Casi, casi.

 

   La octava temporada de The Flash, comenzó con la promesa del regreso de una de las mayores glorias del algo alicaído Arrowverso: por fin un nuevo evento, que incluyera a estrellas del resto de sus shows, dentro de una misma historia y abarcando varios episodios.  Desde Crisis en las Tierras Infinitas (que fue el epítome de dicha modalidad en estas series).  De este modo, en 8 capítulos nuestro velocista, apoyado por su equipo de amigos y acompañado por unos cuantos personajes (que incluyó uno por cada cuatro programas ya cancelados y otro de un título que, por entonces, estaba emitiéndose), tuvo que convencer a una entidad superpoderosa alienígena, de que él mismo no era una amenaza, puesto que este ser estaba dispuesto a destruirlo.  Un viejo enemigo andaba detrás de todo esto, idea que podría ser trillada, aunque también ayuda a resaltar la figura de la némesis del protagonista (por no mencionar que siempre es bien recibido un personaje tan atractivo, incluso cuando se trata de alguien tan malvado, aunque siempre maravillosamente bien actuado).  Ignoro en qué condiciones se encuentra el actual Universo DC, pero que hayan convertido a un viejo villano en una especie de "justiciero mortal”, más que algo rebuscado, me parece una de las tantas deficientes aristas de esta "pequeña" saga.  No solo por el ominoso nombre, de esta primera parte de la octava temporada, pareciera ser una muy libre adaptación de un recordado evento comiquero deceísta noventero (en realidad se llamaba Armageddon 2001 y que quienes lo leímos, en especial durante nuestra juventud, recordamos con cariño), sino que también por otros aspectos de su argumento y que prefiero guardarme para no caer en el spoiler.  Sin embargo, todo acá es demasiado "artificial", como que metieron a la fuerza a muchos de los invitados y hay varios momentos en que francamente la trama no solo es débil, si no que es aburrida y dan ganas de dejar de verla.  Debieron haber condesado todo (con unas 5 partes habría quedado mejor) y es que, por culpa de esta pésima historia, mi sobrinito y yo (con quién veo The Flash) estuvimos a punto de dejar la serie.
     Luego de un principio tan decepcionante (lo mejor fue el final), el show fue mejorando considerablemente y logró verdaderos hitos emocionantes, que de seguro a más de alguien le dejó "con alguna mugre en el ojo".  Y es que mucho ocurre en el resto de los 20 episodios, que comprenden esta temporada y a través de los cuales, sí se nota una preocupación por darnos un producto digno.  Es así que tenemos varios giros argumentales interesantes, entre ellos la identidad del siguiente gran villano de este año y luego la revelación sobre lo que pasa con Iris.  Dentro de todo esto, reaparece un montón de personajes del pasado, entre héroes, rivales y aliados, que a muchos de ellos no los veíamos desde hace años, de modo que algunos de estos reencuentros resultan ser muy efectivos.
   Aparte de tan deficiente crossover, el único otro pero que le pondría a la octava temporada, es que se echa de menos una amenaza principal para toda ella. Lo anterior fue práctica hasta la quinta temporada, pero luego se dejó de lado y a partir de entonces tuvimos al menos dos por año; debido a lo anterior, se pierde la posibilidad de armar tramas potentes, como las de años anteriores, con gran dramatismo y mucha aventura, acción e intriga.  Cabe recalcar que el resto para nada está mal, aunque si debo dar mi opinión, la calidad del programa bajó bastante luego de la mentada decisión argumental.
    Por último, prepárense para despedir a otro querido personaje, momento tanto o más sensible, que cuando vimos partir al mismísimo Cisco.

El afiche lo mejor de Armageddon.