Tanto
que me gusta don Howard Phillips Lovecraft y ni siquiera me he leído la mitad
de su obra publicada; para qué hablar de ese legendario detective londinense
que es Sherlock Holmes, del cual todo lo que escribió su creador, Sir Arthur
Conan Doyle, apenas he revisado 4 de sus libros (la primera colección de
cuentos y 3 novelas suyas). Otro pecado
de omisión, que es solo cosa de ponerme en campaña para resarcirme con
facilidad de ello , pues hace rato que tengo todos sus títulos…
En abril se celebra en Chile (y supongo
que en buena parte del mundo) el Mes del Libro, que con un solo día pareciera
no alcanzar. Es así que en la Plaza de
Armas de Santiago, que data desde tiempos de la Colonia y está lleno de
edificios centenarios, se lleva a cabo durante una semana o dos una pequeña
feria del libro, a la que no dejo de asistir al menos un par de veces. Pues resulta que en una ocasión, hace poco
más de 6 años atrás, comenzaron a llegar por estos lares los libros de la
llorada editorial La Factoría de las Ideas, que más encima no estaban tan caros
que digamos. Fue entonces que me
encontré con un tomo muy especial: Sombras en Baker Street ¿Y de qué
trataba este interesante título? Resulta que su premisa no podía ser más
ingeniosa, ya que se trataba de contar nuevas aventuras del famoso sabueso de
Scotland Yard, aunque de una manera muy especial; puesto que la idea era
presentar relatos actuales escritos por varios autores, consagrados la mayoría,
ambientándolos en escenarios lovecrafnianos.
Yo andaba con plata ese día y el tomo estaba barato (¡Solo 5 luquitas,
para que vean lo tonto que fui!), no obstante una vez más me estupidicé y como
que me dio algo así como una ataque de ponerme ahorrativo. Creo que nunca más volví a verlo, al menos
con un valor tan mínimo. Cuando le conté
todo esto a mi querido amigo Miguel Acevedo, casi me linchó:
- ¡Cómo fuiste tan tarado, compadre!- Más
o menos esa fue su reacción y la verdad es que yo estaba de acuerdo con él,
je.
Vez que Miguelito se acuerda de tal
afrenta, me recuerda como si fuera mi propio Pepe Grillo mi error. En marzo de este año ambos hicimos un viaje
dominical de compras ñoñas y nos encontramos con un nuevo local, bastante
lindo, por cierto, dedicado a figuritas de acción, cómics y libros. El dueño, muy amable él, tenía bien claro las
joyitas que poseía a exhibición y tentación de su clientela; entre las tantas perlas
que vendía, contaba con un ejemplar de Sombras sobre Baker Street… ¿A unas
30 lucas? (tal vez más). Miguel me miró otra vez con ojos asesinos y yo con
humildad volví a aceptar mi cruz.
Hace casi 3 años atrás estuve muy delicado
de salud y casi me morí. En esa época,
el 5 de julio de 2015, cumplí los 40 con las pocas ganas en las que me tenía mi
enfermedad y a los días después fui internado de emergencia. Pasé 2 semanas con
muchos cuidados en una clínica y luego me tocó alrededor de un mes y medio de
recuperación, que si bien no exigía reposo absoluto, sí me obligó a tomarme una
licencia médica (que para ser sincero, disfruté bastante, ahora que tenía todo
el tiempo del mundo para hacer lo que más me gustaba). Cuando volví de mi paso por la clínica, el
mismo Miguel que ya conocen, me visitó en mi hogar ahora que estaba mejor. Aquella vez, como un obsequio atrasado por el
festejo que no pude realizar, me trajo Objetos Frágiles, una antología de
cuentos de Neil Gaiman y que fue el primer libro de ficción que leí tras la
nueva oportunidad que se me dio para vivir.
Queda claro que ese volumen es muy significativo para mí y que entre
todo lo valioso que me es, se encuentra el detalle de que además su primer
cuento, viene a ser nada menos que el cuento de Gaiman contenido en Sombras
en Baker Steet. Tras gozar tanto
Estudio
en Esmeralda, una vez más sentí esa culpa por no haber desembolsado, ille tempore, el poco dinero que me pedían por tan formidable antología.
Aprovecho de contarles que al recordar lo
de más arriba, se me humedecieron los ojos.
Este mismo tomo fue mi primera lectura de tan formidable saga. |
Otro autor del que me quejo que no lleguen, al
menos por acá, nuevas ediciones de sus libros y sea igualmente difícil
encontrar versiones antiguas de estos al español, es Fritz Leiber. Autor que tuve el gusto de conocer en mi
adolescencia, cuando era socio del Instituto Chileno-Alemán, al encontrarme en
una de sus estanterías con uno de esos bellos tomos amarillos de la colección
Fantasy, de su ciclo de “Espada y Brujería” de Fafhrd y el Ratonero Gris. Recuerdo que llegué feliz al colegio a
mostrarle feliz el volumen que me había traído a casa, a querida profesora de
Castellano, quien me dijo que no le gustaba mi lectura. Puro prejuicio, de quien nada sabía que se
trataba de un escritor de renombre y multipremiado.
