1. El argumento.
La tercera parte de la saga de "fantasía oscura" (por llamarla de una forma) de Abarat, del escritor Clive Barker, corresponde a Medianoche Absoluta. El libro data de 2011, o sea, apareció en las estanterías 5 años después de la anterior entrega (una larga espera para sus seguidores, puesto que el segundo libro, Días de Magia, Noches de Guerra es de 2004). Un poco más extenso que su predecesor, tal como este otro supera con creces al texto anterior y es que su autor ha logrado armar demasiado bien todo. La fascinación que provoca este libro solo es posible al contar con personajes tan potentes (entre viejos conocidos y los nuevos que acá llegan, para gozo nuestro) y poniendo de ante mano fabulosos escenarios, para luego desarrollar varios acontecimientos impactantes y muchos de ellos ocurriendo de forma paralela. Ingredientes bien manejados, que nos dan como resultado una obra de proporciones épicas, en la cual la lucha del bien contra el mal nos muestra que las cosas no son tan sencillas, sino que el mundo está lleno de matices y que debemos saber descubrir; por ende, no todo es lo que parece y podemos llegar a sorprendernos, cuando hasta el alma más oscura puede poseer algo de luz o creemos exista siempre el bien en la belleza.
Luego del impactante clímax del tomo previo, transcurrido nada menos que en el llamado Más Allá (es decir, nuestro propio mundo), su ya querida heroína adolescente debe convencer, primero, a un obtuso consejo de las islas de Abarat de que el conflicto bélico se avecina (momento en el cual nos reencontramos con uno de los secundarios, que desde su primera aparición consiguió nuestra atención); luego tener que oponerse a la verdadera mente maestra, detrás del desastre que se avecina y quien viene a ser una villana increíble y a mi humilde parecer una de las mejores que he conocido (al nivel de la Bruja Blanca de Las Crónicas de Narnia o tal vez mejor), lo que implicará enfrentarse a nuevos peligros que nos quitarán el aliento. Pero todo esto es mucho más complicado, puesto que aparece otra mano siniestra entre medio, un personaje impensable y el cual se volverá una de las grandes sorpresas del libro.
Barker comienza este título haciéndonos una poderosa promesa: Candy se cruzará en determinado momento con un nuevo e interesante secundario, alguien que ayudará a aclarar varios misterios que hace rato nos estaban intrigando. Luego la historia mejora mucho más, cuando se le otorga importancia a otro personaje, de quien hasta el libro anterior solo sabíamos unas cuantas cosas.
Por otro lado, el ominoso nombre de este libro se entiende cuando por fin se lleva a cabo el plan de Mother Mootley, el cual se explicó en el volumen anterior. Su realización no solo es impactante, sino que entre medio ocurren tantos hechos dignos de recordarlos, que no tenemos momentos para aburrirnos. A lo anterior, se suma el uso de un arma de proporciones apocalípticas, otro detalle que hace de la lectura del libro un enorme placer.
La tercera parte de la saga de "fantasía oscura" (por llamarla de una forma) de Abarat, del escritor Clive Barker, corresponde a Medianoche Absoluta. El libro data de 2011, o sea, apareció en las estanterías 5 años después de la anterior entrega (una larga espera para sus seguidores, puesto que el segundo libro, Días de Magia, Noches de Guerra es de 2004). Un poco más extenso que su predecesor, tal como este otro supera con creces al texto anterior y es que su autor ha logrado armar demasiado bien todo. La fascinación que provoca este libro solo es posible al contar con personajes tan potentes (entre viejos conocidos y los nuevos que acá llegan, para gozo nuestro) y poniendo de ante mano fabulosos escenarios, para luego desarrollar varios acontecimientos impactantes y muchos de ellos ocurriendo de forma paralela. Ingredientes bien manejados, que nos dan como resultado una obra de proporciones épicas, en la cual la lucha del bien contra el mal nos muestra que las cosas no son tan sencillas, sino que el mundo está lleno de matices y que debemos saber descubrir; por ende, no todo es lo que parece y podemos llegar a sorprendernos, cuando hasta el alma más oscura puede poseer algo de luz o creemos exista siempre el bien en la belleza.
