El (casi) recién pasado 26 de junio se
cumplieron 109 años del nacimiento de Salvador Allende, presidente socialista
de la República de Chile, elegido democráticamente por sus conciudadanos y que
murió heroicamente en el Palacio de la Moneda (sede del poder ejecutivo de
nuestro país), defendiendo sus ideales del asedio militar de derecha que llevó
al país a casi 17 años de dictadura bajo el mando de Pinochet. Por mucho que uno no milite con el
pensamiento de Allende, negar su importante papel dentro de la historia chilena
resulta ser una verdadera perogrullada.
Hoy en día el mandatario que estuvo en el gobierno entre 1970 y 1973,
hasta el Golpe de Estado perpetrado por sus adversarios (apoyados por los
poderes fácticos gringos que no querían otro país “comunista” en Latinoamérica,
luego de la Revolución Cubana) y que le costó la vida durante el espantoso
bombardeo a la Moneda por parte de los militares, por fin ha tenido los honores
respectivos en su patria, tras tantos años de injurias a su memoria (esto
mientras Pinochet estaba al mando). El
resto del mundo mientras pasaba lo anterior, ya llevaba rato concediéndole los
respectivos tributos. Es así que como
muchos presidentes chilenos, ahora posee su propia estatua en las cercanías del
edificio que le vio morir y asimismo su casa es un museo, que guarda muchos
recuerdos de su paso por este mundo, entre otros honores que le concedieron como
es debido.
Cuando comienzo a escribir estas palabras
estoy a horas de cumplir los 42 (¡Qué viejos estamos!... y a mucha honra)[1] y si miro hacia atrás
dentro de mi propio pasado, puedo reconocer sin vergüenza que hasta más o menos
buena parte de mi segunda década de vida, Allende no era alguien respetado por
mí. La ignorancia y los prejuicios de la
juventud (educado además por un padre que me hizo creer que todo lo relacionado
con el “comunismo” era sinónimo de algo siniestro), me llevaron a cometer tales
estupideces, lo que gracias a Dios con el tiempo pude superar en la medida que
las experiencias (y en especial la misma gente que tuve la suerte de conocer) y
mi propia educación (formal e informal), me permitieron dejar atrás (no en un
100% para ser exacto) a ese Elwin de antaño.
Queda claro, supongo, mi aprecio actual hacia la figura de Salvador
Allende (más encima tío de mi queridísima escritora Isabel Allende).
En noviembre de 2014 asistí como tengo
acostumbrado todos los años a la FILSA (Feria Internacional del Libro de
Santiago), importante evento cultural al que me encanta ir, cuando para mi
sorpresa me encontré con el hecho de que el escritor nacional Roberto Ampuero
estaba firmando sus libros. Luego de
comprar uno de ellos, El último tango de Salvador Allende,
rápidamente me puse a la fila para que me lo dedicara, pues me había leído
algunas de sus novelas de Cayetano Brulé y las había disfrutado mucho; así que
no me podía perder esa oportunidad.
Ampuero fue muy amable conmigo y pude entablar una entretenida conversación
con él…
- Le doy a leer sus libros a mis alumnos.-
Le dije entusiasmado.
- ¿Sí? ¿Y se los leen completos? ¿Les
gustan?- Muy curioso por saber de mi “experimento lector”.
- Bueno, los que se dan el tiempo para
ello y no limitarse a buscar resúmenes en Internet, claro que sí.- Me gustó
cómo se puso a reír.- ¿Sabe? Tengo un blog y en una de mis entradas subí algo
sobre usted…
- ¡Qué bien! Bueno, si te interesa puedes
agregarme a Facebook.
- Gracias, pero no tengo.
- Entonces puedes seguir mi Tweeter…
- Tampoco uso esa red social. Pero cuando quiera se puede meter a mi página,
El Cubil del Cíclope (no podía evitar hacerme publicidad y menos con una
estrella como él ¿No?).
No sé si alguna vez Roberto Ampuero ha
entrado a mi blog, pues nunca me ha dejado comentario alguno, tampoco se ha
hecho seguidor mío. Sin embargo, para mi felicidad el primer texto que escribí
sobre él lleva largo tiempo entre las 10 entradas más populares.
Por supuesto que no dudé en sacarme una
foto con este importante autor aquella vez, la que rescato ahora de otro post
en el que lo menciono.
Publicada por primera vez en 2012, El
último tango de Salvador Allende de inmediato ganó notoriedad,
convirtiéndose en un éxito de ventas, pues su mismo título no deja de ser una
invitación a conocer, de una manera hasta el momento inaudita para muchos, a
tan grande personaje histórico. Sin
embargo no estamos hablando de una mera biografía novelada del político, puesto
que el volumen en cuestión está armado de tal manera, que Allende no es el
único personaje principal, si no que comparte protagonismo con dos más; no
obstante uno de estos dos últimos, más bien al cumplir el papel de narrador
testigo, toma un papel secundario.
Debido justamente a la complejidad de esta obra, que en todo caso se lee
con rapidez (como bien acostumbra a hacer su autor al usar una pluma ágil y
divertida), se trata de un texto que fusiona elementos de la narrativa
histórica con la policial.
