Tal como se dijo en la primera parte de
esta serie de post dedicados a la etapa de George Pérez, al mando de los cómics
de la Mujer Maravilla, en 1991 se orquestó una importante saga que tuvo a Wondy
como personaje principal, además de la participación de buena parte de otros
superhéroes deceístas y entre los cuales por supuesto destacaron varios de
ellos (en especial los relacionados con el mundo mágico como Shazam y Animal
Man). Fue además lo último que escribió Pérez para la amazona, aparte de los
respectivos números de su coleccionable ambientados durante los eventos de esta
crisis, pues estaba bastante descontento con la empresa, ya que consideraba que
le había quitado importancia a su proyecto y por ello terminó por abandonarla
durante una buena cantidad de años; el motivo de su malestar y autoexilio se
debió a que ese mismo año, prefirieron darle mayor relevancia a la otra
miniserie que se gestionó, Millenium, la que contó con mejor
publicidad y desarrollo con más números relacionados que esta otra. Por otro lado, salvo las preciosas portadas
que diseñó, dejó a otros dibujantes la labor de realizar las viñetas de los
cuatro números con los que contó La Guerra de los Dioses, de modo que
en esta ocasión volvimos a contar con el arte de Romeo Thangal y Cinthia
Martin, quienes ya habían hecho su contribución para las revistas mensuales de
Diana. Tras acabar esta saga, Pérez
firmó su última entrega para la guerrera inmortal con el número 62, el que justo
venía inmediatamente después de la miniserie. Como regalo a los lectores que
compraron los cuatro tomos originales, estos venían de regalo con mini posters
exclusivos, de seguro hoy en día todas unas reliquias para los coleccionistas.
Pues debe saberse que detrás de la
crisis que casi llega al punto de destruir el universo entero y que involucra a
una serie de dioses de diversas religiones (entre griegos, romanos, nórdicos,
africanos, sumerios y hasta alienígenas como thanagarianos, entre otros), se encuentra
nada menos que la mayor de las enemigas a las que le ha tocado enfrentar hasta
ahora a la Mujer Maravilla post Crisis, la bruja Circe y a quien fue incapaz de
derrotar por sí misma en su primer encuentro (ya que solo gracias a la intervención
del dios amigo suyo Hermes, pudo salir con vida de este enfrentamiento). No obstante cuando el poder ahora reunido de
la hechicera llega a ser casi inconmensurable, la princesa demuestra ante todos
la calidad de su valor sobreponiéndose a su propia fragilidad y apoyada por
todos sus aliados y compañeros, consigue la victoria…si bien antes de todo ello
mucho debe pasar para que la villana
caiga. En pocas palabras, el plan de
Circe consiste en despertar de su largo sueño a una serie de divinidades y
engañar a otras para con la energía resultante del conflicto, reiniciar la
realidad a su gusto; es por esta razón que nuestros superhéroes se deben ver
frente a tales seres, supuestamente mucho más poderosos que ellos y razón por
la cual ante una amenaza tan grande, queda de manifiesto que no hay límites
para que la nobleza del corazón supere los infortunios.
Muchos tienen que cumplir un papel
predeterminado en los eventos, siendo que solo Wondy de la llamada “Trinidad”
de DC resulta en verdad significativa (Superman y Batman sí aparecen, pero en
verdad son otros los justicieros que aquí brillan); es así que aparte de los
mencionados Shazam y Animal Man, Firestorm, Acuaman, la Doctora Fate, Troia y
Hielo cumplen con un rol destacado dentro de todo esto; de igual manera nada
menos que Lobo y el Escuadrón Suicida tienen un destino que cumplir, dando muy
divertidos momentos a la lectura. En
todo caso debe reconocerse el rescate que se hace acá de un personaje olvidado,
el Hijo de Vulcano, quien viene a ser quizás el principal aliado que llega a
tener la amazona y sin cuyo apoyo de seguro habría sido imposible derrotar a la
bruja; por otro lado, destacable es que uno de los arcos argumentales
secundarios más atractivos de esta miniserie, viene a ser el enfrentamiento
entre dioses griegos y romanos por el Olimpo, siendo Wonder Woman nada menos
que la campeona de los primeros y originalmente el Hijo de Vulcano de los
segundos (dándole el ejemplo a sus dioses al trabajar juntos, mientras estos
otros peleaban entre sí). De igual
manera acá resalta también la figura de Harmonía, personaje mítico, hija del
propio Ares (el primer gran enemigo al que se enfrentó la amazona dentro de
esta continuidad), quien ya había aparecido por lo menos en dos ocasiones en la
cabecera de la Mujer Maravilla; es así que la preciosa diosa también resulta
valiosa para que los buenos consigan su objetivo.
