viernes, 18 de octubre de 2024

Feliz escribiendo, dichosos leyendo (I)


I. Comencemos
 
    Actualmente Stephen King cuenta con 77 años (solo diferencia de meses con mi mamá) y sigue lúcido y activo como escritor. Supongo es (según dicen por ahí) como el buen vino: Mientras más viejo mejor.  Por lo que sé, sigue con su rutina de escribir diariamente varias horas, desde la mañana temprano y solo descansa el día completo los 4 de julio y en Navidad. Que siga publicando más de un libro al año, es ejemplo de ello y que siga escribiendo cuentos también, aparecidos en varias antologías y revistas.  De igual manera es prueba de lo anterior, que siga en su senda como escritor de nuevas historias.
     Y es que el buen Tío Steve ama lo que hace y a diferencia de otros bestesellers no le hace el quite al relato breve y a novela corta; por lo mismo, cada cierta cantidad de años reúne estos textos en un tomo y los publica para satisfacción nuestra.
     Como lo he dicho antes y lo repito otra vez encantado: Más que ganar dinero, millones, con lo que hace, lo que le gusta es contar historias y para ello procura usar todos los formatos posibles, incluso recurrir al cómic o a los guiones para la televisión y el cine... ¡No es ningún divo! Podrían aprender de él gente que admiro, como la misma Isabel Allende o la desaparecida Anne Rice; lo mismo gente como Patrick Rothfuss o Eoin Coifer, de quienes resulta impensable encontrar títulos con estas características.  Ahora bien, claro, esto es de igual manera talento puro y en ese sentido a King le sobra para escribir en cualquier formato, incluso en distintos géneros; así que nombres como el que he mencionado recién, puede ser que simplemente sean incapaces de realizar las proezas literarias de su colega.
    Otra cosa sucede con mi autor favorito y su habilidad para crear estas narraciones breves.  Y es que este comenzó su carrera escribiéndolos, mucho antes de conseguir triunfar con Carrie, que esa era su manera de ganar dinero extra para mantener a su familia, ya que bien conoció la pobreza; así que afinó el pulso por la necesidad y luego ya no dejó el hábito, porque formaba parte intrínseca suya.  Por otro lado, muchos de sus maestros fueron grandes cuentistas, tal como Poe, Lovecraft. Bradbury y Matheson, así que él procura seguir sus ejemplos y de paso, de vez en cuando, los homenajea.
    El libro que nos reúne hoy salió tan solo este año y tiene como sugerente título Si te gusta la Oscuridad.  Posee doce escritos, hasta donde sé realizados en los últimos años (y bien da fe de ello, el importante detalle de que al menos tres de los que ya he leído, que voy en el noveno, se refieren al Covid); por lo que sé algunos de estos son inéditos, así que es una razón de más para agradecer un tomo como este, el cual más encima supera las setecientas páginas de sana diversión (y ocupo de adrede el adjetivo sana, porque lejos pasar mi tiempo libre y evadirme de la realidad, y las preocupaciones, con una buena historia, que consumiendo drogas y alcohol o en malas compañías ¿No?).  Igual hay relatos suyos antiguos que siguen sin ser recogidos en estas recopilaciones y que hoy en día son muy difíciles de conseguir; me habría encantado las hubiera considerado esta vez.
    Como ya dije Stephen King ya tiene 77 años y nos sigue deleitando con sus dulces pesadillas.  Tengo todas sus colecciones de cuentos y novelettes, que he disfrutado mucho desde adolescente; bueno, algunas más que otras.  Asi como espero que en español salga, de por fin, una edición completa de Skeleton Crew, su segunda antología, que los españoles cometieron el sacrilegio de separar en numerosos tomos y, para peor, eliminaron dos de sus cuentos.  Por todo esto, su avanzada edad, me pregunto con pena, y con justificación realista, si esta será su última colección de narrativa breve (al menos en vida); que de seguro hay mucho de él que saldrá a la luz de manera póstuma, cuando haya dejado este plano de existencia.  Si ocurre esto último, por un lado, me sentiré feliz y, por otro, lamentaré mucho su partida.  Ojalá yo mismo siga en esta Tierra para entonces, para seguir disfrutando de sus ficciones por mucho tiempo.

 
II. Sigamos (los cuentos)
 
1. Dos cabrones con suerte
 
     Con un narrador testigo que da fe de la verdadera y secreta historia de su padre, un afamado escritor recientemente muerto, este cuento nos habla acerca de la naturaleza del talento ¿Qué hace a una persona sobresalir por sobre el resto? ¿De dónde viene nuestra inspiración? ¿Cómo explicamos que de pronto un "desconocido", alguien en apariencia común y corriente, se vuelva famoso gracias a un talento suyo a una edad avanzada?  ¿Por qué razón antes no dio muestras de sus capacidades? Algo parecido había hecho con su novela La Historia de Lisey, aunque el enfoque acá es por completo distinto, como bien podrán darse cuenta al leer esta pieza y comparar ambas.
    Sobre todo, lo anterior y más trata esta obra en la cual el narrador, solo años después de compartir estrechamente con su padre, recibe la confesión que este que le negó a una tenaz periodista, que andaba detrás de la verdad.  Lo interesante de esto es, cómo tras una primera parte de un extenso relato, ameno y "realista", Stephen King nos lleva intrigados hacia los senderos de lo desconocido; pero, más encima, es tan diestro en lo que hace, que logra hacer que ideas en un principio absurdas, se aprecien verosímiles.
    Hay emotividad y belleza detrás de este texto, aunque por mi parte no lo habría elegido para comenzar la antología; pues lo que más esperamos del Tío Steve y sus colecciones de historias breves es horror breve ¿No?
    Se me estaba olvidando: Este cuento le hace un precioso guiño a Ray Bradbury y sus Crónicas Marcianas.
 
2. El Quinto Paso
 
    Un hombre ya jubilado disfruta de su merecido descanso con una vida holgada.  Un día está leyendo tranquilo el periódico en un banco de la plaza (una escena tan habitual en la vida real y las ficciones al tratarse de ancianos), cuando se le acerca un anodino hombre de unos cuarenta años, se sienta a su lado y le pide que le permita contarle su vida.  Tras vacilar un rato accede a ello y entonces el desconocido que se ha sentado a su lado, invadiendo su espacio personal, lo lleva a conocer su descenso a la miseria.
    Cuando pensamos que se trata de una "historia sobre la vida", un cuento intimista acerca del dolor que puede significar la existencia, con una moraleja más encima (como en otras ocasiones lo ha hecho nuestro querido autor), el Tio Steve nos tira un balde de agua fría y nos hace amarlo más que nunca.
 
3. Willye el Friki
 
    En muchas familias hay alguien "raro", un miembro que se sale de la norma y no me estoy refiriendo a alguien que destaque por sobre sus pares, sino que desentona debido a su naturaleza anormal.  Esta historia nos muestra un hogar donde no solo el hijo menor es un paria, alguien que va a una escuela especial y actúa como un psicópata en potencia, sino que también el abuelo cae dentro de este grupo de personas... Y resulta que ambos se llevan muy bien, algo que no considera al resto de la casa, si bien tampoco les interesa participar.
   Stephen King tiende a repetir los nombres de sus personajes, que uno de los relatos de su colección Corazones en la Atlántida se llama Willye el Ciego, pero esa es una historia por completo distinta a esta.  En todo caso, como bien sucede con su obra en general y las dos que anteceden al cuento que ahora les comento, King nos mantiene intrigados desde el principio y esta vez nos da un final inesperado, que nos estuvo engañando, al esperar que todo terminara de tal forma y resultó ser de otra (si bien igual este desenlace me recordó a su cuento clásico Abuela).