Aluciné con mi primer acercamiento a este
narrador y a medida que corrió el tiempo, pude comprarme unos cuantos
fascículos de la saga que he mencionado; además tuve la dicha de conseguirme Esposa
Hechicera, una inolvidable novela de terror que juega con la idea de
que...¡Todas las mujeres son brujas! Debo mencionar que fue un reportaje en la
recordada revista Starlog (cuando a principios la sacaba Ediciones Zinco, bajo
el nombre de StarFicción), dedicado a Leiber, el texto que terminó por
despertar mi aprecio a tan gran autor.
Al menos más de una década de mi vida, había
pasado desde la última vez en que me leí algo de este maestro de la narrativa,
cuando un día paseando por la Plaza Diego de Almagro (de la que ya les he
contado) hallé a solo una luquita o dos, su novela El Milenio Verde. Era una bella edición usada, muy bien
cuidada, de esas que bien sabía que ya no quedaban otros ejemplares, salvo en
bibliotecas privadas. Dinero no me
faltaba y sin embargo otra vez mi inteligencia bajó considerablemente en segundos ...No he vuelto a tener otra de sus
obras en mis manos.
Pareciera que por muy «viejo» que uno se
ponga y que crea que ha crecido como persona en la vida, a larga se cometen los
mismos errores de siempre.
Ahora que he escrito sobre todos estos
yerros, espero al recordarlos tener más claro que se deben aprovechar a como de
lugar, oportunidades como las que he dejado pasar.
El que esté libre de pecado, que lance la
primera piedra.
Mi amigo, que grato ver lo importante que soy en estos recuerdos.
ResponderEliminarYa encontraremos por ahí Sombras sobre Baker Street.
Son demasiados años de amistad, querido amigo, por ello mismo tienes un papel destacado en mi historia personal. Gracias por ser mi amigo.
EliminarQue tal Elwin, gracias por compartir tus "pecadillos", yo de momento del que me acuerdo fue una edición de la saga Rama de C. Clarke, el primer volumen Cita con Rama, lo vi en la libreria, pensando que mi papá lo tenía me fui, deje pasar un tiempo eso sí, después cuando le pregunte, me dijo que de rama no tenía nada, y en mi siguiente visita a la librería, ya no estaba el tomo, de hecho casi toda la ciencia ficción desapareció, al menos pude conseguir dune.
ResponderEliminarSaludos.
Hace demasiados años que no leo a Clarke y tengo unos cuantos libros suyos pendientes (incluso "El Espectro del Titanic" me espera hará casi 20 años).
EliminarMás que Pecadillos, yo diría, muy buenos y Gratos Recuerdos Literarios..... Mi Querido Elwin.... Hay historias muy Interesantes.
ResponderEliminarGracias, querido amigo, por compartir conmigo este post tan importante y que otros amigos ni siquiera le han dado su oportunidad.
EliminarDel Sombras sobre Baker Street sólo he leído 2-3 relatos. Muy buenos todos, por cierto. El de Gaiman no es el mejor, pero si el más original, desde mi punto de vista. Aparte de los de Lovecraft, no conozco a los otros que mencionas. Por cierto, te cuento que comencé a leer El misterio de Salem's Lot, de SK. Muy bueno hasta ahora. Pero apenas lo estoy iniciando y voy a ritmo de caracol.
ResponderEliminarPues estás leyendo tremenda novela. Yo hace años le escribí una crítica y que puedes encontrar por acá. Disfruta el libro.
EliminarElwin..... uhhh, se me había pasado esta tercera parte. Que buena serie de artículos, ¿habrá más? Nunca he leído nada de Leiber, pero siempre me ha llamado la atención. Tampoco tengo ningún libro del él en físico, aunque sí en digital. Pero habrá que leerlo, no? Algo me estoy perdiendo...
ResponderEliminarSaludos
RICARDO
Leer a Fritz Leiber es encontrarse con otro de los grandes. Mucho te lo recomiendo, en especial sus novelas de Fafhrd y el Ratonero Gris.
EliminarUn saludo amigos.
ResponderEliminarUstedes hablando de tantas librerías me han recordado los buenos tiempos. Aquí en Barquisimeto hasta se han acabado las librerías...
¡Qué gusto volver a saber de ti! Claro que es una lástima lo que nos cuentas. Hoy mismo voy a un mall, en día domingo, a cambiar un libro que me regalaron para mi cumple, pues no me interesa leerlo. Por cierto, ojalá volvieras con la Semana Freak, que con ella bien ayuda a difundir otras páginas.
