jueves, 28 de septiembre de 2023

Una segunda oportunidad (I)


     Las Llaves del Aire (1996, Unlocking the Air and Other Stories) es una colección "inusual" de textos narrativos que, por mi parte, no todos son lo que llamaría cuentos.  Lo recién afirmado por mí y de forma tan tajante, lo puedo respaldar con las palabras de su propia autora Ursula K. Le Guin:
 
      "Los cuentos de Las llaves del aire no son de ciencia ficción; podrían clasificarse como mero realismo, o realismo mágico, o surrealismo, o algún género posmoderno que todavía no tiene nombre. A veces se enfrentan a la realidad en una auténtica confrontación a la luz del día; otras veces mediante un desvío, tomando un oscuro camino lateral, pero la realidad está siempre presente... Algunos escenarios son realistas, como el país central europeo de Orsinia o el pueblo de Ether, Or. Otros ocurren en escenarios fantásticos, como Oakland, Cleveland o Portland. Algunos utilizan una voz múltiple, o una voz mítica para hablar sobre la realidad, pues la realidad es un pez escurridizo que a menudo sólo puede ser capturado con una red de encantamientos o con el gancho de la metáfora. Estos cuentos son exploraciones de los misterios de la palabra, el tiempo y la vida ordinaria y el dolor ordinario."
 
    Publicadas la mayoría de estas obras originalmente en revistas prestigiosas como The New Yorker, Harper's y Playboy, para nada especializadas a los géneros que hicieron famosa a esta escritora, se trata de trabajos alejados del estilo mismo en que la encasillamos; por esto mismo, se trata de un tomo que puede decepcionar a quien espera encontrarse con pasajes y personajes parecidos a los del resto de la bibliografía de la Le Guin.
     Lo anterior me sucedió cuando hace casi dos décadas atrás, compré feliz el libro en oferta, nuevecito, en tapa dura y con sobrecubierta.  Pues resulta que, al poco tiempo de adquirirlo, comencé a leerlo entusiasmado, pero con suerte habré llegado a las primeras 70 páginas, que me aburrió sobremanera.  Ahora que ha pasado el tiempo y se supone soy menos ignorante y he desarrollado más mi capacidad de análisis, me he dispuesto a revisar en profundidad esta selección, siguiendo con mi autoreto/proyecto de leer a mujeres cuentistas.  Es así que les presento la primera parte de esta segunda oportunidad, que en parte la acabaré con algo de dificultad y solo por respeto a quien antes tantas satisfacciones me dio; así que me terminaré el volumen, esperando que el resto que me queda de sus páginas me sea más grato (cuando escribo estas palabras, voy en la mitad del libro).  He hecho lo mejor posible por rescatar las virtudes que pueda encontrar en estas "historias", que posiblemente a muchos les gustarán, lo que no es mi caso.
    A ver qué les parece:
 
1. Las cuatro y media.
 
    Una serie de cuentos breves, ocho en total, y que abarcan casi 50 páginas.  Todos poseen sus propios títulos, pero comparten algo muy especial: personajes con los mismos nombres, los cuales viven vidas parecidas en uno y otro relato, a veces con parentescos que los convierten en variaciones interesantes de sus "gemelos".  Algo así como un Multiverso.  Hay varios momentos de verdadera belleza, tal como nos acostumbró Ursula K. Le Guin, autora a la que echamos bastante de menos tras su partida.  Sin embargo, no logro encontrar la razón del nombre genérico de estos textos, ni el sentido general de estas historias, cuya moraleja se me escapa también.  La verdad es que creo que la intención de la escritora fue hacer un ejercicio de escritura creativa, contándonos varias versiones de los mismos personajes.
 
2. La casa del profesor.
 
   Un docente universitario tiene en su hogar una sofisticada casa de muñecas, a la que le dedica gran parte de su tiempo.
    La historia nos mantiene alerta, pero va por los mismos derroteros que los textos anteriores, sin un verdadero drama que podamos reconocer y para que todo acabe de la manera que nos tenía acostumbrados.
    Si tuviera que decir de qué va esta narración, diría que de las obsesiones y de cómo un hombre mayor, pese a su inteligencia, puede perder la comunicación incluso con su familia, cuando opta por orientar sus frustraciones en algo tan "banal" como un juguete para niños (otros lo harán usando para ello el fútbol o la gula).  Por supuesto, esto que digo es un intento de interpretación mía, para darle sentido a una pieza que me dejó anonadado.
 