 
4. El Mal Sueño de Danny Coughlin
 
   Un verdadero regalo para el Lector Constante es esta verdadera perla que corresponde nada menos que a una novela corta.  Con más de doscientas páginas, su autor bien podría haberla publicado de forma autónoma, como en algunos otros casos suyos (Elevación, por ejemplo, o La Caja de Botones de Gwendy, que coescribió junto a Richard Chizmar); no obstante, el Tío Steve siempre premia a su público y en sus antologías, desde la segunda (Skeleton Crew), nos regala al menos una de estas piezas... ¡Pero tengo entendido que en esta última colección vienen cerca de tres! Ojalá otros autores actuales de Bestsellers como él hicieran lo mismo.
    Un hombre que está en la treintena de su vida y tiene un buen trabajo de hace años, tiene un sueño que lo despierta con horror; las imágenes de este, pese a su carácter ominoso, son muy vividas y decide comprobar si es verdad lo que parecía tan real.
    Acá nos encontramos con el personaje habitual de King: Un hombre común y corriente, cuya vida ha sido sencilla hasta ahora, el cual es puesto a prueba cuando lo extraordinario y/o sobrenatural llega a su existencia.  En este caso concreto, solo un chispazo de lo anterior "contamina" su otrora existencia cómoda y a partir de entonces ya no hay vuelta atrás.  Como dice el dicho, que se menciona en el texto, en todo caso, no hay buena intención que no se cobre o pague y esto le pasará a nuestro héroe. A partir de ahora dos agentes andarán detrás de él, tratando de enrostrarle un crimen que no cometió; no hay pruebas suficientes para demostrarlo, pero ambos se empecinan en que es culpable y en especial el agente varón de la pareja.  Así que de ahora en adelante la pesadilla será otra.
    Desde el sueño que es descrito de manera magistral, a todos los giros imprevistos que posee esta obra, nuestro escritor favorito nos atrapa; cuando creernos que la historia va a terminar, resulta que recién está comenzando y de ese modo nos esperan varios momentos maravillosos.  Tenemos acá a un protagonista que se nos hace muy entrañable, un hombre que tiene mucho de Stephen King en su biografía (quienes saben de esta me entenderán), a quien lo rodean varios personajes más que interesantes, que nos señalan lo diverso que es el mundo: partiendo por un adolescente noble del cual se hace amigo, a una niña pequeña que nos concede uno de los momentos más emotivos de la novelette, luego un hermano adorable con TEA (el Tío Steve siempre tan conectado a la realidad, pese a escribir sobre monstruos) y un abogado sui generis, poseedor de la nobleza que siempre quisiéramos encontrar en gente de su oficio.
    Luego tenemos a los dos agentes encargados del caso Danny (otro nombre que se repite en la literatura del escritor), una atractiva mujer que nos puede llegar a recordar mucho a Dana Scully de Los Expedientes-X (recordemos que Esteban Rey escribió el guión para un episodio de esta famosa serie, encargándose él mismo del apartado dedicado a la mujer) y un hombre ya maduro, casi al final de sus años de servicio (un sujeto severo y de mente estrecha, cuya rigidez mental se aprecia en su propia apariencia física y en su DOC, Desorden Obsesivo Compulsivo).
    La cultura literaria del artista se evidencia una vez más, cuando le da el apellido de Jalbert al miembro masculino de la pareja que investiga al protagonista; y es que considerando la personalidad obsesiva de este y su papel como "sabueso de la ley", bien es un homenaje al gran Javert de Los Miserables, el riguroso policía que persigue por años al buen Jean Valjean, por haber solo robado un mendrugo de pan.
    Por otro lado, encontramos en este formidable texto (repito, porque King nos quiere no lo publicó aparte, que bien podría haberlo hecho si solo le importara el dinero y no le interesara congraciarse tanto con sus seguidores), dos temas recurrentes en su narrativa, que en todo caso son caros a la literatura de terror:
    En primer lugar, el tema de la fe, que si bien por lo general lo relacionamos con la religión institucionalizada, sus dogmas y ritos, también tiene que ver fuertemente con la creencia en la existencia de un mundo oculto, en contraposición al positivismo científico; les estoy hablando de todo lo relacionado con lo sobrenatural.  Por lo anterior, inteligente cuando Danny le pregunta a la agente Davis:
 
                           "¿Cómo puedes creer en Dios y no creer en un sueño?
 
    Y es que esta historia nos deja claro, que la posibilidad de que haya una fuerza superior a la que consideremos nuestro creador y todo lo que conlleva ello (milagros, ángeles, el poder de la oración y otros), no se condice con la presencia de otras fuerzas y misterios velados al común de los mortales.
   Pero también tenemos la fe en otros seres humanos, ligada a la confianza, que es creer en el resto, sin tener necesariamente pruebas físicas para aceptar la palabra del otro.  Esto es algo que se pondrá a prueba, en más de un personaje, cuando al protagonista lo acusan de asesinato.
   Y en segundo lugar, volvemos a reconocer el tema de la intrusión de lo sobrenatural en nuestras vidas, que acá basta con solo un sueño con elementos de clarividencia, para que se dé vueltas patas arriba la vida del protagonista y la vida de un montón de gente que lo rodea también sea alterada.
    Por cierto, me llamó la atención que el traductor haya usado la expresión "Donde el diablo perdió el poncho", la que yo consideraba solo un chilenismo y que he comprobado pertenece a otros países del Cono Sur latinoamericano.  Así que bien por considerar estos coloquialismos, que no todo es español de España.
    ¡Me encantaría ver una buena película basada en esta gran novelette!


5. Finn
 
     El protagonista es un buen chico marcado desde su nacimiento, supuestamente, por su mala suerte.  Varios sucesos, que pese a todo no dejan de ser anecdóticos, podrían atestiguar esta idea.  Pese a todo, el muchacho no es una persona amargada y es hasta ingenioso, como lo demostrará esta aventura suya.
    Un día de vuelta a su casa lo confunden con otra persona, razón por la cual es raptado.  Sus captores creen que pueden sacarle información valiosa, que, si bien este por razones obvias no puede dársela, no les queda otra que torturarlo.
    Hasta humor encontramos acá, elemento que le sale muy bien al Tío Steve, además de que vuelve a emplear otro ingrediente en el que se maneja muy bien: El misterio total.  Y es que tal como el simpático protagonista, no tenemos idea de la verdad detrás de este último infortunio, lo que hará mucho más apetitoso el disfrute de este muy entretenido relato.
 
6. En la carretera de Slide Inn
 
    Una familia hace un viaje en el auto viejo del abuelo, camino a otra ciudad para visitar a una moribunda tía antes de su partida.  El grupo lo compone padre y madre, los dos hijos pequeños de estos dos (chico y chica) y el abuelo; los adultos consideran un engorro al viejo, pero los menores lo adoran. Para ahorrar tiempo toman un atajo por una carretera llena de baches, la que pasa justo por un antiguo hotel, actualmente abandonado; en las dependencias de este edificio se pondrá a prueba la unión de la familia.
    Esta historia es el anverso de otro cuento ya leído en esta misma colección: Willye el Frikie.  Pues tenemos a una pequeña comunidad compuesta por los mismos elementos, aunque con diferencia de edad y de relaciones entre sus integrantes.  Pero hay más que eso, puesto que el anciano mismo en el relato presente, pese a sus mañas y a no ser del agrado de los otros adultos, demostrará ser alguien muy valioso.
    Un muy entretenido relato acerca del mal, aunque desde otro punto de vista, así como sobre el sentido de la familia y el aporte real que poseen nuestros mayores, que muchas veces olvidamos.
   Para terminar: El humor y la sorpresa, incluyendo la típica confrontación entre las fuerzas en pugna, nos demuestran una vez más lo bien que se maneja el Tío Steve para atraparnos fácilmente.
 

miércoles, 9 de octubre de 2024

Un spin-off que vale la pena

 