Para darle su sentido más mítico a esta
historia, su creador comienza todo con la presencia de las Moiras, quienes de
igual manera ya habían aparecido en un guión anterior para Diana. De este modo con su figura, nos encontramos
con el tema del destino que cada uno debe cumplir (idea tan griega, tal como la
recoge George Pérez para sus lectores).
Luego viene nada menos que Circe, con sus triquiñuelas que la muestran
como una mujer que no puede ser más opuesta a los ideales de Wondy (incapaz de
amar, manipuladora, soberbia y para quien los demás están por debajo de ella, a
los que pisotea sin dudarlo en su camino si es necesario), al comienzo de su plan
para convertirse en la dueña absoluta de la creación. Y recién entonces, poco a poco, van
apareciendo una gran cantidad de paladines con sus combates personales y por
último junto a sus compañeros para enfrentar esta “guerra sagrada”.
Aparte de Circe, nos volvemos a encontrar
con otros enemigos ya clásicos de la Mujer Maravilla: Fobos, Eris y hasta Ares,
todos ellos potenciando este carácter épico a la trama (si bien el Dios de la
Guerra, va mucho más allá de ser otro malo en lo que concierne a este conflicto).
A su vez nada menos que Darkseid, el
soberano de Apokolips, tiene sus momentos junto a otros Nuevos Dioses, en lo
que concierne a estos acontecimientos.
Teniendo en cuenta el carácter de “Crisis”,
como ya es tradición en las grandes historias deceístas que involucran a un
montón de sus personajes, su autor opta por usar también a Pariah, Lady Quarck
y Lyla, todos ellos relevantes en la famosa Crisis en las Tierras Infinitas;
pues debe recordarse que en esta miniserie capital el mismísimo Géorge Pérez
participó como dibujante cuando se reseteó el Universo DC y del cual luego
siguió modernizando detrás de los éxitos de la Mujer Maravilla y los Jóvenes
Titanes.
Para quienes hayan tenido la dicha de
leer además La Noche más Oscura (2009), una de las mejores sagas de
Linterna Verde y que por supuesto también involucró a gran parte de los
personajes de DC, puede llamar la atención que de seguro su guionista Geoff
Jhons se inspiró en La Guerra de los Dioses para su idea de ver resucitados y en
forma de zombies, a varios superhéroes y villanos ya tiempo fallecidos. De este modo las viñetas que retratan el
ataque de los muertos vivientes a los justicieros, provienen de la mente de
George Pérez y que su colega más joven actualizó con el efecto más gore y violento que hoy en día es del
gusto del público lector. Por lo tanto
queda detallado que si bien olvidada y desconocida por muchos, la miniserie
ideada por Pérez viene a hacer escuela a la hora de cómo armar una trama
colosal como esta, que no carezca de todo tipo de emociones y buenos momentos.
En cuanto a la edición que tengo de La
Guerra de los Dioses, por desgracia no pude conseguirme la que en su
momento publicó la fenecida Zinco, que lo hizo allá por el siglo pasado en esos
tomos prestige, que al menos a mí
tanto me gustan. En cambio poseo la
menos agraciada versión de Planeta de Agostini, en tapa dura y papel couché
bajo su colección Sagas DC… ¡Y donde cometieron el sacrilegio de nada menos que
escanear una vieja edición a falta de material mejor, de modo que los colores
de su compilatorio resultan deslavados y en algunos casos los dibujos se ven
horribles!
Antes de cerrar, les cuento que se hizo
un motion comic de la primera
miniserie de George Pérez para Wonder Woman, tal como se ha hecho en los
últimos años con varias novelas gráficas célebres de DC y Marvel. Quienes no conocen ese formato, deben saber
que lo que hace es tomar las viñetas originales y bajo un proceso computacional
que en todo caso está basado en técnicas que ya venían de los sesenta
(¿Recuerdan los primeros shows animados marvelitas dedicados al Capitán
América, Thor, Namor, Iron Man y Hulk?) les otorgan movilidad, aparte de que los
diálogos son interpretados por actores, usándose además efectos sonoros y
música. En todo caso no he pillado tal
adaptación por estos lares y tampoco sé si está para descargar online (igual no
me sirve si no está al menos subtitulada).
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