Luego del impactante clímax del tomo previo, transcurrido nada menos que en el llamado Más Allá (es decir, nuestro propio mundo), su ya querida heroína adolescente debe convencer, primero, a un obtuso consejo de las islas de Abarat de que el conflicto bélico se avecina (momento en el cual nos reencontramos con uno de los secundarios, que desde su primera aparición consiguió nuestra atención); luego tener que oponerse a la verdadera mente maestra, detrás del desastre que se avecina y quien viene a ser una villana increíble y a mi humilde parecer una de las mejores que he conocido (al nivel de la Bruja Blanca de Las Crónicas de Narnia o tal vez mejor), lo que implicará enfrentarse a nuevos peligros que nos quitarán el aliento. Pero todo esto es mucho más complicado, puesto que aparece otra mano siniestra entre medio, un personaje impensable y el cual se volverá una de las grandes sorpresas del libro.
Barker comienza este título haciéndonos una poderosa promesa: Candy se cruzará en determinado momento con un nuevo e interesante secundario, alguien que ayudará a aclarar varios misterios que hace rato nos estaban intrigando. Luego la historia mejora mucho más, cuando se le otorga importancia a otro personaje, de quien hasta el libro anterior solo sabíamos unas cuantas cosas.
Por otro lado, el ominoso nombre de este libro se entiende cuando por fin se lleva a cabo el plan de Mother Mootley, el cual se explicó en el volumen anterior. Su realización no solo es impactante, sino que entre medio ocurren tantos hechos dignos de recordarlos, que no tenemos momentos para aburrirnos. A lo anterior, se suma el uso de un arma de proporciones apocalípticas, otro detalle que hace de la lectura del libro un enorme placer.
2. Viejos conocidos.
Aparte de la malvada anciana (¡Su odio y sed de poder son realmente atroces!), tenemos acá a un par más de "viejas caras", que tendrán un desarrollo muy intenso dentro de la novela: Por un lado, nada menos que el desagradable padre de Candy, quien de ser un don nadie pasa a ser alguien con un poder impresionante; deben descubrir por su cuenta cómo esto es posible y paladear cada palabra que compone su inesperada intervención dentro de la trama. Este hombre es un sujeto odioso, por donde se le mire, de seguro porque el mal que encarna al ser tan realista (ignorante, prejuicioso, machista, borracho y violento), provoca lejos más rechazo que cualquiera de los villanos de Abarat y a los que se ha enfrentado Candy; por lo mismo, cuando este consigue de forma inesperada acceso a un poder superior, este hecho resulta muy interesante ¿Qué pasa cuando un sujeto común y corriente, además de detestable, tiene a su disposición algo tan grande como lo que aquí atestiguaremos?
Y, luego, tenemos a Cristopher Carroña. Casi desde un principio sabíamos de qué se trataba de un sujeto complejo, alguien que algún momento había tratado de amar y el cual, tras negársele dicha bendición, opta por la oscuridad; sin embargo, pese a todo su rabia y desprecio contra el mundo, podíamos hallar en él un pequeño rastro de su humanidad perdida. La última vez que lo vimos, nos despedimos de su persona en una escena muy dramática, quedando en misterio qué había pasado con él realmente. Ahora que regresa a la historia (y siendo él tenía que hacerlo en grande), casi llegamos a olvidar sus actos más nocivos y es que de este Carroña renacido, nos podríamos esperar cualquier cosa, entre nuevas aberraciones y noblezas. A ver qué pasará con él a futuro (si es que Clive Barker llega a terminar su supuesta pentalogía). Cabe mencionar que su relación con Candy en este libro será otra de las grandes sorpresas que nos depara Medianoche Absoluta, pues desde el primer libro de Abarat, cada intervención de Cristopher Carroña es algo para disfrutar y esta vez, más que nunca, resulta satisfactorio comprobar qué está haciendo.