1. Algo para comenzar
 
    El universo de The Boys, los cómics de Garth Ennis (guión) y Darick Robertson (dibujo) es tan atractivo y sugerente, que era seguro en algún momento se realizaría alguna adaptación audiovisual; al final no se hicieron películas, pero sí una serie de televisión potente, que ha sido todo un éxito gracias a su impecable factura (y por lo mismo ya ha estrenado este año cuarta temporada... ¡Por fin!).
    Por un lado, tenemos la idea de un mundo (nuestra propia Tierra en la actualidad) donde en efecto existen los supers, pero estos son una marca controlados por una poderosa empresa, que ha sido la responsable del nacimiento de estos sujetos; por otro, hay un grupo secreto de individuos que debe controlarlos, incluso eliminarlos si fuese necesario, debido a sus excesos entre la gente común y corriente... Mezcla que resulta más que atractiva.  Y es que estamos hablando de una inteligente revisión adulta, de un subgénero que en otras condiciones (la mayoría de las veces) se ha vuelto repetitivo en sus argumentos.
   Cabe mencionar que esta gran historia, que nos contaron hace años y por años los creadores del cómic original, hace rato que está cerrada; que no han vuelto a salir novelas gráficas de sus personajes, ni siquiera ambientadas dentro de ese mundo con otros y nuevos protagonistas.  Y es que a diferencia de lo que sucede con Marvel o DC, por mencionar los dos casos más populares, este título pertenece por completo a sus creadores; así que tampoco se han vuelto una franquicia (que yo sepa ni siquiera hay figuritas, ni merchandasing oficial como poleras y/o demases; en cambio sí hay material del programa televisivo para los coleccionistas).
    Como había que explotar y sacar provecho del éxito de la versión catódica, la cual, en todo caso, igual cambia varios detalles de las historietas, ya hubo un primer intento de sacar un spin-off.  Lo anterior se logró con la serie de cortometrajes Diabólico (¡Qué nombre más feo e inapropiado para un espectáculo como este!), un puñado de historias autoconclusivas animadas; hechas por diferentes artistas, ambientadas en el mundo de The Boys, a veces con personajes ya conocidos y la mayoría con otros por completo nuevos.  Hay verdaderas joyas acá (los que más recuerdo son la de tipo anime, sobre dos viejitos, muy bella y emotiva; y aquella de la chica con el poder de manejar caquitas, muy graciosa).  Lástima que, para variar, debido a la actual tendencia, apenas tenga una decena de cortos y a la fecha no hayan hecho más.


2. Continuemos
 
    El año pasado se estrenó Gen V (en atención a los fármacos que le dan a los bebés, incluso antes de su nacimiento, para generarles superpoderes, debido a la mutación que estos les provocan).  La serie gira en torno a un grupo de jóvenes, que van a una exclusiva universidad, controlada por la misma empresa que provocó la aparición de seres humanos extraordinarios y que maneja su monopolio.  Al lugar recién mencionado llega una chica" que ha conseguido algo así como una beca, para estudiar entre los suyos; que en esas aulas preparan a los futuros supers, para hacer el mejor uso de sus habilidades, una vez insertos en la sociedad.  Allí hace unos cuantos amigos, estudiantes como ella y se ve involucrada en un misterio atroz, que lleva años desarrollándose en esas dependencias.  Como debía suceder, todos estos chicos, quiéranlo o no, deben intervenir si quieren salvar sus vidas.
    No podemos olvidar que este es el mundo de The Boys, así que la nobleza y el idealismo de otras ficciones del género" no lo vamos a encontrar acá. Los villanos no son criminales fácilmente reconocibles por sus nombres rimbombantes y sus vistosos atuendos y/o apariencias, claramente diferenciados de sus rivales; estos últimos tampoco son un derroche de virtudes, ni siquiera personas especiales y que hacen lo posible por superar sus debilidades propias, en pro de la gente común y corriente (salvo Starlight, claro).  No, acá la oscuridad abunda en casi todo el mundo, supers y normales, puesto que impera el materialismo puro y la mayoría pretende sacar su tajada del pastel (y si puede comerse la porción del resto, no se complican).   Así vemos cómo chicas y chicos universitari@s, dejan mucho que desear en tema de valores, más considerando el ejemplo que tienen de sus adultos, entre padres, profesores y otros; los menos tóxicos son drogadictos a nivel "profesional" y su sexualidad activa incluye aberraciones como la zoofilia y el abuso de otras personas.
     Justamente la única luz que encontramos entre esta gente, son tres personajes que comparados con el resto de las otras "jóvenes promesas", pueden ser considerados parias o que de algún modo su diferencia los individualiza:
     La protagonista o al menos la muchacha con quien comienza una historia, una afroamericana con un pasado trágico que la ha marcado bastante.
    Luego tenemos a quien se convertiría en la mejor amiga de la anterior, una chica con un poder "menor", dulce e insegura.
     Uno de los estudiantes más populares de la universidad, quien a voluntad puede cambiar de género sexual, lo que también tiene su dosis de drama.
     El resto de los jóvenes que protagonizan este drama de ciencia ficción pueden llegar a desagradarnos sin problemas, si bien cada uno posee su propia historia “triste”.  Y en cuanto a los adultos, por lo general son mucho más desagradables que la mayoría de estos jóvenes caprichosos, ya que tienden a utilizarlos a diestra y a siniestra (y sin culpa alguna).
    El show es lo suficientemente violento y escabroso, como para darnos en el gusto a los que esperábamos más de The Boys (hay muchas conexiones entre ambos títulos, así que a verse Gen V antes de retomar su show "inspiración").  Más encima, aparecen varios personajes del programa que antecede a este, así que a disfrutar de esta pieza altamente recomendable.  
    Tres cosas antes de finalizar: Sigo sin perdonar que series como esta no posean créditos de apertura, cuando podrían hacer una maravilla al respecto; ocho capítulos son muy poco y nos dejan con ganas de más; y hace rato que no veía tantos penes en un programa televisivo.


                                                  Un comienzo desgarrador para Gen V

jueves, 3 de octubre de 2024

Una triple renovación digna de memoria


I- Antecedentes
 
    En 2010 se estrenó la quinta temporada de Doctor Who (entiéndase por esto la serie Moderna, claro), la que nos trajo a un Señor del Tiempo en su undécima encarnación, tras dejar el show David Tennant (luego de tres temporadas y un "cuarto") y ahora bajo la presencia de Matt Smith.  Por otro lado, el gestor de este regreso moderno del programa televisivo más longevo de nuestro planeta (sí, incluso ha superado a los gringos), Russel T. Davies, también dejó el programa, dejando a Stephen Moffat como su sucesor de showrunner; cabe mencionar que este último logró tal cargo, tras escribir varios de los mejores episodios de este Dr. Who actualizado, siendo el creador, nada menos, que de personajes ya queribles como el Capitán Jack Harness y de nada menos que de su "esposa" River Song; sin olvidar su otra gran invención, los inolvidables  Ángeles Llorones.
    Por otro lado, tras la dramática despedida de la última companion del buen Doctor, la sin par Donna Noble, era de esperar que llegara alguien nuevo como coprotagonista humano/humana de sus andanzas; ello significó la introducción de Amy Pond, una chica en sus primeros veinte, que cuenta con una hermosa historia personal con el Doctor, desde su infancia y que comienza a viajar con él, pese a que está pronta a casarse.  A la anterior se suma su novio, el muy simpático enfermero Rory, quien los acompañará en más de una ocasión y será de vital importancia para el impactante final de temporada.
    La trama general que se irá desarrollando de manera pausada en los episodios unitarios, hasta llegar al clímax dividido en dos partes, nos hablará de una grieta en el tiempo de consecuencias devastadoras, con la que el Doctor tiene una relación bastante significativa.
    Por cierto, debo confesarles que cuando me vi por primera vez esta temporada, hace más de una década ya, no fue muy de mi agrado y la encontré irregular (tal vez hasta olvidable).  Lo anterior, debido a que me resistía a "perder" al Décimo Doctor y, por otro lado, me atraía Tennant (pese a que difícilmente son de mi gusto los flacos); así que sentí resquemores bastante irracionales hacia esta nueva etapa.  Más encima me cayó mal Amy, a la que tampoco podía dejar de comparar con mis queridas Rose, Marta y en especial con Dona; la encontraba "sin asunto".  Incluso me dije, le dije a otros amigos ñoños, que Moffat no se había esmerado en su labor, que no le llegaba a los zapatos a su predecesor... ¡Qué equivocado estaba! Supongo estaba entonces muy "verde", como para conseguir apreciar una temporada tan genial, que ahora que me la he vuelto a ver la he disfrutado mucho.
   Por cierto: A partir de ahora nos encontraremos con una Tardis renovada y el "destornillador sónico" del Doctor también tomará nueva apariencia.
 