En el primer caso al describirse los
últimos meses (más o menos), del gobierno de la llamada Unidad Popular liderada
por el mandatario, nos encontramos frente a una narración que se detiene en las
problemáticas de dicha época, con sus conflictos debido a la fuerte oposición
por parte de la derecha y que llevó al deterioro sistemático de su gobierno; ello luego sirvió como excusa a la intervención de
los militares, que supuestamente apoyaban al presidente (entre ellos el mismo
Pinochet). Luego la parte policial está
presente en la figura del coprotagonista, quien en el Chile de mediados de los
noventa (y también durante un breve periodo en Alemania), realiza una
investigación de carácter muy personal y que para su sorpresa compromete de
manera muy grave a unos cuantos, lo que hacer peligrar su propia vida. Como era de esperarse, ambos focos de la
narración convergen entre sí, de ahí el título de la novela. Dichos contextos se van alternando para hacer
un retrato del Chile de buena parte de la segunda mitad del siglo XX, tanto
desde el punto de vista de uno de sus ciudadanos, como desde la visión de un
extranjero que vivió en la época de Allende y luego se encuentra con los
primeros años del regreso a la democracia, pudiendo evidenciar así los cambios
sociales del país.
Los
capítulos dedicados a Allende son contados en su mayoría por parte de Rufino,
un amigo de infancia de este y que por una casualidad muy especial se
reencontró con el gobernante, ya unos hombres maduros hace rato. Cuando menos se lo espera se convierte en su
asistente personal, para paliar de ese modo los problemas económicos por los
que pasaban la mayor parte de los chilenos.
Es así que Rufino va llevando en un cuaderno el registro de su vida,
junto a quien conoció de tan joven y que ahora de manera privilegiada descubre
en un plano mucho más humano, que implica desnudar tanto sus debilidades (como
sus numerosos romances y eso que estaba casado y tenía hijas, infidelidades de
las que en todo caso sabía su esposa, con quien mantenía su matrimonio solo
para mantener las apariencias), como mayormente sus fortalezas (que tienen que
ver con su misma convicción, para enfrentar las duras pruebas que le tocó pasar
cuando lo boicotearon).
Rufino y Salvador no solo comparten un
pasado juntos, sino que también cada uno por su parte siguen con su mujer más
por agradecimiento que por amor; de igual manera sienten una fuerte pasión por
el tango, lo que da pie a varios momentos del libro, que nos muestran a un
Salvador Allende aún más cercano y en especial gracias a los diálogos que hay
acá entre los dos, donde se habla tanto de lo humano como de lo divino. De este modo gracias a esta amistad podemos
darnos cuenta que lo que siente el hombre común, es lo mismo que lo vivido por
los “grandes” del planeta: pues por mucho que se es Alguien en la Historia (y
con mayúscula), al final todos buscamos lo mismo y que no es otra cosa que
cumplir nuestros sueños, acerca de lo que cada uno considera como la idea de la
felicidad que tenemos.
Luego nos encontramos con David Kurtz, ex
agente de la CIA, quien durante la época de la Unidad Popular estuvo viviendo
en Chile como espía junto a su familia (esposa e hija), ayudando a
desestabilizar el gobierno de Allende por orden de su agencia. Poco después de conseguido su ingrato objetivo,
se volvió a su país. Ya en los noventa viudo, jubilado y con su hija recién
muerta por cáncer, regresa al lugar que pretendió olvidar, para cumplir los
deseos de su retoño moribunda. Su
periplo se constituye no solo en un desplazamiento físico, sino que en uno de
tipo espiritual, pues en el intertanto, aparte de llegar a conocer a su hija de
una manera hasta el momento inaudita para él, termina por convertirse en una
nueva persona e incluso mejor de lo que hasta el momento era.
Relevante para la evolución personal de
Kurtz, viene a ser el hecho de que llega hasta sus manos nada menos que el
diario personal de Rufino, de modo que es gracias a el gringo que como lectores
vamos adentrándonos, a medida que va revisando este documento, en todo lo concerniente
a Allende y su amigo. La apreciaciones
personales que hace el antiguo espía acerca de la narración, resultan más que
interesantes; pues en la medida de que sus investigaciones van avanzando para
encontrar a la persona que le han pedido encuentre, así como continua en su profundización
del diario de vida, su visión del mundo va ampliándose, pese a los prejuicios
que tenía hasta el momento. Tal como
llega a asumir luego, su propio pasado y el de su hija resultan estar mucho más
profundamente ligados a la historia de Chile, de Rufino y de Allende. Por lo tanto queda demostrado que vidas que
en apariencia apenas guardan nexos entre sí, están interconectadas.
En dos o tres pequeños pasajes de sus más
de 300 páginas, aparece otro narrador en primera persona, un militar anónimo
que nos hace ver a través de sus pensamientos lo que significa el comienzo de
una de las peores etapas de la historia de Chile: el ya mencionado Golpe
Militar. Si bien no se profundiza en
ello, estos capítulos sirven como nexo entre el periodo retratado en el
cuaderno de Rufino y lo acaecido en el testimonio de Kurtz.
El último tango de Salvador Allende es
debido a lo anterior un libro acerca del poder de la memoria, de los lazos que
creamos con los demás y que nos pueden marcar de por vida. Es
además una obra llena de momentos poderosos de intriga, acción, humor y mucha
emoción, llegando a la sublimidad en varias ocasiones. Aborda también el tema de la redención, por
cuanto en más de uno de sus personajes es posible encontrar la posibilidad de enmendar
los errores, pues nunca es tarde para alcanzar el heroísmo frente a la
adversidad.