EliminarSaludos Elwin, aquí murinus2009.
ResponderEliminarAlgo he escuchado de:
-Sombras sobre Baker Street, crossover entre Sherlock Holmes y los mitos de Cthulhu parece que te perdiste un buen libro.
También me suena la Factoría de Ideas hace años creo que llegue a ver libros de esa editorial en alguna librería que visito.
Anotare también en los pendientes
-Objetos Frágiles, de Neil Gaiman.
Algo he leído de aquel mal que casi nos deja sin Elwin Alvarez Fuentes, por fortuna saliste adelante y aquí estas trayéndonos material al cubildelciclope buen detalle de Miguel Acevedo regalarte ese libro.
Fritz Leiber.
Creo que es primera vez que lo escucho mencionar, apuntare lo que mencionas de el:
-Fafhrd y el ratonero gris.
-Esposa Hechicera y...
-El Milenio verde.
Mi aportación a los pecados de omisión de esta vez:
-3001 Odisea final, de Arthur C. Clarke.
Estuvo en venta por todos lados hace unos 20 años, no lo compre porque me faltaban las otras 2 partes de la tetralogia, desde esas épocas no lo he vuelto a ver.
-2010 El Año que Hacemos Contacto. también de Arthur C. Clarke
Esta la vi en un puesto de libros callejero cerca de mi casa, pensé pasar al otro día y...ya no estaba el puesto, pensé que volvería en una semana, pero no, ya no volvió, no he vuelto a ver el libro.
Lo que me consuela un poco es que nunca he visto:
-2060.
la tercera parte.
Espero un día leer esta tetralogia de Clarke.
-Antología de H.P. Lovecraft.
No recuerdo el titulo de los relatos, leí uno que trataba sobre una momia que es encontrada, data de los tiempos de la Atlantida y Lemuria poco a poco se va revelando el misterio de quien era esa momia y... algo mas... que no diré para evitar spoiler.
lo vi en un supermercado aunque podía pagarlo, pensé en volver después por el, cuando fui, ya no estaba.
El otro es uno de escaso interés salvo para mi:
-Portaaviones, de Patrick Robinson.
Es de genero techno thriller, trata sobre un portaaviones de EEUU que es hundido por un enemigo no identificado era futurista vi el libro en 1999 y estaba ambientada en... 2001.
No lo compre porque no me alcanzaba, después ya no lo tenían.
Parare aquí para evitar que Blogger no me publique por exceso de caracteres.
Gracias Elwin y hasta pronto.
Debo contarte, querido amigo, que la famosa saga de Clarke es una tetralogía, puesto que el último libro se llama "3001". En mi caso, solo he leído el primer libro de esa saga, que lo hice de adolescente.
EliminarEn cuanto a la antología que mencionas, esa es una joya y viene a ser muy relevante para los lectores de habla hispana de Lovecraft, ya que fue una de las primeras traducciones en nuestra lengua de dicho maestro. Editado por la prestigiosa Alianza Editorial, posee un serio estudio preliminar hecho por el erudito Rafael Llopis. El cuento que mencionas me gusta mucho y se llama "Reliquia de un mundo olvidado" y fue escrito por una dama...¡Y por supuesto que tengo ese libro!
Que gusto leer lo que dices. Me he reído de lo lindo, y ya que estamos en eso ya te hablaré algún día de mis pecados también, seguro que te ríes.
ResponderEliminarDe el ratonero gris también había oído hablar, es otro pendiente de mi lista.
Curiosamente yo había leído Cita con Rama la primera parte, y me pareció buena, pero no tanto como Fuentes del Paraíso del mismo autor, o Los Propios Dioses de Asimov, que tenía una portada casi igual, y siempre la confundía con Cita con Rama. Personalmente, creo que aunque Cita con Rama es un buen libro, tampoco es una pérdida tan grave, es lo que pasa con los pecados de omisión, a veces tiendes a pensar que son más graves de lo que son...
Qué bueno hayas podido leer este texto, que como te habrás dado cuenta forma parte de una serie de post (a más tardar mañana subo la sexta parte).
EliminarLo de "Cita con Rama" no me pasó a mí, si no a un querido amigo que lamentablemente falleció el año pasado.
Espero me cuentes pronto de tus "pecadillos de omisión" (que de seguro tienes varios, je).
Sí, ya sabía que le había pasado a un comentarista, lástima que haya fallecido. Lo que no sabía es hubiera seis partes de esta entrada.
