
miembro de mayor rango de la Guardia de Ankh-Morpork, es un hombre inteligente
y de poca bulla, quien lleva ya mucho tiempo trabajando con la ley y que a
veces recuerda con nostalgia el pasado más sencillo, en el cual apenas eran un
par de agentes los que componían su equipo y no se necesitaba el gran despliegue
de la actualidad. Confía en sus hombres
y sin dudas que es un líder entre tanto sujeto “raro” con el que le toca
trabajar, sacando lo mejor de ellos y sus particularidades. En esta historia es quien mayormente lleva el
curso de la investigación. Pese a su
poco amor hacia el Patricio, se podría decir que es un ejemplo de rectitud, al
dejar de lado su desprecio hacia este, al velar por la protección de su vida.
Capitán
Zanahoria Fundidordehierroson: Segundo al mando
en la Guardia, de niño fue criado por enanos, de modo que es todo un experto en
su cultura. De apariencia imponente,
guapo y musculoso, a su figura gallarda lo acompaña un corazón tan noble e
inocente, que en la práctica es amigo de todo el mundo; acostumbra tratar a
todos bien, entre inocentes y culpables, lo que con su manera tan especial de
ser da paso a varias situaciones jocosas.
Tiene una relación de cercanía con Angua, que hace pensar que tienen un
amorío entre los dos.
Cabo Cecil
"Nobby" Nobbs: Un sujeto de apariencia insignificante, con la cara
llena de protuberancias (poco agraciado
en otras palabras), de personalidad perezosa y poco valiente, además de gustos
groseros, con tendencia al robo…Por lo tanto, es el que menos se esperaría
encontrar en la Guardia debido a sus varios defectos. Pese a todo es tolerado sin mayores
inconvenientes entre los suyos. En el
transcurso de esta obra, aparece un documento legal que lo convierte en la
atención de los poderosos de la ciudad, ya que según dicho texto resulta ser
descendiente de la casta aristocrática de mayor nobleza del lugar; por lo tanto
ante la eventual pérdida del Patricio, muchos desean tenerlo como su “rey
marioneta”. Las aventuras de Nobby al
respecto, corresponden a un arco argumental paralelo dentro de la novela y que
no puede ser más entretenido.
Dorf: El golem que posee
mayor relevancia dentro de la trama, es el principal sospechoso de los
asesinatos que se están cometiendo. Una
vez llegados al inesperado clímax, viene a constituirse en el personaje que más
sorpresas otorga al lector.
Pequeño Loco
Arthur: Un
gnomo que al parecer vive apartado de su gente, conviviendo con la “gente
grande”. Vive cazando ratas, las que
vende con fines “culinarios” a sus clientes y pese a su tamaño, es tan ágil que
es un contendiente de temer.
Dragón Rey de
Armas:
Vampiro con cientos de años de edad que lidera un negocio dedicado a la
heráldica (o sea, realiza con sus empleados escudos para las familias pudientes
para demostrar su supuesta sangre azul),
De aspecto cadavérico y al parecer de trato afable, guarda un gran
secreto.
Terry Pratchett como personaje de su hermoso legado literario. |
Saludos Elwin, aquí murinus2009.
ResponderEliminarComentario a destiempo, 6 dias después, el 29 de Julio de 2017.
Eso que dices del Mundodisco plano y a lomos de 4 elefantes, a su vez sobre el caparazón de una tortuga, parece que hay gente que si lo cree todavia, o al menos hace unos 20 años, alguien me decía que existía (en ese entonces) en Inglaterra nada menos: "La Sociedad de la Tierra Plana".
De Terry Pratchet, creo que había escuchado desde los 90s., aunque podría confundirlo con un grupo de Heavy Metal llamado: Molly Hatchet, la verdad es que esta Entrada que escribes de su Obra, es lo primero que leo de El.
Suena muy divertida la Novela por lo poco que narras y la combinación de personajes:
Mujer lobo ¿o se dice hombre lobo mujer, licantropa?.
Una enana, gárgolas, trolls, fantasmas, un miembro de, La Guardia, cobarde y ademas ladrón, un investigador forense que es... ¿alquimista? un asesinato con... ¿una pieza de pan? y hasta...
La muerte.
que por lo que mencionas de su graciosa actuación Elwin, me recuerda a la misma en la caricatura: Las Aventuras de Billy y Mandy, (así la pasaron en México, quizá en Chile tiene otro nombre), donde a La Muerte, le llamaban Hank Grimm creo en ingles, pero en español, al menos en México, le pusieron: "Puro Hueso".
Eso de los Golems, como maquinas de trabajo casi indestructibles y que ademas alguno de ellos podría ser el asesino ,suena también divertido, capaz que el Autor metió autoconciencia y dudas existenciales a su Golem, al estilo de Blade Runner.
Parece una novela para pasar un muy buen rato, muy divertido, eso si, la gente que no sabe lo que lees, te ha de ver raro de tantas risas ¿no Elwin?
Pues has hecho una recomendación mas de la que desconocía casi totalmente, lo que recuerdo ver de Pratchet me parecía mas de Fantasía Épica, cuando lo veía, tiene tiempo que no veo sus Obras, en las librerías que visito.
Con tanto buen Autor y Material de todo tipo, recomendado aquí, en elcubildelciclope, voy a tener que conseguir uno de esos cacharros smartphone, para poder leer a toda hora y en todo lugar, o vivir mas años.
Gracias Elwin y hasta pronto.
En realidad leer estas novelas es un inmenso placer y yo pienso darle su tiempo a las otras dos que adquirí en la FILSA. Igual deseo comprarme todas las otras de la saga, que solo tengo 10 y son más de 50.
EliminarRespecto a lo que dices sobre lo raro que puede ser para algunos verme riendo con estas novelas, pues justamente una vez en un transporte público (que aquí llamamos "micro"), un primo que no tiene mucha educación, mayor que yo, hace años se encontró con este "espectáculo" y si bien no lo vi en el vehículo, poco tiempo después le hizo el comentario a mi mamá; pues claramente le llamó la atención mi reacción (que la gente que no lee desconoce las enormes satisfacciones que puede provocar un buen libro).