Feliz junto a Ampuero y mi libro suyo autografiado. |
He quedado realmente sorprendido con este pequeño ensayo tuyo, no se si lo que escribes es una simpática alegoría o algo semejante. Me voy a explicar tu ensayo posee dos partes la obra de Roberto Ampuero "El último Tango de Salvador Allende" una obra bien redactada, con una excelente exposición de algunos temas y bueno nada más. Lo que me provoca la sorpresa es que tu te presentes como defensor del estadista de izquierda, tu que detestabas a los comunistas y le colocaba una serie de epítetos que no recreare ahora, que además despellejabas a todos tus amigos izquerdizantes a excepción de "uno solo", esta bien que te haya llegado la iluminación, pero de ahí a decir un paragenérico sobre "los buenos comunistas" esos mismos que construyeron campos de exterminios, que impusieron brutales regímenes, esos que han asesinado por miles a homosexuales y lesbianas que tu tanto defiendes y admiras, solo pueden causarme sorpresa, una cosa es admirar la valentía de Allende y su convicción de hombre y otra cosa es crear un santo laico, de verdad no reconozco al Elwin que conocí y que conozco en estas palabras, probablemente este ensayo es para aquellos que no te conocen de hace tantos años. Para terminar y sacudirme este espanto tu presidente que tanto glorificas fue un asiduo anti - homosexual como lo fue Fidel Castro y Che Guevara, piensa que hubiere pasado con esa minoría sexual algo como lo que sucedió en Cuba como muy bien dijo Fidel "la revolución no necesita peluqueros y degenerados"
ResponderEliminarQuerido Roberto, en primer lugar gracias por ser el primero de mis amigos en compartir conmigo este texto tan importante para mí, que este libro me llegó bastante la verdad.
EliminarHace rato que cambié, amigo mío, que uno debe evolucionar y no quedarse con los prejuicios de antaño, como Kurtz en esta novela. Respecto a lo que me dices, en primer lugar en ningún momento en mi post me refiero a Allende como a un santo, ni tampoco hablo del comunismo como la ideología política perfecta, que bien sé que las peores dictaduras han sido las que dicen abrazar sus ideales.
En cuanto a la homofobia de Allende, bueno, tal como lo deja claro la novela en cuestión y ya hemos charlado al respecto...Nadie es perfecto ("El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra" dijo sabiamente Nuestro Señor). Muchos intelectuales de izquierda eran antigays en aquel tiempo, solo ahora han cambiado las cosas y es así que alguien como Gladys Marín fue muy amiga de nada menos que de Pedro Lemenbel. Los tiempos cambian, querido amigo y con ello las sociedades y la manera de pensar de la gente se van ampliando.
Tú como profesor de Historia bien sabes que Allende no mandó a matar homosexuales, a diferencia del dictador Carlos Ibañez del Campo, que era de derecha.
Por cierto, el Che y Castro, en cambio, nunca han logrado ganar mi simpatía.
Recuerda que Allende no era comunista, si no que socialista.
Además yo admiro a la gente no por su orientación sexual, ni su ideología, sino que por sus valores morales, como me ha llegado a pasar con Allende, con el mismo Lemebel y con muchas otras personas (entre hombres y mujeres), con los que necesariamente no tengo por qué comulgar en todo (tal como sucede con nuestra misma amistad).
Veo que no manejas la historia de Allende, solo vez una figura romántica creada por los seguidores del estadista, pero cuando te vea te recomendare una serie de libros (no escritos por historiadores de derecha) para que te sacudas esas visiones "socialistas", con relación a Carlos Ibañez del Campo el no era derechista como dices si no populista, ya que en su presidencia llegó con el voto de liberales, comunistas y descontentos de la derecha, cuando dio el golpe de estado (sin balas) se unió a liberales y socialistas y nacionalsocialistas, los nacis chilenos, que de nazis no tenían nada como queda acreditado en la historia política de Chile. Con relación a las supuesta persecusión a los Homosexuales (que no se llaman gay ya que el termino significa feliz, por tanto muy lejos de la naturaleza de la homosexualidad), no existen pruebas al respecto más que una leyenda negra sin comprobación, incluso dentro de esta leyenda se decía que su hijo era homosexual historia de la homosexualidad en Chile, memoria de grado de un ex - alumno mio que pronto será publicada. Volviendo allende y puedes leer sus cartas y discursos en los cuales no solo aprovaba y respaldaba a los gobiernos más brutales y criminales de la historia del siglo XX, a pesar de ser socialista estaba de acuerdo con la segunda república española, con Fidel Castro, Con Erick Honnecker, Stalín, Creo que no es necesario seguir escarbando en su vida mitificada y santificada por la nueva izquierda chilena, esto no es juzgar una piedrecilla sino una montaña. Con relación a tu texto sobre el libro Allende el último tango es una obra entretenida y me gusto el resto del ensayo. POr cierto s tu eres socialista yo soy alemán.
EliminarCuando comentes, te pido que dejes de descalificar, amigo mío, que la verdad te pasas de la raya y si no te gusta lo que lees, entonces mejor no te pases por acá. A otro hace rato le habría eliminado sus cáusticas palabras, pero te aviso de antemano que para la próxima (y "sanidad" de la casa), eso tendré que hacer contigo.
EliminarY por cierto, más comprensión lectora de tu parte, en ningún momento he afirmado en este texto, ni en ningún otro (o de palabra) que soy SOCIALISTA.