II- Historias para gozar:
 
1 La Undécima Hora:
 
     La Tardis está con problemas de funcionamiento, que el mismo Doctor acaba de regenerarse, así es que este tampoco está por completo "en funcionamiento".  Es entonces que juntos, nave y Señor del Tiempo, aterrizan en el patio de la casa de una adorable chica, quien queda encantada con el visitante y a partir de entonces el resto de su vida se quedará esperando a su amigo imaginario.  Ya adulta, Amy y el Doctor se vuelven a encontrar, justo cuando la primera ya había dejado de creer en él.  Ahora deben deshacerse del desagradable "prisionero" que vive en una prisión dimensional, que colinda con el hogar de la muchacha… ¡Y obviamente el nombre de este episodio es en referencia a la undécima encarnación del Doctor!
 
2. La Bestia Abajo:
 
    El Doctor y su nueva compañera viajan al futuro, llegando hasta dentro de una gigantesca nave que alberga a los descendientes de Gran Bretaña, quienes como muchas otras naciones han emigrado de la Tierra en vehículos "generacionales".  Un misterio nuevo hay que resolver, ligado a la desaparición de un niño, una sociedad distópica y una simpática justiciera enmascarada que los ayudará (quien más encima guarda un tremendo secreto).  Una terrible verdad pende sobre la población que vive en esta construcción ambulante, la que nos habla acerca del utilitarismo, la culpa, el perdón y las nuevas oportunidades.  Hermoso capítulo que nos regala otro personaje femenino interesante y posee un final muy emotivo.
 
3. Victoria de los Daleks:
 
   Ambientado en plena Segunda Guerra Mundial, este entretenidísimo episodio cuenta cómo nada menos que Winston Churchill es amigo desde hace rato del Doctor y requiere de la ayuda de este porque... ¡Los Daleks están involucrados en la Segunda Guerra Mundial! Claro que Churchill ignora la verdadera identidad de los anteriores.  Un desenlace prometedor para el porvenir de tan magníficos rivales.
 
4. El Tiempo de los Ángeles:
 
   Primera parte de una historia dividida en dos episodios y que significa nada menos que el regreso de los aterradores Ángeles Llorones. En el futuro y en un planeta que guarda las reliquias de una cultura ya extinta hace rato, el Doctor y Amy se reencuentran con estas fabulosas criaturas, que tienen un plan maquiavélico para regresar a la realidad.    La trama también implica el retorno esperado de River Song.
 
5. Carne y Piedra:
 
   Las cosas se complican para nuestros héroes, más porque Amy ha sido infectada por un Ángel.  All menos cuentan con el apoyo de unos singulares sacerdotes.
  
6. Los Vampiros de Venecia:
 
    El Doctor se ha empecinado en darle un regalo de bodas muy especial y anticipado a Amy y a Rory, quien vuelve para caernos lo suficientemente bien, como para adorar su calidad de nuevo companion.   Es así como los lleva de viaje a la antigua Venecia (cerca del siglo XVII) y lo que debería ser turismo puro, se convierte en otra gran aventura, porque unos chupasangres se han hecho pasar por la nobleza y están aprovechándose de la inocencia de la gente, que cree en su calidad de mecenas. Una muy interesante revisión de la figura de los vampiros, con algunos de los mejores maquillajes del show.
 
7. La Decisión de Amy:
 
    Una misteriosa presencia acecha a los protagonistas, haciéndose llamar el Amo del Sueño (interpretado nada menos que por un actor del calibre de Toby Jones) y los tiene en la disyuntiva de elegir qué es la realidad, si una apacible vida en el campo donde ya están casados Amy y Rory, en un futuro cercano o el presente cuando se encuentran atrapados en la Tardis.  Por otro lado, unos alienígenas se están haciendo pasar por pueblerinos y son todo un peligro.  Amy, quien antes prejuiciosamente no era de mi agrado, se muestra ahora en su grado más noble.
 
8. La Tierra Hambrienta:
 
    Otros viejos contrincantee del Doctor Clásico son rescatados y renovados para las nuevas generaciones: Les estoy hablando de los Siluros, una raza reptiloide que vive en la Tierra desde eras anteriores a la Humanidad.  En un pueblito minero han excavado lo suficiente como para despertarlos y eso trae la posibilidad de una guerra entre especies inteligentes, en la que los humanos no tienen cómo defenderse.

Siluros

9. Sangre Fría:
 
   La conclusión de la historia anterior, en la cual el Doctor, todavía junto al futuro matrimonio de Amy y Rory, debe arreglar un entuerto de proporciones casi shakespereanas.  Para lo anterior, cuenta con el apoyo de unos pueblerinos muy simpáticos.  Por otro lado, se nos deja claro que Siluro necesariamente no es sinónimo de villano.... Y atención al desenlace, uno de los más agridulces de la serie (al nivel de Aguas de Marte).
 
10. Vincent y el Doctor:
 
   Estamos frente a uno de los episodios más hermosos del actual Doctor Who, el cual bien merece estar junto a títulos de la calidad de Día del Padre (primera temporada) La Chica en la Chimenea (segunda temporada), Pestañeo (tercera temporada) y Fuegos de Pompeya (cuarta temporada).  El Doctor y Amy llegan al siglo XIX hasta Francia, de modo que se cruzan con el famoso pintor, al cual tratan de ayudar a superar a sus demonios (el buen Van Goh tenía serios problemas psiquiátricos).  Vemos cierta atracción entre Amy y Vincent (encarnado por un actor bastante guapo, por cierto).  Un capítulo sobrecogedor, que las dos veces que lo vi me llevó hasta las lágrimas (era el único que recordaba con cariño de mi primera revisión de la temporada), acerca de la naturaleza del talento y las personas magníficas que pueden ser los incomprendidos y solitarios.  Asimismo, interesante el punto de vista adulto del guión, que nos dice que no importa qué tan poderoso sea el Doctor, el curso de la historia real no la puede cambiar.
 
11. El Inquilino:
 
    Un capítulo gracioso, livianito y muy agradable en el cual el protagonismo gira en torno a un humano común y corriente que se cruza con el Doctor (en la senda de otros, que ya han habido en temporadas anteriores).  Amy y el Doctor están separados a la fuerza, así que este último debe procurar que vuelvan a estar juntos; para conseguir lo que quiere, le arrienda un cuarto a un adorable gordito, quien está enamorado en secreto de su mejor amiga.  En la casa donde ahora está pasando los días nuestro héroe, hay una presencia maligna que solo el Señor del Tiempo puede derrotar.
  
12. La Pandorica se abre:
 
    Comienza otro potente final de temporada, que incluye una vez más a Rory y a River Song (dos personajes ya a los que les tengo cariño) y una alianza inesperada.  Conocemos por fin qué es la Pandorica, de la cual hemos oído hablar antes en esta temporada, así cómo sabremos quién está encerrada en ella.
 
13. El Big Bang:
 
    Esta vez es el Doctor quién debe ser salvado, razón por la cual Amy y River son su única oportunidad; claro que estas cuentan con el apoyo de Rory, quien ha pasado por una experiencia atroz.  El largo epílogo resulta muy emotivo y esta vez también me sacó mis lagrimitas.
 