De Rojo Pixler nada sabíamos de manera "directa", desde el primer libro de la saga. Su condición sobre si era otro villano o no, con sus propios intereses opuestos a los de Mother Mootley y Carroña, no estaba clara; aunque bien nos pareció alguien antipático tras su debut... Pues ahora vuelve a aparecer y esta vez nos da momentos lejos más sobresalientes, que cuando lo conocimos: En primer lugar, nos enteramos que no solo es un narcisista y avaricioso, sino que es capaz de demostrar afecto y preocupación por otros; asimismo, es coprotagonista de uno de los momentos más "bakerianos" de la saga, que les estoy hablando de monstruosidades y asquerosidades como bien sabe detallar el autor. A ver qué pasará con este sujeto, luego de la gran confrontación que tiene poco antes de volver a desaparecer.
3. Temas.
Desde que conocimos a Candy, sabíamos de su complicada relación familiar: Un padre cesante, alcoholizado y malhumorado, sin olvidar su condición de maltratador; una madre sometida y dos hermanos menores con los que no logra conectar. Todo lo anterior, sumado a lo aburrido que le resulta vivir en Chickentown, donde más encima no posee amigos, la tiene al borde de la depresión. Pero su caso es moco de pavo, si lo comparamos con Carroña, quien vive sometido a una despiadada abuela, la cual nunca le dio amor e incluso llegó a coserle los labios como castigo; a lo anterior se le suma que el resto de sus parientes cercanos (padres y numerosos hermanos), murieron en un incendio cuando él era apenas un bebé. La verdad es que los libros de Abarat están llenos de ejemplos de familias disfuncionales o al menos puedo nombrar otras dos más: Al buen Malingo (el mejor amigo de Candy) lo vendieron sus propios progenitores como esclavo cuando era pequeño y en Medianoche Absoluta conoceremos a un grupo familiar compuesto de solo tres personas (madre "soltera" y dos hijos) muy especial. De tal modo, la presencia de familias como estas nos permite introducir el tema de la resiliencia, por lo menos en los tres primeros ejemplos mencionados; siendo que la propia Candy y Malingo logran superar su soledad, gracias a que descubren que en otros, no consanguíneos, es posible hallar la felicidad que les faltó... Claro que después Candy se reconcilia con su madre y los John, en cambio, liderados por Fechorías, nos dan un buen ejemplo de hermandad consanguínea.
Sin olvidar que el personaje principal es una chica de solo 16 años (cuya vida fue "normal" hasta su primer encuentro con Fechorías y sus hermanos y quien ni siquiera lleva un año en Abarat), la novela posee más de un personaje femenino de gran fuerza de voluntad y poderosa de verdad. No olvidemos que la saga comienza con tres mujeres, tres hechiceras (entre ellas la buen Diamanda), quienes serán las responsables del destino de Candy con su acto. Y es que esta serie de libros nos muestra al género femenino como a toda una fuerza de la naturaleza, algo merecedor de respeto y de temer, lo último considerando la enorme capacidad de las mujeres para la destrucción. Si Candy nos enseña cómo solo siendo menor de edad, alguien de su género puede cambiar tanto la vida de otras personas, gracias a su amor y compasión, personajes como Mother Mootley, sus "hermanas" tejedoras y otras, nos enseñan que la maldad en una mujer es aterradora.
4. Nuevos personajes.
Boa: Supimos de ella en el tomo anterior, presentándonosla como toda una princesa de cuentos de hadas (hermosa, dulce, enamorada y sometida a una gran maldad); pero es por medio de esta tercera parte, que nos enteramos de su verdadera naturaleza y vaya que Clive Barker nos echó un balde agua fría. Ligada, quiérase o no, a Candy, bien podría decirse que su intromisión en la historia es algo se quedará entre nuestros recuerdos más intensos como lectores (me mordí los dedos para no hacerles spoilers sobre ella).