Querido amigo Elwin en primer lugar decir la verdad no es descalificar, si no decir la verdad. En segundo lugar si deseas borrar mis comentarios no tengo ningún problema para eso es tu blog publico y puedes censurar lo que no este de acuerdo con tu visión de las cosas. Y por cierto creo que tengo muy buena compresión lectora de lo que dices y salta a la vista hacia donde corren tu visión política y con esto doy por terminada esta polémica.
EliminarInteresante tu reseña, mi estimado amigo. Te confieso que Ampuero no es para nada santo de mi devoción, y por lo tanto no es una prioridad para mi leer sus libros, pero es muy simpática la anécdota que cuentas de la FILSA. En general, yo nunca le pido autógrafos a los escritores en actividades tan mainstream jeje. Pero fue amable contigo, cuando hay otros escritores/as bastante divos, no?
ResponderEliminarUn abrazo.
Pd: ves lo que te pasa por no tener redes sociales? Jaja.
Sí, Ampuero fue muy simpático conmigo y me encantaría volver a encontrarme con él. Me encantaría tener la oportunidad de charlar así con otros autores importantes.
EliminarSaludos Elwin, aqui murinus2009.
ResponderEliminarDe Salvador Allende se muy poco:
-Su presidencia de Chile de 1970 a 1973 terminada por el golpe de estado de Pinochet.
-Que su gobierno de corte Socialista impulso reformas que causaron muchas inconformidades.
-Que murió de forma extraña en el propio Palacio de la Moneda, una versión dice que se suicido, otra que lo mataron, en México se diría que: lo "suicidaron" (lo mataron e hicieron parecer un suicidio ,es algo común en Mexico contra figuras de la Política o Activistas).
-Que era familiar de la escritora Isabel Allende, tu me aclaras que fue su tío Elwin, yo pensaba que era su padre.
-Uno de mis maestros conmemora el 11 de Septiembre el Golpe de Estado de Chile en 1973, esa fecha, el 11 de septiembre, en vez del ataque a las Torres Gemelas de la misma fecha en 2001.
Es todo lo que se, de Salvador Allende.
En tiempos remotos, los 80s en la Primaria por alguna razón se hablaban bondades del comunismo la URSS y hasta pro sovietico me consideraba, con el tiempo, los comunistas que conocí resultaron ser parásitos en espera de algún puesto en un Partido Politico (de izquierda), o en alguna dependencia gubernamental, adictos al alcohol y la marihuana, que mientras buscaban quien los subsidiara, la mayoria de trato muy desagradable, con lo que no les tengo mucha simpatía.
Alguna vez escuche a alguien decir que el Golpe contra Salvador Allende salvo a Chile de una debacle económica y un régimen aun mas tiránico, que llevaría al caos, el mismo argumento que se usa en México para decir que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), fundado como el Sindicato del Crimen de DC Comics, por superfacultados de Poder: Señores de la Guerra, Caciques, Militares, salvo a México de un mal peor y trajo progreso y modernidad, cierto hasta cierto punto, si se omite los miles de muertos, lo veo como variante de lo que ocurre en Watchmen, cuando alguien dice, morirán millones... para salvar a miles de millones y me recuerda aquello de:
"Si peleas contra el Demonio con las Armas del Demonio, aunque ganes al final la Victoria le pertenece al Demonio".
Del escritor Roberto Ampuero no había escuchado hablar hasta esta Entrada, así como la describes, la novela se nota entretenida, nunca la he visto, de verla, la leere como cortesía de alguna librería de las que visito.
Aunque un poco tarde, ¡Muchas Felicidades! por tu cumpleaños Elwin, Buen Maestro y Amigo, por lo que entiendo cumples el 5 de Julio, deseo lo hayas pasado de lo mejor con tus seres queridos, que te sea un nuevo ciclo de muchas metas por cumplir, por aquí estaré visitando tu espacio en tiempos futuros, gracias y hasta pronto.
.
Como siempre es un gusto leerte, Marinus2009, más en textos que para uno son tan valiosos.
EliminarRespecto a lo que dices vamos por parte:
1- Tanto en el gobierno de Allende, que no era comunista, sino que socialista (aunque apoyado por los comunista) como en todo régimen político (sea de la orientación política que sea), hubo gente que se aprovechó del status quo para sus propios fines. En la novela de Allende bien queda esto de manifiesto.
2- Una de las hijas de Allende también se llama Isabel, quien ha sido senadora de la República. Debido a su nombre y apellido la gente tiende a confundirla con su prima.
3- Desde un punto de vista humanitario no se justifican alzamientos como el Golpe Militar de Pinochet y los suyos, quienes luego mandaron a matar sin discriminación (jóvenes, viejos, mujeres, incluso algunas de ellas embarazadas, etc.), torturaron, mandaron al exilio y cometieron todo tipo de atropellos a la libertad. Y todo supuestamente para bien del país.
4- Esta es la tercera novela del escritor a la que le dedico un post acá. Te lo recomiendo mucho, que está entre los grandes.
5- Gracias por tus felicitaciones, que hoy tengo la celebración. Además contento, porque comenzaron mis vacaciones de invierno de dos semanas, a ve si rompo mi récord de entradas por mes.