                                    Créditos de apertura de la quinta temporada

lunes, 30 de septiembre de 2024

Regreso a la magia de mi infancia y juventud (III)

 
1. Desempolvando recuerdos.
 
    De niño veía televisión junto a mi mamá y papá, muchas veces junto a mi hermana Mabel (la más chics, Jenny, no era buena para la tele), todos reunidos en la parte delantera de la casa que era un negocio y allí mientras atendíamos a los clientes disfrutábamos del "cine en su casa" o "tardes de cine" (tipo 17:00 horas de lunes a viernes, uno se llamaba así en un canal y el otro era de la competencia), otras veces los Grandes Eventos o lo que daban en Best Sellers durante las noches de los domingos; en distintos horarios veíamos dibujos animados, series de televisión, teleseries chilenas y extranjeras (estas por lo general mexicanas, que luego llegaron las venezolanas y colombianas), así como shows nacionales de espectáculos, concursos y variedades.  Fue una bella época para crecer junto a mis seres queridos, claro que esos años entre fines de los setenta y hasta terminando los ochenta, Chile pasaba por la dictadura de Pinochet; así que mi hogar era un refugio que me protegía de la miseria que se pasaba afuera (sin ser negacionistas a las atrocidades del régimen militar de derecha, en todo caso).
    Por el año 1986 (que no recuerdo la época precisa) mi hermano Miguel me regaló una tele vieja en blanco y negro, todo un tesoro para mí y a partir de entonces me pasé al dormitorio que compartía con mis hermanas para ver ahora, acostaditos en nuestras camas, todo lo que nos interesara; luego tuve mi primer aparato a color, si bien me falla la memoria de cómo sucedió y en qué momento exacto.
    Me marcaron desde pequeño títulos que hoy en día, no solo son sagrados en mis recuerdos, sino que definieron mis tendencias y, como no, buena parte de quién soy hoy en día.  Le debo mucho al programa infantil nacional Mazamigos (del grupo Mazapán), que acrecentó mi amor por la música y las artes dramáticas, a programas como Star Trek y Robotech, que me mostraron una ciencia ficción más elaborada y, como no, a La Dimensión Desconocida (la ochentera), que no solo me asustó, sino que me mostró cómo la fantasía podía remecer nuestros corazones con historias de gran belleza y también me mostró una faceta elaborada del miedo, sin dejar de lado sus impactantes historias de ciencia ficción.
    Veía deseoso de conocimiento programas de reportajes como Informe Especial y la serie documental La Tierra en que Vivimos, ambos de factoría nacional, que me permitieron conocer mejor el mundo más allá de las ficciones.
     Esperaba con ansias cada entrega de mis programas favoritos.
    Era muy pequeño aun cuando esos domingos por la noche, estrenaban producciones gringas (en su mayoría).  A veces eran miniseries como la que hoy me lleva a escribir, otras películas que dividían en dos partes (muchas veces censuradas, algo de lo que solo me di cuenta muchos años después las vi en VHS que arrendaba).  En el primer caso, me impactó ver Raíces y Holocausto, que me sensibilizaron respecto al racismo, Shaka Zulu y la producción nacional La Quintrala, entre otros, también de carácter histórico... Y un lugar muy especial, lo tiene en mis recuerdos la adaptación televisiva de Crónicas Marcianas.

 
2. La producción.
 
   Producida en 1980 contó con la actuación estelar de Rock Hudson, famoso actor de cine ya luego de su etapa de gloria y más maduro (pocos años después fallecería producto de las infecciones provocadas por el VIH, siendo el primer famoso en morir a causa de un virus que en esos años era todo un misterio).  Dirigida por Michael Anderson, se dividió en tres capítulos de una hora y media de duración (esto sin considerar los comerciales entre medio) y contó con la participación de otros artistas de calidad, aunque nunca al nivel de estrella del mentado Hudson; entre estos últimos solo puedo ubicar a Roddy McDowall (estrella de los filmes originales de El Planeta de los Simios y de su serie de televisión de imagen real) y Bernie Casey, el único actor afroamericano dentro de esta adaptación y cabe mencionar que ello resulta bastante significativo, si se considera el rol que le tocó dentro de esta (personaje central del segmento dedicado a Aunque siga brillando la Luna, historia cargada de una honda crítica social en contra del imperialismo y la destrucción de culturas autóctonas, como bien le pasó a sus antepasados al ser esclavizados por los europeos).
   El guión estuvo a cargo de otro maestro de la ciencia ficción, Richard Matheson, con experiencia ya dentro del terreno televisivo (no olvidemos su aporte a las dos creaciones de Rod Serling, siendo la última Galería Nocturna y luego como otro caso Kolchak, dentro de lo que les puedo mencionar).  La labor de Matheson demostró su talento con creces, otorgándole una mayor cohesión a los relatos escritos por su colega, al dejar claro la progresión cronológica entre un cuento y otro; lo anterior se hizo evidente con el personaje de Hudson, protagonista, secundario y testigo de varios de los textos seleccionados para esta producción.  Asimismo, tomó al personaje del Padre Peregrine, quien solo aparece en un texto del libro, un microcuento más encima, y lo convirtió en una importante figura junto a su compañero el Padre Stone (creación original suya); figura central de un segmento de fuerte carga espiritual, que no pertenece a Bradbury y que su colega sabiamente insertó para hablarnos de la fe, la religión, Dios y la trascendencia con valentía: así fue cómo usó a dos personajes católicos en una historia sobre el futuro "dominado por gringos" (que en la vida real mayoritariamente eran protestantes).  Tras haberme vuelto a ver esta miniserie, luego de más de una década que no lo hacía, quedé más gratamente sorprendido; incluso satisfecho, respecto al inserto en el que lo dos curas tienen su experiencia religiosa extraterrena.  Me llego a preguntar si todo el segmento recién mencionado habrá salido en plena dictadura militar de Pinochet, cuando la vi por primera vez a principios de los ochenta (puesto que contiene un discurso muy fuerte, acerca del verdadero sentido de los dogmas y ello bien podía atentar en contra de las mentes estrechas de aquel tiempo y de ahora mismo, por no dejar de mencionar el oficialismo católico del Chilito pinochetista).
    La miniserie se encuentra dividida en tres episodios, dedicados a tres momentos relevantes dentro de Crónicas Marcianas.  Primero nos encontramos con Las Expediciones, que comienza con una especie de dos prólogos acerca de los intentos humanos por llegar a Marte, uno por medio de una nave no tripulada y el segundo centrado en las oficinas de la NASA, donde están preparando los viajes tripulados (acá es cuando conocemos al "protagonista").   El capítulo nos dará potentes dramatizaciones de Ylla, La Tercera Expedición y un muy efectivo, Aunque siga brillando la Luna. Luego le sigue el capítulo llamado Los Colonos, cuando los humanos (todos gringos y blancos) ya se han asentado en Marte; en esta ocasión los responsables de la miniserie (que recomiendo con todas mis ganas) se lucen adaptando El Marciano y Fuera de Temporada (en el cual la indumentaria vaquera-disco-kitsch del protagonista, resalta su materialismo chabacano), poniendo entre medio la citada trama dedicada a los sacerdotes.  Y, por último, Los Marcianos nos cuenta sobre qué ha pasado luego de que la Tierra, ha sufrido su inevitable debacle y los colonos (en un afán que me cuesta entender su lógica) han decidido regresar a un mundohogar, que ya no tiene nada que ofrecerles; de este modo, tenemos acá versiones muy efectivas de Los Pueblos Silenciosos (donde si bien cambiaron el aspecto de la coprotagonista femenina, por razones "políticamente correctas", lograron hacerla incluso más detestable y con ello lograr hacer más efectiva la historia), Encuentro Nocturno, Los Largos Años y Un Picnic de un Millón de Años.
    No podía olvidar el uso del recurso de un narrador, a través de una voz en off, que le otorga con sus palabras un fuerte sentido literario a esta obra.
   La banda sonora estuvo a cargo de Stanley Myers y posee temas muy hermosos y evocadores, la cual salió a la venta en su momento.  Sin embargo, ignoro si hay una reedición remasterizada de esta, la cual antes se podía conseguir, aunque no con todos sus temas, si bien no incluyó la música electrónica adicional a cargo de otro compositor.
    Los efectos especiales dejan mucho que desear y hoy en día son irrisorios, lo que solo se entiende porque supongo el dinero se invirtió en otros detalles, que en ese tiempo ya había medios para hacer mejores cosas al respecto (ya se habían estrenado Star Wars y Alien, así que estaba la tecnología suficiente como para darle la credibilidad respectiva); sin embargo, esto se puede perdonar a la luz de las numerosas virtudes de la miniserie.  En cambio, en el aspecto artístico esta producción destaca bastante, en lo que concierne a la dirección de arte dedicada a los marcianos: si bien su maquillaje no los muestra "morenos", como en los cuentos, el detalle de sus ojos y uñas alienígenas sobresale; a lo que se le suma la belleza de las construcciones minimalistas de sus ciudades y objetos, destacando sus máscaras rituales, dignas de tener como parte de la colección de un ñoño... Por mi parte, si bien ya a mi actual edad reconozco sin vacilar los escasos recursos técnicos mencionados, como en la escena de la persecución de los barcos de arena, puedo recordar con cariño cómo me impresionaron de niño esas tomas de tales naves marcianas, deslizándose a través de vastos territorios; la maravilla de tales imágenes sigue siendo para mí muy preciada.
    Para terminar, mencionaré, casi como anécdota, que cuando le preguntaron a Bradbury qué le parecía esta adaptación de su famoso libro, solo dijo: "Simplemente aburrida".  Tal vez por la misma razón, cuando tiempo después tuvo su propio show en televisión, El Teatro de Ray Bradbury, se encargó de hacer nuevas versiones de estos cuentos, como es el caso de El Marciano.

