En
el pasado (no muy atrás en el tiempo, claro), las series de televisión tenían
un montón de episodios por temporada (sobre veinte, la verdad) y año tras años
solo pasaban cerca de doce meses entre una temporada y otra. En cambio, hoy en día, no solo es la
costumbre hacer estas tandas con menos capítulos (a veces "míseros"
seis por entrega), sino que pueden pasar dos años e incluso más... La
justificación para lo anterior es que los costes de producción hoy en día son
más caros y ello permite ocupar mejor el dinero en los pocos episodios, con
mejores exteriores, sets, efectos especiales y contratando a estrellas de
renombre (como premiados y populares estrellas de cine) ¡Y para qué haberles de
la tendencia de contar una sola historia, a lo largo de esa misma
"breve" temporada! Justo lo anterior, deja de lado la posibilidad de
desarrollar una nueva aventura semana a semana (dejando de lado los capítulos
dobles, claro). Y lo peor de todo, al
menos para mí y aunque parezca ridículo, viene a ser la tendencia de prescindir
de los hermosos títulos de apertura y que tanto identifican a un programa de
otro.
Justamente el show que nos reúne hoy cumple con todos los factores arriba mencionados, siendo más encima uno de los mejores títulos actualmente en pantalla. Asimismo, multipremiado y que se ha vuelto todo un referente dentro de la cultura popular. Les estoy hablando de El Cuento de la Criada, que el año pasado estrenó por fin su quinta temporada y que tan solo hace poco me di el gusto de ver.
La serie basada en la novela homónima de Margaret Atwood (una impactante antiutopía feminista, acerca de un Estados Unidos reconvertido en un totalitarismo teocrático fundamentalista y puritano, en un futuro cercano), había tenido un claro bajón argumental, al hacer que su protagonista por fin lograra escapar de las garras de Gilead, regresando con casi toda su familia (menos con su hija mayor, aún atrapada en ese otro mundo lleno de horrores). Fue así que al tener a June ahora en Canadá, supuestamente segura, se perdió buena parte de su atractivo y de ese modo era necesario encantar de nuevo a la audiencia con nuevos giros dramáticos (algo que no se trabajó mucho ese año). Menos mal que para esta última tanda de episodios, tuvieron tiempo de sobra para organizar todo mejor y así contarnos una continuación lo suficientemente fascinante para este drama de ciencia ficción... ¡Y vaya que lo lograron!
Justamente el show que nos reúne hoy cumple con todos los factores arriba mencionados, siendo más encima uno de los mejores títulos actualmente en pantalla. Asimismo, multipremiado y que se ha vuelto todo un referente dentro de la cultura popular. Les estoy hablando de El Cuento de la Criada, que el año pasado estrenó por fin su quinta temporada y que tan solo hace poco me di el gusto de ver.
La serie basada en la novela homónima de Margaret Atwood (una impactante antiutopía feminista, acerca de un Estados Unidos reconvertido en un totalitarismo teocrático fundamentalista y puritano, en un futuro cercano), había tenido un claro bajón argumental, al hacer que su protagonista por fin lograra escapar de las garras de Gilead, regresando con casi toda su familia (menos con su hija mayor, aún atrapada en ese otro mundo lleno de horrores). Fue así que al tener a June ahora en Canadá, supuestamente segura, se perdió buena parte de su atractivo y de ese modo era necesario encantar de nuevo a la audiencia con nuevos giros dramáticos (algo que no se trabajó mucho ese año). Menos mal que para esta última tanda de episodios, tuvieron tiempo de sobra para organizar todo mejor y así contarnos una continuación lo suficientemente fascinante para este drama de ciencia ficción... ¡Y vaya que lo lograron!
