lunes, 11 de diciembre de 2023

¡Ni tan maravillos@s!


     Capitana Marvel fue una película muy esperada por el público, tanto por los fanáticos marvelitas, como por el público general que se entusiasmó con la idea nostálgica, de que estuviera ambientada en los noventa.  No obstante, el filme fue una decepción para muchos y entre ellos este humilde servidor, que la historia era pésima y no bastaba con tener buenos efectos especiales y grandes actores involucrados, como para conseguir las bendiciones de todo el mundo.  Pese a todo, el personaje regresó para Avengers: Endgame y al menos ahí pudo brillar como bien se merecía… ¡Era solo cuestión de escribirle una buena historia! (que, en los cómics y hasta en varias adaptaciones para la televisión, posee un montón).
    En la mentada cinta en solitario sobre Carol Danvers, sobre sus comienzos como justiciera cósmica, aparece una dulce niña que tendría que convertirse a futuro en otra superheroína.  Les estoy hablando de Monica Rambeau, la verdadera primera Capitana Marvel y quien ha tenido una carrera bastante interesante en las viñetas.  Con este personaje nos volvimos a reencontrar durante los eventos de WandaVision, donde le dieron un origen distinto a sus poderes.
    Con posterioridad, Kamala Khan, la segunda Miss Marvel de las historietas, tuvo su propio show televisivo de imagen real y hacia el final de su primera temporada, contó con nada menos que una aparición de su propia ídola: Capitana Marvel.  Ahora bien, en esta adaptación, como en muchas otras de la Casa de las Ideas, cambiaron lo suficiente su historia, como para hacer que esa misma chica fuese la primera en llevar ese título. 
   Tras presentar a estos tres personajes ligados entre sí, en las colecciones marvelitas (aunque ignoro hasta qué punto Monica y Kamala han trabajado juntas), era de esperar (como bien el propósito de los productores) reunirlas en pantalla y de ese modo es que salió el filme que hoy nos reúne.  Por lo tanto, The Marvels es la producción que cumple dicho propósito, aunque se queda en puro humo y espejos.
    En el espacio ha salido una nueva (supuesta) amenaza salida del belicoso imperio Kree (el mismo de la primera incursión cinematográfica de la Capitana Marvel) y que en este caso corresponde a una especie de sucesora de Ronan el Acusador (el recordado villano de Guardianes de la Galaxia Volumen 1).  Solo la intervención del trío de superheroínas, a quienes solo recién les toca colaborar juntas, puede resolver el conflicto; eso sí, se encuentran apoyadas, nada menos, que por el buen Nick Fury (quien viene ya vuelto a las andanzas, luego de su heroica intervención en Invasión Secreta).
    No hay más que contar respecto al mencionado largometraje, que su trama es bastante simple, la verdad, y la encontré tan simplona (y fome), que en tan poco tiempo desde que lo vi, he olvidado buena parte de este.  Una lástima, por todo el desperdicio de posibilidades que significó.  A ver, voy a enumerar las razones que tengo para considerar esta la peor entrega hollywoodense del UCM:
 
1. La villana, como bien decimos acá, “tiene menos peso que un paquete de cabritas” (popcorn) y es que no solo carece de todo carisma, sino que en la práctica es un personaje que en las historietas apenas salió un par de veces… ¡Y habiendo tantos para escoger!.
 
2. Monica Rambeau es la más afectada de entre las tres justicieras que salen.  Como para esta versión nunca fue Capitana Marvel y esta película muestra sus primeras andanzas usando sus habilidades para el bien, no tiene nombre propio y por mucho que Ms. Marvel le haya querido dar uno como chapa, al final se niega; bastante fome de su parte y de los guionistas, que fueron bien iconoclastas al quitarle ese elemento tan propio del género.
 
3. Siendo un personaje tan potente Nick Fury y, en especial, estar interpretado por un actor tan querido, como lo es alguien de la talla de Samuel L. Jackson, hubiese esperado mucho más para ambos; no obstante, el superespía se diluye otra vez como aliado de Carol Danvers (y compañía), que más pareciera estar haciendo el ridículo en pantalla. 
 
4. La familia de Kamala está de sobra.  Creo que al principio del metraje está bien, para darle contexto, pero luego son más relleno y no cumplen un rol necesario para la trama.
 
5. Me gustan los gatos, no obstante, encuentro que el minino alienígena de Carol es un personaje muy forzado y todo lo que pasa con este dentro de la presente entrega, me parece que solo está para provocar más chistes fáciles; más encima, luego lo convierten en un mero recurso de deux ex machina, lo que es el medio más antiguo para salvar, de manera fácil, una situación complicada.
 
6. Por último, lo peor para mí fue toda la escena en ese planeta con el princesito andrógeno, quien pareciera haber salido de entre las filas de BTS (¡Tod@s es@s tip@s me parecen iguales!) … ¡Y lo del baile ridículo, uf! Ya no estamos en la época, en la que se consideraba que los niños eran un público demasiado pasivo, como para consumir sin atados productos tan simplones como este.  Por otro lado, este personaje tan estereotipado, que bien atiende a la estética del K-Pop, me parece que fue solo una excusa para darle en el gusto a los amantes de las producciones coreanas.
 
     Y, ahora sí finalizando, Marvels cuenta con dos escenas de postcréditos.  La primera es interesante, que puede significar un futuro prometedor para la superheroína adolescente, aunque en cuanto a la segunda… ¡Es lejos mejor que toda esta película desechable! (la única razón por la que recordaré feliz este producción y porque, por fin, había terminado).



                                      Un tráiler que hace honor a lo más heroico del UCM,  
                                             para una pelo que viene a ser lo peor de este.

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