Ni soy chileno, ni he estado nunca allí, ni conozco a nadie de allí, pero el tema de Salvador siempre me ha despertado cierta curiosidad. Naturalmente, hablo como lo haría un marciano llegado a la tierra: es decir, sin ideas preconcebidas. Es raro leer un debate sobre el tema en que no se calienten los ánimos, y se pueda hablar desapasionadamente. Creo que aquí, tal vez sea posible, precisamente por el elemento apolítico de la página. Personalmente, Salvador me inspira cierta ambivalencia. Por un lado, siento simpatía por el Salador persona, sus ideales, e incluso su liderazgo político, pero tengo una pobre opinión del Salvador estadista; me parece que aplico medidas económicas que llevaron a la ruina a su propio pueblo, que no funcionaron porque simplemente no podían funcionar, y que fue, como gobernante, quizá el peor incompetente que pudo haber, un ejemplo perfecto de que el camino al infierno esta hecho de buenas intenciones y de que no basta con tener nobles ideales para ser un estadista de verdad. Naturalmente nadie tiene porqué compartir mi opinion, e incluso esta puede estar equivocada (estoy abierto a reconocer esa opción, porque aún no he estudiado mucho al personaje, con la seriedad que se merece un caso tan complejo como el suyo). Pero hay un punto concreto que me intriga: suelo leer que "fue socialista, mas no comunista". Sobre eso tengo tres dudas que no me dejan ver claro. 1. Se definía a sí mismo como marxista, y todo aquél que sepa el ABC del marxismo sabe que para un marxista es imposible ser socialista y no comunista, ya que el socialismo es para el marxismo un simple estadio de trancisión del capitalismo al comunismo que por sí mismo no tiene valor, y sólo es útil precisamente como tránsito obligado. 2. No vaciló en cantar loas a Stalin
ResponderEliminarhttp://www.elmostrador.cl/noticias/kiosko/2014/01/16/el-dia-que-allende-gloso-a-stalin/
y finalmente 3. Recibió con honores a F. Castro, un dictador comunista convencido, cosa que un socialista que no sea comunista se supone que no debería de haber hecho: se supone que debería haber marcado distancias con el comunismo y aclarar que ni lo apoyaba ni lo defendía ni lo justificaba.
Esto me hace pensar que la tesis de que fue socialista no se sostiene.
Claro, un problema del internet es que no se puede oír el tono de voz ni ver la expresión del rostro del hablante. Es posible que mis palabras suenen más duras de que es mi intención, y por supuesto, que parezca que quiero criticar con especial dureza. En realidad, no es mi intención, simplemente quisiera plantear algunas dudas que me asaltan sobre le personalidad de este líder, tan polémico y del que se habla tanto, pero con frecuencia se sabe poco. Espero que tal vez sea posible encontrar aquí alguna respuesta. Planteo mis preguntas porque espero leer algo ajeno al fanatismo que (a favor o en contra) se suele escuhar. Para muchos Salvador era perfecto, para otros el mal en la tierra. La verdad suele estar en un punto intermedio...generalmente difícil de encontrar. Pero con paciencia e imparcialidad a veces se puede aprender algo nuevo. Tal vez yo lo encuentre aquí.
Saludos cordiales.
He leído con mucha atención y gozo tu comentario, que siempre me es un placer encontrarme con los aportes de gente como tú. Me ha llamado poderosamente la atención que siendo extranjero (¿De qué país?) conozcas tan bien a este personaje. Fíjate que de todo lo que me dices, no encuentro ningún disparate en lo que afirmas, porque además lo haces de manera respetuosa y ello te lo agradezco mucho. No voy a dármelas de defensor acérrimo de Allende, pues no es mi idea de ser, independientemente de que le tenga aprecio; además soy muy ignorante en estos temas, razón por la cual no soy el más indicado como para hacer un comentario en profundidad sobre los pro y contra de su gobierno. Fíjate que Ampuero habiendo sido comunista y luego desencantado de sus ideales (o más bien de los regímenes de Castro y el de la RDA, en los que vivió tras autoexiliarse) se refiere de manera muy dura en la novela sobre Castro y eso lo encuentro notable cómo lo hace a través de las palabras de un personaje.
EliminarSí, he leído algo sobre eso. Y no es que sea Ampuero el único; son muchos los marxistas que han criticado la manera en que el estado pasó de ser supuestamente dirigido de manera omnisciente por el pueblo (la dictadura del proletariado) a dirigir omniscientemente al pueblo (la dictadura sobre el proletariado). Es todo un clásico ese temita. Milovan Djilas (La Nueva Clase) Trosky (La Revolución Traicionada) Iring Fetscher (Marx y el marxismo) y muchos otros, se hartaron de escribir con bilis y odio sobre eso: el propio Guevara escribía unos comentarios al pie de página de los manuales que leía del marxismo clásico...que parecían dictados por Margaret Tatcher "Cuento chino eso de que los pueblos de Europa Oriental abrazaron cantando la revolución ¿Y las bayonetas del Ejército Rojo que?". Curiosamente es la misma queja que los liberales tienen de los políticos conservadores (como Reagan y la propia Tatcher, por ejemplo) que según ellos pervirtieron el neoliberalismo al aplicar sólo lo que ellos querían cuando y como querían. Parece que Friedman pensaba de la junta chilena algo muy parecido de lo que decía Guevara de los burócratas de La Habana a los que despreciaba: el mismo perro con distinto collar.