ResponderEliminarMi pecado más grave lo cometí de niño, yo había leído A la conquista de un imperio de la serie Sandokán y por verdadero milagro me conseguí la continuación: A orillas del Brahamaputra, y...lo curioso es que no me lo llevé precisamente para sentirme culpable desupés, sí, en serio. Pensé deliberadamente lo dejo para arrepentirme luego. Creo que era un problema psicólogico...bueno, ya sabes lo que son los pecados de omisión.
Después un amigo me iba a Regalar Perestroika de Gorvachov, pero lo dejé pasar (regalado, ímaginate) y estuve a punto de comprar la revolución cultural de Joan Robinson, pero eso sí que no fué pecado de omisión, es que en mi país esta muy escazo el efectivo (no es que tengamos un corralito, es que no se puede retirar dinero en monedas y billetes más allá de un límite grotesco, pero con tarjeta de débito o crédito puedes consumir lo que quieras) y la vendedora que vendía el libro no tenía punto de venta, así que sólo se podía pagar en efectivo, y no me quise quedar sin efectivo porque es un problemón.
Hay otros pecados de omisión, pero con final feliz: en la biblioteca de mi ciudad estaba Cyclops de la serie de Dirk Pitt que tardé mucho en leer porque la solapa no pareció dar una buena imagen del libro, pero luego lo leí y me gustó mucho, además encontré otra novela de la serie de Dirk Pitt y le leí también. Otro pecado fué haber tardado en leer El Oso también en la biblioteca de mi ciudad, pero luego cando lo leí mucho después también me gustó mucho.
¡Bien pecador eres! Aunque la verdad algunas de tus omisiones no las entendí o más bien te fuiste a otro terreno, pues tienen que ver con libros que uno no compró en su momento y luego ya no fue posible hacerlo (explico este concepto en la primera entrada de esta serie).
EliminarA ver qué te parecen los otros posts.
Seguro me van a gustar. A lo mejor te traigo amigos para que lean la serie entera, así nos reímos todos juntos de cada pecado. Pero, ¿Que pecados no entendiste?
ResponderEliminarEse tuyo de niño y, por cierto, lees textos bien densos que a mí esos de Gorvachov y Robinson ni para llenar espacio en la biblioteca me sirven.
EliminarEs que de Sandokán hay como 20 tomos de aventuras a menudo con un "continuará" que le dejaba el corazón en la boca a uno. "A La Conquista de un Imperio" es uno de ellos, y "A Orillas del Bramhaputra" la continuación, y cuando tuve la oportunidad de conseguirlo, en vez de llevarlo, no me lo llevé...precisamente para poder sentirme culpable después. Fue algo muy perverso, el colmo del pecado, y tan chiquito que era yo.
ResponderEliminarEs cierto que me leo ahora libros más "serios" pero eso no me impide disfrutar todo tipo de lecturas. ¿Has leído los de la serie de Dirk Pitt? No es que sean excelentes, pero muy buenos sí que lo son. Hay una versión de cine con Penélope Cruz y otra que no he visto.
Otro pecado de omisión que recuerdo ahora fue en la tele, ya que nunca vi "Los Expedientes Secretos X" que me han dicho que es una serie muy buena, pero es que jamás me llamaron la atención los comerciales, y hasta ahora no la he visto. Curiosamente creo que no me perdí mucho, tal vez cambie de opinión si alguna vez la veo, pero no me parece que lo vaya a tratar mañana mismo.
A mi papá le gustaba mucho la miniserie italiana de Sandokan, que por lo general acá lo repetían en la tele durante vacaciones de verano; en cambio a mí nunca me atrajo el personaje.
EliminarLa serie de novelas que mencionas no la ubico y en cuanto a "Los Expedientes-X" es uno de mis programas favoritos y le he dedicado un montón de posts.
La serie de tv era pasable, pero los libros de Sandokán son mejores. Dirk Pitt es un oceanográfo cuyas investigaciones científicas se ven envueltas en intrigas de espionaje internacional; el autor de la serie de sus novelas se llama Clive Cussler y le da un toque simpático a los libros al partir de un Supongamos que...
ResponderEliminarSupongamos que se organiza una expedición en batiscafo para buscar en el fondo del lago Titicaca el tesoro de los Incas, o supongamos que se descubren restos prehistóricos de dinosaurios que prueban que sí existió el mounstro del lago Ness, o supongamos que se encuentran los restos del naufragio de los piratas del caribe en las costas de sudámerica, o supongamos que... como el autor realmente fue marino en la vida real y conoció a varios científicos de verdad, el toque de ciencia es serio aunque las novelas sean muy ligeras de leer. Sin alguna vez te ofrecen baratos sus libros y tienes dinero en el bolsillo no dejes de llevarlos porque eso es un pecado de omisión de verdad. Y si alguna vez tienes una tarde libre y quieree leer algo ligerito e instructivo al mismo tiempo, no dejes de probar suerte con alguna de sus novelas.