June Osborne, el personaje principal o al
menos quién le da el nombre a esta obra (pues, la verdad, este es un drama
coral compuesto de varios personajes maravillosos y que se roban la pantalla
unos a otros), ha quedado marcada como nunca por sus violentos actos, tras su
ultimo regreso a la llamada Tierra de Nadie (la frontera entre Gilead y
Canadá). Esta mujer de hierro, sensible
y a quien es imposible no admirar, comienza un descenso inesperado a la locura
y al odio, demostrándonos con ello, cómo la oscuridad puede ensuciamos el alma
lo suficiente, si no somos capaces de superar lo peor de nosotros mismos. Por lo tanto, una vez que pise fondo la
heroína en decadencia, su labor será recuperarse tanto como para volver a ser
el faro de luz, que otrora fue para tanta gente y, por último, volver a ser
ella misma.
Mucho sucede durante la quinta temporada,
DEMASIADO y los momentos intensos e inolvidables (que nos sobrecogerán el
alma), se suceden uno tras otro. Entre
los personajes que ya queremos hace rato y junto a quienes hemos recorrido este
doloroso camino hacia la recuperación de la libertad social y personal, la
buena de Janine sigue dándonos que hablar.
Por otro lado, su otro lado de la moneda, Tía Lydia, también continúa
conmoviéndonos y demostrándonos que hay matices, ya que las cosas y las
personas son mucho más complejas de lo que creemos; debido a lo anterior,
imposible no sentir aprecio por esta fanática de Gilead y quien cree que
efectivamente está haciendo un servicio a los demás, a la humanidad y en
especial a sus chicas. Por último, tal
como pasa con June y Serena, Janine y Tía Lydia se complementan de una manera
fabulosa; pues sus destinos también están unidos y bien se observa en cada una
la huella que ha dejado la otra.
Las cuatro mujeres recién mencionadas, han crecido mucho desde que comenzó el show. Dos de ellas están en Canadá, viven muy cerca la una de la otra y las otras dos se encuentran en Gilead. Ninguna la tiene fácil y ver cómo se las apañan para sobrevivir a lo difíciles que son sus vidas, es uno de los mayores alicientes de este espectáculo.
De la por igual admirable Emily, solo sabemos en el primer capítulo y no más porque se menciona cuál es su actual paradero; con posterioridad no aparece en toda la temporada. Ojalá vuelva en la siguiente, la última, que se le echó de menos y eso que tuvimos mucho para gozar ese/este año. En cuanto a las otras muy buenas amigas de June, Moira y Rita, esta vez solo cumplieron roles de comparsa y se desperdiciaron sus capacidades; supongo, en parte para sacarle provecho a todo lo otro que pasaba a su alrededor, y también porque con solo diez episodios tantos personajes no pueden poseer el mismo desarrollo.
A diferencia de las anteriores, sí tuvimos mucho de los roles masculinos como Nick y Joseph, el primero (tal vez) más que nunca y el segundo volviéndose un sujeto todavía más enigmático y, pese a todo, simpático a nuestros ojos. En cuanto al marido de June, bien fue opacado por los otros dos. Bueno, también tenemos a otro secundario que ha destacado bastante: el representante del gobierno gringo, Mark Tuello, un gran aliado para June e incluso para Serena y quien representa los manejos ocultos de la política, que se mueven en espacios tan claroscuros.
Dejo un espacio aparte para el muy desagradable comandante Putnam y su mujer, los cuales tienen momentos increíbles en esta temporada. Es más, ambos nos regalan al menos tres de las escenas más impactantes del quinto año. Maldad, corrupción, misericordia, justicia y soledad son palabras que se me vienen a la mente, cuando pienso en estos personajes secundarios que también llevan años con nosotros y que siguen tan sólidos como siempre.
Tengo un par de cosas que comentarles antes de despedirme: Primero, creo que solo ahora me doy cuenta que la teocracia de Gilead, si bien está inspirada en la Biblia, solo se basa en el Antiguo Testamento y, por lo mismo, no cuenta con una base cristiana. Todo esto es importante, para comprender mejor la justificación detrás de las atrocidades de ese gobierno, puesto que en ningún momento podemos encontrar entre sus dogmas los valores cristianos y tampoco sus ritos. Por lo mismo, la figura de la mujer está tan desvalorizada, puesto que es Jesús quien las trata con igualdad en el texto bíblico y deja de lado los aspectos más tradicionales y patriarcales que los poderosos de Gilead han llevado a los últimos extremos. Segundo, Elizabeth Moss, la galardonada actriz a cargo de June, no solo oficia de productora de este magnífico programa, sino que vuelve a ponerse detrás de las cámaras y lo hace muy bien con esta labor en los sus primeros episodios; a ver qué nos depara el futuro. dentro de este otro aspecto en su carrera artística, que bien podría llegar a dirigir hasta grandes películas para el cine.