 

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jueves, 26 de septiembre de 2024

Dime qué no te gusta de ti

    El título que usé arriba corresponde a la famosa pregunta que hacen los doctores Troy y McNamara a sus pacientes en la serie dramática Nip/Tuck, que acuden a ellos para que les hagan una intervención quirúrgica-estética; la que se convirtió en la expresión "marca" de la serie que hoy terminamos por revisar.
    Mucho hay por contar y comentar acerca de sus últimas tres temporadas, llenas de sorpresivos giros argumentales y de nuevos personajes increíbles (muchos de ellos "villanos").  Vayamos por año, mejor, que cada uno de ellos girará en torno a uno o más hechos en concreto, que darán pie a sus propias tramas argumentales.
   La cuarta temporada (para este humilde servidor la mejor de todas) implicó la venta/asociación de la clínica de nuestros protagonistas a un matrimonio multimillonario.  Conocimos a estos dos al final de la temporada anterior, quienes ahora se desarrollarán bastante, en especial la guapísima. morenaza, quien llega a tener mucho más que un affaire con Christian.  Este romance, bastante tormentoso de por sí, estará opacado por el pasado de la mujer (mucho más que turbio, la verdad), el cual se niega a dejarla, cuando vuelve a su vida la persona que la presionó a tomar tan malas decisiones en su juventud (y bajo tan gran antagonista tenemos a otra tremenda artista, una bellísima madurona Jacqueline Bissete).  Por otro lado, ahora nuestros protagonistas se verán enfrentados a una mafia dedicada al robo de órganos, la cual se los hará ver muy difícil; así como volverá a complicarles la vida el primer enemigo que se hicieron, quien esta vez nos dará más de un remezón.  Por último, que solo estoy contando lo que puedo recordar y sin querer caer en el spoiler, tenemos la llegada de un interesante secundario, a cargo de uno de mis hoy en día actores favoritos, Peter Dinklage, poco antes de hacerse famoso por su papel del encantador Tyrion Lannister en Juego de Tronos, quien tendrá un rol importante en la vida de Sean y Julia, así como en la familia de estos.  Por otro lado, de manera muy valiente, los guionistas introdujeron el tema de las sectas religiosas, centrándose en nada menos que la cientología (la ideología que tantos adeptos posee entre los poderosos de Hollywood, muchos de ellos reconocidos actores y actrices), un arco argumental paralelo que enriquecerá bastante el drama... Ah, no se me podía olvidar el capítulo que transcurre en el futuro, cuyo maquillaje para envejecer a los protagonistas me pareció tan falso, comparándosele con las maravillas que hemos visto hasta el momento con los pacientes y las intervenciones quirúrgicas (¿Lo habrán hecho de adrede así?).


    La quinta temporada corresponde al traslado de la clínica y, como no, del cambio de casa de sus dueños, de Miami a Hollywood; es así que estos llegan al epicentro de la obsesión por la belleza física, lo que quedará muy claro a partir de ahora (atentos al primer episodio, presentado de manera muy original).  Si antes tuvimos sus buenas dosis de humor, que nos ayudaba a aligerar los puntos más dramáticos del espectáculo, ahora se intensifican, aunque sin caer en el absurdo (de hecho, sus dosis son las adecuadas y solo se usa este recurso de vez en cuando, no en todos los episodios).  Todo lo anterior sucede, porque Nip/Tuck se permite hacerse una autoparodia, cuando Sean comienza a trabajar como actor en un programa "dramático" sobre médicos, inspirado en sus propias experiencias y las de Christian; de este modo entran en escena un trío de simpáticos personajes:  El guapo primer protagonista de este espectáculo de ficción (interpretado por la estrella en ascenso en aquel entonces, Bradley Cooper, antes de sus papeles más famosos para el cine), un director de televisión con problemas para asumir su identidad sexual (encarnado por Oliver Platt , ya maduro y con sobrepeso, si se considera cuando lo conocimos de joven) y una actriz secundaria, eterna agregada en papeles menores a estos programas (y a estos tres debemos agregar al papel a cargo de Rosie O' Donnel, tremenda artista, quien regresa luego de sus estupendas apariciones en la temporada anterior, una "nueva rica" que termina ligada al personaje de ).  Por otro lado, Troy se entera de que su salud se ha deteriorado bastante, lo que provoca uno de los arcos más impactantes de la serie, en el cual su amiga Liz cumple un papel fundamental (¡imposible no amar a este personaje, la más cuerda de todo el equipo!).  Por otro lado, Matt sigue dándoles problemas a su familia (no es una mala persona, pero vaya que es un verdadero quebradero de cabeza) y ahora se ha metido en la droga junto a su esposa, pese a que ambos tienen un bebé (eso solo para comenzar). Asimismo, Julia ha comenzado una nueva relación seria, lo que significa descubrir una faceta suya que ignorábamos y es aquí cuando entra la villana más desgraciada de todo el título: su hijastra.  Y en cuanto a Sean, se le complica más la vida cuando se vuelve el foco de la atención de una psicópata (soberbiamente interpretada por Sharon Gless, mis respetos a ella) y luego se le ocurre involucrarse románticamente con la nueva anestesista de la clínica, una mujer a la que le gusta vivir al límite (a cargo de Katee Sackhoff, a quien adoro desde que la conocí en Battlestar Galactica).
    La sexta y última temporada comenzó con algo casi impensable en las series actuales o al menos desde que comenzó el presente siglo: Cambiaron a una actriz por otra.  Claro, estamos hablando de un personaje secundario, pero la pérdida de alguien como Kate se hace notar (ella posee su propia impronta, que no cualquier fémina puede hacernos olvidar).  Muchos hechos atroces e impactantes ocurrirán a continuación, como el regreso de la controladora madre de Julia y el resentimiento mayor de la relación entre Cristhian y Sean, debido a lo tóxico que llega a ser el primero (por lo mismo, la capacidad para perdonar de la buena de Liz es impresionante, considerando lo que le hizo).  Por cierto, Matt sigue dando problemas y no puede llegar a ser más engorroso.  Mención aparte el final de la historia de Kimberly, quien pasó por tanto tras unir su vida al verdadero amor de su vida (quizás el personaje más trágico de todo Nip/Tuck) y que nos enseña cómo nos puede marcar negativamente una persona, si somos incapaces de amarnos a nosotros mismos.
     El desenlace de esta gran historia de una centena de capítulos fue inesperado para muchos, doloroso en parte, aunque afirmado en la esperanza y que nos habla de la búsqueda de nuevos horizontes para alcanzar la plenitud, incluso si ello significa tomar duras decisiones.  En cuanto a lo que significó para mí este reencuentro, luego de tantos años, me alegra mucho haber optado por este programa, el cual ahora con mayor razón está entre mis predilectos.  Ojalá le den su oportunidad.
   ¡Ah! Antes de terminar no puedo dejar de lado esta vez a la enfermera Linda, quien estuvo desde el principio en el show y si bien nunca se desarrolló al personaje (de hecho, creo que quien hacía de ella no era actriz profesional, sino que una verdadera especialista de esta área), no podía dejar de caernos simpática con su lealtad, buen humor y amor por el golf.