Maratien: Una muchachita aprendiz (o algo así) de Mother Mootley y quien admira bastante a esta, por lo que llegamos a deducir de su conducta con la anciana. Bien sabemos que la vieja bruja trata de "hermanas" a las "tejedoras", que la acompañan y sirven en su atroz proyecto, por quienes siente incluso respeto y aprecio; sin embargo, las anteriores no son sus pares, puesto que siempre Mother Mootley se ve por encima del resto... Pero con esta chica sucede algo distinto, relación a través de la cual podemos reconocer el primer indicio de afecto de su parte, por alguien que ha sido capaz de acriminarse con su propia familia y sin sentimiento de culpa. Y es que la vieja bruja la trata de "niña", como educándola y de cierta manera cariñosa. Pese al modelo que ha decidido seguir la joven, no se aprecia maldad en ella y, por lo mismo, cuando acaban las lecciones de la discípula, resulta de lo más impactante.
Laguna Moon: Una poderosa bruja que vive junto a sus dos hijos, apartada del resto de la gente. Se dice de ella que está loca y se cuentan cosas espantosas, sin embargo, ello no es obstáculo para que Candy y Malingo acudan hasta ella para ver si los puede ayudar. Obesa y muy elocuente, como muchos otros, siente rápida simpatía por la protagonista. Todo el apartado en el que aparece es demasiado intenso (la verdad es que este libro y los anteriores, están tan llenos de maravillas, que atrapan al lector con facilidad y uno no quiere soltarlos) y al menos yo ya lo echo de menos. Asimismo, la figura de sus hijos resulta una de las mejores ideas del autor: A ambos los tuvo sin intervención masculina, por sí sola, fruto de su magia; uno es fruto de todo lo bueno que hay en ella, aunque es contrahecho y lo rechaza, bien hay mucha nobleza en él; el otro, su orgullo, es la encarnación de sus aspectos negativos y es hermoso, pero malicioso.
Voorzangler: Lo conocimos en el primer volumen, si bien esta vez su rol es más destacado. Se trata de la mano derecha de Rojo Pixler, de su inventor más prodigioso. Usa una especie de monóculo, que le da apariencia de cíclope. Curioso y algo torpe en la comunicación social (¿Será un personaje TEA?), es muy leal a su señor.
Gazza: Un joven marinero que se encuentra con Candy y sus amigos, no en las mejores circunstancias (de hecho, la primera impresión que tenemos suya es la alguien violento). Apenas se cruza con la protagonista, nace el amor a primera vista, si bien este romance me parece lo único forzado de toda la saga, por ser demasiado rápido el flechazo.
Zephario Carroña: El primer personaje en salir apenas abrimos el libro. Un anciano ciego y humilde, con la capacidad de la adivinación. Uno de los tantos grandes personajes que nos regala su autor... ¡Y no se diga más!
5. ¿Qué nos depara el futuro?
Más de una década ha pasado desde que se publicó Medianoche Absoluta y su autor a la fecha ya cuenta con 71 años (como si fuera ayer, cuando en mi adolescencia, en los noventa, lo veía como a un escritor guapo y joven). Clive Barker desde entonces ha tenido problemas de salud y la verdad es que, si se le compara con algunos colegas suyos" como Stephen King o Brandon Sanderson, tampoco es muy prolífico que digamos. Según sus declaraciones serán dos libros más, aunque todavía los estamos esperando y mientras tanto, roguemos a Dios que le dé vida y ganas suficiente para que los acabe y podamos disfrutarlos pronto (y, de paso, para que sean traducidos). Así como vamos, Barker está igual que George R.R. Martin, quien todavía nos tiene esperando los dos últimos tomos de Canción de Hielo y Fuego; aunque al menos, mientras tanto, este último sacó en torno a esta saga unas cuantas precuelas, a manera de cuentos, novelas cortas y libro... ¡Debería seguir su ejemplo Clive Barker!
Siempre me ha encantado la forma que tienes para desglosar libros, novelas gráficas, películas y series, cuando uno no conoce permites entusiasmar a conocer
ResponderEliminar¿Has leído sus cuentos? Es una maravillosa manera de comenzar con él, que así se hizo conocido y tuvo el respaldo de Stephen King. Lo adoro.
EliminarNo tengo mucho para comentar porque no he leído esta trilogía, pero me has dejado las ganas de hacerlo pronto. A la lista de pendientes, y larga vida a Barker, otros de los grandes. Saludos!!!
ResponderEliminarRICARDO
Lo único que te diré es que cuando le des su tiempo vas a disfrutar demasiado.
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