Las cuatro mujeres recién mencionadas, han crecido mucho desde que comenzó el show. Dos de ellas están en Canadá, viven muy cerca la una de la otra y las otras dos se encuentran en Gilead. Ninguna la tiene fácil y ver cómo se las apañan para sobrevivir a lo difíciles que son sus vidas, es uno de los mayores alicientes de este espectáculo.
De la por igual admirable Emily, solo sabemos en el primer capítulo y no más porque se menciona cuál es su actual paradero; con posterioridad no aparece en toda la temporada. Ojalá vuelva en la siguiente, la última, que se le echó de menos y eso que tuvimos mucho para gozar ese/este año. En cuanto a las otras muy buenas amigas de June, Moira y Rita, esta vez solo cumplieron roles de comparsa y se desperdiciaron sus capacidades; supongo, en parte para sacarle provecho a todo lo otro que pasaba a su alrededor, y también porque con solo diez episodios tantos personajes no pueden poseer el mismo desarrollo.
A diferencia de las anteriores, sí tuvimos mucho de los roles masculinos como Nick y Joseph, el primero (tal vez) más que nunca y el segundo volviéndose un sujeto todavía más enigmático y, pese a todo, simpático a nuestros ojos. En cuanto al marido de June, bien fue opacado por los otros dos. Bueno, también tenemos a otro secundario que ha destacado bastante: el representante del gobierno gringo, Mark Tuello, un gran aliado para June e incluso para Serena y quien representa los manejos ocultos de la política, que se mueven en espacios tan claroscuros.
Dejo un espacio aparte para el muy desagradable comandante Putnam y su mujer, los cuales tienen momentos increíbles en esta temporada. Es más, ambos nos regalan al menos tres de las escenas más impactantes del quinto año. Maldad, corrupción, misericordia, justicia y soledad son palabras que se me vienen a la mente, cuando pienso en estos personajes secundarios que también llevan años con nosotros y que siguen tan sólidos como siempre.
Tengo un par de cosas que comentarles antes de despedirme: Primero, creo que solo ahora me doy cuenta que la teocracia de Gilead, si bien está inspirada en la Biblia, solo se basa en el Antiguo Testamento y, por lo mismo, no cuenta con una base cristiana. Todo esto es importante, para comprender mejor la justificación detrás de las atrocidades de ese gobierno, puesto que en ningún momento podemos encontrar entre sus dogmas los valores cristianos y tampoco sus ritos. Por lo mismo, la figura de la mujer está tan desvalorizada, puesto que es Jesús quien las trata con igualdad en el texto bíblico y deja de lado los aspectos más tradicionales y patriarcales que los poderosos de Gilead han llevado a los últimos extremos. Segundo, Elizabeth Moss, la galardonada actriz a cargo de June, no solo oficia de productora de este magnífico programa, sino que vuelve a ponerse detrás de las cámaras y lo hace muy bien con esta labor en los sus primeros episodios; a ver qué nos depara el futuro. dentro de este otro aspecto en su carrera artística, que bien podría llegar a dirigir hasta grandes películas para el cine.
Nunca la he visto pero por la descripción la necesito en mi vida
ResponderEliminar¡Me tay! Te esperan muchas lágrimas
EliminarLa mejor recomendación que he recibido de ti, aún no veo la 5ta temporada pero ya quiero verla y se ganó un lugar entre mis favoritas, sin duda excelente descripción de la trama y personajes.
ResponderEliminarHay que puro juntarse a comentarla para cuando ya la hayas visto y así ponerse al día.
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