viernes, 13 de septiembre de 2024

Regreso a la magia de mi infancia y juventud (II)


Nota: Termino acá mi revisión de Crónicas Marcianas de Ray Bradbury.  

10. Las langostas
 
    Más que un microcuento (el de mayor brevedad en lo que lleva el libro), veo a este texto como una mirada sobre lo que significa el "triunfo" del ser humano de en su conquista de Marte.  Hombres y mujeres acostumbrados a hacer lo mismo siempre, a cumplir sus patrones (heteronormados) y a ello a costa de muchas cosas...
    Qué simbólico y significativo resulta este título, que nos dice que el avance y progreso no necesariamente son algo bueno; porque implican, también, avaricia y destruir todo lo natural y bello que hay desde antes de su llegada (como bien ha quedado registrado en la historia real y en estos cuentos que ficcionizan la verdad).
 
11. Encuentro nocturno
 
   Debe ser otro de los cuentos más logrados y célebres de este tomo...
   Un colono realiza un viaje a solas por su ruta acostumbrada, en el Marte ya conquistado por la Tierra.  Es cuando se encuentra nada menos que con un marciano; se supone que todos estos han muerto, pero el autóctono se muestra de lo más activo, dialogante y hasta amistoso.  El uno y el otro tienen una entretenida conversación, aunque hay algo más raro aún en todo esto: no se pueden tocar y es como si fuesen un fantasma desde el punto de vista de su compañero.
   Bellísimo texto que nos habla de la otredad, o sea, sobre el descubrimiento y conocimiento de lo distinto en los demás respecto a nosotros, en especial cuando se trata de una cultura diferente a la nuestra; sin embargo, lo anterior en el caso de ambos interlocutores, en vez de separarlos, les hace darse cuenta de sus puntos en común.
   Rescatable, también, en esta obra viene a ser que el humano es latino; un punto a favor para el gran Bradbury, que nos muestra que Estados Unidos no solo está compuesto de blancos y trata a su personaje con naturalidad, quizás hasta adelantado a su época en lo que a literatura gringa concierne (bueno, la ciencia ficción desde sus principios ha sido vanguardista y rupturista).
   Para terminar con este relato, el texto aborda, además, la naturaleza del tiempo ¿Qué pasó en realidad respecto al devenir de sus personajes? Puede ser, lo más probable, que uno de ellos esté muerto.  Sin embargo, este encuentro nocturno es el mejor ejemplo del sentido de maravilla en la narrativa bradburyana y que cuando se trata de encontrarse con misterios hermosos como este, lo mejor es disfrutar de nuestra ignorancia y de saber que pese a todo, por sobre la ciencia y la tecnología, la vida nos sigue deparando sorpresas.
 
12. Intermedio
 
   Otro microcuento que sirve como enlace a todo lo que vendrá y que nos muestra lo rápido que se están asentando los humanos en Marte, cada vez repitiendo los mismos códigos de antes (los buenos y los malos también).
 
13. Los músicos
 
   Los niños no podían faltar en estas crónicas y es que la inocencia de la infancia es uno de los temas predilectos de Ray Bradbury.
    Grupos de pequeños juegan en las casas abandonadas de los marcianos, edificios en los que siguen allí sus huesos y nadie se preocupa de sacarlos de la vista, muchos menos estos muchachos.
   La vida sigue su curso y la mayor parte de la gente sigue con esta como si nada.  La entropía sigue su curso y la rueda del destino también; quien hoy está arriba, mañana le tocará abajo.
 
14. Un camino a través del aire
 
    En lo que va del libro, he releído ya varios cuentos preciosos, muy emotivos y cargados de una lírica tan grande, que me deleita cada palabra e idea.  No obstante, este es mi favorito hasta ahora y si bien hay dos que algo recuerdo de hace mucho tiempo, por los cuales tengo un gran cariño, veo difícil que me conmuevan tanto como este.
   Estamos en 2003 y en este futuro, que para nosotros sería el pasado (claro que se trata de una cronología ficticia y no la real, pues con suerte hemos mandado una sonda al Planeta Rojo) y si bien en apariencia los humanos pudimos conseguir harto con nuestra ciencia y tecnología, en muchos puntos seguimos igual con las mismas miserias de siempre; como bien quedará demostrado en este relato, que nos muestra cómo no ha habido tanta evolución social y los viejos parámetros siguen vigentes (lo que en el mundo real, desgraciadamente, también sucede en muchos casos).
    La gente negra del Sur de Estados Unidos, sitio donde abundó más el racismo y la esclavitud de la comunidad afroamericana en ese país, ha decidido abandonar en masa la Tierra para buscar una mejor vida en Marte. Los blancos que ya no son sus amos, aunque sí sus empleadores a los que explotan, se inquietan por esto y de ese modo uno de ellos está decidido a impedirlo.
    Teniendo en cuenta que esta pieza fue escrita en los cincuenta, años antes de la lucha por los derechos civiles y la inclusión efectiva de esta etnia dentro de la sociedad gringa, sin ningún tipo de discriminación y todos sus privilegios, se trata de un texto valiente que, escrito por un blanco, denuncia uno de los rasgos más espantosos de la sociedad yanqui.
     Diálogos de honda humanidad, con un protagonista detestable y que, pese a todo, no deja de ser realista, completados por una narración que nos parte el alma.
    Gracias, Ray, por tanta belleza.
 

15. La elección de los nombres
 
    Más que un microcuento, un adelanto al otro potente relato que se nos viene, en el cual se menciona con la prosa lírica que caracteriza a Bradbury (heredera, quizás, del estilo de Lord Dunsany y ambos inspiradores, tal vez, de la pluma de Neil Gaiman) el incesante deseo humano de edificar, de crear comunidades y de arrastrar consigo sus viejas costumbres... ¡Incluyendo lo peor de sí mismo!
     Por otro lado, considérese el valor de la palabra, de nominar todo para crear realidad y mantener la tradición.
 
16. Usher II
 
   Un relato lleno de intertextualidad y toda una declaración de amor al maestro Edgar Allan Poe y al cine de terror...
    Un millonario excéntrico que se ha venido a vivir a Marte se ha hecho construir una mansión aterradora (alrededores incluidos) que rememora el clásico cuento de Poe La Caída de la Casa de Usher.  A través de este edificio, se decide llevar a cabo un plan largo tiempo ideado.
    Elementos que mezclan muy bien la ciencia ficción con lo gótico y algo de humor negro, en esta tremenda narración que es todo un gozo para el lector culto y más si también adora los antecedentes mencionados.
    A su vez, el autor se permite criticar acá la censura, el puritanismo gringo y llevar a cabo su propia venganza literaria, en contra de las mentes estrechas de los moralistas que desean imponer a otros su ceguera.
 
17. Los viejos
 
   La antesala al igualmente famoso y maravilloso cuento que se nos vendrá y que, en pocas palabras, narra la llegada de un particular grupo de individuos a Marte.
 