ResponderEliminarAhora bien, incluso los marxistas más amargamente críticos sobre el tema (Y fueron muchísimos) seguían creyendo que el comunismo era después de todo la verdadera vía. Eso no les impedía mostrarse muy críticos con el tipo de socialismo realmente existente pero eran comunistas convencidos y no socialistas. Justo como los liberales se quejaron amargamente de cómo se pervirtió el neoliberalismo pero seguían pensando que el camino liberal era aplicable y el mejor, si se llevaba a cabo como debía hacerse. Por eso digo que Salvador fué siempre comunista a pesar de todo. Un tipo de comnunista muy diferente al de Guevara, pero igualmente comunista. Tampoco soy exactaente un experto sobre el tema, pero creo que esa es la dimensión en que hay que juzgar el caso y la personalidad de Allende.
Soy Venezolano pero el caso de Allende me ha inrigado desde que ví la película La Casa de los Espíritus (La novela no la he podido conseguir pero me dicen que es bellísima) que yo sabìa que era entre lìneas un correlato de la historia del Chile de Allende. Y he ido tratando de leer algo sobre el tema. El problema, claro, es que casi no hay autores imparciales. O lo aman o lo odian. Y precisamente eso es lo que ha conservado mi interés: el tratar de hilvanar un poquito de lo que dicen unos con un poquito de lo que dicen otros y desenmarañar la verdad. Creo que la verdad es como decía Mauricio Rojas, que el caso de Allende fué como una tragedia griega, de esas en que nadie quería llegar al amargo final pero nadie podìa evitarlo tampoco. Creo que todos tenìan una parte de razón, pero fueron incapaces de encajarla con la varte de verdad que tenían los demás y que por eso pasó lo que pasó. En todo caso, mientras más leo sobre la historia de Salvador más me asombra como la realidad puede ser más novelesca que la ficción, como pareciera su historia como una especie de juego de tronos del siglo XX y cómo los grandes ideales y las grandes tragedias pueden ir de la mano.
Si tú conoces algunos autores que sean (relativamente) imparciales sobre el caso de la vida y obra de Salvador (porque totalmente imparciales me parece que ni los hay ni los habrá) me gustaría mucho que me los mencionaras y si tienes otras obras recomendables de leer me gustaría saber también cuales son. En cierto modo toda la vida de Salvador se parece mucho a una novela policial, con misterio y crimen al final, un tipo de misterio elusivo...y obsesionante. ¿No te parece?
Te vuelvo a agradecer el tiempo que me das para pasarte por acá, que como siempre digo: "Muchos de mis mejores amigos ni siquiera lo hacen y se van en puro bla-bla". Es así que he vuelto a leerte con mucha atención, además de detenerme en gozar de todo lo que me dices, que da gusto cómo te manejas en estos temas y yo que soy chileno, soy una vergüenza al respecto.
EliminarMe preguntas por qué otras obras de ficción conozco que traten el tema de Allende y su gobierno y la verdad que ninguna. "La Casa de los Espíritus" me encanta, así como Isabel Allende, pero la verdad creo que lo que hizo la autora en su novela, fue retratar de manera novelada la historia de mi país a lo largo de más o menos medio siglo, usando como hilo conductor la historia de una familia ficticia; por lo tanto no está centrada en el periodo de la UP (además el país en que sucede todo es un simulacro de Chile, no el "real").
Por lo general no leo muchos libros de estilo más o menos realista y con una fuerte carga política, como bien puedes darte cuenta si le echas un vistazo a este "ñoño" blog. Pero Ampuero me gusta lo bastante como para adentrarme feliz en sus historias, en especial las de tipo policial. Quizás te pueda servir para adentrarte en esta etapa de Chile su primera autobiografía ficcionada "Nuestros años verde olivo", que te la recomiendo mucho.
Me llama la atención que no puedas encontrar la opera prima de la Allende en tu país, si bien estoy consciente de los graves problemas que pasan allá, pues es un libro popular. Además debes saber que su autora lo escribió en tu patria, cuando se fue al autoexilio para allá.
Por cierto...¿Cómo tuve la suerte de que supieras de la existencia de este blog?
Feliz te vuelvo a encontrar por acá.
Bueno, si no he conseguido la casa de los espíritus es porque vivo en una ciudad de provincias: aquí hay muhos libros universitarios muy bien actualizados de derecho, ingenierìa, medicina, y matemáticas porque le universidad de aquì los enseña y se venden, así como novelas de moda, autoayuda y superclásicos, de Marquéz y Cervantes, pero la obra de Isabel Allende ni es de moda ni un superclásico, así que no se consigue. Claro que si viviera en una ciudad más grande la hayaría con facilidad, pero no he viajado a ninguna. En pdf se puede encontrar, pero leer en pdf me da dolor de cabeza. Casi todas las novelas que me gustan las he visto en versión de cine, y eso me ha despertado el gusto por el cine. Y el cómic desde que ví 300 de Miller.
ResponderEliminarEn cuanto a tu página la descubrí a través de la Guillermocracia que tiene el link en la portada. Guillermo tiene algunas entradas interesantes sobre el cine y el manga y anime, así que de allí pasé a tu página, y como me tope casi de narices con esta entrada de Allende no me pude resisitir comentar.
Mis cómics favoritos son Spiderman (el rey de todos) Iron Man (aunque el personaje me ha interesado más desde que ví Avengers 1) Calvin y Hobbes, Spawn, y me han hablado bien de Los Vigilantes (que no he podido conseguir). De Anime son fanático de Macross, Remy, Alchemist, Death Note, Kenichi, Claymore, Hellsing ultimate, y highdeath school. (Pero haeavy metal me parece malísimo). Gracias a Dios, aquí sí hay una tienda donde venden vídeos de anime especializados, bastante bien surtida, pero eso sí, que se esta quedando algo vieja porque es imposible para el dueño conseguir animes nuevos de momento.
