jueves, 2 de noviembre de 2023

No fue la mejor de las despedidas


 
     Casi dos años tuvimos que esperar (otra vez) para que se concretara y estrenara la tercera temporada de The Witcher, la famosa serie de fantasía con Henry Cavill como protagonista, basada en la saga literaria sobre Geralt de Rivia.  Las expectativas eran altas, que como ya nos tenían acostumbrados al final de sus temporadas anteriores, se suponía que se avecinaban más "tiempos interesantes".
    La verdad es que no recordaba mucho de lo que había pasado hasta el momento y solo retazos me quedaban, imágenes y buenos recuerdos de sus tres personajes principales (y del bardo Jaskier, uf, personaje secundario que bien merece varios fanfictions homoeróticos con su compañero y amigo Brujo); que me dio lata volver a verme de nuevo lo que había pasado, tal como ya lo había hecho antes de pasar a la segunda tanda de episodios.  Así que, luego de darle varias vueltas al asunto, me dispuse a verme por fin tan anhelados capítulos (¡Solo míseros ocho de ellos, como en el pasado, que bien podrían habernos dado más! ¿No?).  Por lo tanto, sin mucha memoria al respecto, me encontré con una confusa guerra mágica que implicaba a elfos y humanos, en la que los hechiceros estaban muy involucrados.
    Compleja y enredada me resultó la tercera temporada, con demasiados cortes entre una escena y otra; de modo que me costó entender para dónde iba todo, ya bien avanzada esta última tanda.  Al menos me encontré con la mayoría de sus personajes y no solo con el trío protagónico, que sus secundarios (entre héroes, antihéroes y villanos, quienes siempre fueron algunos de sus puntos altos); dentro de estos últimos, además del guapo y encantador músico, la maestra de Yennefer se lleva todos los aplausos.
    Hace rato que no tenemos episodios autoconclusivos o con argumentos que estuviesen fuera de la trama central, pero que funcionasen de forma independiente (como pasó con la preciosa historia del dragón y la aterradora narración de la niña maldecida al nacer, ambos de su temporada inicial), de modo que mucho más difícil me resultó seguir el show.  En más de una ocasión estuve tentado con dejar el programa, que era evidente la baja en la calidad de los guiones; en cambio la producción seguía siendo fabulosa, aunque de poco vale tanta espectacularidad, si la narración no consigue atraparnos.
    Creo que fue más o menos por el capítulo quinto, que por fin me impresioné y dije "¡Guau, esto valió la pena esperar tanto!".  No obstante, el entusiasmo ya no era el de antes y acabé el espectáculo sintiéndome engañado.
    Otro detalle que se echó de menos fue que se perdió gran parte del elemento erótico que caracterizaba a este título (pese a que mantuvieron las inclinaciones masoquistas, de cierto jefe de espías), que creo nunca antes había salido con tanta ropa nuestro amado "mutante".
    Unas cuantas cosas impactantes igual pasan al final, en especial la heroica muerte de..., que en ningún momento me lo esperaba.
    ¿Me equivoco o rediseñaron a la gente del bosque, para hacerlos más atractivos visualmente?
     Por cierto, al no poder cumplir la fantasía sexual de ver a Geralt más cercano con su amigo Jaskier, convirtieron a este último en un personaje en bisexual; así que le crearon un romance con otro hombre, aunque incluso esto les salió desabrido... ¡Haberse esmerado más!
     Y ahora me toca explicar la razón del título de este post.  Pues resulta que Henry Cavill, decidió dejar The Witcher tras la finalización de esta tercera temporada, debido a serias diferencias con los productores.  Y es que el buen Henry, no solo se ha hecho famoso por interpretar al menos dos personajes icónicos (y muy masculinos) de la ñoñería, como lo son el protagonista de la historia que hoy nos reúne y el mismísimo Superman, sino que es un gammer de corazón y lector de ficciones del tipo al que pertenece este programa.  Por lo tanto, cuando los guionistas de esta adaptación y sus jefes decidieron obviar el material literario original, dejando de lado las novelas y cuentos que escribió Andrzej Sapkowski (y quien se enojó al respecto al saber de este desprecio a su labor), tras no ser atendidas sus justas peticiones, decidió alejarse del proyecto y apoyando con ello al escritor.
    Teniendo en cuenta todo esto, era de suponer que Henry Cavill se iría con honores del espectáculo que le concedió más glorias aún.  No obstante, su personaje se diluyó bastante y no se le sacó provecho suficiente.  Tal vez un acto de venganza, por parte de quienes debían escribirle mejores escenas y diálogos, a los que el histrión bien retó a ser más cercanos a los libros.  Sin embargo, no importa, pues a Henry Cavill no le faltan proyectos, ni gente que lo adore.
    A ver qué pasará con la cuarta temporada, cuando Geralt de Rivia sea interpretado esta vez por Liam Hensworth.  No prometo que la veré, que esta serie terminó por decepcionarme y aburrirme harto, tras haber comenzado tan bien (lo que me recuerda a lo pasado con Westworld, otro desastre).

¡Te extrañaremos, Henrycito!

4 comentarios:

  1. Desde la mitad de la segunda temporada comenzó aburrirme pero por el papucho la termine y el papucho veré la tercera

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  2. Me ha costado terminar la tercera temporada, tenía tanto potencial esta serie y la arruinaron con tanta motivación..., si existe cuarta temporada va a ser peor sin dudas y terminará cancelada y archivada como suele hacer Netflix. Una pena.

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