18. El marciano
 
    Un matrimonio de gente mayor, que se ha venido a vivir a Marte, se reencuentra nada menos que con su único hijo, muerto hace décadas.  Un viaje a la ciudad será fatal para este último, debido a su naturaleza extraordinaria y a la necesidad de los seres humanos de aferrarse a sus recuerdos.
    El relato más dramático y/o triste del volumen, que retoma la idea de qué ha pasado con los habitantes originales de Marte, sus capacidades extraordinarias y ahonda en los temas del efecto de la soledad.
    Llamativo resulta ser que se considere a alguien de 55 años como a un anciano ¿En verdad a mediados del siglo pasado, a esa edad, la generalidad de la gente estaba envejecida?
 
19. La tienda de equipajes
 
   Otro pequeño texto, que no alcanza a las dos páginas, que sirve de preámbulo al relato mayor que le sigue.
   Acá tenemos la significativa conversación entre un vendedor de maletas, en pleno suelo marciano, y un sacerdote (no queda claro si católico o no), a través de la cual nos enteramos de lo que está pasando con la Tierra.
   La maestría de Bradbury radica en el hecho de que en tan poco espacio, nos entregue personajes bien delineados, espontáneos diálogos y una que otra reflexión que nunca es gratuita (el conocimiento de los recovecos de nuestra alma, bien claro es entre artistas, como el que ahora nos reúne).
   Por cierto: A través de este breve texto, nos enteramos sobre qué fue del sabio capitán de Aunque siga brillando la luna.
 
20. Fuera de temporada
 
   Un hombre y su mujer han puesto un local de comida rápida (todo tan gringo, ojo, que esto es bien significativo para la historia), en medio de una carretera que conecta con las minas, en las que están trabajando los colonos humanos en Marte.  El hombre, tan seguro de su emprendimiento, jura que cuando lleguen el resto de inmigrantes será un éxito su negocio.  Sus planes se complican, cuando uno de los pocos marcianos vivos que quedan, lo visita con intenciones que él considera ominosas.
    Ignoro si estaré "hilando demasiado fino", pero para mí resulta valioso el detalle de que el protagonista de esta pieza, se llame Sam (bueno, en realidad ese es un diminutivo, si bien bastante yanqui).  Un tocayo del paternal Tío Sam, de la propaganda nacionalista estadounidense, alguien que se viene a adueñar de una tierra que no hace mucho pertenecía a otro pueblo, cuya tradición ha sido "desmantelada" por sus pares y que él mismo no respeta.  Un sujeto violento y miedoso de la otredad, casi o más detestable que el sureño de ese otro cuento hermoso que es Un camino a través del aire.
   La descripción de los marcianos y todo lo que los conlleva es bellísima, como sucede por lo general con la narrativa de este escritor (los mismos a los Borges consideraba espantosos en su sobrevalorado Prólogo, lo que ahora me hace pensar que era un racista de mierda), más propia de la fantasía puramente onírica y evocadora, que de la ciencia ficción llena de rarezas alienígenas y máquinas aparatosas.
   El desenlace es increíble.  Algo recordaba de esta historia, que de muy niño me impactó mucho (ya les contaré cómo la conocí); si bien ahora la veo con otros ojos: como un relato sobre justicia poética, con una ironía exquisita, que nos muestra a los marcianos no tan pasivos como en primera instancia recordaba en este caso.  Hay una especie de venganza, de desquite burlesco por parte de un pueblo que fue casi extinguido por los conquistadores, centrándose en uno de sus representantes, que encarna lo peor de los humanos: Prejuicioso, avasallador y violento.
    Por último, increíble cómo el destino de marcianos y humanos se llega a entrecruzar tanto.

 
21. Los observadores
 
    Un pequeño cuento, que, como otros de este libro, viene a ser la antesala del siguiente texto, mucho más extenso...
   Seguimos con la cronología ficticia de este "pasado literario nuestro" (y el posible fututo que imaginó su autor): Muchos de los nuevos habitantes de Marte, ya llevan unos dos a tres años en su actual hogar; no obstante, siguen manteniendo contacto seguido con su vieja patria y en especial con la gente de allá.  Por lo mismo, de manera casi "mágica" todos alzaron la vista y fueron testigos del terrible momento, que habían predicho los marcianos en el relato anterior.
    La pluma de Bradbury para describir todo esto, tan poética y efectiva, se disfruta mucho.
 
22. Los pueblos silenciosos
 
   Los efectos de los eventos mencionados en el relato precedente se dejan ver acá.  Un hombre se ha quedado solo en la ciudad que habita y claramente echa de menos la compañía.  Es entonces cuando comienzan a sonar los teléfonos, en distintas casas cercanas de donde él se está quedando y desesperado busca atenderlo antes de que cuelguen; una vez que consigue comunicarse con el otro lado, para su dicha resulta ser una mujer.  Esperanzado, va en su búsqueda, pero con quién se encuentra resulta ser toda una sorpresa.
    Un relato muy divertido con un clímax humorístico impensado.  Igual encontramos acá un discurso que nos podría parecer sexista, que hoy difícilmente podría ser aceptado.  No obstante, tras tanto drama, se agradece este cuento novedoso.
 
23. Los largos años
 
    Otro cuento bastante emotivo y este con "mucha ciencia ficción".  Un hombre pasa sus días tranquilo junto a su adorable familia (esposa, dos hijas y un hijo) en un Marte casi despoblado, luego de los eventos mencionados en relatos anteriores.  La vida en estas circunstancias, con gente tratándose con tanto amor es idílica, propia de muchas otras narraciones bradburyanas que promueven la existencia sencilla.  Este cuadro de perfección es interrumpido por la llega de un cohete, que viene desde otros planetas del sistema solar colonizados; el vehículo trae veinte hombres, liderado por el amable capitán que conocimos en un relato anterior.  También se nos menciona acá brevemente del protagonista del texto anterior.
    Una historia que de forma estremecedora nos habla de la soledad (en contraste al cuento que le precede, que toma este mismo tema de forma humorística... ¡Y de hecho nombra s su protagonista!) y sobre la necesidad que tenemos de hacer comunión con otros.
   Por cierto: También nos enteramos acerca de qué fue del detestable protagonista de Fuera de Temporada.
 
24. Vendrán lluvias suaves
 
   Uno de los pocos cuentos que recordaba de este libro, aunque porque muchos años después de que lo leí, en mi adolescencia, me reencontré con él en una antología llamada La Crema de la Ciencia Ficción; me la había prestado un amigo, de cuando estaba en la universidad, y en ella cada autor agregado presentaba el que consideraba su mejor relato.
    Las virtudes de Ray quedan en evidencia por un significativo detalle: En sus páginas no aparece ningún personaje, al menos ninguno humano o al menos humanoide (como un marciano, por ejemplo).
    La narración nos habla de una casa automatizada, supongo una de las tantas que habían en Marte diseñadas para hacer más cómoda la vida de sus dueños.  Ingeniosos aparatos posee esta construcción.  Lo que parece un dïa "normal" más, a partir de la mañana y muy temprano, de esta casa, se convierte luego en otra cosa.
 
25. Un picnic de un millón de años
 
   Recuerdo con nostalgia que este bello cuento estaba incluido en el texto escolar de Castellano (la asignatura que enseño y que hoy en día se llama Lengua y Literatura, que más encima han cambiado mucho sus lineamientos, desde que me tocó ser estudiante colegial), de cuando yo cursaba el último año de mi Enseñanza Media.  Nunca llegamos a leerlo en clases y nunca lo retomé hasta ahora... Y me ha hecho muy feliz volver a hacerlo.
   Una familia compuesta por madre, padre y tres hijos varones menores de edad, ha llegado a Marte para dejar de lado el pasado y optar así a una nueva y mejor vida.
   El relato cierra con broche de oro esta saga, sembrando la esperanza y estrechando los lazos del amor, tras tanto odio, violencia y muerte.

 

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