¿Y cuáles son tus cómics y animes favoritos? Veo a simple vista que tienes mucho material aquí.
Hace tiempo que no sé de mi compatriota y colega Guillermo ¿Te contesta los comentarios que dejas en su blog? Ingrato anda el hombre, que tampoco se pasa por mi Cubil.
EliminarMe alegra saber que también te gustan los cómics, que como bien sabes están entre mis pasiones. Fíjate que de los superhéroes que mencionas de todos he escrito, siendo mi favorito Batman y siguiéndoles Spidey junto a Hulk; en cuanto a Wonder Woman, ella tiene un lugar muy especial en mi corazón.
Si bien el animé me gusta mucho, estoy malo para ver series de este tipo. No obstante lejos mi favorito es "Samurai X" y de lo último que vi, justamente "Full Metal Alchemist" me dejó loco (le he hecho a ambas series sus respectivos post).
Por cierto, me hice un Facebook y me puedes encontrar bajo mi nombre y apellido: Elwin Álvarez.
Bien mi estimado amigo, creo que tú escrito, como siempre, está muy bien estructurado y muy bien analizado aunque un poco extenso. Me alegra ver que tienes la nobleza de ser capaz de reconocer que has tenido opiniones diferentes a lo largo de tu vida y que has cometido errores, lo haces en el contexto de análisis que haces al escritor de la obra, es poco común pero muy valiente y por qué no decirlo honesto y asado, todos tenemos derecho a cambiar de opinión y rectificar acciones, el ejercicio de la crítica y autocrítica es muy sano.
ResponderEliminarVeo con preocupación que hay personas que emiten opiniones más bien centradas en la propaganda que por conocimiento y pretenden hacerse notar absurdamente en materias que desconocen y lo peor, apartándose por completo de lo que tú escribes y de tú trabajo de analista, de la crítica o análisis a la obra en cuestión y con sentido descalificador te cuestionan insolentemente, algunos tienen una ligereza bizarra, se me ocurre que son disfraces de supuestos intelectuales, me dan la impresión de ser individuos con problemas de autoestima, que creen tener la razón absoluta sin tener capacidad de pruebas y sin rigor científico y que necesitan degradar al otro para sentirse superiores, nada más parecido al nazismo, patético, en fin..
A mí en lo personal, el escritor no me gusta y tampoco su historia, Ampuero escribe desde una supuesta experiencia histórica que a mi entender está más velada por su propia ideología la que declara como universal que en la que alguna vez dijo tener y abandonar, pero esa solo es mi opinión, debo manifestar que me agrada ver que le permitas a tus estudiantes tener la posibilidad de conocer, podríamos hablar en otra sobre si tenemos derecho o no hacer leer a los estudiantes lo que nosotros creemos que ellos deben leer, qué ocurre cuando al lector no le gusta la obra?
Te comento a modo de aclaración, Ampuero sostiene que le inquieta el incipiente clima de odios que comienza a envolver a nuestro país, las reformas estructurales que se han anunciado por el Gobierno le producen un déjà vu de lo que vivió a los dieciocho años, cuando la Unidad Popular lo estremecía de entusiasmo, solo que ahora no es entusiasmo sino miedo lo que siente, sostiene que las utopías que hoy animarían al Gobierno, son similares a las que inspiraron países, como la RDA o la URSS, que hoy no existen, eso a mi entender es incongruencia cobardía…
Sorry, también me extendí más de lo necesario.
Querido amigo, valoro mucho que de entre todos los amigos que me han "felicitado" personal o públicamente por este texto, te hayas dado el tiempo en verdad de escribir acá su propia opinión al respecto y las consecuencias que ha traído su lectura. Bien sabes que valoro mucho tu opinión, que para mí eres una de las personas más juiciosas que tengo el gusto de tener a mi lado.
EliminarEstoy consciente de las disputas que provoca Ampuero desde el punto de vista ideológico, sin embargo a mí como artista me satisface bastante (pese a todo mi cambio a la hora de mirar el mundo, bien tienes claro que en realidad el tema político no me arrastra mucho).
En cuanto a las lecturas que da uno en el colegio, por supuesto que tienen que ver mucho con los gustos de uno como profesor y al respecto siempre habrán estudiantes a los que no les atraigan los títulos que se les entregan, más al encontrarnos con generaciones que lamentablemente desprecian a priori la lectura.
Interesante. Pero yo no sabía que tuvieras tan mala opinión de el che...me gustaría saber con un poco más de detalle porqué te merece un parecer tan negativo...(por favor, no dejes de responder) en cuanto a la reseña que haces del libro, me parece muy bien, pero he tratado de leer algo más de este autor, y no he podido llegar hasta el final de ninguno de sus libros, opiniones políticas e ideología aparte, tiene un estilo que no me capta el interés, y me cuesta mucho esforzarme para seguir pasando las páginas de sus obras, supongo que es cuestión de gusto, pero realmente nunca he podido terminar nada suyo, supongo que algún día tendré que disciplinarme a hacerlo, pero de momento me cuesta mucho.
ResponderEliminarTiempo que no sabía de ti y me alegra mucho tener noticias tuyas, además de saber que posts antiguos míos se siguen leyendo (la gente está floja para escribir, quizás incluso para darse tiempo en textos de este tipo y ha preferido la simpleza del Facebook).