3. Ruby en el 67.
 
    Dos ancianas hacen un viaje en bus y conversar de varias cosas.
    Si los textos anteriores nos parecen raros y carentes de sentido, este lleva las de ganar.
    Una verdadera decepción para mí (¿Qué se estaba fumando la tía Ursula cuando escribió este relato?)
 
4. Limberlost.
 
    Una novelista asiste a un congreso de literatura, que se lleva a cabo en un campamento rodeado de un bosque o algo parecido.  Allí no solo disfruta del lugar y de toda la experiencia, sino que comienza a recordar que hace muchos años anduvo por ahí.
    Un cuento mucho más extenso que los anteriores y que nos mantiene expectantes a lo que va a pasar, pero (y casi me apena decirlo, de una escritora tan magnífica como la Le Guin) o bien se desinfla hacia el final sin acabar como esperaríamos de una historia convencional, o bien se me escapa el sentido que le quiere dar su autora.  En todo caso, el tono de esta selección está claro que es romper, hasta ahora, con lo que se supone saldría de la imaginación de alguien como esta artista.



 
5. Los animales de mi imaginación.
 
   Una serie de tres relatos, cada uno con su título mencionando la criatura alada a la que hacen mención (un escarabajo, un gorrión y una gaviota), a los que la protagonista/narradora (que podría ser la misma persona, la misma autora, si bien en el segundo texto dice que va a una reunión de bibliotecarios) se encuentra en distintos lugares y circunstancias.  Cada narración posee un grado de dramatismo, puesto que el hallazgo no ocurre en las mejores circunstancias y ello provoca incomodidad como mínimo a la protagonista.
    Al menos logro reconocer en esta pieza, bastante raras, algo más o menos comprensible para mi escaso entendimiento: la fragilidad de estas criaturas está relacionada con la muerte y la sensación de mortalidad misma de quien aquí nos cuenta estos pasajes.
 
6. Mantengan la posición.
 
    De forma paralela se nos cuenta la historia de una madre que acompaña a su hija, a una clínica abortiva a realizarle una intervención.  Las razones para llevar a cabo el procedimiento se nos revelan y todo es abordado con la suficiente humanidad que esperaríamos de alguien como la Le Guin.  Por otro lado, se nos cuenta acerca de dos manifestantes antiaborto, un hombre y una mujer que se cruzan en el camino con las dos anteriores; estos dos últimos no son retratados como personas a las cuales, yo al menos, tendría entre mis amigos.
     Este es el texto que mejor demuestra las virtudes narrativas de la escritora, pues posee un evidente drama humano al cual le saca partido; no obstante, el desenlace me parece es demasiado insignificante como para las expectativas que me había hecho.  Supongo lo anterior, porque la vida misma no siempre es tan épica o maravillosa como quisiéramos.
    Por cierto, considerando que estos trabajos transcurren en el "mundo real" (al menos los que he leído hasta ahora), este es el primero en el que se hace mención a la cultura popular y ello cuando uno de los personajes hojea una revista en la que aparece el actor Kevin Costner.  Algo curioso ¿No?
 
7. Las cucharillas del sótano.
 
    Una mujer encuentra en la vieja casa que habita junto a su familia, un valioso set de cucharillas de plata, seguramente de los anteriores dueños del lugar.  El curioso origen de esos objetos se descubre, cuando la actual anfitriona conoce en circunstancias muy especiales a una antigua habitante del lugar.
     Lo que parece de lo más estrafalario tras el primer encuentro, se vuelve más raro aún con el siguiente.
    Otro texto de la escritora que escapa a la causalidad y que se haya en el terreno de lo inclasificable.  Definitivamente no es mi tipo de historia.
 
8. Un domingo de verano en la costa.
 
    Un texto muy breve de menos de dos páginas, que solo sirve para demostrar de gran manera los desvaríos que puede llegar a tener una mente brillante como la de la "Tía Ursula".
 
9. Tiempo de sequía.
 
    En una casa el agua ha comenzado a salir roja y la idea es saber por qué.
    Lo que podría dar a un relato lleno de intriga y sorpresas, termina como otros textos del libro: dejándonos con una gran interrogante, acerca del sentido de algo tan extravagante como esto.

2 comentarios:

  1. Siempre me inspiras a nuevas lecturas amigo y eso lo agradezco muchísimo, aunque mi bolsillo sufra jajajaja

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    Respuestas
    1. Para conocer a la gran Ursula K. Le Guin, este no es el libro que te recomiendo, hay otros lejos mejores.

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