EliminarEn cuanto a tu pregunta, supongo que mi poca simpatía por el Che es un resabio de mis prejuicios de infancia. Igual alguien que haya tomado las armas con tanto celo, matado gente y más encima hubiese dejado de lado su juramento hipocrático (recuerda que era doctor), no es el tipo de persona por la cual podría sentir admiración; algunos dirían que fue por motivos de justicia social, pero no me convence, que luego hubo más atrocidades por parte del gobierno de Fidel.
Cuando leo a gente como Ampuero, dejo de lado su ideología (mientras no atente contra la vida humana) y por ello soy capaz de disfrutar sus ficciones.
Ojalá pronto vuelva a verte por estos lares.
Bueno, he seguido leyendo tu página pero no siempre he tenido tiempo de ponerme a escribir, aquí lo hago porque el tema es interesante.
ResponderEliminarLa ideología de un autor me parece algo superfluo; si escribe tien puede tener una ieología detestable, pero escribe bien y punto. Y si escribe mal puede tener una ideología admirable, pero escribe mal. Por lo demás autores como Jacl London y Heinlein que se supone que tienen ideologías distintas escriben bastante parecido en sus temáticas, es raro. De Ampuero lo que me cae mal es la manera en que mete demasiadas tramas, y cambia de lo que estamos disfrutando a otra cosa de una manera que me marea y me quita las ganas de seguir. Es raro, porque Martin hace lo mismo en Juego de Tronos y me gusta. Supongo que es la manera en que lo hace Ampuero lo que me choca. Y es raro de verdad.
Sobre el Che no se me había ocurrido verlo desde el punto de vista de su juramento como médico, pero es interesante lo que dices. De todos modos, aquí te dejo un breve vídeo de dos minutos sobre él hecho por un médico precisamente, que a lo mejor te interesa. Si te hace cambiar de opinión, dime porqué, y si no, también dime porqué. (El porqué me interesa mucho más que el que cambies o no de parecer, ya que lo importante de las opiniones es porqué se tienen) yo sé poco sobre Guevara, pero siempre me interesa aprender del punto de vista tanto de quienes lo admiran como del de los que lo critican. Me inspira mucha curioidad.
https://www.youtube.com/watch?v=vI-Y0kXdlZ8
Por cierto, me dicen que hay una obra de ciendia ficción sobre Allende sobre como sería todo si el golpe de estado hubiera fallado (algo así como las ucronías de Dick sobre la segunda guerra mundial si los japoneses ganaban). ¿Tú sabes algo al respecto?
Pd. ¿Y tienes algo sobre Heinlein en tu blog?
¡Qué impactante el documento histórico que he visto gracias a ti! Lo que más me fascinó fue la manera de hablar de nuestro recordado Presidente, que en verdad era un poeta (he enseñado sus discursos en mis clases como modelo de un buen discurso público político). Respecto la visión de Salvador y creo en sus palabras, pero aún así figuras como la de Guevara, Castro y Pinochet (independientemente de su ideología, no son de mi gusto...Para nada).
EliminarPese a todo lo que me gusta Heinlein, nada tengo de él mi blog; no obstante sí escribí un post completo sobre la ucronía que mencionas y que se llama "Synco", de mi compatriota Jorge Baradit, que te la recomiendo mucho. Acá tienes el link: http://elcubildelciclope.blogspot.com/2015/09/un-chile-distinto-y-que-pudo-ser.html
A ver qué te parece.
Interesante. Voy a leerlo con más calma.
EliminarComparto tu opinión sobre la calidad oratoria de Allende, pero a mi me parece que esas palabras fueron un error político muy grave: expresarse así de un personaje como Che cuando se adhiere a una línea política opuesta a la suya (el poder por los votos y no las balas) es un peligro mortal, daba armas a quienes temían una dictadura leninista brutal y era en fin, un juego realmente muy peligroso, como jugar con fuego. Debió marcar más distancia entre su propia postura y la de Che.
Para discursos políticos te recomiendo más a Churchill que tenía frases geniales. Aunque el mejor de todos era Hitler y tenía que serlo para vender una ideología tan odiosa como la suya, pero era asombroso como hipnotizaba a las masas. Valdría la pena que lo estudiaras con cuidado. Y debería ser estudiado en todas las escuelas precisamente como ejemplo de manipulación oratoria. Creo que eso sería una buena vacuna para los ciudadanos del futuro: conocer en su justo valor el peligro de la oratoria.
¿Porque no escribes algo sobree Heinlein? Valdría la pena. En cuanto lo hagas ya buscaré tiempo para leerlo...
Efectivamente tengo una deuda pendiente con ese señor, que hace años que no lo leo (lo último fue "Puerta al Verano" y que como siempre me ha pasado con sus obras, me encantó). Prometo leerlo otra vez pronto.
EliminarPues empieza en cuanto quieras. Me gustaría mucho ver comentadas "Tropas del espacio" y "La luna es una cruel amante".
ResponderEliminarDe todos modos, de Ciencia ficción mis favoritos son "Dune" y "La tierra permanece". No sé habrás leído la segunda. Si no, te la recomiendo muchísimo.
En honor a ti me leeré una novela de este caballero este año sin falta. Quizás me relea "Tropas del Espacio", que era muy cabro cuando lo hice por primera vez o tal vez opte por otras más humorística suya. A ver cómo me queda todo.
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